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Cultura Vibrante en Buenos Aires: Un Mosaico de Creatividad

15.9.2023

Buenos Aires, la Ciudad Autónoma que nunca duerme, es conocida por su rica y diversa escena cultural. En este artículo, exploraremos cómo la cultura florece en esta metrópolis, desde el tango y el teatro hasta las artes visuales y la música.

El Tango: Patrimonio Cultural

El tango, un género musical y una danza apasionada, es una parte integral de la identidad cultural de Buenos Aires. Los bares y milongas de la ciudad ofrecen la oportunidad de experimentar el tango en su forma más auténtica. Los amantes de la música y el baile pueden disfrutar de actuaciones en vivo y aprender a bailar con maestros locales.

Además, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires cuenta con varios museos dedicados al tango, que muestran la historia y la evolución de este género icónico. El tango no solo es una forma de entretenimiento, sino que también es un elemento de unión y expresión cultural en Buenos Aires.

Teatro de Vanguardia:

Buenos Aires es hogar de una escena teatral vibrante y de vanguardia. El Teatro Colón, uno de los teatros de ópera más famosos del mundo, es un ejemplo de la riqueza cultural de la ciudad. Ofrece producciones de ópera, ballet y conciertos de clase mundial.

Además, la escena teatral independiente de Buenos Aires es conocida por su creatividad y experimentación. Los teatros alternativos en barrios como Palermo y San Telmo presentan obras contemporáneas y desafiantes que atraen a amantes del teatro de todo el mundo.

Arte en Todas Partes:

El arte florece en las calles de Buenos Aires. Los murales coloridos y las esculturas públicas son una parte integral del paisaje urbano. El barrio de La Boca, con sus casas pintadas de colores brillantes, es un ejemplo destacado de esta expresión artística en la ciudad.

Buenos Aires también alberga numerosos museos de arte, como el Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires (MALBA), que presenta obras de artistas latinoamericanos contemporáneos. La Semana del Arte de Buenos Aires es un evento anual que reúne a artistas locales e internacionales, convirtiendo a la ciudad en un epicentro del arte contemporáneo.

Música para Todos los Gustos:

La música es una parte esencial de la vida en Buenos Aires. Además del tango, la ciudad ofrece una amplia variedad de géneros musicales. Los amantes del rock pueden disfrutar de bandas locales en pequeños clubes, mientras que los fanáticos del jazz pueden encontrar actuaciones en vivo en bares y clubes de jazz en toda la ciudad.

La música clásica también tiene un lugar destacado en Buenos Aires, con la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires ofreciendo conciertos regulares. Además, la ciudad alberga festivales de música que van desde la música electrónica hasta el folclore argentino, atrayendo a audiencias de todas las edades y gustos.

Buenos Aires es una ciudad que late con cultura en cada esquina. Desde el tango apasionado hasta el teatro de vanguardia, pasando por el arte callejero y la música variada, la ciudad ofrece una experiencia cultural enriquecedora y diversa para sus residentes y visitantes.

La cultura en Buenos Aires es una fuente de orgullo y un elemento vital que enriquece la vida de sus habitantes. A medida que la ciudad continúa evolucionando, su escena cultural sigue siendo un faro de creatividad y expresión que atrae a personas de todo el mundo. La Ciudad Autónoma de Buenos Aires es, sin duda, un tesoro cultural que brilla con luz propia en América Latina y más allá.

Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Los Pilares de su Autonomía

14.9.2023

Buenos Aires, la vibrante capital de Argentina, es una ciudad con una rica historia y una identidad única. Como centro político, económico y cultural del país, su autonomía y organización institucional son fundamentales para su funcionamiento. En este artículo, exploraremos en detalle la Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el documento que establece los cimientos de su gobierno y su relación con la Constitución Nacional.

Un Marco Constitucional Autónomo:

La Ciudad de Buenos Aires se rige por su propia Constitución, un hecho que subraya su estatus especial dentro de Argentina. Esta norma fundamental fue redactada en 1996 por la Convención Constituyente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Su creación fue un paso importante hacia la consolidación de la autonomía de la ciudad, un proceso que comenzó con la reforma constitucional de 1994 a nivel nacional.

La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires establece un marco legal independiente que regula la organización de sus instituciones y define las competencias de su gobierno. Esto significa que la ciudad tiene la facultad de legislar sobre una amplia gama de asuntos dentro de su territorio, sin intervención directa del gobierno federal.

