Leandro Castro: “Estamos seguros de que ATE tiene todo para resolver los problemas de los y las laburantes”
26.7.2023
Diálogo con Leandro Castro y Adriana Orbiz, binomio que encabeza la lista blanca, negra y verde en las elecciones de ATE Capital, sobre el rol del sindicalismo y la situación de los trabajadores y las trabajadoras del Estado.
¿Cómo analizan la situación de los trabajadores en Argentina?
Leandro Castro: La realidad es que el salario no alcanza. Sabemos que creció el empleo, pero tenemos un problema con la distribución. Esto es trasversal a todos los trabajadores, tanto a los registrados como a los informales. La realidad es que el salario no alcanza frente al aumento de la inflación.
Esta situación nos duele mucho más a los peronistas, por la expectativa que teníamos con este gobierno. Lo que reclamamos -desde el sindicalismo, pero también como sujetos políticos y como parte del pueblo- es que, como mínimo, hagan peronismo. Un gobierno que no distribuye el ingreso no entra para nosotros en la categoría de peronista.
El hecho de que muchas trabajadoras y trabajadores se vieran seducidos por opciones electorales de derecha es consecuencia de la decepción y el retraso salarial. Esto lo vemos con preocupación. El gobierno tiene una responsabilidad, y nosotros, como movimiento obrero, también. Creo que nos hemos pasado de prudentes en nuestro rol.
Es cierto que tuvimos una pandemia y a las y los estatales se nos ha cuidado, salvo algunas excepciones. Se nos mandó a casa, aún con toda una propaganda en contra por parte de la derecha que se oponían a las medidas de cuidado implementadas por el Gobierno Nacional. Pero, la realidad, es que el atraso salarial es de los problemas más importantes que tenemos hoy.
¿Ustedes creen que la suma fija puede ser una solución a esta problemática?
LC: Hay voces que sostienen que la suma fija achata y desvirtúa las paritarias, pero para nosotros no es así. Desde nuestro espacio, estamos a favor de la implementación de una suma fija. Si tomamos como referencia a la canasta básica, tenemos una gran cantidad de trabajadoras y trabajadores por debajo de la línea de pobreza. Con los aumentos por paritarias, no estamos consiguiendo revertir esta situación, entonces, la suma fija puede atender a esa franja y elevar la vara de la discusión salarial. Hoy es la única herramienta para elevar ese piso, y sobre todo para los sectores que no tienen capacidad de negociación, o no la están llevando adelante.
¿Cómo se compone el espacio Construyendo la Unidad dentro de ATE?
Adriana Orbiz: Construyendo la Unidad es un equipo que es producto de la unidad de tres espacios muy importantes. Uno es el Frente Germán Abdala, otro es la Agrupación Blanca, y otro es la agrupación del compañero Hugo Bellón. Todos nosotros nos unimos para volver a enamorar a nuestros compañeros, para recuperar la ATE que tanto queremos, el sindicato federal, trabajando con nuestras compañeras y compañeros desde ATE nacional. La seccional de capital no puede estar fuera del trabajo que viene impulsando toda ATE. Una ATE que sabemos es federal, unida, democrática y feminista. Por eso hicimos Construyendo la Unidad, y por eso vamos con esta lista blanca, negra y verde para el 9 de agosto.
Somos 64 espacios, por ahora, dentro de la lista, pero seguimos enamorando a compañeras y compañeros, que venimos abrazando, porque esta ATE es con todas, todos y todes. Es diversa, es familia. Es una pasión, como decimos siempre con Leandro. Nosotras y nosotros amamos lo que hacemos todos los días. Leandro hace casi 30 años que está dentro de ATE, en la Superintendencia de Salud. Yo, en cambio, provengo de la Fuerza Aérea, 31 años dentro de un ámbito difícil, pero no imposible para organizar y hace 17 años que soy Secretaria General.
Este binomio es la síntesis de estos tres espacios, que se suma a todas las y los compañeros que vienen más abajo, y los que no están en un cargo jerárquico, pero también acompañan para seguir este proyecto, que es para que lo continúen el día de mañana. No queremos personalismo, queremos un proyecto para el futuro, para los jóvenes y, también, para nuestros trabajadores jubilados. Están todos dentro de una misma conjunción, no tenemos comportamientos estancos, sino que buscamos trabajar en conjunto.
¿Cuáles son las grandes discusiones tiene por delante su sindicato?
LC: Nuestro sindicato hace varios años atraviesa un proceso de mucha discusión interna, de Germán Abdala para acá, nos formamos en una tradición de sindicalismo democrático. En el Estado, a diferencia del sector privado, muchas veces competimos por la representación con otros sindicatos. Esto tiene sus complejidades a la hora de dispersar las fuerzas, pero lo que tiene de interesante es que eleva la vara de la discusión.
Nosotras y nosotros tenemos una tendencia al debate democrático, y de ahí viene nuestra fuerza. Lo que se viene discutiendo es esa relación entra la construcción de poder sindical reivindicativo, que es la que reclaman las bases para afiliarse a ATE o los sectores de trabajo cuando se sindicalizan, y la relación con la política. En nuestro ámbito, no tenemos patrón. No tenemos un empresario que se lleva la ganancia. Nuestro patrón es el pueblo. Lo que tenemos son funcionarias/os y jefas/es que vienen de la política. Entonces, tenemos una relación muchísimo más compleja con la política que otras actividades.
