Cuando una toma no es sólo una toma: Clarín y Página 12 frente a la lucha del movimiento estudiantil
26.9.2013
Tanto Clarín como Página 12 realizan una cobertura de las medidas de lucha del movimiento estudiantil sumamente sesgada: realizan una selección acotada de los reclamos y los descontextualizan. Mientras tanto en todo el país se produjeron levantamientos estudiantiles y docentes, pero la prensa hegemónica no se hizo cargo de ellos. Red Eco Alternativo
(Juan manuel Boccacci – Red Eco) Buenos Aires – Pudimos advertir en la prensa masiva varias características reconocibles a la hora de cubrir las luchas de los sectores populares: reducen los reclamos a aquello que a las líneas editoriales les sirve ya sea para golpear al gobierno nacional (Clarín) o de la ciudad (Página 12); descontextualización de las actuales situaciones de lucha, y de los reclamos que históricamente vienen levantando las organizaciones estudiantiles; buscar las motivaciones de las medidas de fuerza en causas psicológicas.
Resulta interesante empezar el análisis por el recorte que ambos diarios hacen de los reclamos que llevan adelante los estudiantes de colegios secundarios. Todo pareciera restringirse al reclamo por la reducción de orientaciones de 158 a 10 y la participación en las reuniones donde se discutirá el nuevo plan de estudios. Sin bien mencionaron otros reclamos, son estos dos los que acapararon la mayor cantidad de líneas en ambos diarios. De esta manera podemos ver un importante recorte en las razones que movilizaron a los estudiantes a realizar las tomas de los colegios, acampes, cortes de calles, etc. Así como ocurrió en 2012, los reclamos actuales son también por las condiciones edilicias deficientes, los derechos laborales de los docentes que al efectuarse recortes de materias verán reducidas sus horas de trabajo, entre otros puntos centrales.
Dentro de este recorte podemos advertir el enfrentamiento Clarín / Gobierno, reflejado en el enfoque que ambos diarios dan a las notas. Desde Página 12 se centraron en que los reclamos estudiantiles están dirigidos al gobierno de la ciudad. El Ministro de Educación de la Nación, Sileoni, fue mostrado como dispuesto a propiciar reformas (pasar de 10 a 17 orientaciones), y convocando al diálogo tanto al Gobierno de la Ciudad como a los estudiantes. Apareció como una suerte de mediador entre las partes.
Clarín se despacha con un largo artículo titulado: Sileoni: “Si hay crisis en la educación, es desde 1810”. A partir de allí realizan una recopilación de datos para dar muestra que la situación actual de la educación en el país está entre las peores de la historia.
Resulta, cuanto menos, sorprendente que días después apareciera una nota del periodista Gustavo Bazzan de Clarín, cuyo hijo va al Colegio Nacional Buenos Aires (CNBA, en situación de toma). Allí se despachó con una serie de lugares comunes acerca de la democracia y el respeto a las instituciones del Estado para descalificar la toma. Pero fundamentalmente se centró en que los estudiantes de los secundarios no pueden formar parte en la elaboración de los programas de estudio, al ser ese un terreno que desconocen. Es decir, la misma línea editorial que días pasados hacía referencia al estado paupérrimo de la educación en el país, y la desidia política para encarar el tema, objeta a los alumnos que tomen una decisión drástica, como es una toma, justamente por vivir esa situación. Les piden complicidad con la situación tal cual está. Además, según se encargan de mostrar las respuestas tanto de Sileoni como de Bullrich (Ministro de Educación de la Ciudad) fue sólo gracias a los reclamos y tomas que se logró ampliar de 10 a 17 las orientaciones.
En este punto es necesario hacer referencia a otra característica de los medios masivos al reflejar los movimientos de lucha populares: la completa descontextualización con la que mostraron los hechos. En el caso de los estudiantes secundarios, da la sensación que la primera medida llevada a cabo por los manifestantes fue la toma. Estos medios se olvidan que, para llegar a esta situación, primero presentaron reclamos, pedidos de audiencias con las autoridades, manifestaciones a las dependencias del estado, etc. La toma fue una medida de fuerza límite, necesaria y estratégica frente a la desidia de los organismos del Estado.
Clarín cayó en un psicologismo barato en ciertas notas donde se intenta explicar el comportamiento de los estudiantes, haciéndolo pasar por un desesperado llamado de atención a sus padres (que para colmo los apoyaron): “la transgresión está en la naturaleza de los chicos y debiera estar claro que el papel de los padres es guiar y encauzar esa rebeldía”; “buscan adultos para confrontar con ellos y en vez de eso encuentran unos que los imitan (refiriéndose a los padres de los alumnos). Un buen padre no es el que dice siempre que sí, es el que tiene buenos sí y buenos no”.
Otro tipo de descontextualización tiene ver con los antecedentes de la toma que ambos diarios construyen, marcando las realizadas el año pasado. Sin embargo no mencionan (los medios masivos en general) la actual situación de movilización y lucha que se está desarrollando en varias zonas del país: en La Rioja, donde se logró la renuncia del rector Roldán luego de una larga toma, Córdoba y Tucumán. A esto se suma el paro nacional docente convocado por la CONEAU histórica y la AGD.
Finalmente, desde las organizaciones estudiantiles se habló de pacto PRO-K, para marcar esta situación donde la aplicación de la Ley de Educación Nacional (LEN, promulgada en 2006) llevó al Gobierno de la Ciudad a redactar su modelo de aplicación a nivel local llamado Nueva Escuela Secundaria (NES). Esta visión de los hechos, que no está presente ni en Clarín ni en Página 12, pone el acento en reconocer aquello que une a estas visiones del mundo que la prensa hegemónica se empecina en mostrarnos como contrapuestas.