Larreta y un acto como demostración de fuerzas para su proyecto presidencial
16.12.2022
El jefe de gobierno realizó un acto en Costa Salguero este jueves, con dirigentes de todo el país para consolidar su proyecto de precandidato presidencial. Una demostración de fuerzas hacia afuera, hacia el interior de la coalición, y sobre todo hacia la interna que mantiene con Patricia Bullrich y Jorge Macri, ambos apoyados por el Macri ex presidente. Habló de la necesidad de “consensos” para poder realizar “cambios duraderos”, en referencia a las reformas regresivas y el mayor ajuste que quiere aplicar en caso de llegar a Casa Rosada.
Sin la presencia de dirigentes del ala dura del PRO y del radicalismo, el jefe gobierno porteño reunió a dirigentes de su partido y aliados que apoyan su precandidatura presidencial para 2023. El acto fue en Costa Salguero, a puertas cerradas y con invitaciones exclusivas. Fue la primera vez que reunió a referentes del Pro y aliados de la Ciudad, el interior, y la Provincia de Buenos Aires. Buscó mostrar su articulación nacional y construcción territorial. Según dijeron desde su círculo, hubo alrededor de 3.000 integrantes de la coalición derechista.
Como único orador, Larreta insistió en su llamado a buscar consensos que puedan garantizar “el cambio”. “Tenemos que encontrar puntos de acuerdo que nos permitan hacer las transformaciones y sostenerlas en el tiempo”. Se refería a las condiciones políticas que considera necesarias para llevar a cabo un ajuste más brutal que el actual, y las reformas (laboral, jubilatoria) que pide el poder económico.
Desde ese espacio apoyan el plan de ajuste en curso que aplica el Frente de Todos cumpliendo con el FMI, pero insisten en aplicar uno aún mayor y “más rápido”. En ese sentido arengó hacia sus encolumnados que “Argentina necesita un cambio profundo, no maquillaje. Un cambio rápido e integral, porque no existen las medidas mágicas. Un cambio que dure de una vez por todas, que se mantenga en el tiempo”.
“Hay que tener más huevos para dialogar con el que piensa diferente que para sentarse del otro lado de la tribuna a agredir. Basta de la grieta que nos condenó al fracaso, hay que hacer algo diferente”, fue otra de las frases que lanzó, con el fin de mostrar una ubicación “de centro”, y dialoguista con otros espacios.
Una posición que desde el renunciamiento de Cristina Kirchner a ser candidata, se presume que podría favorecer al ala moderada de la coalición cambiemita, en desmedro de los halcones Bullrich y Macri, que ya no tendrían el objetivo contra quien apuntar su discurso polarizador.
Entre los invitados, estuvieron Soledad Acuña (Educación), Fernán Quirós (Salud), y el vicepresidente de la legislatura, Emmanuel Ferrario. Todos ellos cuentan con el visto bueno de Larreta como precandidatos a jefe de Gobierno. Estuvo también el ministro de Gobierno porteño, Jorge Macri, precandidato para el mismo cargo por el espacio de Bullrich y el ex presidente.
Larreta no esperó al día después de la final de Argentina con Francia y no quiso demorarse en mostrar sus fuerzas a nivel nacional de cara al año que viene. Aprovechó la estadía de Macri en Qatar y el relativo mal momento de Bullrich por las sospechas que recaen en su ahora ex jefe de campaña, Gerardo Millman, por una posible vinculación con el atentado contra CFK.
Pero el jefe de Gobierno viene también de una situación, al menos, delicada, por la participación (y defensa) de su ministro de Seguridad, Marcelo D’Alessandro, en el escandaloso viaje a Lago Escondido y el filtrado chat posterior con los demás viajantes para intentar ocultarlo mediante maniobras ilegales y planes oscuros.
En un escenario electoral incierto, y más aún con la renuncia de CFK a alguna candidatura, Juntos por el Cambio sigue sumido en sus internas, tanto entre sus principales partidos, como al interior del Pro. Un cierto nivel de crisis interna que no es excluyente de los cambiemitas sino que se replica también en el Frente de Todos. Ambas coaliciones cuentan con el descrédito por parte de grandes sectores de la población, que ven como bajo sus administraciones, sus ingresos y condiciones de vida no paran de deteriorarse.