2.4.2018
Por Laura Marrone
Según la mitología griega, Procusto era un posadero que invitaba a pasar la noche en su morada, pero cortaba los pies y las cabezas a los viajeros que sobresalían del lecho que ofrecía. El mito se ha usado para graficar las falacias seudocientíficas que fuerzan los datos de la realidad a una hipótesis teórica. Es el caso de la UniCABA: quieren cortar los pies y la cabeza, cerrando los profesorados, para que quepa en los planes del gobierno.
Con la presentación del Plan Maestro en el Congreso de la Nación en Marzo de 2017[i], el gobierno de Macri inició una ofensiva de medidas tendientes a producir una reforma estructural de nuestro sistema educativo que afecta sus fines: para qué educamos. No estamos frente a una mera reforma pedagógica, curricular, o de ajuste. Se trata de todo eso y mucho más. La Evaluación externa censal (Operativo Aprender), la Secundaria del futuro, el cierre de bachilleratos de adultos y escuelas especiales y el proyecto de UniCABA, de creación de una única universidad para la formación docentes en la Ciudad de Buenos Aires, con el consecuente cierre de los 29 profesorados públicos (no se especifica que harían con los privados), no son medidas aisladas. Tampoco son originalidad del actual gobierno. Se trata de un “copie y pegue” de propuestas de cambios para educación de los Foros mundiales de educación, del Banco Mundial contenidas, entre otros documentos, en Profesores Excelentes. [ii], y que, además, serán foco de atención en la reunión del G20 que se realizará este año en nuestro país.[iii]
En el presente trabajo nos detenemos a analizar la reforma de la formación superior que es nodal en este plan pues articula todo el sistema. El proyecto de la UniCABA, presentado por la Ministra de Educación del gobierno de Larreta, Soledad Acuña, está pensado como antesala de una reforma nacional del nivel superior. La pobreza de su fundamentación, sin embargo, sorprende. Evidencia que no fue escrito por profesionales en la materia, con conocimiento del nivel superior. Vamos a detenernos en tres de los argumentos que han sido dados en distintas instancias para fundamentar la UniCaBA[iv]:
1) La Sociedad del futuro necesita docentes del futuro para un mundo de trabajadores autónomos.
2) Los cambios tecnológicos revolucionan la tarea pedagógica
3) Se requiere jerarquizar la carrera docente para lograr atraer más estudiantes porque faltan docentes.
1) “Formar para un mundo de trabajadores autónomos”
El Subsecretario de Planeamiento Educativo, Ing. Diego Meiriño[v] sostuvo que: “la sociedad del futuro necesita docentes del futuro para un mundo que será con trabajadores autónomos”. Efectivamente, a nivel mundial, el capital tiende a ir progresivamente reduciendo el número de trabajadores empleados, con derechos laborales, y reemplazándolos por relaciones tercerizadas , con los llamados “emprendedores” o más claramente, cuentapropistas con monotributo a la AFIP. A veces esta relación adopta la forma de convenios por proyectos, programas con asociaciones, ONGs. Terminado el proyecto, o el programa, se termina el vínculo. La intención es hacer caducar más de 100 años de derechos laborales conquistados con luchas: convenios, vacaciones, obra social, jubilación, indemnización por despido.
La reforma de la educación iría en sintonía con este nuevo perfil del mundo del trabajo que el capital añora. Se trata de sujetar casi en forma directa y sin grandes mediaciones nuestro sistema educativo a esas nuevas demandas. Para ese mundo del trabajo de marginados por un lado y privilegiados por el otro, el Elypsium[vi] del siglo XXI, necesitan la reforma laboral y la reforma educativa, que irían de la mano. Se busca que los docentes preparen a sus alumnos para pensarse a sí mismos como sus propios empleadores y no para buscar un empleo estable y hacer valer sus derechos. Requieren que la escuela forme para el “emprendedurismo, y la autonomía”. Los fines de la educación se desplazan de la formación del ciudadano, el sujeto crítico, transformador, hacia la formación para habilidades y destrezas según demandas del mundo empresarial. El correlato en el nivel medio de esta reforma es la llamada Secundaria del Futuro, donde, como en China, el 5º año es un año de pasantías gratuitas en las empresas y cursos de emprendedurismo en lugar de ser un año de estudio con disciplinas.
