Un homenaje al “Gallego Soto” de la Patagonia Rebelde en la CABA
Un homenaje al "Gallego Soto" de la Patagonia Rebelde en la CABA
6.12.2011
Se inauguró la sala Antonio Soto Canalejo, dedicada a la Segunda República española en el Museo de Emigración Gallega en la Argentina (MEGA), en Capital Federal.
Por: Ignacio Soto
En un acto muy cálido la comunidad gallega-republicana decidió homenajear a Antonio Soto Canalejo con una sala en la que se exhiben documentos como las cartas a su madre, partidas de nacimiento hasta de su abuela y fotos. La sala también está dedicada a la Segunda República española a la que se sublevó Franco y que los Indignados buscan restaurar ya como una III República porque consideran que el recorte debería empezar por los Borbones. En la sala unas 60 personas aproximadamente se unieron para darle un aplauso a un luchador como Antonio Soto Canalejo y una bienvenida a su hija chilena Isabel.
ESPÍRITU:
Todas las personas nacemos con un alma, y esa alma tiene un espíritu que determina la inclinación del ser. La del "gallego" era rebelde, contra la tiranía de los explotadores y en favor de los oprimidos.
LO QUE QUEDA:
Lo que queda de "El Gallego", es su esencia que se encarna en otros luchadores pero por sobre todo su herencia, sus hijos e hijas
Luego de la represión en la Patagonia rebelde Soto y un grupo de compañeros se van hacia Chile, perseguidos por el Ejército argentino y por los carabineros chilenos, que intentaban que no entren al país. Los compañeros de la Federación obrera chilena, sabiendo el peligro que corría en la ciudad a la que había llegado (Puerto Natales) deciden enviarlo en barco a Punta Arenas, lugar que tendrá que dejar para irse a Valparaíso. En ese lugar conoce a la hija de los propietarios del lugar en donde vivía, y a los pocos meses se casa. Con Amanda Souper se traslada al norte de Chile, en donde tiene a sus seis hijos, de los cuales solo vive la mayor de 86 años.
El 5 de marzo de 1938 se vuelve a casar con la chilena Dorotea Cárdenas, con la que tiene una hija, Isabel Soto quien estuvo presente en la inauguración de la sala. Ella se vino especialmente desde Chile. Es alta como su padre, tiene el pelo corto y unos ojos color café profundos y por supuesto el acento chileno. Me la cruzo en la sala y comienza un diálogo en el cual surgen varios temas:
Ignacio Soto: ¿Qué recuerdo te queda de tu padre?
Isabel Soto Cárdenas: El mejor de los recuerdos de un hombre bondadoso de vanguardia que podía compartir tareas de hogar, cocinar, lavar, limpiar.
Ignacio Soto: ¿Y tú vives en Punta Arenas?
Isabel Soto Cárdenas: Yo vivo en Punta Arenas, a los16 años terminé la secundaria y había que irse a estudiar. Había que ir a Santiago de Chile a la universidad. Él me dejaba participar en todas la huelgas, yo ahora lo entiendo. Me sentí orgullosa el día que me fue a buscar a una comisaría.
Me sugirió que estudie leyes en pos de las causas perdidas pero estudié obstetricia y ahora doy clases en la universidad, hay que trasmitir el conocimiento.
LOS 60' EN CHILE
Ignacio Soto -¿Cómo fueron los 60 en Chile?
Isabel Soto Cárdenas -Nosotros hicimos la "gran" revolución universitaria y eso terminó con la guinda de la torta que fue el ascenso de Allende en 1971, pero después fueron años durísimos para la gente que fuimos jóvenes y luchamos. Y mira qué difícil que fue que cuando quise recuperar los papeles para el Centro Gallego de mi padre, habían hecho una tremenda fogata con la documentación. Acá se enterraban -por la Argentina-, pero allá -por Chile- se quemaban, porque era terrible, yo no digo que era ni mejor ni peor.
Ignacio Soto: ¿Y creés que ahora con esta revuelta estudiantil esta resurgiendo el espíritu de los 60'?
Isabel Soto Cárdenas: Absolutamente, absolutamente. Yo creo que Camila Vallejos es una persona que tiene las ideas muy claras, ahora obviamente que cuando partió todo este movimiento estaba muy cohesionado. Yo en este momento estoy dando clases en la universidad, así que todavía soy docente. Soy Licenciada en Obstetricia y como me jubilé ahora me pasé a la docencia, hay que traspasar las ideas. Pero sabés lo que pasa están también las universidades privadas. Está Camila, que obviamente es la mina hermosa, de la que todos están enamorados, pero también está Cherco que es de la Católica donde estudia la elite de Chile.
Llama la atención que ese movimiento sea tan transversal, se han plegado hasta colegios particulares. Y Piñera con su tozudez de no dar nada. Cuando yo estudié la universidad era gratis.
Ignacio Soto: Los estudiantes plantean el 10 % del cobre para financiar la educación, ¿Qué te parece la idea?
Isabel Soto Cárdenas -Pero por supuesto si se ha destinado el excedente a las fuerzas armadas por qué no se va a poder destinar a la educación
LUCHADOR TODO TERRENO
Luego de su exilio en chile Antonio no dejó de militar, todo lo contrario su militancia lo llevó a recorrer Chile de punta a punta. De Punta Arenas en el sur, hasta Iquique en el norte.
Con su primera familia se mudó reiteradas veces y en el sur fue asesor de distintos sindicatos.
Ignacio Soto: ¿Tu padre militó en chile?
Isabel Soto Cárdenas: Mirá, mi hermana recuerda que se mudaron continuamente porque lo buscaban y hay cartas a su madre en las que dice que le iba a mandar cosas con sus compañeros del Partido Comunista. Es muy difícil militar para un extranjero.
Ignacio Soto: Tu padre es un luchador de muchas luchas, leí que poco antes de morir quiso ir a pelear por la II República española
Isabel Soto Cárdenas: Él sí, claro, era utópico, utópico y libertario. Menos mal que no vivió esta época en Chile en la que la diferencia económica es tan brutal que hay madres que dicen: "o compro pañales o comemos".
LOS SILENCIOS DE MI PADRE
Para los historiadores y las personas comunes que estudian la historia es más importante lo que ésta no nos dice que lo que nos dice.
Antonio, como todos, algo ocultó a Isabel, nada más ni nada menos que su pasado. Ella siendo la hija de su segundo matrimonio, se enteró de grande que tenia 5 hermanos y que su padre había sido el representante de los sindicatos de esquiladores durante la Patagonia rebelde y uno de los pocos sobrevivientes, ya que como sabemos el Teniente Varela se encargó de matar a la mayor cantidad posible de trabajadores que reclamaban justamente por sus derechos, hecho que como marca el historiador Osvaldo Bayer, el radicalismo aún no ha pedido perdón.
Fue justamente gracias a Bayer y especialmente un amigo periodista chileno que pudo encontrar a sus hermanos hace ya casi 25 años y quienes la recibieron cálidamente. Ahora solo le queda su hermana mayor.
"Ya nos debemos una charla con él" (sic), concluye su hija.
COINCIDENCIAS:
Isabel termina su alocución en la presentación diciendo que este mes se cumple 90 años de la Patagonia rebelde y que Bayer no pudo estar presente.
VARELA:
Cada protagonista en la historia tiene su némesis. Antonio lo tuvo al Teniente Varela quien creyó que matando unos cuantos huelguistas, ahogaba la protesta. Pero se equivocó, nunca se pueden matar cientos y cientos de espíritus rebeldes, ya que éstos renacen.