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A tres años de la Ley de Alquileres nacional, la ciudad de Buenos Aires sigue en deuda

30.6.2023

Por Guadalupe Granero Realini

La sanción de la Ley de Alquileres en 2020 no fue sólo un hecho jurídico: constituyó un hito político en el debate sobre el acceso a la vivienda que afirmó la obligación del Estado de desarrollar políticas públicas, implementar regulaciones del mercado inmobiliario y generar estrategias diversas para garantizar alquileres asequibles y dignos. Tres años después, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires sigue sin abordar la emergencia habitacional de manera integral y con la escala que el problema demanda.

En los últimos veinte años creció el porcentaje de hogares inquilinos en los grandes aglomerados urbanos; en CABA pasó de un 22 a un 35 %. El proceso de inquilinización no es nuevo y de hecho ha sido sistemáticamente visibilizado por organizaciones de la Ciudad. Parte de esa movilización derivó en 2018 en la Mesa de Alquileres de Buenos Aires, un espacio de trabajo convocado por el propio gobierno, articulado desde el Instituto de la Vivienda de la Ciudad luego de la sanción de la Ley 5859, para formular propuestas que fueron luego ignoradas. Aquella ley, que desde 2017 exime a los inquilinos de pagar los honorarios de las inmobiliarias, fue producto también de la larga movilización de sectores inquilinos y ha sobrevivido a los sistemáticos intentos de derogación de sectores inmobiliarios corporativos.
De todas las recomendaciones realizadas al Jefe de Gobierno sólo se implementó Garantía BA, un programa para incluir seguros de caución y garantía bancaria para inquilinos. Totalmente soslayados quedaron (y siguen) la propuesta de programas para incorporar vivienda ociosa al mercado de alquileres (que, nuevamente, derivó en otra mesa de trabajo multisectorial que realizó un excelente trabajo de diagnóstico que fue a parar a algún cajón del IVC) y el registro obligatorio de los contratos. Este último tema fue el acierto de la ley nacional de 2020 que, no obstante, aguarda un sistema de inspección y penalización que logren hacer efectivo el cumplimiento de la ley.
En el contexto de una ciudad altamente inquilinizada, la movilización porteña puso en agenda muchos de los temas que luego serían incorporados en esta ley nacional: iniciativas para facilitar los procedimientos administrativos, ampliación de los tipos de garantías, construcción de viviendas asequibles y el problema de los inmuebles vacantes.
Con estos antecedentes ¿cómo es posible que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no haya actuado con contundencia ni antes ni después de la sanción de la ley nacional? Sí, por el contrario, se han tomado medidas superficiales con gran despliegue mediático: la sanción de la ley 6255 para “regular” los alquileres temporarios que no sólo no aborda el impacto en la crisis habitacional, sino que, incluso reduce el problema a un tema turístico, y ni siquiera tiene herramientas para garantizar que efectivamente este tipo de propiedades estén registradas.
Con toda esta trayectoria, el reciente lanzamiento de Alquilar+ Fácil es otra vez una reacción espástica, en plena campaña hacia las elecciones 2023, que busca dar sensación de “soluciones” con el viejo mecanismo de bajo conflicto político que es subsidiar a la demanda. Aun pudiendo acercar alivio a algunas familias inquilinas, mientras tanto, el negocio inmobiliario en CABA sigue impulsando el aumento de los precios del suelo y, con ello, menos oferta de vivienda en alquiler, de menor calidad, peor localizada y más cara.
Como sabemos hace mucho, leyes como la de alquileres, buscan garantizar o ampliar derechos de quienes tienen menos poder político y económico, re-equilibrando relaciones asimétricas sobre la base de las obligaciones del Estado; en este caso, la de hacer efectivo el derecho a la vivienda.
(*) Coordinadora Area Urbana del Centro de Estudios Metropolitanos (CEM).

Desalojan a los ‘sin techo’ de Aeroparque

30.6.2023

En un operativo realizado el jueves por la noche, unas 160 personas que desde hace meses dormían dentro del Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires fueron desalojadas. El operativo que se realizó para esto combinó recursos de organismos nacionales y del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires. Así lo informaron fuentes aeroportuarias.