2) “La revolución tecnológica modifica las relaciones pedagógicas”.
Otro argumento para justificar la reforma es el anuncio de la llegada de la Cuarta revolución tecnológica, que comprendería la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología y las interfaces entre lo biológico, lo ambiental y lo digital[vii]. Compartimos que en el mundo existen cambios tecnológicos acelerados aunque podemos prever que no parece nuestro país el centro de sus aplicaciones en la industria y los servicios, como se deriva de la falta de inversiones de las grandes empresas. En cambio, nuestro nicho en este concierto, decidido por grandes multinacionales imperialistas, parece más pensado para un país como mero consumidor, arrasando sus viejas fábricas con productos importados, sin barreras aduaneras desde casas matrices en otros países.
Sin duda tales adelantos tecnológicos van a modificar nuestras relaciones pedagógicas y nuestra vida toda. En realidad, nuestro sistema educativo, recién está entrando en la que denominan Tercera revolución, la de internet y las computadoras, que surgió en las últimas décadas del siglo XX, con todas las dificultades que conocemos. Pero, si efectivamente ese fuera el desafío, ¿quién dijo que una universidad se adaptaría mejor a estos cambios que los profesorados?, ¿o acaso las universidades existentes, públicas o privadas, ya han revolucionado sus prácticas en esa dirección?, ¿dónde están los ejemplos que lo demuestran?
Alrededor de los cambios tecnológicos en cierne, aún incipientes en nuestro país, hay, sí, una clara discusión que la propuesta elude develar. ¿Serán cambios dispuestos para la mejora del nivel de vida del conjunto de la sociedad, repartiendo las horas de trabajo y reduciendo el promedio de la jornada de cada trabajador?, La mayor productividad del trabajo, ¿abrirá las puertas del reino de la libertad a partir de una mayor distribución de la riqueza en el conjunto de la sociedad, dejando de lado el reino de la necesidad como prehistoria de la humanidad?[viii] ¿El disfrute de la cultura, del ocio productivo, ¿será para toda la sociedad y no para unos pocos? ¿O serán parte de una nueva ofensiva del capital para incrementar sus ganancias produciendo despidos y exclusión de cada vez más sectores de la sociedad?
Solo una formación de docentes, crítica, independiente del poder político, puede disputar estos fines de la educación. Necesitamos que el espacio educativo sea de intercambio entre sujetos que se subjetivan mutuamente, o como decía Freire, de educadores y educandos en interacción. Eso supone que el lugar de la tecnología es el de una herramienta auxiliar de la tarea pedagógica y no un reemplazo de los docentes por plataformas digitales preformadas. La entronización de la tecnología supone el desplazamiento de la docencia en la relación pedagógica y su reemplazo por facilitadores que administrarían las plataformas digitales, para lo que se requeriría menor calificación y conduciría, consecuentemente, a menores remuneraciones.
3) “Jerarquizar la tarea docente para atraer más estudiantes y resolver la falta de
docentes”.
Es cierto que en algunas disciplinas y niveles faltan docentes. Esta situación es particularmente evidente en las disciplinas como Inglés, física, química, y el nivel primario, donde desde hace varios años se jubilan más profesores de los que se reciben. Pero a este indicador le falta un diagnóstico. ¿Por qué? Sin responder a este interrogante, el gobierno dispara su propuesta de universidad afirmando que sería en sí una jerarquización de la profesión que atraería nuevos aspirantes. Es un argumento falaz. La verdadera razón por la que faltan docentes son las condiciones de la cursada y las condiciones laborales.
Actualmente, en los profesorados hay una respetable cantidad de ingresantes, incluso en algunos su matrícula está creciendo. Pero cuando llega la hora de hacer las prácticas la carrera se transforma en un embudo que pocos pueden atravesar. La formación docente, tal cual está hoy organizada, demanda un compromiso de horas de práctica a contraturno durante los 4 o 5 años de la carrera previstos que no pueden ser satisfechas por gran parte de nuestros estudiantes que trabajan en un porcentaje que ronda el 70%. Gran parte de ellos no logra que sus patrones les permitan hacer uso de licencia por estudio, prevista en la Ley de Contrato de trabajo, estén registrados o en negro, lo que provoca el desgranamiento de la matrícula a medida que avanzan las exigencias de prácticas.
