Comunicadores del Sur

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Subte: liberaron molinetes y pararon todas las líneas por la desasbestización

26.7.2023

Las cabeceras no cobraron el pasaje durante el mediodía y entre las 13hs y las 16hs paralizaron el servicio de las 6 líneas del subte. Continúa la pelea por la eliminación del material cancerígeno y por la reducción de la jornada laboral. Para Claudio Dellecarbonara, miembro por la minoría de la directiva de AGTSyP, es momento de profundizar el conflicto y que la CTA apoye la lucha con medidas de fuerza.

Este miércoles, las y los trabajadores continuaron con la pelea por la eliminación del asbesto de todas las formaciones, talleres y estaciones y por la reducción de la jornada laboral para limitar la exposición a factores insalubres.
En esta oportunidad, las estaciones Constitución de la Línea C, Congreso de Tucumán de la D, San Pedrito de la A, Juan Manuel de Rosas de la B, Plaza de Virreyes de la E y Facultad de Derecho de la H liberaron los molinetes entre las 12hs y las 13hs como parte de una campaña que implica la necesidad de que los usuarios apoyemos esta lucha que también nos compete porque el asbesto es peligroso para cualquiera. Ante esta medida los medios de comunicación masiva ni siquiera informaron esta medida.
Luego, entre las 13hs y las 16hs el servicio fue paralizado por completo, medida difundida con antelación por los trabajadores para no perjudicar a los pasajeros.
En este tramo de esta pelea, un sector de los trabajadores viene planteando que es momento de profundizar el conflicto ante la intransigencia de la empresa concesionaria Emova y la negación del gobierno de la Ciudad de aceptar la peligrosidad del asbesto que ya se ha llevado la vida de tres compañeros y que ha enfermado a varias decenas de ellos.
Docentes, estatales, telefónicos y universitarios se hicieron presentes para acompañar a los trabajadores mientras realizan el paro de las 6 líneas del subte. En la delegación se encuentran Jorge Adaro, docente de la directiva de Ademys y precandidato a Jefe de Gobierno porteño de la lista A del Frente de Izquierda acompañado por su candidata a vice jefa, Alejandrina Barry, actual legisladora porteña.
Claudio Dellecarbonara, miembro por la minoría del secretariado de la AGTSyP, ha planteado en días previos que “la situación en general no cambió demasiado, no hay respuesta de la empresa. Hoy estamos como cuando empezamos o peor, porque aparte venimos arrastrando toda una serie de sanciones, descuentos de salario, persecución, juicios por desafuero y despido inclusive, mientras tenemos compañeros que se están muriendo ahora”.
“Hoy hay compañeros repartidos por toda la línea garantizando la medida. Hay compañeros de base, delegados, miembros del Secretariado Ejecutivo y compañeros que vinieron de afuera a apoyarnos. Hay un avance en la organización y en la participación de los compañeros. Un paro de 12 horas después uno de 24 nos permitiría también llamar asambleas generales en las cabeceras para que todos los compañeros de los diferentes sectores podamos definir como continuamos la lucha y las propias medidas”, dijo.
A este planteo, se le suma la propuesta de Pablo Peralta quien, explicó la necesidad de “llamar a una gran reunión de todos aquellos que apoyan nuestro conflicto, especialmente a los gremios de la CTA, para proponerles acciones para acompañar las próximas medidas de lucha del subte”. Esta central es referencia de la dirección del sindicato del subte, de ahí la pertinencia de la iniciativa.
En medio de que la mayoría de los trabajadores junto a su sindicato AGTSyP vienen realizando esta pelea, la empresa Emova se encuentra apresta a una firma de paritaria con la minoría UTA, antiguo gremio burocrático que fue abandonado por los trabajadores. En esa paritaria no solo no se firma un aumento salario, sino que se acuerda un aumento por presentismo, una medida que se muestra como un beneficio pero que tiene el objetivo de oponerse al reclamo. Desde la Bordó presentaron una declaración para sentar posición, mientras se llama a fortalecer la pelea que viene llevando adelante la mayoría de los trabajadores.

El gobierno porteño salió a justificar la pintura de los bolardos: esteticismo y negocio con la obra pública

25.7.2023

Por Gustavo Sarmiento

“El color de los bolardos en el Casco Histórico de CABA es por las vacaciones de invierno. Luego volverán a su color original”, salió a declarar llamativamente el jefe de gabinete, Felipe Miguel. Detrás hay negociados por millones de pesos con los bolardos, empresas que se repiten y licitaciones multimillonarias para arreglos de veredas.