Principios Fundamentales:

La Constitución porteña se basa en una serie de principios fundamentales que reflejan los valores y objetivos de la ciudad. Entre estos principios se encuentran:

1. Autonomía
La autonomía es el principio central de la Constitución. Establece que la Ciudad de Buenos Aires tiene la facultad de gobernarse a sí misma, lo que implica la capacidad de dictar sus leyes y administrar sus recursos. Esta autonomía le permite tomar decisiones que se adapten a sus necesidades específicas.

2. Derechos y Garantías
La Constitución garantiza una amplia gama de derechos y libertades para los habitantes de la ciudad. Estos derechos incluyen la igualdad ante la ley, la libertad de expresión y el acceso a la educación y la salud.

3. Participación Ciudadana
La participación ciudadana es un valor fundamental. La Constitución promueve la participación activa de los ciudadanos en la toma de decisiones a través de mecanismos como el presupuesto participativo y la consulta popular.

### 4. Descentralización
La Constitución establece la descentralización como un principio importante. Esto significa que la ciudad está organizada en comunas, unidades territoriales con sus propios gobiernos locales. La descentralización busca acercar la toma de decisiones a la comunidad y fortalecer la participación ciudadana.

Organización del Gobierno:

La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires establece una estructura de gobierno que incluye:

1. Jefe de Gobierno
El Jefe de Gobierno es el máximo representante ejecutivo de la ciudad. Es elegido por voto popular y tiene la responsabilidad de administrar el gobierno de la ciudad y llevar a cabo las políticas públicas.

2. Legislatura
La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es el órgano legislativo. Está compuesta por diputados y diputadas elegidos por voto popular. Su función principal es la de legislar y controlar al Ejecutivo.

3. Poder Judicial
El Poder Judicial de la Ciudad está a cargo de administrar justicia en el ámbito local. Su independencia es fundamental para garantizar el Estado de Derecho y la protección de los derechos ciudadanos.

Relación con la Constitución Nacional:

Si bien la Ciudad de Buenos Aires tiene su propia Constitución, sigue siendo parte de Argentina y está sujeta a la Constitución Nacional. Esto significa que, en caso de conflicto, la Constitución Nacional prevalece sobre la Constitución porteña. Sin embargo, la autonomía de la ciudad le otorga un alto grado de independencia en la toma de decisiones y la gestión de sus asuntos internos.

La Constitución de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires es un pilar fundamental de la ciudad. Establece los principios y valores que guían su gobierno y le otorga la autonomía necesaria para adaptarse a las demandas de una metrópolis en constante evolución. Esta norma fundamental refleja el compromiso de Buenos Aires con la democracia, los derechos ciudadanos y la participación activa de su comunidad. La Constitución es un testimonio del espíritu independiente y la identidad única de esta ciudad que continúa siendo un faro de cultura y progreso en Argentina.

Las organizaciones barriales marcharán a la Legislatura para reclamar contra el Código Urbanístico

31.8.2023

Por Santiago Brunetto

Las organizaciones barriales de la Ciudad de Buenos Aires se movilizarán el próximo miércoles a la Legislatura porteña para “denunciar las consecuencias del nuevo Código Urbanístico (CUR)” y reclamar su “modificación inmediata”. Se trata de la primera acción conjunta del colectivo Interbarrial Buenos Aires, que nuclea a las agrupaciones de más de 20 barrios porteños que en los últimos años fueron surgiendo en diversos puntos del país. En su lanzamiento, el colectivo ya se había declarado en “emergencia” por el avance inmobiliario y la pérdida de espacios verdes en la Ciudad.