El actual sistema de becas Progresar para estudiantes de formación docente es insuficiente. Alcanzará en 2018 a 3.000 estudiantes en todo el país para un total de 1.315 institutos, y 485.000 estudiantes [ix]. Solo el 0,6% de los estudiantes podría acceder a este beneficio, y cada instituto podrá disponer de 2 becas en promedio. Además, no está previsto que atienda a los estudiantes sin recursos, sino a quienes tengan buen rendimiento en exámenes de acceso a este beneficio, lo que no resuelve el problema del 70% de estudiantes que trabajan. [x]
En cuanto a las condiciones laborales, estas pesan sobre la decisión de los egresados de las escuelas secundarias para abrazar la carrera docente. Hoy hay docentes con título que abandonan la docencia porque no sostienen el peso de las condiciones laborales en el aula. El 47% de la pobreza de nuestra niñez y adolescencia se concentran en las escuelas públicas a niveles superiores a ese porcentaje, con una complejidad agravada. Pero la pobreza, los niveles de exclusión social de nuestros alumnos, no tendrían que provocar esta deserción si el sistema brindara los recursos para compensarla. Hablamos de la falta de equipos de profesionales de apoyo, sicólogos, asistentes sociales, que, por ejemplo, en el nivel primario están en una relación de 1 cada 2.500 alumnos aproximadamente. Hablamos de docentes que tienen hasta 4 alumnos integrados [xi] en zona sur, en grados de hasta 35 alumnos, sin maestros integradores salvo una o dos horas por semana. Con patologías graves, y el corazón en la boca para que no se lastimen y con el temor de padecer un juicio por mala praxis y perderlo todo. Hablamos de bajos salarios que llevan a que la docencia trabaje hasta 60 hs cátedras en algunos casos, lo que es en sí mismo insalubre y provoca la famosa “cabeza quemada” (burnout), o enfermedades laborales. Comparemos esta realidad con España o Francia donde la semana laboral ronda las 18 horas frente a alumno y 10 horas extra clase con salarios muy por encima de la canasta familiar.
Pero el argumento de que la creación de una universidad resolvería esta cuestión se cae al escuchar al gobierno nacional. Macri y Bullrich, el ex ministro, han sostenido en reiteradas oportunidades que nuestras universidades tienen las más bajas tasas de egreso del mundo: 30% [xii]. Argumentan que, por tanto, habría que direccionar mejor los recursos del estado. Esta afirmación refuta a la del Ministerio de Ciudad que sostiene que la sola organización de la formación docente en universidad garantizaría que tengamos más egresados. En realidad, las medidas pensadas por el Gobierno nacional no van en la dirección de sostener un mayor egreso, sino en la de reducir los ingresos mediante el proyecto, por ahora encubierto, de reinstalar los erradicados exámenes de ingreso a las universidades de nuestro país. Muy probablemente éste no sea el camino inicial de la UniCABA, restringir el ingreso, por las causales antes enunciadas. En cambio, es dable pensar que el objetivo es regular el egreso con acreditaciones de título emitidas por organismos por fuera de los profesorados. El Plan Maestro establece, por caso, en su artículo 39 pág. 54 que “para el año 2026, el CIENTO POR CIENTO (100%) de las carreras contempladas en el artículo 43 de la Ley de Educación Superior, cumplimenten los estándares de calidad establecidos, a través de procesos de acreditación”[xiii]. Este mecanismo indirectamente disciplinaría los planes de estudio, y los enfoques pedagógicos e ideológicos de cada docente, según los requerimientos antes señalados.