“Aclaración: el color de los bolardos en el Casco Histórico de CABA es por las vacaciones de invierno. Luego volverán a su color original”. Las palabras pertenecen al jefe de gabinete de la Ciudad, Felipe Miguel, que suele omitir declaraciones sobre temas de importancia social como la falta de vacantes, la falta de créditos o la ausencia de kilómetros de subte, y que esta vez le dedicó un tuit a esos elementos que invadieron la CABA en los últimos años: los bolardos. Pero lo que terminaron desnudando es el gasto millonario que demandan intervenciones urbanísticas de la administración de Horacio Rodríguez Larreta sin utilidad práctica ni fines estéticos.
En 2017, Tiempo ya había denunciado el gasto en estas “balas de metal”, que por estos días en zonas como el casco histórico ya no luces negras, sino de colores. Ese año se colocaron más de 5000 de estos objetos, parecidos a antiguas balas de cañón fijadas al cemento, que inundaron las veredas peatonalizadas de la Capital, y en algunas zonas costaron hasta 8400 pesos cada uno, con el dólar a 15 pesos. Hoy los costos de cada uno pueden alcanzar los 90 mil pesos.
Según informa el propio Ejecutivo porteño, los bolardos tienen como ventaja el “bajo mantenimiento: fortaleza / resistencia; dimensiones apropiadas para la función; standarización de calidad: prefabricado”. Y como desventajas el “alto costo inicial y de reposición”.
Lo que el gobierno de la Ciudad no informó es cuánto costó la pintura de los bolardos (tampoco salió en Boletín Oficial), solo sostuvieron que se enmarcó en el Plan de Renovación del Casco Histórico porteño, que no tiene una única licitación general, sino que se la fue disgregado en la información que publica la Ciudad: cada obra tiene su propia publicación o contratación.
Como antecedente, por ejemplo, figura el “Entorno Mercado. Calle Bolívar e/ Humberto 1° y Av. Juan de Garay. Plaza Dorrego”, dentro del Plan de Renovación, publicado a fines de 2021. Con el objetivo de “mejorar la calidad ambiental favoreciendo la transitabilidad y reforzando la conexión entre el Mercado y la Plaza Dorrego, consolidando el circuito turístico del casco histórico de Buenos Aires”, contempló la “ejecución de planteras y trabajos de paisajismo en las calles de Defensa, Estados Unidos y Carlos Calvo”. Entre ellos, intervenciones con bolardos. ¿El costo? 159.844.741,24 pesos.
Uno de los grandes negocios para los bolardos son los de las peatonalizaciones, como ocurre en el microcentro. En estos últimos siete años se repiten los nombres de las empresas que concentran y se ven favorecidas por estos trabajos que abarcan diferentes sectores de la ciudad: Vidogar Construcciones SA, Da Fré Obras Civiles, Salvatori, Altote, Dal Construcciones y Cunumi. Todas ellas beneficiadas por decenas de millones de pesos.
En algunos casos el negocio está en el cambio de objetos. Colocan un tipo de bolardo, y luego los cambian, llamando a nueva licitación o contratación, que cuesta millones, sin fines prácticos. En obras como el primer tramo de peatonalización de calle San Martín, donde hace cinco años el plan incluyó cambiar 383 bolardos semiesféricos metálicos por otros de hierro fundido “tipo bala” rellenos con hormigón, que costaron en ese momento casi 10.000 pesos cada uno. Ahí la beneficiada fue Dal.
Un ejemplo ocurrió recientemente. En el marco del Entorno Mercado, en la licitación por “Calle Bolívar e/ Independencia y Humberto 1°”, el 10 de febrero de este año, la Ciudad publicó la “modificación de los bolardos bala por bolardos triangulares tipo INDUPAG, con el fin de brindar mayor espacio a las dársenas en Bolívar entre Carlos Calvo y Estados Unidos y Bolívar entre Estados Unidos e Independencia” por un valor que superó los 700 mil pesos para una traza que son dos cuadras.

