31.3.2023
Silvio Schachter
Horacio Rodríguez Larreta, designó Eugenio Burzaco al frente del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad, en reemplazo de Marcelo D’Alessandro. La mano dura como respuesta ante la crisis económica y social y la disputa en la interna con quienes solo tiene como proyecto aumentar la represión, puede explicar la designación de un personaje con la ominosa trayectoria del nuevo ministro
“Alumbre lumbre de alumbre sobre la podredumbre, Luzbel de la piedra-lumbre”. El Señor Presidente, Miguel Angel Asturias.
Marcelo D’Alessandro protagonista del viaje de jueces y funcionarios a la estancia de Joe Lewis en Lago Escondido, sumado a la filtración de chats con escuchas entre él y el juez Sebastián Ramos, uno de los colaboradores más estrechos de Horacio Rosatti, presidente de la Corte Suprema de Justicia, lo obligaron primero a un pedido una licencia y luego su renuncia. Sus declaraciones, que contaron con el apoyo del jefe de gobierno, desbordan todo el manual de la hipocresía y el cinismo. “Me voy con orgullo y satisfacción”, “la Justicia encontrara quienes han sido el responsable del hackeo la serie de chats”
Currículo o prontuario
Ante el deterioro galopante de la situación económico social, con una inflación desatada y una especulación sin control, que devora los magros salarios, la falta de propuestas que reviertan el cuadro a favor de las mayorías, el desprestigio creciente de una rosca política que se pelea obscenamente y sin ninguna ética por candidaturas y negocios, una dirigencia que solo tiene como horizonte las elecciones de octubre, sin proyecto ni credibilidad alguna, sumados a un cuadro internacional donde el capitalismo globalizado muestra sus peores lacras, hacen que el aniversario de las cuatros décadas del fin de la dictadura llegue con malos presagios.
La bronca, el mal humor, la vida transformada en condena para millones de pobres e indigentes, pueden convertirse en estallido, en un grito desesperado que ponga en cuestión las instituciones de dominación. Ante una posible crisis de gobernabilidad, hay que preparase para enfrentarla a pura represión, con personajes que estén formateados con esa línea. La autorización de las pistolas Taser, histórico reclamo del nuevo ministro, es solo una señal en esa dirección.
Por otra parte es evidente que los partidos del poder acomodan sus discursos y prácticas a las de la extrema derecha, que impone sus ideas las que gozan de toda la difusión en los medios hegemónicos y crean consenso en sectores amplios de la sociedad, cada vez más proclive a relacionarse en base al miedo.
Larreta, en su mezquina carrera hacia la Rosada, no quiere perder espacio por derecha, ante los embates de la pistolera Bullrich y sus secuaces. La elección de un personaje con el recorrido de Eugenio Burzaco no deja lugar a dudas de las intenciones políticas del actual jefe de gobierno de la CABA y aspirante a candidato presidencial.
Burzaco tuvo su primer cargo público como colaborador de la SIDE, durante el gobierno de De la Rua donde conoció al siniestro Jaime Stiuso.
En 2007 fue asesor de seguridad del exgobernador de la provincia de Neuquén Jorge Sobisch, cuando la Policía neuquina reprimió el 4 de abril una huelga del sindicato docente ATEN y mató al maestro Carlos Fuentealba con una granada de gas lacrimógeno. El cartucho impactó en su nuca, causándole un hundimiento de cráneo. En el hospital provincial fue sometido a dos operaciones y finalmente murió al día siguiente
Fue electo diputado Nacional por el PRO entre 2005 y 2009. Se desempeñó como jefe de la Policía Metropolitana de Buenos Aires entre 2009 y 2011. Dirigió la División Operaciones Especiales Metropolitanas de la Policía Metropolitana, un grupo de asalto, donde se desempeñan doce militares, cuestionado por conflictos como los del Hospital Borda, el desalojo la sala Alberdi del teatro San Martín -donde dos periodistas fueron heridos con balas de plomo por la policía.