El gobierno del PRO pretende manejar la opinión pública como a un mercado de consumo, apelando a especialistas en el oficio. Así, la UniCABA es presentada envuelta en el atractivo paquete de una mayor jerarquización que provendría de la transformación de los profesorados terciarios en una universidad. Se presenta el título universitario como superior a los actuales. Sin embargo, no fundamenta tal afirmación. En realidad, el número de horas cátedras de las carreras de los profesorados es, a veces, mayor que en no pocas carreras universitarias. Tienen concursos públicos abiertos tanto a profesores egresados de institutos terciarios como a universitarios. El ingreso a la docencia es por concurso de puntaje y oposición. Las carreras tienen programas más específicamente orientados a la docencia, motivo por el cual aún, existiendo carreras universitarias pedagógicas, los profesorados cuentan con alta matrícula.
Dinamitar la autonomía de los institutos para disciplinarlos al poder político
Desmontemos esta falsa disyuntiva. Si nuestra formación docente fuera universitaria, inventarían otra fórmula para lograr el instrumento de esta reforma: terminar con la autonomía de las instituciones de formación docente respecto del poder político, dinamitar sus estructuras de gobierno democráticas, electivas, modificar el régimen laboral del formador docente para que salga del Estatuto Docente y pase a ser parte del proceso de precarización laboral, digitado, en ingreso y permanencia, por el poder político.
El mencionado documento del Banco Mundial lo dice con claridad:
“El principio de la autonomía universitaria vigente en América Latina impide legalmente a la mayoría de los ministerios de educación controlar de manera directa las normas de ingreso a los programas de formación docente previos al servicio. Unas pocas universidades prestigiosas son selectivas, pero en la mayor parte de los países, la mayoría de los profesores nuevos son producidos por prestadores privados de baja calidad y de institutos de capacitación docente no universitarios sujetos a un escaso control de calidad.”
Y para este diagnóstico de situación realiza propuestas más claras aún.
“Para abordar estas cuestiones, los ministerios de educación de la región aplican cuatro estrategias principales: a) cerrar las instituciones de baja calidad que están bajo el control directo del ministerio (por lo general, institutos de formación docente no universitarios); b) establecer una universidad nacional de educación controlada directamente por el ministerio, como el Instituto Nacional para la Educación de Singapur; c) crear becas especiales para los mejores estudiantes, y d) elevar los requerimientos de acreditación de las instituciones de educación superior autónomas, de modo de forzar su cierre o su adaptación.” [xiv]
El debate no es profesorados versus universidad. El debate es, instituciones de formación docente autónomas del poder político, con autoridades electivas y programas de estudio debatidos democráticamente, con fines de la educación pensados desde una perspectiva de pensamiento crítico, no reproductor, emancipador, o una universidad con un rector y estatuto decididos por el Ministerio de Educación, y disciplinada al gobierno de los CEOS y las demandas de los empresarios.
La única vía para defender esa autonomía hoy es defender los institutos existentes, profesorados de más de 130 años, con una tradición que ha ido diseñando una estructura democrática de gobierno colegiado y de construcción del conocimiento pedagógico.
El proyecto de la UniCABA nació soberbio, improvisado, autoritario y torpe. Se ha señalado la falta de consulta democrática a los actores de nuestra educación superior en su confección, sean estos rectores, consejos directivos, docentes o estudiantes. Agreguemos a este muestrario de autoritarismo, que no fue incluido en el Proyecto de presupuesto 2018 que el Ejecutivo presentó a la Legislatura en octubre de 2017, no formó parte de la exposición de la política educativa 2018 de la Ministra Acuña en la Comisión Educación de la Legislatura en noviembre pasado, ni se lo consideró al momento de la sanción de la ley en diciembre. Al igual que los actores antes mencionados, las legisladoras y los legisladores se enteraron por los medios de prensa.
La UniCABA tampoco sería expresión de la tradición de la universidad de nuestro país. Pretende una matriz totalmente autoritaria desde el momento en que, hasta su estatuto fundacional y su rector interventor, sin límite de tiempo, sería digitado por el poder político. Las universidades públicas actuales son herederas de la tradición de la Reforma de 1918. La generación de entonces defendió el principio de que la formación universitaria necesitaba autonomía de los gobiernos para poder desarrollar el pensamiento científico y crítico, libre, público, y no condicionado al partido gobernante y a la iglesia. Para ese propósito, defendió y conquistó los concursos públicos y un gobierno tripartito propio, electivo de todos los claustros.