Primero fue un documento unificado de lanzamiento. Hace poco más de un mes, el 24 de julio pasado, las organizaciones anunciaban la conformación oficial del colectivo que nuclea, entre otras, a agrupaciones de barrios como Almagro, Bajo Belgrano, Boedo, Caballito, Chacarita, Colegiales, Coghlan, Parque Chas, Balvanera, Flores, Núñez, Palermo, Saavedra, San Cristóbal, Villa Ortúzar, Villa Crespo, Villa del Parque y Villa Santa Rita. “Nos declaramos en estado de emergencia urbanística ambiental”, anunciaban en el documento, en el que levantaban el reclamo para que se modifique el CUR aprobado por el oficialismo en 2018.
Ahora la unión entre las organizaciones llegará a las calles. Será el próximo miércoles 6 de septiembre, cuando la Interbarrial Buenos Aires se movilice por primera vez en el centro porteño, a las puertas de la Legislatura porteña. La concentración fue convocada para las 14 horas de ese día. “Este Código y sus excepciones están destruyendo la calidad de vida de vecinas y vecinos y la fisonomía de la ciudad”, advirtieron desde el colectivo en el comunicado con el que convocaron a la marcha.
En ese comunicado, la Interbarrial advirtió que el CUR aprobado en el año 2018 para reemplazar al viejo Código de Planeamiento Urbano (CPU), fomenta “el aumento exponencial del volumen constructivo, las alturas y el avance sobre los pulmones de manzana, las líneas de frente y de retiro” y “el estallido de la explotación comercial, la saturación de usos del suelo y los servicios”. También alertaron sobre “el avance sobre los espacios verdes y la pérdida del arbolado urbano”, así como “la destrucción del patrimonio histórico y arquitectónico de los barrios”.
“En pandemia empezamos a ver que había una gran destrucción de nuestro barrio para realizar nuevas obras y presentamos proyecto de ley en marzo de 2023, pero todavía no fue tratado. Como vimos que en otros barrios existía la misma problemática, nos agrupamos en la Interbarrial, que está conformada por más de 20 barrios, para dar mayor visibilidad al reclamo”, contó Sandra, vecina de Villa del Parque e integrante de Conciencia Urbana Comuna 11, una de las tantas organizaciones que conforman la Interbarrial.
“En Villa del Parque, particularmente, hay un incremento de más del 600 por ciento en la capacidad constructiva, más de 380 casas en venta y 180 obras en construcción. Hay una destrucción del patrimonio histórico y de la identidad barrial porque arrasan con las casas bajas e históricas”, agregó la vecina de la Comuna 11. Las problemáticas enumeradas por Sandra se extienden a todos los barrios que en los últimos años han protagonizado el surgimiento de nuevas organizaciones vecinales con el objetivo concreto de rechazar las modificaciones normativas de la construcción impuestas por el nuevo CUR.
De hecho, la mayoría de las agrupaciones que hoy integran la Interbarrial ya presentaron en la Legislatura proyectos de ley propios para buscar limitar las alturas y capacidades constructivas habilitadas por la nueva normativa para sus barrios. Ya son más de diez los proyectos de este tipo presentados, de los que sólo tuvieron éxito los casos de Bajo Belgrano y Lomas de Núñez, donde los y las legisladoras sí aprobaron normas para regular la construcción. El resto de los proyectos todavía esperan en comisiones y es por esto que las organizaciones decidieron reclamar en unidad la modificación integral del CUR en toda la ciudad.
La Interbarrial también exigirá en la marcha la “suspensión inmediata del otorgamiento de permisos de demolición y de obra nueva que superen nueve metros de altura e invadan el pulmón de manzana” hasta que se promulguen las modificaciones al código vigente propuestas.

Los alquileres subieron 25 % en agosto en CABA

31.8.2023

De acuerdo a un relevamiento, los precios de los alquileres subieron muy por encima de la ya elevada inflación en el mes de agosto. Poca oferta de departamentos en alquiler y un drama que afecta a más de 10 millones de inquilinos en todo el país.