La alerta de este operativo la dieron, al mismo tiempo, una asociación que ayuda a personas en situación de calle (Amigos en el Camino) y un hilo de Twitter que publicó el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS): “Están desalojando a las personas que dormían desde hace meses en Aeroparque. En todo este tiempo, el Ministerio de Desarrollo Humano del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires no les propuso otra alternativa que no sea un parador para pasar la noche”, alertó la ONG.
La situación de permanencia de indigentes haciendo su base y durmiendo dentro de la terminal de Aeroparque comenzó a registrarse hace ya varios meses. Fue escalando de a poco hasta llegar, en los últimos tiempos, a una cantidad de aproximadamente 160 personas pernoctando en la terminal. Frente a esta situación, las autoridades afirman haber trabajado de manera ininterrumpida para brindar asistencia a estas personas y ofrecerle alternativas aceptables a su encuadre de situación.
Por su parte, la empresa Aeropuertos Argentina 2000, a través de un comunicado, informó que “el jueves 29 se realizó un operativo de traslado de las personas en situación de calle que permanecían en el aeroparque Jorge Newbery. Fue una decisión conjunta de los organismos nacionales que operan en el aeropuerto y del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad de Buenos Aires”.
Según las fuentes oficiales, unas treinta personas aceptaron ser llevadas por equipos de asistentes del programa Buenos Aires Presente (BAP) a los Centros de Inclusión Social (paradores) que funcionan en la ciudad. Sin embargo, muchos no aceptaron estos traslados y, ayer al mediodía, muchos de los “sin techo” permanecían cerca de las entradas del aeropuerto.
En el operativo intervinieron funcionarios y personal especializado del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), el Organismos Regulador del Sistema Nacional de Aeropuertos (Orsna) y de la concesionaria del aeropuerto, Aeropuertos Argentina 2000.

ATE Capital: se presentó la lista “Blanca, Negra y Verde”

29.6.2023

Ante más de dos mil afiliadas y afiliados, el pasado lunes se presentó la fórmula de Construyendo la Unidad en el Complejo Art Media en el barrio de Chacarita. Leandro Castro, Adriana Orbiz y Hugo Bellón encabezarán la lista que buscará disputar la conducción de la seccional capital de la Asociación de Trabajadores del Estado el próximo 9 de agosto.

Leandro Castro, candidato a secretario general, explicó que la lista contiene a distintos sectores que vienen cuestionando fuertemente al oficialismo, que conduce Daniel Catalano. “Es una unidad que se forja a partir de discusiones y debates, pero, por sobre todas las cosas, en la calle”, señaló. “Sabemos cuál es el ATE que necesitamos para esta etapa y cuál es el ATE que queremos abandonar”, agregó.
En este sentido, Castro profundizó sus críticas hacia la actual conducción: “ATE tiene una profunda tradición democrática, y, cuando se pretende imponer y cercenar el debate, termina en fuertes procesos de discusión interna”. “Hay que abandonar el sectarismo, recuperar la unidad del sindicato, profundizar la democracia y recuperar un ATE fuerte, que no puede ser fuerte si no está unido y recupera la discusión interna”, concluyó.

El candidato más joven de la izquierda: tiene 18 años, es nieto de desaparecidxs y estudia en el Pellegrini

28.6.2023

Lautaro Baamonde integra en estas elecciones las listas legislativas encabezadas por Andrea D’Atri, que comparte también con la fórmula presidencial que integran Myriam Bregman y Nicolás del Caño.