Hoy diríamos que esa autonomía es más necesaria que nunca para formar científicos, profesionales y docentes, autónomos de los intereses empresariales, que cada día pretenden condicionar más la educación superior al proceso de acumulación de capitales, en desmedro de proyectos al servicio de las necesidades sociales y de la nación. Necesitamos formar docentes para poner la ciencia, las humanidades, el arte, al servicio de la sociedad toda, con un sentido emancipatorio de toda forma de explotación, opresión y exclusión, y no para ser meros reproductores del triste mundo hoy existente.
La reforma de la formación docente, antesala de la reforma de la carrera docente
El proyecto UniCABA, vago en su articulado, esconde, sin embargo, la reforma de la carrera docente. El Plan Maestro, en el cual se inscribe, anuncia que ésta dejaría de ser una y tendría dos caminos diferentes: el de las funciones directivas y de supervisión por un lado y por otro, el de los docentes de sala de clase. Para que éstos no se “frustren” por no poder llegar a cargos directivos, se les ofrecería ser monitores de los docentes recién iniciados [xv]. La propuesta se apoya en lo dispuesto en la Ley 26206 artículo 69 [xvi], sancionada en base al proyecto del entonces Ministro Filmus. Durante las últimas décadas hemos asistido a una creciente tecnocratización de los ministerios de educación que desconocen la importancia de la construcción del conocimiento pedagógico del docente de aula a la hora de proponer reformas, relegándolos a la tarea de meros ejecutores de sus diseños. Ahora, habría un salto más para despojar a la escuela y a la docencia de su carácter de productores de conocimiento pedagógico. Ya no solo por los tecnócratas, sino de gerentes de recursos humanos. Se pretende destruir la unidad de nuestra carrera que supone, entre otros aspectos, que la función directiva no es de gerentes de recursos humanos, como se definió a sí mismo el propio ex ministro Bullrich o lo es toda la plana mayor de los actuales ministerios de educación, sino una tarea de coordinación pedagógica de docentes con experiencia de aula.
Más ajuste y privatización
A este panorama tenemos que incluir la dimensión del ajuste y de la privatización. El ex Ministro Bullrich sostuvo en reiteradas oportunidades que nuestro sistema de formación docente está sobredimensionado. El proyecto supone la reducción de cargos docentes, cursos y hasta profesorados enteros, como ya ha empezado a ocurrir en otras provincias. Al mismo tiempo se busca profundizar el proceso de privatización en curso y el destino de los fondos del presupuesto del estado para la tercerización de servicios educativos. Los Ceos de empresas de servicios educativos, como las plataformas digitales, por ejemplo, ansían hacer negocios con el porcentaje del PBI que el estado destina a educación. Además, estos servicios permitirían un mayor control ideológico de lo que se enseña. Para ese futuro necesitan formar nuevos docentes, desprovistos de todo resabio cultural de la cosa pública. Necesitan meros facilitadores que administren plataformas digitales preformadas sin originalidad, por agencias y empresas extranjeras, un salto hacia una recolonización ideológica de nuestro país a través del sistema educativo por parte de empresas extranjeras.
El derecho a la educación en jaque
Por último, afirmamos que está en juego el derecho mismo a la educación. La extensión a 14 años de escolarización en nuestro país es un producto de las luchas por derechos democráticos. En gran parte de las potencias ricas son de 9 como en China o 10 como en Alemania. Este gobierno quiere derrotar todas las formas de democratización en el acceso a la educación que fuimos conquistando en las últimas décadas. Nos referimos al ingreso irrestricto a cualquier tipo de escuela secundaria. La intención de la Secundaria del Futuro es transformarla con circuitos diferenciados donde algunos otorgarán título con acceso a estudios superiores y otros quedarán en carácter de técnicos o de oficios como era antes de la caída de la dictadura o lo es en Alemania o China. Nos referimos al derecho a ingreso a estudios superiores y a la acreditación de títulos sin restricción por parte del poder político. La liquidación del 5to año como año de estudio para transformarlo en un año de pasantías no pagas, apunta a reducir progresivamente el número de años obligatorios, a cargo del estado.
