1.4.2016
Son más de 100 trabajadores en condiciones de contratación precarias. El Gobierno alega problemas presupuestarios y el sindicato pide cautela a los trabajadores.
Eric Soñis
CeProDH
Adrián Flores
Trabajador Procuración General GCBA
La Procuración General (PG) del GCBA es un órgano “fuera de nivel” contemplado en la Constitución de CABA, que tiene como funciones principales representar a la ciudad en juicio y dictaminar sobre la legalidad de actos administrativos. En ella se desempeñan más de 800 trabajadores, en su mayoría letrados, y un porcentaje menor correspondiente a empleados administrativos.
Del total de trabajadores, casi 130 se encuentran contratados en forma precarizada por el gobierno de la Ciudad (y en muchos casos por convenios con universidades como la UBA, que tercerizan la precarización). Con contratados que llevan hasta 10 años en espera de la estabilidad laboral y de condiciones dignas de trabajo, las bajas de contratos han sido recurrentes.
Mientras el gobierno alega problemas presupuestarios, los trabajadores sufren la pasividad de un sindicato que pide cautela ante los reclamos de los trabajadores, llegando a plantear que deberían “agradecer que no los hayan despedido”.
Larreta al gobierno, los buitres al poder
El conflicto por el pase a planta comenzó principios de 2015. Los trabajadores contratados, que no cuentan con representación sindical, pidieron a los delegados de Sutecba (sindicato para los trabajadores de planta de la Procuración) que dieran impulso a acciones tendientes a la implementación de los pases.
Los delegados de Sutecba escucharon a los contratados y se pusieron la camiseta. Pero no la de los trabajadores: siguiendo la línea del macrismo, buscaron congelar el conflicto argumentando los problemas presupuestarios para llevar a cabo el pase junto a los problemas derivados por el “cambio de gestión”.
Tras varios meses de presión por parte de los contratados, se firmó finalmente un acta de negociación colectiva con el gobierno macrista, mediante la cual se estableció que todos los contratados, en función de su antigüedad, pasarían a planta en tres tandas y en fechas fijas.
Pero para el gobierno de los CEO, que viene aplicando un ajuste brutal contra los trabajadores, los únicos contratos que ameritan cumplirse son los que benefician a empresarios locales y a los grandes especuladores financieros. Es que habiéndose vencido la última fecha del acta de negociación en marzo de este año, solo 30 de los casi 130 trabajadores precarizados han logrado pasar a planta.
La respuesta de los trabajadores
A medida que se acercaba la fecha límite establecida en el acta para la implementación del pase a planta, los trabajadores acumulaban bronca contra el Gobierno de la Ciudad y los representantes gremiales, los grandes ausentes del conflicto. Fue recién entonces que hizo su aparición UPCN, gremio opositor con representación minoritaria dentro del ámbito de la ciudad pero con cierto peso a nivel nacional.
Debiendo aminorar momentáneamente su apoyo al “pacto social” del gobierno, UPCN salió del letargo y se vio obligado a impulsar reuniones y asambleas esporádicas, tanto por la cuestión del pase de los contratados como por la pérdida de algunas conquistas por parte de los trabajadores de planta permanente.
Pero la falta de articulación de las asambleas y la ausencia de un plan de lucha no lograron contener la bronca de los trabajadores, si no todo lo contrario: los contratados, cansados de dilataciones, comenzaron a organizarse por su cuenta, creando asambleas propias e independientes a las convocadas por los sindicatos “oficiales”. En ellas se denunció la pasividad del gremio y su falta de respuestas.
El giro obligatorio del sindicato
Siempre detrás de la acción de los trabajadores, pero muy cerca de las necesidades del gobierno, UPCN se vio obligado a convocar a una a una nueva asamblea general. En ella participó Esther Alí, reconocida docente de la Facultad de Derecho y trabajadora de la Procuración.
En esta asamblea se planteó la propuesta más radical por estos tiempos: la conformación de un cuerpo de delegados que vaya a negociar, junto a los gremios oficiales, las conquistas perdidas de los trabajadores de planta y el pase de los contratados.
Dicha moción fue aprobada en asamblea. Los contratados siguen en pie de lucha pero aún existe la amenaza de posibles despidos. En la última asamblea de contratados la convocatoria aumentó y se decidió votar al representante para el cuerpo de delegados así como también elevar un reclamo administrativo exigiendo al cumplimiento del acta del pase a planta.