Si acceder a una vivienda propia es imposible para la mayoría de la clase trabajadora, alquilar es cada vez más difícil. Después de la devaluación de más del 20 % realizada por Sergio Massa el día después de las PASO en acuerdo con el FMI, y con la ley de alquileres en proceso de modificación en el Congreso como consecuencia del lobby del negocio inmobiliario, en agosto los precios para alquilar mostraron un salto récord.
El proyecto de ley que ya tiene media sanción en Diputados y que perjudica a más de 10 millones de inquilinas e inquilinos en todo el país fue impulsado por Juntos por el Cambio, y los bloques de Milei y Schiaretti. Y fue posible que tenga la media sanción gracias a la ausencia de varios legisladores del oficialismo. El Frente de Izquierda lo rechazó.
Según los datos de Mercado Libre y la Universidad de San Andrés dados a conocer por El Cronista, en agosto se registró una suba del 25 % mensual en los precios de los alquileres de los departamentos de la Ciudad de Buenos Aires. Muy por encima de la inflación promedio en torno al 14 % que estiman las consultoras privadas para ese mes.
Los departamentos en CABA tienen un precio promedio de alquiler por metro cuadrado de $ 6.458. Es decir que un departamento de dos ambientes de 50 metros cuadrados (m2) está $ 320.000.
“Hoy hay muy poco stock de departamentos en alquiler. Mientras el Senado debate la ley, nadie quiere firmar. El mercado está en stand by y la poca oferta se dispara”, dijo Alejandro Bennazar presidente de la Cámara Inmobiliaria Argentina (CIA).
“Un hecho a destacar del mercado de alquileres es la caída en la oferta de departamentos en alquiler, la cual se se profundizó en el último año. Distinguiendo por aglomerados de AMBA, se observa que la oferta de departamentos experimenta una caída interanual en CABA del 24%, GBA Norte (6,6%) , Sur (38%) y Oeste (39%)”, remarcó el informe.
Según datos de la CIA esta semana vencen cerca de 60.000 contratos en todo el país y por lo menos 12.000 en Capital Federal. “Prácticamente ningún caso va a renovar a tres años con este escenario. Lo que vemos es que están creciendo las prórrogas y los contratos paralelos”, explicó Bennazar.
Según los datos relevados por Mercado Libre en conjunto con la Universidad de San Andrés, en CABA el 40% de las publicaciones corresponden a departamentos y el 60% restante a casas. Se trata de un dato atípico, ya que usualmente se concentra la mayor oferta en departamentos que en casas, y responde al limitado stock hoy en el mercado.
La actual ley, que se aprobó en 2020 en medio, prevé contratos a tres años y actualizaciones anuales que se establecen a través de un índice del Banco Central que toma un promedio entre el índice de la inflación y la suba de salarios.
Las modificaciones que promovió Juntos por el Cambio, junto a Schiaretti y Milei, de aprobarse en el Senado, harán que los contratos vuelvan a ser de 2 años (en vez de 3 años), con actualizaciones de precio cada 4 meses como mínimo (en vez de cada 1 año como es hoy), y que las partes acuerden con qué índice hacerlo, teniendo como opción los que elabora el INDEC: el de la inflación (IPC), el de precios mayoristas (IPM), y/o índice de salarios (RIPTE, que solo toma el de los registrados), o una combinación de ellos. Esto significa que el negocio inmobiliario imponga el índice que ellos quieran, porque no hay “partes iguales”.
Myriam Bregman y Nicolás del Caño, desde las bancas del Frente de Izquierda, propusieron tomar medidas de emergencia para resguardar a los inquilinos: impuestos progresivos a las viviendas vacías para desalentar la especulación de los grandes grupos inmobiliarios y que esos inmuebles se vuelquen a la oferta; poner un tope al precio inicial de los contratos y a las actualizaciones de acuerdo a la evolución de los salarios formales e informales; limitar los alquileres temporarios de quienes posean más de 100mts2 o más de dos unidades funcionales sin contar la vivienda propia; la prohibición de fijar precios de alquileres en dólares.
Estas medidas podrían tomarse en lo inmediato, en el camino de dar respuestas más estructurales para el acceso a la vivienda como créditos baratos y con tasa subsidiada, y un plan de obras públicas para construir las viviendas necesarias y urbanizar barrios, donde sean las y los trabajadores quienes controlen esa planificación.

Manuel Socías: “La Ciudad produce metros cuadrados dolarizados, no vivienda”

30.8.2023

POR MANUELA BARES PERALTA, DIEGO MONETA Y AGUSTIN MINA

Diálogo con Manuel Socías, legislador de la Ciudad de Buenos Aires, quien analizó el proyecto para modificar la Ley de alquileres y la problemática actual con las plataformas.

¿Cómo ve el proyecto que modifica la ley de alquileres?
Manuel Socías: Juntos por el Cambio, asumo que, por cálculo electoral, dado que la ley está en la conversación público-mediática, modificó la legislación en la Cámara de Diputados y dejó la situación en el peor mundo posible. Esto es un limbo, donde tenés una media sanción, que todavía tiene que pasar por Senadores, donde Juntos por el Cambio a priori no contaría con los votos, y ahora uno se pregunta quién va a firmar un contrato. En el caso de que tenga ganas algún propietario, ¿bajo qué norma? ¿La vigente o la modificada?
La visión que uno tiene es que entramos en una situación de mucha anomia porque el escenario le agregó incertidumbre a un mercado que ya tenía muchísimos problemas. Me metí en las plataformas de internet y no encontré ni una propiedad en pesos. Todo en dólares. Hay una situación que ya venía muy complicada. La ley de alquileres estuvo pensada originalmente para un contexto diferente, funciona en un contexto de inflación moderada, porque protege a los inquilinos y no le representa al propietario una licuación de su renta a lo largo del año.