La propuesta “alternativa”: la disolución lenta
Algunos sindicatos y miembros de la oposición parlamentaria en forma explícita y otros, velada, deslizan la alternativa de formular un proyecto alternativo que paralelice la UniCABA sin que suponga la disolución de los profesorados. Esta alternativa es la clásica propuesta de quienes buscan los atajos para no enfrentar las políticas que hemos descripto. Seamos claros y sinceros. No hay forma de derrotar la destrucción de los profesorados sin enfrentar la UniCABA porque ese es el propósito de esta última. Una eventual convivencia pacífica entre ambos no sería sino la muerte lenta de la autonomía política y pedagógica de los profesorados. La imposición de acreditaciones de títulos de los profesorados en la UniCABA terminaría siendo una variante de sujeción de sus actuales programas y autonomía, y lograría los mismos objetivos.
Recuperar el espíritu de la Reforma de 1918
Si se quiere mejorar la formación docente, hay que retirar el proyecto de la UniCABA y tomar medidas que realmente jerarquicen la formación docente. Para ello proponemos:
Un sistema de becas universal, para todos los que no tengan recursos, equivalente al valor de un salario mínimo que permita sostener la cursada a contra turno a quienes no tienen recursos. Boleto estudiantil para el nivel terciario.
Salarios docentes dignos para que nadie tenga que trabajar más de 30 horas semanales.
Que la semana laboral incluya un tercio de horas extra-clase para la formación continua, la preparación de clases, la reflexión pedagógica, el trabajo entre pares.
– Un plan de formación docente continua, sistémica, como parte de la semana laboral.
Una relación docente-alumno frente a clase no superior a 25 alumnos.
Un equipo de Orientación escolar o DOES cada 500 alumnos.
Maestras integradoras y Apoyos no docentes durante toda la jornada escolar para todos los niños integrados, independientemente de que posean o no obra social.
Plena vigencia del artículo 70 inciso I para uso de licencia por una año para estudios cada 7 años [xvii]
Opción ampliada del uso del 70 I, para el caso de no optar por estudios superiores, como relevo a tareas de apoyo pedagógico sin estar a cargo directo de alumnos cada 10 años a fin de evitar la “cabeza quemada” o burnout.
Invoquemos al espíritu de la generación que logró la Reforma universitaria de 1918, de la que este año se cumple su centenario. Para que impregne la confianza de nuestros estudiantes y docentes en esta lucha. Revivamos su ejemplo, hasta lograr el retiro del proyecto UniCABA y sigamos trabajando por mejorar nuestra formación docente, para hacerla más democrática, más crítica, más emancipadora, más humana.
Buenos Aires, marzo 2018
[i] Ver El Plan Maestro y la Secundaria del Futuro (I) en Revista Docentes en marcha. Noviembre 2017 o en versión digital http://lauramarrone.com.ar/la-reforma-educacion-pretende-acompanar-la-laboral/
[ii]https://www.google.com.ar/search?q=profesores+excelentes+pdf&rlz=1C1AOHY_esAR708AR708&oq=profesores+excelente&aqs=chrome.4.69i57j69i59j0l4.12008j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8
[iii] http://www.telam.com.ar/notas/201701/177294-davos-esteban-bullrich-formacion-docente-global.html
[iv] El CESGE, Consejo de Educación Superior de Gestión Estatal compuesto por rectoras, rectores y consejos directivos de los profesorados públicos de CaBA presentaron documentos que fundamentan el rechazo a la UniCABA cuyos argumentos suscribimos plenamente. Ver https://comunesup.wordpress.com/. Así mismo lo hizo Ademys. Ver http://www.ademys.org.ar/v2/carta-abierta-del-cesge-consejo-educacion-superior-gestion-estatal-los-las-docentes/
[v] Ver presentación de Diego Meiriño el 20 de marzo en Legislatura de CaBA. https://www.youtube.com/watch?time_continue=1485&v=7RH_CaLQcVo]
[vi] Elipsium es una película de ciencia ficción que anticipa un mundo totalmente fragmentado socialmente, incluso hasta en espacios planetarios. Las fuerzas de seguridad contienen a los marginados que desean entrar a Elipsium donde se disfruta de un ambiente no contaminado y de los adelantos de la medicina.
