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Indignación de villeros por nota de La Nación

29.1.2015

Por Camila Amatriain. Una nota publicada en el diario La Nación sobre cómo se vive en la villa despertó indignación entre vecinos y referentes sociales y políticos. Sobre la construcción de la identidad villera a fuerza de verdades.

 

Muchas veces los medios de comunicación masivos  construyen un  discurso sobre las villas y asentamientos, refiriéndose a ellas casi sin excepción, vinculadas a los índices de inseguridad. Como si en el GPS de la comunicación se escuchara: “Usted está entrando en una zona peligrosa”.  Es así que la estigmatización de miles de personas que viven en un barrio humilde, parece ser la primer condición que habilita la erradicación o traslado de “la villa” del “barrio”.

Solamente en la Ciudad de Buenos Aires hay más de 40 villas y asentamientos, donde viven más de 170 mil personas en una situación de precaria urbanización y la carencia de servicios básicos. Sin embargo, a pesar de la cantidad  de problemas que sufre a diario la ciudadanía, el elemento que hace visibles a las villas son las imágenes estigmatizantes negativas que en el lenguaje periodístico habitual refieren a “inseguridad”, “zona caliente”, “peligrosidad”, entre otros.

Un caso reciente fue el que protagonizó esta semana el diario La Nación cuando publicó una notasobre cómo se vive en la villa 21-24/ Zavaleta. Allí se destaca la peligrosidad de la villa más grande de la Ciudad de Buenos Aires, imponiendo una línea peligrosa que separa a quienes viven dentro, de quienes viven fuera. La nota promueve la criminalización de la pobreza, pero también el enfrentamiento entre vecinos que hace muchos años, viven en el mismo barrio. 

La nota se desarrolla y concluye sin  mencionar ni el porcentaje de familias que viven en la Villa sin tener acceso al agua potable, ni la cantidad de niños y niñas que tienen plomo en sangre por vivir a la vera del Riachuelo contaminado, ni a las  familias que viven en situación de emergencia eléctrica, por sólo mencionar algunas de las realidades que se esconden detrás de las narrativas periodísticas sobre las villas.

Dicha nota, tampoco incluyó en la construcción de “inseguridad”, por ejemplo cuando las fuerzas de Gendarmería dejaron la zona liberada en Zavaleta que terminó con la vida de Kevin Molina de 9 años, o cuando asesinaron a Cinthia Ayala Villalba, también de 9 años. Ambos fueron víctimas de tiroteos y de una puja territorial avalada por las fuerzas de seguridad nacionales. Víctimas que no se contabilizan como parte de la “inseguridad”.  

“Seguridad es saber que voy a llevar a mis pibes a la escuela y van a estar bien,  y no en un container, como pasó el año pasado. Seguridad es que los tendidos eléctricos estén bien y que no vaya a caer un cable y electrocutarme o que no me contamine por vivir cerca del Riachuelo. Todo eso tiene que ver con la urbanización y con políticas públicas que hoy no existen”, retruca sin pedir permiso, a la nota de La Nación, Rodrigo Alonso, integrante del Frente popular Darío Santillán. Alonso vive en la Villa 21 y en diálogo con FM Che Barracas se mostró indignado ante el retrato que hizo el diario sobre su barrio.

Las y los vecinos la 21-24, así como los de cualquier otra villa de la ciudad, sufren a diario la ausencia en el suministro de agua potable, el riesgo ante el que están expuesto frente al precario tendido eléctrico, la amenaza constante de inundaciones en la zona sur es un estado de alerta permanente ante cualquier lluvia dado la ineficiente política de infraestructura que tiene esta zona de la ciudad, los graves problemas de salud de cientos de familias a causa de la contaminación del Riachuelo, la escasez de una red cloacal, la acumulación de focos basura y la ausencia de un servicio de recolección como el que disfruta cualquier otro ciudadano, la ausencia de vías de acceso y circulación que permitan el  ingreso de servicios de emergencia (otro de los grandes problemas en el diseño de la trama urbanística) y el vaciamiento de la salud pública con centros sanitarios cercanos a estos puntos geográficos.