En la vereda del sol

En la Ciudad de Buenos Aires uno de los principales negocios es el de mantenimiento de veredas. Es clásica la postal porteña de obreros “rehaciendo” una vereda que no mucho tiempo atrás ya había sido “puesta en valor”. Semanas atrás sumaron una novedad: el “inspector de veredas”.
El cargo aparece en la resolución 49 del Ministerio de Espacio Público, que busca contratar un “servicio integral de inspección de obras peatonales”. Para esa revisión tercerizada la Ciudad gastará 2.246.912.850 pesos, según el Boletín Oficial. Eso se suma a la licitación oficial previa para arreglar veredas que asciende a 16.000 millones de pesos. Para infraestructura escolar, por caso, el gobierno porteño destina menos de mil millones.
Entre las empresas, que suelen parcelizarse las comunas del distrito, hay incluso aportantes de campaña. Por ejemplo, Altote S.A. Uno de sus titulares, Eduardo Bartolomé Otero, figuró en 2015 aportando 125 mil pesos a la campaña del PRO. Los años siguientes colocó bolardos en calles porteñas. Esos que hoy lucen de colores kitsch como marca de la “transformación” de los entornos.

CABA: Las organizaciones barriales se declaran en “emergencia” y piden modificar el Código Urbanístico

25.7.2023

Por Santiago Brunetto

Las organizaciones vecinales porteñas nucleadas en la Interbarrial Buenos Aires emitieron un documento conjunto en el que se declararon en “emergencia urbanística ambiental” y exigieron la “modificación inmediata” del Código Urbanístico (CUR) de la Ciudad. En el documento de lanzamiento de la Interbarrial, las organizaciones unificaron las preocupaciones que ya vienen denunciando por separado y alertaron sobre la “proliferación desenfrenada” de las construcciones habilitada por el código aprobado en 2018. Muchas de las agrupaciones ya presentaron proyectos de ley para modificar el CUR en sus barrios pero ahora buscan un cambio integral en la normativa para toda la ciudad.

Pasadas las 12 del mediodía de este lunes las cuentas de Instagram de las organizaciones barriales porteñas se poblaron de la misma placa. Allí, sobre fondo rojo, anunciaban en letras blancas: “Nos declaramos en estado de emergencia urbanística ambiental”. Además del contenido de la declaración, lo novedoso de la placa era la firma que llevaba, Interbarrial Buenos Aires, el colectivo de organizaciones vecinales lanzado formalmente con la publicación del documento pero que ya venía trabajando en unificar las preocupaciones de los vecinos y vecinas.
En la Interbarrial participan barrios porteños como Almagro, Bajo Belgrano, Boedo, Caballito, Chacarita, Coghlan, Parque Chas, Balvanera, Flores, Núñez, Palermo, Saavedra, San Cristóbal, Villa Ortúzar, Villa Crespo, Villa del Parque y Villa Santa Rita. Según contaron a este diario, al cierre de esta edición el documento seguía sumando adhesiones. Desde la aprobación en 2018 del nuevo CUR, las organizaciones vienen verificando y denunciando los efectos de la flexibilización en la normativa y ahora enumeraron seis “consecuencias” concretas que comparten en todos los barrios que conforman la Interbarrial.
En primer lugar, alertaron sobre el “aumento exponencial” de los volúmenes y de las alturas constructivas permitidas por la nueva normativa, y el avance sobre los pulmones de manzana, líneas de frente y de retiro. En segundo lugar, denunciaron la “proliferación desenfrenada de demoliciones y de construcciones que dañan viviendas y afectan la identidad de los barrios, y la calidad de vida de vecinos y vecinas”.
Más allá de lo específicamente constructivo, las organizaciones también advirtieron sobre la “ausencia de regulación estatal que deriva en la saturación de servicios públicos”, entre los que se encuentran la electricidad, el gas, las cloacas, los estacionamientos, establecimientos de salud y escuelas. En este sentido, reclamaron contra “el estallido de la explotación comercial y la saturación de usos del suelo, el avance sobre los espacios verdes y la destrucción y pérdida del arbolado urbano necesarios para el medio ambiente, que disminuyen la ya insuficiente relación de metros cuadrados verdes por habitante”.
“No se trata de una simple ‘percepción’. Alcanza con caminar cada uno de estos barrios para observar cómo desaparecen. Los desarrollos inmobiliarios actuales no resuelven la crisis habitacional, sino que aumentan la cantidad de unidades ociosas. Se fomentan explícitamente los alquileres temporarios, el blanqueo de capitales y la renta en dólares, sin políticas reales de acceso a la vivienda. De esta forma, la especulación financiera inmobiliaria avanza de acuerdo a intereses unilaterales”, sostuvieron las organizaciones en el documento.
Por todo esto, la Interbarrial reclamó “la modificación inmediata del Código Urbanístico” con “la opinión vinculante de los habitantes”. Mientras esto no ocurra, exigieron “la suspensión inmediata de otorgamiento de permisos de demolición, de certificados urbanísticos y de permisos de obra nueva de más de cien metros cuadrados para construir edificios hasta revisar la norma vigente”.
Muchas de las organizaciones que integran el colectivo ya presentaron en la Legislatura porteña proyectos propios para intentar modificar la normativa urbanística en sus barrios. Los casos de Núñez y Belgrano son los únicos, hasta el momento, en haber tenido éxito al lograr que sus proyectos lleguen a ser aprobados dentro del recinto. En ambos casos se limitaron alturas o capacidades constructivas para zonas específicas de los barrios, como Lomas de Núñez.
En Villa del Parque, Villa Ortúzar, Chacarita o Palermo, por ejemplo, todavía no tuvieron esa suerte y sus proyectos siguen sin ser debatidos en comisiones. En las últimas semanas, en tanto, vecinos y vecinas de Caballito, Boedo, Almagro y Balvanera comenzaron a reunirse para evaluar acciones a seguir ante las situaciones que atraviesan sus barrios. El documento unificado de la Interbarrial apunta, sin embargo, a una modificación integral del CUR, más allá de las circunstancias concretas de cada zona de la Ciudad.