[vii] Ver Plan Maestro pág. 40.
[viii] Esas fueron las palabras de Marx en El Capital preanunciando que la reducción de las horas de trabajo, socialmente necesarias para la reproducción de la vida humana, abriría una nueva etapa histórica de la humanidad, la de la libertad: “Al otro lado de sus fronteras comienza el despliegue de las fuerzas humanas que se considera como fin en sí, el verdadero reino de la libertad, que, sin embargo, solo puede florecer tomando como base aquel reino de la necesidad. La condición fundamental para ello es la reducción de la jornada de trabajo.”
[ix] Ver Anuario estadístico 2017 con datos de 2015 http://www.bnm.me.gov.ar/giga1/documentos/EL005536.pdf
[x] https://www.infobae.com/educacion/2018/03/27/pagaran-hasta-7-400-por-mes-a-estudiantes-de-profesorado-donde-hay-vacantes/
[xi] Se denomina integrados a los niños y niñas con algún tipo de necesidad educativa especial (motora, visual, auditiva, mental, etc. Algunos van a escuelas especiales y otros son integrados, requiriendo apoyo de maestras integradoras y APND, personal no docente)
[xii] https://www.infobae.com/educacion/2017/10/30/una-de-las-tasas-de-graduacion-mas-bajas-del-mundo-la-unica-y-deliberada-referencia-de-macri-a-educacion/
[xiii] Esta es una de las propuestas del Banco Mundial, contenida en su documento, Profesores Excelentes. También la sostienen usinas de pensamiento en la materia en nuestro país, el CIPPEC a través de su vocero Axel Rivas y Gustavo Iaies del CEPP, entre otros.
[xiv] Ver Profesores Excelentes. Banco Mundial. https://www.google.com.ar/search?q=profesores+excelentes+pdf&rlz=1C1AOHY_esAR708AR708&oq=profesores+excelente&aqs=chrome.4.69i57j69i59j0l4.12008j0j7&sourceid=chrome&ie=UTF-8 Pág. 30
[xv] Ver Proyecto de Ley Plan Maestro. Pág. 27
[xvi] Ley 26206. Art. 69.- El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo Federal de Educación, definirá los criterios básicos concernientes a la carrera docente en el ámbito estatal, en concordancia con lo dispuesto en la presente ley. La carrera docente admitirá al menos dos (2) opciones: (a) desempeño en el aula y (b) desempeño de la función directiva y de supervisión. La formación continua será una de las dimensiones básicas para el ascenso en la carrera profesional.
[xvii] Estatuto Docente Ordenanza 40593. Art. 70 l) Se otorgará a pedido del docente, y en todos los cargos en que reviste como titular en situación activa en jurisdicción de la Secretaría de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, hasta UN (1) año de licencia con percepción íntegra de haberes, a fin de realizar estudios de perfeccionamiento no previstos en el capítulo XXIV del título I. Esta licencia se concederá cada siete años cumplidos en el ejercicio de la docencia. Para solicitarla, el docente deberá tener concepto no inferior a «Muy bueno» en los últimos CINCO (5) años de su actuación, y no registrar en el legajo, ninguna de las sanciones disciplinarias establecidas en los incisos c) a e) del art. 36 de este estatuto.
El docente que haya obtenido esta licencia deberá presentar ante el organismo técnico superior del área respectiva, un informe del cumplimiento de su cometido, monografías, trabajos o estudios realizados, en el término de SESENTA (60) días de concluidos los mismos.
La Secretaría de Educación determinará anualmente el porcentaje de docentes titulares en actividad que podrán acceder a esta licencia, en el que deberán incluirse docentes de todas las categorías de los distintos escalafones. El otorgamiento se efectuará dentro del plazo de treinta días de recibida la solicitud, de acuerdo al orden de mérito vigente para ese año, formulado por la junta de clasificación respectiva.
Esta licencia no será acumulable, y no podrá ser solicitada por el docente que se encontrare en condiciones de obtener la jubilación ordinaria en su máximo porcentaje, o se hallare en período de permanencia.