Si realmente la conducción banca la amplitud del debate democrático, el margen de error es muy pequeño. No se puede negar la política, las soluciones son políticas. No se puede querer corporativismo, solamente importa el interés de nuestros representados, ajenos a cualquier contexto donde se debate un modelo de país. ATE nunca fue un sindicato neutral, no se puede ser neutral. Mucho menos desde nuestra representación, que somos el Estado. El Estado siempre está en disputa por los distintos proyectos políticos. No somos neutrales, pero no renunciamos al objetivo final que tenemos como sindicato que es resolver los problemas del laburante. Así construimos poder. Y ese poder de organización, a partir de las soluciones concretas, nos define políticamente.
Lo que se viene es profundizar la democracia. Para eso la unidad es fundamental. Lo que se puede venir es muy jodido. Estamos hablando de la expresión más salvaje de la derecha, que ya viene haciendo campaña reprimiendo en Jujuy, por ejemplo, y haciendo spots de quién va a reprimir más la protesta callejera. Vienen por el Estado, por los derechos, vienen para reprimir. Tenemos esperanza de que no van a volver. Aun así, la situación es compleja. Por eso, el debate que tenemos dentro de ATE es el de profundizar la democracia. No hay que borrarse de las grandes discusiones nacionales, pero no hay que dejar de cumplir el rol que tenemos como sindicato.
Hay mucho por resolver al día de hoy. Las últimas paritarias las rechazamos porque eran insuficientes. Entonces, se resolvió a la vieja usanza con un sólo sindicato, sin debate ni discusión. Pero, sobre todas las cosas, no se cumplió con el pase a planta permanente. En mi sector, que es el más masivo, la mitad somos contratados. Yo soy contratado hace 29 años. No tengo la estabilidad que exige la Constitución Nacional. Yo soy un orgulloso trabajador del Estado. Para nosotros es una pasión ser estatal. Estamos intentando pasar a planta ahora, pero mirá lo que arrastramos. Entonces, con fuerza, estamos planteando no sólo la cuestión salarial, sino el pase a planta para asegurarle a las y los trabajadores la estabilidad que necesitan.
Pero esto no sucede sólo a nivel nacional. Hay un sector de la Ciudad de Buenos Aires que es escandaloso el nivel de precarización que maneja, como es el área de Prevención del Delito. Son los que cuidan a las chicas y chicos en las puertas de las escuelas. Ellas y ellos, tienen una función social muy importante. Son parte de la comunidad educativa y están precarizados salarialmente, cobrando muy por debajo de la línea de la pobreza y, además, son monotributistas. Los que controlan el tránsito también y están expuestos a los accidentes en la calle. Y ni te digo lo que le pasa al personal de salud en los hospitales públicos de la ciudad.
Hay mucho por resolver, y nosotros necesitamos un sindicato fuerte, que influya. Que no sea un sindicato testimonial, y que sólo opine. Necesitamos construir poder para incidir en esta realidad. Tenemos que poder resolver los problemas de las y los laburantes. ATE tiene todo para eso. Estamos convencidas y convencidos que lo que se viene es más democracia y unidad. Una ATE más fuerte para resolver y dar respuesta a nuestras afiliadas y afiliados.
Las mujeres hemos podido ampliar nuestra representación dentro del sindicalismo como en otros sectores, pero aún falta mucho. ¿Qué obstáculos tuvieron que sortear las mujeres dentro del sindicalismo en estos últimos años?
AO: Las mujeres tomamos mucha preponderancia durante el neoliberalismo. Salimos a luchar con nuestros compañeros, y pusimos el cuerpo a la par. Las secretarías funcionaban para salir a defender en solidaridad a cada compañera y compañero que era echado o que padecía el neoliberalismo; esta derecha nefasta que tuvimos durante cuatro años. Por eso, hacemos este hincapié con nuestras compañeras y compañeros, acá no es un tema de hacer partidismo, sino de no votar al verdugo. Las mujeres nos encargamos mucho de eso porque nos toca muy de cerca, no solamente por nuestro techo, que tenemos siempre para llegar a los lugares de poder, tanto en el Estado, en la ciudad, y también dentro de los sindicatos.
Nosotras y nosotros tuvimos un cambio muy importante en el estatuto, donde se implementó la paridad; ya no pueden discutir nada sin nosotras. Nuestra lista es de paridad real. Si pudieran ver nuestra lista, podrían ver que estamos realmente equiparados. Fue una discusión muy ardua porque también hay que implementar y explicar el porqué de nosotras. Nuestros convenios colectivos no los pueden discutir solamente hombres, tienen que tener la perspectiva de nuestro lado, nuestra necesidad.
Para las mujeres, llegar a capacitarse es muy difícil, porque siempre lo están haciendo fuera del horario de trabajo. Sabemos que, por una cuestión histórica de imposición, las tareas de cuidado siempre recaen sobre nosotras, entonces las compañeras no cuentan con el tiempo suficiente para capacitarse. Las compañeras son muy capaces, son profesionales, y realmente sabemos cómo empezar a acomodarnos para cumplir cada función. Estamos preparadas para llevar adelante la discusión, tanto sindical, como la de un modelo de país.