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Causa Lucas Cabello: el camino hacia el juicio oral

5.11.2018

Por Ana Laura Mársico

Después de casi tres años, el ex efectivo de la Policía Metropolitana Ricardo Ayala deberá someterse al juicio oral y público ante el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 por tentativa de homicidio a Lucas Cabello. Carolina Vila, madre de Lucas, dialogó luego de que su hijo prestara la primera declaración ante el juez.

Es lunes por la tarde y los árboles del barrio de La Boca se ponen al tono de la primavera. Carolina Vila, madre de Lucas Cabello, y Roxana Cainzos, madre de Nehuén Rodríguez, se encuentran en la puerta del merendero inaugurado hace solo un mes y que ya recibe a 40 chicos y chicas. Con abrazos de bienvenida muestran las tortas que les regalaron por el día de la madre. Entre mates y sonrisas de lucha dan la bienvenida a toda persona que pase, sea a brindar algún tipo de ayuda o a compartir un momento en esa vereda.

“No te puedo explicar lo fuerte que fue verlo a Lucas ahí sentado frente al tribunal contestando”, reflexionó Carolina sentada al costado de la puerta de entrada al Merendero. “Yo estaba nerviosa pero después, cuando lo pude abrazar a Lucas, fue un momento muy emotivo”, agregó. Con tono de admiración Carolina expresó lo entero y calmo que vio a su hijo al contestarle al juez todas las preguntas.

El único presente por parte del acusado y que escuchó la declaración fue el abogado del policía Ricardo Ayala quien no intervino con ninguna pregunta. “Esa vez que Gendarmería hizo la pericia también se ausentó Ayala, hace siempre lo mismo”, exclamó. Serán los jueces Luis Salas, Adrián Pérez Lance y Fernando Ramírez quienes tengan la responsabilidad de repudiar mediante su función un acto de puro atropello e impunidad de parte de las fuerzas policiales. Luego de meses de esperar y con el trabajo de Gabriela Carpineti y Nahuel Berguier, como representantes legales de Cabello, se llegó a que el ex Policía Metropolitana Ricardo Ayala se deba presentar el 9 de febrero a Juicio Oral.

Desde esa tarde del 9 de noviembre de 2015 cuando Ayala disparó a quemarropa, Lucas no puede caminar. Lucas va tres veces por semana al barrio de Constitución para mejorar su motricidad. “Más allá de cuestiones económicas, el colectivo para el traslado es mucho mejor por sobre el taxi”, aseguró Vila por el uso de la practicidad con la silla. También agrega que el respeto por parte de los automovilistas se encuentra totalmente ausente respecto a la lucha diaria que tiene que dar con las personas que invaden las rampas en las equinas. “El otro día le pedí a uno que si puede ver la manera de estacionar de otra forma porque no podíamos bajar con Lucas. ¿Sabés lo que hizo? Me agredió a mí y hasta apuró a Lucas. Es impresionante el grado de violencia que maneja la gente”, comentó Carolina.

Cabe recordar que en marzo de este año,Lucas reflexionó sobre el aumento de la violencia policial en los últimos años bajo la gestión macrista y sostuvo: "El hecho de que vos pongas más policía no garantiza que haya más seguridad, al contrario. Yo vivo en La Boca y conozco cada rincón del barrio y varios barrios que también son ´jodidos´, como dicen ellos. Pero poner 20 policías en una manzana no te va a asegurar que no te va a pasar nada."  Además, relato sobre su lucha cotidiana y enfatizó: "día a día me levanto porque tengo una hija que me está esperando, que quiere jugar conmigo y yo no voy a estar tirado en una cama todo el día. Eso a veces te cuesta, te levantás mal, sin ganas de hacer nada, pero por otro lado tenés personas importantes que quieren verte bien y uno lo hace por ellos. Yo me aferro mucho a mi hija, porque quiero que cuando ella sea grande diga: ´Mi papá la peleó´. Quiero tratar de ser un buen padre, como todos."

Por su parte, a casi dos meses del juicio, Carolina día a día junta fuerzas junto a Lucas preparándose para esa fecha. “El otro día fuimos al Monumental a tramitar el pase para ver el partido de River Plate. No te voy a negar que el tren estaba imposible y el recorrido que tuvimos que hacer fue largo. Pero cuando llegamos y le vi la cara de felicidad, pensé en todo este tiempo de lucha”, reflexionó Carolina y agregó: “Verlo tan feliz me confirmó nuevamente que el esfuerzo lo vale todo”. En este mismo sentido, Carolina comentó que no es nada sencillo ya que a ninguna persona cercana a ella le había pasado una situación así y agrega que “pasar por mi anterior casa y ver que esa fue la última vereda que caminó mi hijo no es fácil”.

La noche del 9 de noviembre del 2015 Ayala disparó tres veces a quemarropa. Hoy Lucas y Carolina luchan contra la impunidad y esperan que el 9 de febrero del 2019 se realice un acto de justicia porque, como muchas veces Lucas expresó, él hoy es el hijo de todas esas madres que perdieron a sus hijos. 

