23.11.2017
Matías Hof y Cuky Lacnaga
Horacio Rodríguez Larreta, y la ministra de educación porteña, Soledad Acuña, hicieron público un plan de “Transformación Educativa” que implica la formación de una Universidad de formación docente de la Ciudad.
En el marco de una serie de proyectos de ley presentados por el Gobierno nacional que atacan las condiciones de vida de los trabajadores, nuevamente buscan realizar un avance inconsulto en el terreno de la educación de la CABA. Este plan podría habilitar que se cierren los 29 institutos terciarios públicos de la Ciudad para ser reemplazados por la universidad que se crearía en 2019, el argumento principal es la falta de docentes.
Según el único documento público que se conoce al respecto y la información que los voceros del Gobierno se dedicaron a dar en el día de ayer a los medios de comunicación, hay 144 cargos de grado sin cubrir, así como áreas en la escuela secundaria que no cuentan con docentes como Matemática, Lengua, Biología, Inglés, Física y Química. Según los datos que menciona Clarín, además de los 29 institutos públicos, existen 44 de gestión privada, de los cuales salen cada año 2300 docentes mientras que se jubilan 1300.
Son decenas de miles los que están estudiando para ser docentes, pero sólo un pequeño porcentaje se recibe. A pesar de los bajos salarios que obligan a los docentes a trabajar jornadas dobles o triples, sumado al trabajo que deben hacer en sus casas, para llegar a fin de mes; los jóvenes siguen eligiendo formarse para ser docentes. Es la enorme deserción la que lleva a que se reciban menos de los docentes necesarios. Esta es fruto de que más del 70% debe trabajar para sostener sus estudios y afrontar costos cada vez más altos para poder cursar, para encontrarse con los problemas que genera la desfinanciación de la educación pública.
No son nuevas las declaraciones de los voceros como Soledad Acuña, quien ya el año pasado había hecho entrevistas donde hablaba de la falta de vocación y que la carrera de docente ya no “enamora” a los jóvenes como antes. Por aquel entonces, para dar respuesta a la falta de docentes en las aulas, aplicaron un “impulso a la formación docente”, que no era más que la precarización de los jóvenes estudiantes terciarios, quienes podían dar clases en los colegios por el módico precio de 6.000 pesos por mes. Mano de obra barata y precarizada como quieren hacer también con la “Secundaria del Futuro”, sacando a los pibes del 5to año y poniéndolos a trabajar para las empresas.
El nuevo plan de universidad para docentes del macrismo, contaría con un edificio único, los docentes de los profesorados pasarían a desempeñar cargos en esta universidad, pero no queda claro si todos ellos, atentando contra la estabilidad laboral de nuestros docentes. Le daría estatus universitario a la formación docente y flexibilizaría las formas de cursada entre presencial y virtual.
Esta medida no aportaría ninguna solución, los problemas estructurales que llevan a la deserción se seguirían manteniendo. En cambio, sí le permitiría al Gobierno avanzar en allanar el camino para hacer pasar las reformas de los planes ligados a la “Educación del Futuro”. Este paquete contra la educación pública, que ya vienen desarrollando desde principio de año, incluye las reformas en la secundaria y los operativos de evaluación que fueron resistidos por la comunidad educativa. Viene de la mano del Plan Maestro que pretende precarizar las condiciones de trabajo de los profesores. No les alcanzó con aprobar el presupuesto educativo más bajo de la historia, gracias a los votos del Frente para la Victoria, quieren recortar aún más, e imponer un modelo de educación cada vez más privatista y meritocrático.
Esta situación en la Capital no es una excepción, el cierre de institutos terciarios ya se está dando en Jujuy, donde el Gobierno provincial impulsó la resolución 7239, que habilita al cierre de carreras de Educación Primaria, Educación Inicial y Educación en Ciencias de la Administración. Este ataque implica que cientos de estudiantes se queden sin la posibilidad de estudiar ya que hay localidades como Ledesma donde no existe otra oferta educativa terciaria pública y gratuita que la que brinda el IES N°10 en sus cuatro sedes; y tampoco existen sedes de la Universidad Nacional de Jujuy.
Si el objetivo fuese aumentar la cantidad de inscriptos y egresados, mejorar la formación docente y resolver la crisis educativa, las medidas serían otras. Podrían comenzar por aumentar el presupuesto educativo y mejorar las condiciones laborales de los docentes, en lugar de atacarlos. Evitan hablar del problema de la deserción para no tener que dar cuenta de la necesidad de un programa de becas integrales que permita a los estudiantes cursar sin tener que trabajar. Por eso la agrupación 9 de Abril (Juventud del PTS + Independientes) que agrupa docentes y estudiantes de los terciarios viene peleando por esas demandas, exigiendo: becas integrales para todos los estudiantes, aumento del presupuesto educativo del 30% en la CABA, presupuesto nacional educativo del 10% del PBI y que los planes de estudio tengan una perspectiva de género e incluyan debates sobre la transformación de la sociedad.
Ante este nuevo intento del Gobierno de hacer pasar sus ajustes sobre la educación pública, es necesario profundizar la coordinación entre estudiantes y docentes para enfrentarlo. Para lo cual es necesario organizarnos y poner en pie asambleas en cada lugar de estudio y de trabajo para definir entre todos un gran plan de lucha contra las reformas y para exigir soluciones verdaderas. Los sindicatos docentes deben cumplir un rol importante en esta pelea y abandonar la tregua que ayuda al Gobierno a continuar con sus planes.