Legislatura porteña: el recambio que pone en riesgo la hegemonía del PRO

24.7.2023

En la Ciudad de Buenos Aires, el PRO no solo se enfrenta a la amenaza de perder, por primera vez en 16 años, las joyas de la familia a manos de un radical. Y es que, si bien la interna entre Jorge Macri y Martín Lousteau por la Jefatura de Gobierno acapara toda la atención pública, el 13 de agosto (PASO) y el 22 de octubre (Generales) se pondrá en juego también la relación de fuerzas en la Legislatura. El parlamento porteño renovará la mitad de sus bancas -30- y su control será determinante para llevar a cabo las políticas que se quieran implementar en el distrito (para quien quiera que termine sentándose finalmente en el sillón de Uspallata). El frente que pone más bancas en juego este año es el oficialista Vamos Juntos, que deberá renovar 11 de sus 20 escaños. En segundo lugar, está el Frente de Todos -hoy Unión por la Patria- que pondrá en juego 11 de sus 19 bancas, muchas de las cuales no renovarán este año (como el caso de Ofelia Fernández).

Horacio Rodríguez Larreta logró, durante años, hacer de la Legislatura una escribanía de su propio gobierno. Tuvo un control casi perfecto durante sus dos gestiones, en gran medida gracias a la decisión de ampliar Vamos Juntos -la alianza que integran el PRO, la Coalición Cívica y Confianza Pública- a Evolución (8 bancas que responden políticamente a Martín Lousteau), el Partido Socialista (2 bancas) y Republicanos Unidos (2 bancas). Este año, sin embargo, Vamos Juntos renovará 11 escaños -7 del PRO, 2 de la CC y 2 de CP-, Evolución 5 y el socialismo 1. El bloque Republicanos Unidos, en cambio, no pondrá en juego ningún escaño, ya que Roberto García Moritán (hoy también precandidato a jefe de Gobierno porteño) y Marina Kienast iniciaron su mandato en 2021.
A diferencia de 2019, este año la alianza oficialista porteña dirimirá sus candidaturas en una interna. Por un lado, irá la lista “Vayamos por más”, que tiene a Jorge Macri como precandidato a Jefe de Gobierno y a Facundo Del Gaiso como primer legislador, lugar que solía ocupar Franco Rinaldi antes del escándalo por sus declaraciones homofóbicas, clasistas, racistas y antisemitas (entre las que se encontraba haber llamado a Página/12 “Sinagoga12”). Si bien el primo del expresidente sostuvo durante días la candidatura de Rinaldi, el nivel de presión que recibió -tanto interna como externamente- llevó a que tuviera que terminar pidiéndole la renuncia. En la vereda de enfrente, mientras tanto, está la lista encabezada por Lousteau, quien sueña con conseguir la revancha del 2015, cuando compitió por la Jefatura de Gobierno con un partido propio porque Juntos por el Cambio no le habilitó ir a una interna y perdió por muy pocos puntos contra Rodríguez Larreta. Su lista de legisladores la encabeza Graciela Ocaña. En ambos casos, las boletas marcan un retroceso de legisladores de pura cepa PRO.
Unión por la Patria, por otro lado, presentó una lista de unidad que es encabezada por Leandro Santoro, como candidato a jefe de Gobierno porteño, y el ministro de Turismo, Matías Lammens, como primer candidato a legislador. En la Legislatura porteña, el peronismo deberá renovar 11 de les 19 legisladores que actualmente tiene el bloque, muches de les cuales no irán por la reelección. Ese es el caso de, por ejemplo, la secretaria general de La Cámpora, Lucía Cámpora, Javier Andrade, Claudio Morresi, Cecilia Segura y Ofelia Fernández. La ex dirigenta estudiantil -que integra el Frente Patria Grande, que lidera Juan Grabois- no solo se convirtió en la legisladora más joven de América Latina cuando asumió en 2019 -entonces tenía 19 años-, sino que también supo convertirse en una de las voces opositoras más fuerte de la Legislatura. Este año, sin embargo, Fernández decidió no ir por la reelección luego de que, en pos de la unidad de la lista, se bajase la candidatura a jefe de Gobierno porteño de Pedro Rosemblat (por el cual ella ya había comenzado a hacer campaña).
El bloque libertario de la Libertad Avanza, por último, solo tiene espacio para crecer. Actualmente cuenta con 5 legisladores, resultado de la elección del 2021 y, por lo tanto, con vigencia hasta 2025. Con la candidatura a jefe de Gobierno porteño de Ramiro Marra -quien es, actualmente, el jefe de bloque en la Legislatura-, la Libertad Avanza tiene la expectativa de sumar más legisladores y volverse un actor de peso en el Parlamento. La decisión de Rodríguez Larreta de desdoblar la elección porteña, sin embargo, fue un duro golpe para los libertarios, que no podrán contar con el arrastre de la boleta presidencial de Javier Milei. Ese fue, incluso, el argumento que esgrimieron desde el larretismo para justificar la decisión de desdoblar la elección de la nacional -que serán el mismo día, pero a través de distintos sistemas- cuando desde el macrismo y el bullrichismo salieron a acusarlo de querer entregarle la Ciudad a Lousteau.
El Frente de Izquierda y de los Trabajadores, mientras tanto, cuenta con 3 legisladores. Solo una de elles deberá renovar, ya que Gabriel Solano (hoy precandidato a presidente por el Partido Obrero) y Alejandrina Barry tienen mandato hasta 2025.