En este contexto inflacionario se vuelve más problemático.
MS: Ahora, con una inflación creciente y acelerada, ya tenía algún problema, sobre todo en el sentido de cómo hacer para que los propietarios estén dispuestos a volcar sus propiedades a un mercado tradicional, siendo que iban a arrancar y terminar cobrando lo mismo en doce meses. Con esta inflación, podía argumentar con total legitimidad que el valor real de la última cuota tenía encima toda la inflación. Ahí había un nudo que había que asumir como una realidad objetiva y tratar de desanudar.
El camino que eligió Juntos por el Cambio es el peor posible porque deja la situación en un nivel de incertidumbre superior al anterior y completamente desprotegidos a los inquilinos. Ahora la propuesta es que se ponga de acuerdo con el propietario, desconociendo que existe una relación de completa asimetría.

¿Y ahora?
MS: Ahora, lamentablemente, creo que hay que pensar con otra cabeza, ya que se produce un comportamiento en manada. Todo está en dólares, el mercado más retraído que nunca, o las ponen en plataformas, por lo que es muy difícil defender la ley vigente. Nosotros tenemos algunas ideas de cómo salir de la emergencia y algunas otras de cómo construir un mediano y largo plazo diferente que aborde el problema del mercado de alquileres con otra concepción.

¿Cómo puede pensarse una solución?
MS: Creo que la discusión estructural es cómo diseñamos una nueva mirada sobre las políticas de vivienda en general. Desde el peronismo venimos arrastrando un paradigma que no resuelve el problema del déficit habitacional. Tenemos cuatro millones de hogares faltantes y la perspectiva con la que se aborda, vinculada a la producción pública de vivienda para ser entregada, no tiene escala, velocidad y capilaridad. Siempre estamos corriendo detrás.
Aparece el problema de los alquileres, que hoy es la realidad de entre ocho y diez millones de personas. Es muy relevante para que no tengamos una mirada específica sobre la materia. En este contexto donde la defensa de la ley se vuelve conceptual, desde nuestro punto de vista hay que conformar una suerte de fondo de estabilización que, por lo menos para el sector más vulnerable, es decir las propiedades más chicas y económicas, y las familias inquilinas más vulnerables, resuelva el problema hoy. El fondo le tiene que adelantar al propietario el valor presente de la totalidad del contrato, de los 36 meses, y cobrarle al inquilino 36 cuotas consecutivas con una actualización por debajo de la inflación.

Sería una solución para ambas partes.
MS: Resolverle al propietario la exposición a la inflación y al inquilino garantizarle el pago de su alquiler mensual con una actualización anual por debajo de la misma. La crisis del mercado de alquileres también es una oportunidad para dos cosas: replantear la mirada sobre el problema de la vivienda, pero también usar ese precio, que es crítico en nuestra economía, como un ancla antiinflacionario del conjunto de los precios. Si logramos encapsular una porción del mercado, sustraerla de su lógica, desmercantilizar un segmento, podemos usar ese precio para ordenar precios relativos de la economía.
Si logramos discutir, primero, dentro del peronismo y, después, con el sistema político y el resto de la sociedad tenemos una oportunidad para resolver el problema de los alquileres y, al mismo tiempo, empezar a resolver la estabilización de la economía argentina con una lógica diferente a la que proponen Javier Milei y Patricia Bullrich, que es a través del ajuste. Nosotros tenemos que ir hacia una de carácter expansiva, que le mejore los ingresos a los sectores medios-medios bajos. El mercado de alquileres ahí nos da una oportunidad.