Estuvo al frente al frente de la PM, en el violento desalojo del Parque indoamericano, durante el operativo fueron asesinados Bernardo Salgueiro, de 24 años, y Rosemary Puña, de 28 años “Según declaró el superintendente de Seguridad Metropolitana, Miguel Ángel Ciancio, Burzaco estaba presente en el Centro de Monitoreo y Control, y en contacto con efectivos de la Policía Federal Argentina (PFA) a cargo del operativo. Por la masacre del parque Indoamericano tuvo que renunciar al frente de la Policía Metropolitana y fue investigado por la justicia, en una causa que como era previsible al demorarse indefinidamente, se fue diluyendo hasta quedar sin condena.
En 2010 fue citado a indagatoria, junto a otros funcionarios del gobierno de Mauricio Macri, por el caso de las escuchas ilegales que involucran al ex jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
A pesar de esos antecedentes o al revés, quizás premiando su nefasta trayectoria, desde diciembre de 2015 hasta diciembre de 2019, fue nombrado secretario de seguridad del Ministerio encabezado por Patricia Bullrich, cuya mano derecha era Pablo Noceti, jefe de gabinete de ese Ministerio, quien tuvo un papel destacado como defensor de los responsables de delitos de lesa humanidad en juicios en La Pampa y Concepción del Uruguay y a su vez sindicado como responsable directo del caso Santiago Maldonado. Nocetti está imputado junto a los gendarmes Gerardo Otero y Oscar Robino, exdirector y ex subdirector de Gendarmería Nacional, respectivamente, por considerarlos “autores, coautores o partícipes de los delitos de “violación de los deberes de funcionario público”.
Durante esa gestión el Ministerio aprobó el protocolo que permitía el uso de armas de fuego y balas de goma para dispersar cualquier protesta o reclamo y además limitaba la cobertura periodística. Los periodistas deberán ubicarse en “una zona determinada” por las fuerzas de seguridad impidiendo la cobertura y el libre ejercicio de prensa.
Por fuera de los cargos públicos Burzaco presidió la Fundación Pensar, junto a Julio Cirino, ex agente de inteligencia del Batallón de Inteligencia 601, célebre por los secuestros de detenidos-desaparecidos durante la dictadura.
En diciembre de 2011, luego de abandonar la Policía Metropolitana pasó a desempeñarse como CEO en una empresa de seguridad privada y jefe de seguridad del Club Atlético River Plate , coincide en ese rol con el fiscal Carlos Stronelli que se desempeña en el club Boca Juniors. Un ejemplo más de las miserias que atraviesan al fútbol profesional de nuestro país
En 2019 se vio involucrado en el Stornelligate, cuando se filtraron una serie de audios que comprometerían al fiscal Bidone y a Eugenio Burzaco, acusado de extorsionar en nombre de Carlos Stornelli. Según los audios filtrados que tuvieron como protagonista al falso abogado y operador de espionaje ilegal Marcelo D´Alessio, allí se indicaba una maniobra de cobro de coimas y blanqueo de dinero para utilizar presidiarios en trabajos privados En los audios aparecía un negocio con el fiscal bonaerense Juan Bidone donde Eugenio Burzaco y una empresa de personal temporario ponían a presos a trabajar precarizados en empresas que reciben subsidios, por lo que él fiscal cobraba una comisión y Burzaco un soborno.
Burzaco es un hombre vinculado a los Estados Unidos y a las grandes empresas a lo largo de su trayectoria pública-privada, se manifestó por el cierre de las causas contra el terrorismo de Estado, el cual no reconoce como tal, desea imponer penas de cárcel aún a niños que hubieran cometido un delito cuando eran menores de 14 años. Se opone a los métodos anticonceptivos de emergencia, busca restringir la educación sexual a los jóvenes, enfrentó la re-estatización de las jubilaciones, y ha presentado proyectos contra Cuba y Venezuela. En diversos reportajes y artículos convoca al Estado a terminar lo que llama “extorción piquetera”.
