7.2.2024
Tal como hiciera desde 2018, cuando comenzó a cobrar entradas para ver la muestra de Willian Turner en el Pabellón de exposiciones temporarias, el Museo Nacional de Bellas Artes analiza cómo implementar un sistema que les permita arancelar el acceso a los no residentes y que -se estima- comenzará a regir a mediados de este año, aunque manteniendo la gratuidad para los residentes, explicó el director de la institución, Andrés Duprat.
El sistema ya funcionaba en el principal museo de la Argentina desde el año 2018, cuando se implementó en principio con la exposición temporaria del pintor inglés William Turner, manteniendo siempre un día de la semana libre gratuito, la última hora del día gratis y el acceso disponible para jubilados, docentes, menores de 12 años, personas con discapacidad y contingentes escolares. Entonces, se llamó a licitación y una empresa se encargaba del cobro de esas entradas, pero la pandemia, en 2020, terminó abruptamente con ese sistema y ahora la institución analiza cómo volver a implementarlo.
“Estamos analizando cómo lo implementamos, en un trabajo articulado junto con la Asociación de Amigos, y con la Secretaría de Cultura de la Nación. Porque hoy en día hay muchas variantes para hacerlo, puede ser un bono contribución, una colaboración voluntaria (Pay What you Wish), cobrar sólo el acceso a las muestras temporarias, o la entrega de un mapa como se hace en museos de Estados Unidos. Estamos analizando qué método se adapta mejor a nuestro país, sin perder la gratuidad para los residentes”, aclaró el director del MNBA, Andrés Duprat.
El Museo Nacional de Bellas Artes, el patrimonio artístico más importante de la Argentina, recibió en 2023 más de 700.000 visitantes, de los cuales el 35 por ciento proviene de otros países: un porcentaje que se repite cada año en uno de los museos considerados visita ineludible para el turismo extranjero.
“Los no residentes, cuando visitan el museo, no pueden creer que es gratis la entrada a un patrimonio invaluable, especialmente los anglosajones. Pasa que muchos visitantes igual quieren hacer una contribución voluntaria y hoy si vos decis ‘Yo igual quiero pagar’, no tenemos ningún sistema implementado que nos permita eso”, relató el director del museo.
La primera implementación de cobro de entradas, en 2018, para acceder a las muestras temporarias fue en aquel entonces de cien pesos. En 2019, el museo siguió cobrando entrada solamente para acceder al pabellón de exposiciones temporarias: cien pesos para los residentes y doscientos pesos para los no residentes, exceptuando las gratuidades ya mencionadas. Ahora, se analiza cobrar el acceso solamente a los no residentes. “Fue un sistema re exitoso para el museo, que funcionaba bien”, describió Duprat sobre el método que “con la pandemia se cortó” pero que se mantuvo durante dos gobiernos de diferente signo político.
La idea que analiza el museo por estos días es implementar el cobro junto con la Asociación Amigos del museo, una institución auditada que lleva 90 años de trabajo: “Si lo podemos hacer a través de la Asociación, es un dinero que está más preservado para el Museo y de más fácil ejecución, ya que se destina luego a su patrimonio, a infraestructura del museo o para adquisición de obras”, reflexionó Duprat.
Para esto, el Bellas Artes estuvo realizando consultas con otros museos nacionales y extranjeros para analizar cuál sería el mejor método a implementar: “De cualquier modo, el Estado garantiza el acceso a su colección gratuitamente para los residentes en el país”, remarcó Duprat.
En otros países del mundo, se cobra entrada para acceder a los principales museos, como el MET de Nueva York que solicita una contribución mínima para los residentes y un cobro de 30 dólares para el resto de los visitantes. El Louvre de París cuesta 22 euros (con entrada gratuita para residentes locales) y el Museo Nacional del Prado, en España ofrece una entrada a 15 euros.