Estos son sólo algunos, por mencionar los más urgentes, sentidos que la construcción discursiva de la “inseguridad” de medios como La Nación, y por consiguiente la posterior edificación de la opinión pública, dejan afuera de los relatos y de la vida de los que viven del mismo lado de la Ciudad, aunque muchas veces se los pretenda invisibilizar. Por sumar un dato más, sólo en la última quincena se registraron más de diez denuncias sobre la discriminación y la ausencia de los derechos más básicos en las villas porteñas.

Los villeros no necesitamos que nos estigmaticen, necesitamos que se garanticen los derechos básicos de cualquier ser humano

25.1.2015

¿Grande y peligrosa? Denunciamos la estigmatización y la criminalización de la pobreza que hace el diario La Nación a los vecinos de la Villa 21/24 y Zavaleta

 

En la edición del diario La Nación de hoy aparece una nota de Marina Arcuzzi   http://www.lanacion.com.ar/1762919-vivir-en-la-villa-mas-grande-y-riesgosa que habla de la peligrosidad de la villa más grande de la Ciudad de Buenos Aires. Dice que hablo con los vecinos de la villa que piden “más y mejores oportunidades” y que “los del lado de afuera” reclaman mayor seguridad y que el gobierno porteño mude el asentamiento”.

 

La ¿periodista? titula la nota Cómo se vive en la villa y plantea que el problema de “los de adentro” es no tener oportunidades y el de los “de afuera” es la inseguridad. Pareciera  que la “solución” es sacarlos, trasladarlos, erradicar el barrio.

 

Si Arcuzzi quiere saber cómo se vive en la villa podría mencionar el porcentaje de familias que no tienen acceso al agua potable, cuántos niños y niñas del barrio tienen plomo en sangre por vivir a la vera del Riachuelo en el Camino de Sirga, cuantas familias viven en situación de emergencia eléctrica. Podría hablar de “inseguridad” para los niños y niñas del barrio cuando las fuerzas de seguridad dejan la zona liberada, como sucedió en Zavaleta cuando mataron a Kevin Molina de 9 años, quedando en medio de un tiroteo de dos grupos narcos  (y hoy recordado por sus familiares y sus compañeros de La Poderosa que siguen exigiendo justicia) o cuando asesinaron en diciembre pasado a Cinthia Ayala Villalba, tambien de nueve años de edad, cuando fue víctima de un tiroteo en medio del barrio.  

 

Imposible hablar de la 21 sin hacer referencia a la marca que quedó después de las inundaciones de 2012, cuando un joven de 14 años murió aplastado por un árbol mientras la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley vacacionaba en Punta del Este y los principales funcionarios del gobierno no aparecieron o no estaban en el país.

 

Los vecinos del barrio vivimos con dificultades cotidianas y peleamos por vivir mejor. Los problemas en el agua, el tendido eléctrico, las inundaciones, la contaminación del Riachuelo, la escasez de cloacas, la acumulación de basura, la falta de ambulancias que ingresen al barrio, el vaciamiento de la salud pública son algunas de las cuestiones centrales que muestran cómo vivimos y cómo se amenaza a diario la vida de los vecinos. Acá decir la corrupción, la inundación y la falta de acceso a una ambulancia mata, no es retórico. Si el diario La Nación quiere hacerse eco, que sepa que el principal problema no es de “oportunidades” es de derechos a los cuales estamos EXCLUIDOS.

 

Desde el Frente Popular Darío Santillán, al igual que decena de organizaciones barriales, peleamos por la urbanización de la villa 21/24 y por mejores condiciones para el barrio. Hay miles de vecinos y vecinas que se organizan y nos organizamos para vivir dignamente.

 

 Basta de criminalizar la pobreza 

 

Exigimos políticas públicas que garanticen los derechos básicos para los barrios humildes 

 

Urbanización con radicación de todas las villas

POR LA REINCORPORACIÓN DE LOS DESPEDIDOS LEGISLADORES Y PERSONALIDADES DE DDHH LE ENTREGARAN UN PETITORIO AL DIRECTOR

21.1.2015

JUEVES 22/01/15 11 HS.