Una de las propuestas de Horacio Rodríguez Larreta era endeudarte, y en la misma línea estaban las hipotecas de Martín Lousteau. ¿Por qué la solución para ellos siempre termina siendo esa y por qué son ineficientes?
MS: Creo que el problema es que no se está dispuesto a discutir el modelo de desarrollo urbano. El de Argentina, y el de la Ciudad en particular, donde toma ribetes más dramáticos, producen metros cuadrados dolarizados, no vivienda. En la Ciudad se produjeron una suerte de cajas de ahorro para que los sectores de altos ingresos que producen excedentes puedan dolarizarlos a través de la inversión inmobiliaria. No son viviendas porque no vive nadie, son vehículos de cobertura frente al riesgo. Lo usan, en algunos casos los que producen ingresos no registrados, como una forma de dolarizar el excedente y preservar su valor.
Como todo el modelo de desarrollo urbano está diseñado para atender no la demanda de vivienda sino la de dólares se produce mucho, pero esa gente no necesita venderla, alquilarla ni habitarla. Ahí está el núcleo del problema de la vivienda, ya sea en propiedad o en alquiler. Lo que hay que discutir es ese modelo, hay que cambiarlo de raíz, de la Ciudad de Buenos Aires, pero también del resto del país.

¿Y la construcción de viviendas?
MS: Sí, es cierto también que el peronismo viene echando mano de la industria de la construcción inmobiliaria para reactivar la economía. Cada vez que se produce una caída en el ciclo lo más rápido, efectivo y dinámico a mano es eso para producir empleo, allí donde más se lo necesita, y generar un encadenamiento con un conjunto de proveedores que son muy importantes. Es muy tentador si sos gobernador o intendente darle rosca a la construcción inmobiliaria, independientemente del producto en materia habitacional que eso genere.
Ahí hay un nudo que hay que desarrollar. Hay que preservar el dinamismo de esa industria pero, al mismo tiempo, que nos ayude a resolver el problema habitacional que tenemos que es gravísimo. Hoy es, para mí, el principal problema que tiene la sociedad argentina por varias razones. Primero, no tenes resuelto donde vivís y desestructura tu vida personal-familiar, no podes proyectar ni ahorrar. La percepción es que la política está llegando bastante tarde a atender el problema, hay que discutirlo de forma urgente y cambiar la mirada porque si no dentro de un par de años la situación va a ser dramática.

La dolarización total de la oferta fue cuestión de meses en este año.
MS: Por eso, nosotros tenemos que tomar la decisión política de sustraer del mercado una porción relevante, con un fondo de estabilización como ya señalé. Después de esta emergencia, que va a durar algunos años, hay que ir hacia un régimen nacional de alquileres protegidos, que venimos trabajando con muchos compañeros y tiene que ver con contar con un submercado público, un stock de vivienda pública en alquiler, y un submercado privado con otra lógica, tratando de rearmonizar esa relación propietarios-inquilinos sobre la base de un conjunto de beneficios que reciban los primeros para volcar sus propiedades al mercado de alquiler tradicional a cambio de respetar una curva de precios que acompañe la variación de ingresos de la población inquilina.

Uno de los debates con la ley vigente fue cuánto se aplicó.
MS: La ley vigente no tiene ninguna responsabilidad sobre lo que ocurrió en el mercado los últimos meses porque nunca se cumplió, salvo una porción ínfima todos los contratos se hicieron por fuera de la misma sobre la base de la asimetría en la relación propietario-inquilino. Dicho eso, como necesitamos ordenar ese mercado hay que pensar con qué instrumentos. Hoy creo que una así no tendría la fuerza por el problema de la inflación y la brecha cambiaria. Medido en dólares paralelos la rentabilidad del alquiler se cayó entonces es muy difícil, salvo que uno esté dispuesto a obligarlos, que los propietarios las coloquen.
Hay que pensar con una nueva cabeza cómo resolver el problema. Hoy ni la ley vigente ni la modificación son una respuesta. Es más, está la mirada de la derogación y la nuestra es exactamente la contraria. No hay que derogar para que el mercado resuelva, hay que encapsular una porción importante y sacarla del mercado. Hay que ir por más, no por menos. Creo que defender hoy la ley tal como está es una posición conservadora. Hay que aprovechar la crisis, la mezquindad y el oportunismo político, y la irresponsabilidad de Juntos por el Cambio para ir por más.

¿Qué implicaría esa propuesta?
MS: Están las condiciones presupuestarias para hacerlo, lo que estoy diciendo es que usemos el presupuesto entero, o una porción muy importante, del Ministerio de Hábitat y Vivienda para atender la crisis del mercado de alquileres, que es la de diez millones de personas. Ahí hay una discusión, porque habría que reorientar las partidas, hoy dedicadas a la producción pública de vivienda.
¿Qué es más urgente hoy? ¿Producir mil o dos mil viviendas para entregar en propiedad o resolver la crisis de diez millones de personas? Yo soy partidario de que en la emergencia tenemos que atender lo prioritario, porque además nos va a servir para discutir un poco la perspectiva y paradigma del peronismo que viene medio perezoso para resolver su crisis de imaginación en este y otros temas.