Presentó un proyecto que permite la utilización de agentes encubiertos a los que se garantiza la impunidad por los delitos que pudieran cometer, siempre que fuera “para evitar un mal mayor”, y regula a los colaboradores de la Justicia llamados arrepentidos.
Un mal de familia
Eugenio es hijo del periodista Raúl Horacio Burzaco, que se desempeñó como secretario de Medios durante la presidencia de Carlos Menem, entre 1991 y 1994. Creador de Tiempo Argentino, durante su paso por editorial Abril, dirigió las revistas Siete Días y Panorama. A su vez, se desempeñó en el diario La Prensa, donde llegó a ser jefe de Información Internacional y prosecretario de Redacción.
El hermano de Eugenio, Alejandro Burzaco fue CEO, expresidente y ex director ejecutivo de la empresa Torneos (antes llamada Ty C Torneos y Competencias), productora de contenido de los canales deportivos más importantes de Argentina y otros países de América Latina. La empresa pertenece a Carlos Avila y tiene como accionista la Grupo Clarín.
Alejandro Burzaco fue procesado y condenado por corrupción por el escándalo conocido como FIFAGATE, que comprometió a numerosos dirigentes de la Federación Internacional de Fútbol Asociado. El escándalo deportivo estalló luego de años de numerosas investigaciones de casos de corrupción, en los que el máximo ente del fútbol mundial se ha visto involucrado. Los cargos por los que se les acusó incluyen soborno, fraude y lavado de dinero.
La investigación penal se centró en la atribución de derechos mediáticos, de derechos de mercadotecnia y de patrocinio para Estados Unidos y América del Sur de competiciones organizadas por la FIFA, incluyéndose particularmente CONCACAF y CONMEBOL sudamericana
En Argentina los contratos eran acordados directamente por Julio Grondona. Se había formado una sociedad de hecho, entre Julio Grondona y Ty C, Julio Grondona recibía suficiente apoyo del grupo empresario como para poder manejar la economía de la AFA, y a cambio, Grondona le aseguraba la continuidad del negocio a Ty C, entregando los derechos sin licitación. Así, en pocos años, en mayo de 2015, Interpol emitió una orden de captura contra Alejandro Burzaco acusado por de haber pagado 110 millones de dólares estadounidenses en sobornos para asegurar a su empresa TyC los derechos de televisación de la Copa América.
Luego de ser extraditado a los Estados Unidos, reconoció su culpabilidad ante la Corte Federal de Nueva York y aceptó pagar una multa de 21,6 millones de dólares estadounidenses en concepto de fianza. Permaneció en prisión domiciliaria en Nueva York, hasta febrero de 2017, cuando luego de pagar otra fianza millonaria. También en 2016, aún al frente de la Secretaría de Seguridad de la Nación, el nombre de su hermano, Eugenio Burzaco, aparece ligado al FIFA-Gate, por el pago de la fianza para conseguir la excarcelación y prisión domiciliaria para su hermano Alejandro Burzaco. El secretario Eugenio Burzaco habría aportado unos 3 millones de dólares en efectivo y otros 15 millones en certificados de acciones de la propia empresa TyC Sports, de la que su hermano Alejandro fuera CEO, y que fue la empresa desde donde se pagaron las comisiones ilegales a la CONMEBOL y a la FIFA investigadas por la justicia norteamericana. Raul Burzaco, el padre de Eugenio y Alejandro, fue hasta su fallecimiento, en 2004, vicepresidente de Multimedios América y asesor de la mentada empresa Torneos y Competencias.
En abril de 2016, la investigación periodística sobre guaridas fiscales denominada “Panama Papers”, aportó documentación que demuestra que Alejandro Burzaco tuvo una red de sociedades offshore inscriptas a través del bufete panameño Mossack Fonseca, desde las que realizó operaciones por más de 370 millones de dólares para obtener los derechos de TV de la Copa Libertadores durante 14 años. La documentación de Mossack Fonseca también involucró bienes no declarados del ex Presidente Macri, su familia y sus empresas que utilizaron ese canal criminal para esconder dinero sucio y evadir responsabilidades tributarias en el país.