Concentramos en Av San Juan 1369

Desde la Junta Interna de ATE en la Dirección de Estadística y Censos del GCBA, denunciamos que Mauricio Macri lleva adelante las mismas prácticas de persecución, amenazas y hostigamiento a los trabajadores que en el INDEC. Macri quiere competir haciendo política con “estadísticas confiables” sostenidas con trabajo precario, a destajo, con bajos salarios, con persecución y despidos. Claros ejemplos se evidencian cuando los jefes hacen denuncias penales en contra de los trabajadores, cuando hay exclusiones arbitrarias en los concursos o actitudes antidemocráticas como la del Director José María Donati de llamar a la policía federal para interrumpir una asamblea.

 

Mientras el PRO recorta presupuesto para educación y salud,  en Estadística el presupuesto viene incrementándose año a año, sin embargo, un 38% de los trabajadores de la Dirección trabaja como monotributista, en un claro fraude laboral. Alertamos que los más precarizados, y por ende los más maltratados y peor pagos son los sectores de encuestadores y listadores (indispensables para una buena captación de los datos), sectores que desde 2009 viven continuas purgas de cualquiera que haga un reclamo laboral.

 

EL MALTRATO A LOS TRABAJADORES AFECTA LA CALIDAD DE LA PRODUCCIÓN ESTADÍSTICA

Convocamos a todos los trabajadores, delegados, activistas, organizaciones de DDHH,

sociales, sindicales y políticas este jueves a la puerta de estadística

 

¡SI TOCAN A UNO TOCAN A TODOS!

¡REINCORPORACIÓN YA DE LOS 3 DESPEDIDOS!

¡PASE A PLANTA PERMANENTE!

¡AUMENTO SALARIAL!

 

JUNTA INTERNA ATE ESTADISTICA

Suministro de agus por orden judicial en la CABA

16.1.2015

El gobierno de Mauricio Macri deberá garantizar el suministro de agua potable en el barrio La Esperanza, que habitan 500 personas, por orden judicial. Desde ahora y gracias a la lucha de los vecinos por un lugar digno y habitable en el cual vivir, al ejecutivo porteño no le será tan fácil, obviarlos para no otorgarles sus derechos.

El pasado 12 de enero de 2015 el juzgado de feria Nro. 3 del Fuero Contencioso Administrativo y Tributario de la CABA intimó al GCBA para que en el término de 3 (tres) días corridos provea de agua potable a la población que reside en el Barrio “La Esperanza”.

El asentamiento La Esperanza se encuentra ubicado lindante a la Autopista Pres. H. Cámpora y la Av. Riestra, en Villa Soldati, Comuna 8, CABA. Surge en el año 2009 como consecuencia del incendio de una manzana del Barrio Piletones y desde aquella fecha sus habitantes no hemos recibido asistencia alguna por parte del Gobierno de la Ciudad.

Habitamos allí aproximadamente 500 personas, de las cuales cerca de 200 son menores de edad. Estas cifras provienen de un censo que hemos elaborado los propios vecinos, ya que el GCBA siempre se negó a realizar el relevamiento poblacional. Los organismos responsables continuamente argumentan que nuestro barrio no está reconocido institucionalmente, para evadir sus responsabilidades y obligaciones.

Sufrimos graves condiciones de habitabilidad. Las instalaciones de luz son precarias y provocan cortes constantes, actualmente no contamos con ningún tipo de recolección de residuos ni un lugar específico donde volcar los desechos domésticos, muchos pasillos y calles continúan siendo de tierra agravando las inundaciones los días de lluvia e imposibilitando la circulación y acceso, y lo que es más grave de todo: desde hace meses prácticamente no tenemos agua.
     
Por ese motivo, y ante la falta de respuesta del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los delegados del barrio iniciamos un reclamo judicial con el acompañamiento de la Corriente Política 17 de Agosto.

