El Colón, un nuevo naufragio para Macri
El Colón, un nuevo naufragio para Macri
27.5.2010
El legislador porteño Marcelo Parrilli (MST- Nueva Izquierda) denunció penalmente al Jefe de Gobierno, por violación de los deberes de funcionario público y daño agravado en concurso ideal, por el tratamiento sobre el patrimonio mueble, histórico y edilicio del Teatro Colón
Las luces del bicentenario no pudieron esconder el descuido sobre el Teatro Colón, Monumento Histórico Nacional, sus muebles, vestuarios, decorados y trabajadores, y con ellos la producción propia del teatro que fue uno de sus pilares. Por este motivo, el legislador Marcelo Parrilli denunció a Mauricio Macri, su jefe de gabinete, sus ministros de Cultura y de Desarrollo Urbano, y el director general y la directora ejecutiva del Teatro Colón. La causa por “los delitos de violación de los deberes de funcionario público y daño agravado en concurso ideal”, quedó radicada en el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Nº 6 de la Capital Federal, a cargo del juez Rodolfo Canicoba Corral.
El escrito resalta que “se han producido, centralmente a partir del año 2008, distintos daños a la estructura edilicia y al patrimonio mueble del Teatro Colón, muchos de ellos denunciados por sus trabajadores y que ya han tenido reconocimiento judicial. Los daños en los bienes muebles se produjeron como consecuencia de haber sido retirados del interior del Teatro, en razón de las obras emprendidas en el inmueble, y como consecuencia de su traslado y depósito en forma totalmente desordenada e inapropiada. Los bienes muebles partieron a distintos destinos en más de cien containers sin inventario de salida de su edificio, ni de entrada cuando llegaron a sus destinos. Tampoco existió control alguno por parte de personal especializado en el traslado, conservación y acondicionamiento final de los bienes”.
Entre las pruebas presentadas se encuentran más de 100 fotos tomadas en diciembre por la inspección realizada por el Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 13 de la Ciudad en el Teatro y en los lugares que funcionan como depósito de los materiales del Colón.
Los vestuarios, decorados y distintos materiales fueron sacados del teatro sin inventario, ni control específico de los especialistas en conservación y mantenimiento.
El Colón cerrado en noviembre de 2006 para su restauración, fue reabierto durante el festejo del bicentenario, en el medio de la polémica por la negativa de la Presidenta a participar de la gala en la que no faltaron divas y susanos. Sin embargo, 102 años después de su inauguración (un 25 de mayo de 1908), una incertidumbre circula: si la restauración no afectó su estructura edilicia, la acústica y si se preservó adecuadamente su patrimonio de bienes muebles. Una certeza nos acompaña: con la desvinculación de más de 400 trabajadores el mantenimiento del teatro y su oferta de obras es inviable. Así lo afirmó en una entrevista con ANRed, el trabajador y productor del documental “Preludio de un teatro”, Héctor Vidaurre, que afirmó: “Hasta ese momento éramos cerca de 1200 personas. Pero (el director del teatro Pedro Pablo) García Caffi tenía la idea de que el Colón podía funcionar con sólo 800 personas. El teatro estuvo trabajando con 800 artistas, pero sin hacer óperas. Solo había ballet y obras que no requieren toda la capacidad. Ahora que retornamos al teatro, este año, nos dimos cuenta de que falta personal en todas las áreas”.
Cuando comenzó la restauración, cerraron el teatro y dejaron de funcionar en el lugar los equipos que estaban en plena producción de obras. En su momento se alquiló el Luna Park y se derivó a teatros como El Coliseo y el Alvear, para terminar las temporadas. “Seguimos trabajando en estos espacios y después nos prohibieron la entrada a todos los trabajadores, excepto los directivos”, aclaró Vidaurre.
En este contexto, parte de los trabajadores renunciaron o se jubilaron y otros fueron despedidos. Pero además, “la situación sigue siendo muy grave porque desplazaron a 138 compañeros, que quedaron ´a disposición´, es decir no tienen un lugar específico donde trabajar”, agregó.
En la denuncia presentada por Parrilli, se deja constancia de parte de la historia de esta restauración que en principio tenía por objetivo conservar sin afectar su estructura edilicia preservando adecuadamente su patrimonio de bienes muebles. Pero rápidamente esto se dejó de lado y se optó por el denominado “Master Plan” que contemplaba la intervención de 36.000 metros cuadrados del inmueble. Posteriormente, el gobierno de Mauricio Macri abandonó el “Master Plan” y dispuso la intervención de todo el teatro, esto es, unos 58.000 metros cuadrados.
La denuncia también dice que de esta forma, se pasó de un costo inicial de aproximadamente 25 millones de dólares a como mínimo, 100 millones de la misma moneda. Esto también implica desde el punto de vista cultural, el abandono de un modelo de teatro de producción propia a un teatro que se caracterizará por importar producciones realizadas fuera del propio teatro.
Ahora,la justicia deberá definir las responsabilidades de Macri y sus ministros en el descuido y los daños que pudieran haberse producido como consecuencia que los muebles y archivos fotográficos, de video y música se retiraron del teatro, se trasladaron en forma desordenada, sin inventariar, y sin los cuidados necesarios.