El Riachuelo
CABA – 13.2.2012 Fuente: La Nación – El olor ácido penetra los sentidos. Y el sol no colabora. Cada vez que asoma, el hedor de las aguas turbias del Riachuelo se hace intolerable. El agua parece un aceite marrón. Las burbujas que se ven en la superficie son producto de los materiales pesados que se pudren en el lecho. En la superficie flotan bolsas de basura y residuos cloacales. Aquel olor se impregna en la ropa y en el cuerpo.