Ese reclamo tuvo eco el pasado 12 de enero cuando el Dr. Darío E. Reynoso, juez de feria, a cargo del Juzgado en lo contencioso administrativo nro. 3, tuvo en cuenta las razones de urgencia por nosotros esgrimidas, y ordenó al GCBA a garantizar, mediante la colocación de camiones cisterna suficientes, el suministro de agua potable en el barrio (Expediente 39195/0).

Por otra parte, en otra presentación judicial, los vecinos solicitamos al Sr. Juez que ordene también al Poder Ejecutivo local a garantizar la recolección de residuos. Este servicio sólo se realizó excepcionalmente entre los meses de octubre y diciembre del año 2014, a través de un servicio de recolección domiciliaria a cargo de la Gerencia Operativa de Zonas Vulnerables del Ministerio de Ambiente y Espacio Público (Mayep), servicio que fue suspendido el pasado diciembre, sin haberse restablecido hasta la fecha. El barrio nunca contó con provisión de conteiner ni servicio de camión recolector, lo cual configura una grave situación ambiental y sanitaria.

En este marco, denunciamos el total abandono por parte del GCBA de nuestro barrio, y afirmamos que seguiremos luchando por un barrio digno y habitable. La reciente resolución judicial es un logro de nuestra pelea y una respuesta a las cínicas instituciones que quieren ser ciegas a nuestra existencia y a nuestras necesidades.

Cuerpo de Delegados del Asentamiento La Esperanza

Villa 21/24: una casa para la cultura popular

16.1.2015

Entrevista al referente social Mario Gómez, nuevo director de la Casa de la Cultura Villa 21/24 Barracas. “La idea es revitalizar lo que como cultura podamos dar desde los barrios”.

Por Juan Ciucci

 

El Ministerio de Cultura de la Nación anuncia la creación del primer Programa Nacional de Fortalecimiento de la Cultura Popular, cuya sede será la Casa de la Cultura Villa 21 Barracas. Mario Gómez, vecino y referente social de la villa 21/24, fue designado director de la misma por la Ministra de Cultura de la Nación, Teresa Parodi, por su compromiso social y su trayectoria intachable. Gómez encabezará el programa, que tiene como objetivos centrales la promoción de la cultura popular en los barrios de todo el país y el acceso a la cultura por parte de los sectores populares. De esta manera, la Casa de la Cultura de la Villa 21/24 pasará a denominarse Casa Central de la Cultura Popular, de la cual dependerán las subsedes que se crearán en distintos barrios y villas de la Ciudad de Buenos Aires, del conurbano bonaerense y del resto del país. Gómez será acompañado en esta nueva tarea por un grupo de referentes sociales y culturales de distintos barrios. La coordinación general el programa estará a cargo de la profesora Julieta Chinchilla.

 

APU: ¿Cuál es la propuesta de esta nueva etapa de la Casa de la Cultura Villa 21?

Mario Gómez: La idea es, usando la Frase del Papa Francisco: “vamos a hacer lio” cultural. La idea es revitalizar lo que como cultura podamos dar desde estos barrios. Acá tenemos chicos que trabajan teatro, de una gran escuela, la de Julio Arrieta. Sus hijos siguen su huella, tienen deseos de seguir ese trabajo, y vamos a darle alas porque se lo merecen. Luego tenemos grupos musicales de folklore, muchos chamameceros que queremos apoyar.

La Villa está{a compuesta por inmigrantes y migrantes del país, que son de Chaco, Corrientes, Formosa, Santa Fe, Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago… Esa linda mixtura tiene ganas de dejar su impronta. Y nosotros somos la herramienta. Acá tenemos una nave espacial… esto es algo impresionante. Es un espacio que tiene piso pero no tiene techo, y hay que explotarlo en toda su magnitud. Generar y proyectar alegría, que alcance a todos. Estamos hablando de cultura popular, nacional, de los países vecinos. Todo eso tiene que tener una explosión, no tiene que estar regulado, si es posible hasta un poco anárquico, ¿por qué no?

 

APU: ¿Cuál es la relación con las organizaciones del barrio, para que puedan ocupar este espacio?