Él estudia en el sexto año del Colegio Carlos Pellegrini. Cuenta a La Izquierda Diario que se acercó a la militancia desde chico, movilizándose por los derechos humanos y por sus abuelos Ana María Bonatto y Eduardo Emilio Azurmendi. “Desde que tengo memoria marcho todos los 24 de marzo. Aunque no los haya conocido, mis abuelos me transmitieron su lucha por un mundo mejor, dónde cambien las prioridades y no vivamos a merced de los grandes empresarios”, dice Lautaro.
También cuenta cómo empezó a militar en la izquierda, más concretamente en la agrupación de estudiantes secundarixs del PTS e independientes No Pasarán. “Después empecé a militar en No Pasarán, fue en el 2019. Yo venía del kirchnerismo, pero en esas elecciones me di cuenta que Alberto lo único que quería era pagarle al FMI y siempre me reivindiqué anticapitalista. Me acerqué a la izquierda porque planteaba dar vuelta todo, no pagarle al FMI, invertir las prioridades”.
Lautaro nos cuenta que el año pasado fue parte de las luchas de las tomas contra las condiciones edilicias y las ACAP de Horacio Rodríguez Larreta, defendiendo la educación pública y denunciando el presupuesto de ajuste tanto del Gobierno de la Ciudad como el nacional, que en 2022 fue el presupuesto más bajo en la historia de la Argentina.
“Desde No Pasarán siempre damos la pelea por un movimiento estudiantil combativo e independiente, dimos una pelea muy grande para que la lucha por la educación no quede solo en denunciar las condiciones de CABA, que es lo que buscaba un sector del kirchnerismo para no nombrar el ajuste del Gobierno nacional, en provincia hay escuelas en igual o peores condiciones que en capital. Los techos se caen, no nos dan ESI y para colmo nos mandan a laburar gratis, nos quieren enseñar la precarización desde pibes”.
Él fue candidato a presidente del centro de estudiantes el año pasado. “Durante la campaña y durante todo el año siempre planteamos que el centro de estudiantes no podía estar atado de pies y manos a la gestión y al gobierno nacional, que son quienes ajustan nuestra educación”, dice.
También cuenta de su candidatura actual a la Legislatura porteña. “Este año tenemos un desafío enorme desde la izquierda, por un lado, tenemos al facho de Milei diciendo que quiere privatizar la educación, sacar la ESI, y hacer un ajuste brutal. A Juntos por el Cambio mi generación ya la conoce, la mitad de mi adolescencia fue durante su gobierno y no hicieron más que vender, endeudar y reprimir a la clase obrera. Y la otra mitad fue con este gobierno, que dijo que iba solucionar todo, pero no hizo más que terminar de vendernos al FMI y seguir con el ajuste”.
“Yo milito por una salida distinta a la que nos ofrecen esos partidos, donde no revienten el medio ambiente para llenarse de plata o nos hagan laburar hasta el cansancio mientras hay otros sin conseguir trabajo. Quiero poder juntarme con mis amigos sin que nos la pasemos bostezando, o sin que falte uno porque le hicieron hacer horas extras. Por eso milito en no pasarán porque queremos cambiarlo todo de raíz, porque somos anticapitalistas”, afirma Lautaro.
Y agrega: “Lxs pibxs no tenemos que resignarnos, como dice el peronismo, y que tampoco la solución es pisarle la cabeza al de al lado, como dice Milei. Tenemos grandes ejemplos de lucha, como la marea verde en la que mis compañeras de Pan y Rosas fueron protagonistas o nuestra lucha en los secundarios el año pasado. Jujuy también está demostrando que el camino es la movilización, me llenó de orgullo ver cómo los pibes tomaron los colegios en Abra Pampa igual que acá. Gerardo Morales y el PJ votaron una reforma a puertas cerradas que quitó el derecho a la protesta, también quería sacar el voto cada dos año. El pueblo jujeño se levantó y no lo están pidiendo parar”, sentencia.
Y cierra diciendo: “Lxs secundarixs estás elecciones tenemos que ir con la Rusa”, en referencia a Myriam Bregman.

Habla el papá de Lucas González: “Él salía a cumplir un sueño y yo a traer el pan a la mesa, no sé cómo volver a la vida”

