Al Colón lo hacen grande sus artistas, trabajadoras y trabajadores
19.10.2018
Mientras la gestión macrista lo quiere convertir en una sala de alquiler, el gran prestigio que consiguió con sus realizaciones es fruto de la labor de sus técnicos y artistas que, con su compromiso diario, garantizan cada función.
El Teatro Colón publicó recientemente en su página web una encuesta del sitio Travel365 que lo posiciona como el “mejor teatro de ópera del mundo”.
Es parte de una lista de quince teatros. Le siguen La Scala de Milán, el Massimo de Palermo, la Opera Garnier de París, la Opera de Viena, el Covent Garden de Londres, La Fenice de Venecia, el Met de Nueva York, la Opera de Praga, el Fox Theatre de Detroit, la Opera de Copenhague, el Bolshoi de Moscú, la Opera de Sidney, la Opera del Malgrave de Bayreuth y el San Carlo de Nápoles.
Si bien el sitio que promociona la encuesta no es una página de música, sino un portal de turismo, lo cierto es que también en el mundo artístico es uno de los edificios de mayor importancia de la ciudad.
El teatro publica, lógicamente orgulloso, el resultado de dicha encuesta. Sin embargo eso no es un logro de la gestión Cambiemos, como se pretende mostrar.
Los trabajadores y las trabajadoras del Colón son en verdad quienes con su trabajo y compromiso sostienen uno de los teatros más importantes del mundo. Del otro lado, tanto desde el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta como de los directivos del Colón y del Ministerio de Cultura quieren hacer del teatro una sala de alquiler con todo tipo de eventos privados que poco tienen que ver con la programación y la producción propia que hace al teatro el más grande.
Como lo denuncia su propio personal, la idea oficial es que haya cada vez menos producción propia y, con la excusa cínica de “transformarlo en algo popular” pero cada vez con menor presupuesto, suman productos comprados para repetirlos una y otra vez.
Lo que quieren imponer desde el Gobierno es tercerizar las funciones. Lo que ahora se cubre profesionalmente desde cada una de las áreas del teatro.
El ataque a los trabajadores viene de tiempo atrás con retiros voluntarios y concursos suspendidos hasta nuevo aviso para concretar el pase a planta permanente de los contratados. Producciones privadas que, corrientemente, afectan la realización de títulos propios y eventos de carácter político de propaganda oficialista.
Son también los trabajadores los únicos interesados en que sea un teatro para la sociedad de conjunto y no para una pequeña élite.