De eso no se habla: trabajadores de subte enfermos de cáncer

22.7.2023

POR MARTIN MASSAD

El miércoles los trabajadores del subte nucleados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) realizaron un paro total de actividades en las seis líneas durante tres horas. El corte de servicio se dio entre las 10 y las 13h.

Previo a la interrupción del transporte, los delegados de las distintas líneas liberaron los molinetes en las cabeceras de la red. Desde las 9 a las 10 de la mañana se dedicaron a concientizar a los usuarios los problemas de salud que, derivados de la contaminación por asbesto, que según quedó demostrado es un material cancerígeno con el cual conviven los trabajadores del subte.
A raíz de los reclamos que los metros delegados y los trabajadores vienen llevando adelante, la Cámara en lo contencioso Administrativo y Tributario de la Ciudad confirmó la medida cautelar por la que ordena a EMOVA, SBASE y el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la completa desasbestización del subte. Sin embargo, las empresas concesionarias siguen negando el problema al igual que el gobierno de Rodríguez Larreta, que hace oídos sordos a los reclamos. En tanto los precandidatos a Jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri y Martín Lousteau, lo único que han dicho respecto a los subtes es que “vamos a poner más cámaras” pero nada acerca de la situación de los trabajadores y mucho menos sobre la extensión y la mejora de las líneas.
Beto Pianelli, Secretario General de AGTSyP, afirmó que “en Europa hay estadísticas que demuestran un crecimiento en paralelo de las instalaciones de asbesto con el aumento de los casos de cáncer provocados por este material”. Entre los trabajadores fallecidos por la contaminación con asbesto se encuentra Jorge Gabriel Pacci, quien desempeñó varias funcione en el subte y murió por mesotelioma pleural a causa de la exposición del asbesto el 21 de marzo de 2021. Otra de las víctimas es Juan Carlos Palmisciano quien fue peón de limpieza, guarda, conductor, maniobrista y supervisor de tráfico. Se fue de la empresa por baja médica por accidente en 2002. Falleció el 30 de enero de 2021 de cáncer de pulmón.
El reclamo de los y las trabajadoras del subte lleva muchos años, sin embargo, las autoridades aún no han tomado en cuenta las solicitudes y el conflicto tiende a escalar en magnitud mientras la exposición al asbesto sigue siendo un mal para todo aquel que ande por el subte.

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