27.6.2023

Lucas González quedó tendido en el asiento del acompañante del auto modelo Suran en el que había salido de la cancha Cacho, en el predio del Club Barrancas Central lindero al barrio 21 – 24. Quien le disparó al menos dos veces lo hizo de frente. Fue el 17 de noviembre de 2021 y por el crimen están siendo juzgados quince policías de la Ciudad. Tres de ellos formaban parte de la Brigada 6 y esa mañana patrullaban la zona. El inspector Gabriel Issasi, el oficial mayor Fabián López y el oficial Juan José Nievas abrieron fuego contra el auto en el que iba Lucas junto a tres amigos. Los esperaron para emboscarlos y luego, indica la prueba, modificaron la escena. Dijeron que los adolescentes eran ladrones y que ellos habían actuado de manera preventiva. Les plantaron un arma que los chicos no tenían. Otros doce policías están imputados por abusos y privación ilegítima de la libertad. A todos les imputan el delito de encubrimiento. El veredicto se conocerá a mediados del mes próximo.
“Ellos eligieron a los chicos porque eran morochos que usaban viseritas. ‘Cuatro pendejitos que salían de la villa’, como les dijeron, aunque ellos insistían en que eran jugadores de fútbol. Es un crimen cometido por odio racial por ser negritos. Iriarte y Luna, donde empezó todo, es una peatonal, un mundo de gente. Los vieron, lo esperaron y los cazaron”, dice Héctor González, el padre de Lucas. El juicio contra los quince policías, todos integrantes de la fuerza de seguridad porteña, arrancó en marzo. Hay prueba de sobra al menos contra los tres agentes que dispararon contra el auto de los chicos: mensajes y audios que los comprometen, imágenes de las cámaras de seguridad y declaraciones de testigos.
Issasi, López y Nievas patrullaban esa zona de Barracas a bordo de un Nissan sin patente ni identificación policial (el no-auto no estaba ploteado ni llevaba balizas) y los agentes vestían de civil. Su coartada fue que habían prevenido un robo y actuado en legítima defensa. Desde el principio, el fiscal de instrucción sospechó de la versión. La prueba que colectó para elevar la causa a juicio determinó que modificaron la escena: hicieron pasar a la víctima y los sobrevivientes por ladrones cuando que las imágenes de las cámaras de seguridad confirman que los eligieron. Plantaron, incluso, un arma. Hace unos días, uno de los imputados se quebró y dijo quien había puesto un arma de juguete en la parte de atrás del auto.
A Lucas le habían disparado en la cabeza, pero estaba con vida cuando la ambulancia llegó al lugar. La médica que lo atendió declaró que uno de los policías gritaba a sus subordinados: “Nadie graba, nadie vio nada”. El adolescente murió al día siguiente en el hospital El Cruce, de Florencio Varela. El forense apuntó en el informe que, entre el pulgar y el índice, el chico tenía una marca compatible con la de un cigarrillo, un indicio de haber sido torturado. Un perito, que levantó pruebas en el lugar del hecho, observó que dentro del auto de los chicos había un equipo de mate. A los jueces, les dijo: “Si salís a robar no vas tomando mates”. Issasi, López y Nievas están imputados por homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, por placer y odio racial y por ser miembros de la fuerza policial. El resto, por abuso y encubrimiento, entre otros delitos. El asesinato alcanza a la cúpula de la Policía de la Ciudad.
Héctor Cuevas, uno de los policías imputados, pidió -de manera sorpresiva- ampliar su declaración indagatoria. Confesó al Tribunal que él sabía que habían plantado un arma y dijo el nombre de quién lo hizo. Dijo que Facundo Torres, alias Cachorro, había llevado en la moto a Issasi a la comisaría, que él había tomado la réplica y que, a la vuelta, la había tirado atrás del auto en el que viajaban los adolescentes. Las cámaras de seguridad registraron el viaje de ida y de vuelta,
“Nosotros anhelábamos que uno de ellos llegara a quebrarse y eso pasó. Tardó un año y medio, pero pasó. Cuevas se acercó a darme la mano. En su declaración dijo lo soñó a Lucas y que no quería ser parte del encubrimiento. Que eso lo llevó a decir la verdad. Nosotros pedimos que consideren esto en la sentencia. él se puso en lugar de padre y por eso estoy muy agradecido. Quizás gracias a él Lucas pueda descansar en paz”, dijo Héctor.

-Gregorio Dalbón, el abogado que te representa a vos y a los amigos de Lucas, habla de mafia policial. ¿Por qué?
-Es que hay tanta gente involucrada, hay tanto que está saliendo a la luz… Estamos hablando de un modus operandi, un sistema que ya tenían implementado. Porque no creo que lo hayan inventado esa mañana, no creo que hayan dicho “vamos a hacer esto” y que cada uno haya cumplido su función. ¿Por qué hay tantos rangos? ¿Por qué Cuevas (N. de la R.: el policía que se quebró) t y pidió protección? Creo que “mafia” no le queda mal a esto. ¿Tantos iban a exponer su jerarquía, su prestigio, su trabajo como funcionarios públicos para defender a estos tres asesinos que se cruzaron por la vida de Lucas? Me pregunto cuántas veces lo hicieron, cuántas veces hicieron lo que le hicieron a Lucas y nunca salió a la luz.

-¿Cómo sigue la vida después de esto, Héctor?
Cada día es más difícil. Dicen que el tiempo cura todo, pero perder a un hijo es muy doloroso. Es difícil vivir sin él decir, es insoportable. Nosotros giramos alrededor de él. Él nació y mamó fútbol. A los tres, cuatro años ya estaba pateando una pelota. A los seis ya estaban Racing. A los 13, en Defensa y Justicia. A los 16, en Barracas. Y nosotros amamos lo que él amaba. A las 5 de la mañana salíamos de casa. Él salía a cumplir un sueño y yo a traer el pan a la mesa. Y esas cosas me rompen el alma porque hoy salgo solo. Desde que él murió yo no trabajo, pero ya cuando termine todo esto tengo que volver a la vida. Y me pregunto cómo se hace, cómo se sigue. Hoy tengo fuerza porque tengo una lucha, pero después no sé cómo volver a la vida.

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