Además, nada indica que la nueva legislación la vayan a cumplir tampoco.
MS: Insisto, hay que ir por más. La crisis del mercado de alquileres nos propone a los militantes, representantes y dirigentes del campo popular que, si teníamos un marco normativo que no produjo los resultados buscados, porque su filosofía estaba bien, no nos abracemos al mástil y hundirnos con el barco. Salgamos para adelante, pensemos con otra cabeza, con más creatividad e imaginación, cómo ir por más en serio para resolver el problema que tenemos.
Esto habilita una conversación más general sobre la identidad del peronismo en el sentido de que si no está para resolver problemas concretos de diez millones de personas ¿para qué está? Tenemos que discutir eso, porque en parte lo que ocurrió en las PASO fue como si nos hubiéramos desatendido de la producción de resultados. Estamos aferrados a una suerte de “loop” de efemérides y hace diez o quince años que no resolvemos problemas estructurales del país, entre ellos el de la vivienda.

Ese “loop” de efemérides es el que hay que discutir.
MS: Si te metes en las redes de nuestros militantes más que futuro ves una suerte de reivindicación nostálgica de lo que fuimos. La gente vota para adelante, y un poco la discusión electoral está puesta en nosotros abrazando edificios públicos y Milei proponiéndote que vas a ganar en dólares. Es muy desequilibrada. Nosotros tenemos que ir por más. A la sociedad le tenemos que proponer otra cosa.
Hay un problema de carácter ontológico en la discusión, nosotros defendemos conceptos, como por ejemplo educación y salud pública o la inversión en ciencia y tecnología, y del otro lado nos contestan con la realidad efectiva, porque su experiencia quizás no es tan buena como mi concepto. Así en varios temas. Nosotros tenemos que interpretar lo de las PASO en clave autocrítica, no de horror. Si la emoción que nos domina y organiza el pensamiento y acción política es el horror, probablemente lo que le ofrezcas a la sociedad no sea muy atractivo.

Se trata de encontrar cuestiones que funcionen. Hay que tomar la agenda de las propuestas, sino no nos van a votar por inercia.
MS: Sí, yo tiendo a creer que todos tenemos con la política una relación transaccional, me sirve o no, lo mismo con el Estado. Hace muchos años nosotros venimos proponiéndole a la sociedad un tipo de relación emocional con ambos. Ahí hay una hipótesis sobre lo que ocurrió en las PASO que está bueno problematizar en ámbitos donde conversamos para dar la vuelta proponiendo futuro.
Hay miles de compañeros que tienen un montón de ideas sobre la realidad social de Argentina que hay que ponerlas a discutir. Eso es fundamental, si nos aferramos a una suerte de “grandes éxitos” de nuestro pasado vamos a estar conformes y felicitarnos, pero te gobierna Milei. No quiero enojarme porque lo votan sino preguntarme por qué llegamos al nivel de degradación de que haya un alto porcentaje del pueblo que vota a quien propone el caos.

A su vez, ese vínculo emocional antes propuesto se llevó a cabo con un país que funcionaba. Después de un largo proceso eso ya no es así.
MS: Con la ley de alquileres pasa algo muy curioso. ¿Cuál es la diferencia entre un peronista y un trotskista? Su horizonte es el conflicto, entonces así piensa la relación entre el propietario y el inquilino. La filosofía y el horizonte del peronismo es la armonía, diferencia entre la lucha de clases y la comunidad organizada. Nosotros tenemos que diseñar las políticas creyendo que es posible generar relaciones de armonía entre capital y trabajo, propietario e inquilino.
Ahora, si en el camino se produce el conflicto le ponemos el pecho y lo afrontamos. Nuestro horizonte no puede ser el conflicto, confrontar pequeños propietarios e inquilinos. Tenemos que diseñar o reordenar los incentivos de ese mercado para que la hipótesis de la armonía sea verosímil. Yo no quiero una guerra entre esas partes. Creo en la comunidad organizada. No significa pensar en la paz de los cementerios sino organizar tu pensamiento, acción y militancia política y tu programa de gobierno en la idea de que es posible esa armonía, y esa es toda una diferencia. Es exactamente resolver problemas.

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