MG: La idea es inclusiva, de amplio espectro, tiene que venir todo el mundo. Está abierto para todos los que profesen el arte. La mirada de la exclusión o elitista no tiene lugar. No hablo de otra gestión, no me hago cargo de lo que se hizo o no, yo me hago cargo de lo que se va a hacer. Que tiene la impronta de generar una especie de marca registrada desde la alegría, desde la participación, acá queremos muchísima participación. Existe toda una estructura desde la que se puede hacer docencia, y que tiene que servirle no solo al barrio, sino a todos los barrios cercanos. La proyección no tiene que tener límites, la cultura es abarcativa, es el sostén de los pueblos. Tiene que tener esa mirada, esa profundidad. Humildemente, somos falibles como todo ser humano, podemos equivocarnos, pero será de buena fe.

 

APU: Parte de esta nueva etapa tiene que ver con ser un centro de la Cultura Popular, ¿cómo la piensan?

MG: Cuando hablamos de cultura popular hablamos de algo inclusivo. Lo popular es Pueblo, que somos todos, lo que genera una mirada inclusiva. El mejor ejemplo de esto son las políticas que llevan adelante la Presidenta, la Ministra. La idea es continuar eso, siempre sumando un poco más.

 

APU: ¿Cómo piensa la relación con el afuera, con otros barrios, con quienes no viven en el barrio?

MG: Al no ser ni sectarios ni excluyentes, es una propuesta que incluye a todos. Acá no está la idea de la camiseta, de mi perspectiva eso no va. Me pongo la camiseta de lo que es la cultura popular y nacional, y desde esa perspectiva es todo: los hermanos latinos, los vecinos que viven como se dice “detrás del asfalto”, la idea es contemplar a todos.

 

APU: Para los que no conocen la casa, ¿con qué elementos cuenta para llevar adelante esta tarea?

MG: Tenemos un anfiteatro que es la envidia de muchos, instalaciones y espacios que nos permiten desarrollar distintos talleres, tenemos computadoras, equipos para filmación, sonido. Todos elementos de última generación. Esa estructura tiene que ser explotada al máximo, que la disfruten chicos y grandes, los que tienen más y los que tienen menos.

 

APU: Arranca el verano, ¿qué actividades están proyectando?

MG: En enero se realiza la Fiesta Nacional del Chamamé en Corrientes, por lo que el 24 vamos a poner una pantalla gigante en la puerta de la casa para ver el Festival, pero a su vez vamos a armar un escenario donde van a tocar grupos del barrio. Luego tenemos talleres y espectáculos, la programación contará con recitales de rock, folklore, cumbia, tango y murga. Finalmente, en febrero se realizará el Corso del barrio con más de 60 murgas de distintos barrios.

 

APU: En lo personal, ¿vivís hace mucho en el barrio, qué representa estar al frente de la Casa?

MG: Yo hace 40 años que vivo acá, estoy honrado con esto. A veces pienso que me supera, sinceramente, pero cuando uno tiene la mirada franca, está tranquilo. Mi idea es dejar una linda huella. Sé que es un cargo político, desde que me hice cargo de esto en el bolsillo tengo mi renuncia, nadie es dueño de un cargo. Soy muy agradecido, creo que la mirada de la Presidenta y de la Ministra es reivindicativa hacia el barrio.

 

APU: Luego de vivir estos 40 años en el Barrio, ¿cómo valoras la construcción de la casa?

MG: Esto no tiene parangón, es un antes y un después. Es permitirle a los eternos postergados que exploten y exploren sus ideas, que dejen huellas. Ahora tenemos la herramienta, acá hay muchísimo para andar y al camino hay que ir haciéndolo.

 

APU: ¿Te parece que la gente del Barrio ya lo siente como propio al espacio o es algo que hay que seguir trabajando?

MG: Sí, esto ya tiene un fuerte sentido de la pertenencia. Acá ya hay una identidad, que está hace mucho, pero con esta herramienta que es fundacional creo que la vamos a generar aún más, le vamos a dar alegría al Pueblo. Y cambiaran ejes, miradas, algunos prejuicios que muchos tienen para con este mundo.

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