Ocampo habló sobre el video del policía tirapiedras y no pudo negar la evidencia

4.11.2018

El ministro de Justicia y Seguridad de CABA se refirió al video que evidencia que un policía de la Ciudad atacó a piedrazos un comercio para responsabilizar a los manifestantes. "Hay que terminar de definir si la conducta que dice Myriam Bregman es la que pasó" aseguró en un intento de deslindar responsabilidades.

 

Días atrás La Izquierda Diario tuvo acceso a imágenes reveladoras registradas durante la feroz represión y cacería que desató la Policía de la Ciudad, en el marco de la movilización contra el presupuesto el pasado miércoles 24 de octubre. Allí se puede ver a un efectivo de la Policía de la Ciudad atacando a piedrazos la vidriera de un comercio mientras otros policías golpean a un manifestante en el piso. A los pocos minutos, fueron los mismos policías los que le pidieron especialmente a la dueña del bar apedreado que denuncie a los manifestantes por los daños ocasionados.

Las imágenes difundidas dejan en evidencia parte del accionar que suele desplegar la Policía en ocasiones como éstas, como forma de intentar justificar ante la opinión pública la represión y también para atribuirle a los detenidos un paquete mayor de cargos que se les imputan. Esta situación ha sido denunciada por miembros del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh) y la diputada porteña del PTS-FIT Myriam Bregman se refirió públicamente al hecho asegurando que “el problema es la Policía, la conducción de la Policía y la protección que tienen desde el Gobierno y la Justicia”. Puntualmente, señaló al ministro Martín Ocampo y manifestó que por lo sucedido “tendría que estar rindiendo cuentas en la Justicia”.

Este sábado por la mañana, el periodista Pablo Dugan entrevistó a Ocampo en su programa de radio y lo consultó acerca del video y de las afirmaciones por parte de Bregman. “Vimos el video. Apenas tomamos conocimiento de su existencia le dimos intervención a la Oficina de Transparencia para que investigue la situación. No queda bien claro en el video, es confuso, por decir algo. Igualmente la Oficina de Transparencia está tomando las medidas preventivas, incluso la investigación para saber qué responsabilidad tiene, e incluso está citando a los comerciantes que estaban en la zona”. El organismo al que se refiere Ocampo es la Oficina de Transparencia y Control Externo de la Policía, que actúa bajo la órbita de su ministerio. Es decir, un organismo que depende del ministro es el que “investigará” la denuncia sobre el comportamiento de la Policía en aquella ocasión y determinará las responsabilidades de lo sucedido.

Como forma de despegarse rápidamente de cualquier responsabilidad y de resguardar la imagen de la Policía, sostuvo: “Lo que hay que terminar de definir es si la conducta que dice Myriam Bregman es la que pasó, porque en el video eso no se ve. Nosotros investigamos todo, acá no se trata de esconder nada. Si hay algún policía que actuó mal tiene que tener su sanción y si es una operación política que busca generar el desprestigio de la Policía también lo haremos saber, y serán ellos los responsables de eso”.

Y fiel al manual de victimización del cual hacen gala los funcionarios oficiales, finalizó deslizando la idea de que detrás de la denuncia opera una suerte de operación política: “La idea de la vinculación de esto con la política y con un plan sistemático para reprimir, que es la idea que están sosteniendo atando pequeños cabos, es utilización política. No digo que lo arman pero sí que lo utilizan y me parece que en todo caso es un policía que hizo mal su trabajo y tendrá las sanciones que le corresponde por ley. Pero eso no significa que está el Gobierno atrás”.

Semana del Orgullo BA: la demagogia de Cambiemos

1.11.2018

Por Mariana Abril

Del 27 de octubre al 3 de noviembre es “La Semana del Orgullo BA”. Qué hay detrás de la iniciativa del gobierno.

 

“La Semana del Orgullo BA” es una semana “a fin de promocionar derechos a través de distintas expresiones culturales, deportivas, artísticas y educativas”, según la página oficial del Gobierno de la Ciudad. En el armado de toda la jornada, seguramente hay buenas intenciones de personas que desarrollan su arte u otras actividades de promoción, y encuentran un espacio en este evento.

 

¿De qué se enorgullece Cambiemos estos días?

 

Detrás de toda la demagogia, hay una degradación profunda a nuestros derechos y nuestra vida.

El pasado miércoles se votó la primera sanción al Presupuesto 2019, mientras miles de manifestaban afuera del congreso y eran brutalmente reprimidos por la policía. Esta ley es la primera sentencia de hambre, bajada desde el FMI, para los trabajadores y el pueblo pobre.

Para la diversidad sexual implica una reducción significativa de dinero destinado a salud, poniendo en riesgo la vida de personas que viven con VIH, la merma en la partida asignada a las Técnicas de Reproducción Humana Asistida (TRHA), y un recorte en la aplicación de la Ley de Identidad de Género en el ámbito de la salud en su artículo 11º. Ya hay asegurado un futuro de precarizaciónb laboral, y las personas trans se llevan de las peores partes. Un relevamiento de MAL dice que las personas trans apenas el 9 % tiene un empleo formal. El resto, un 15 %, tiene trabajo, pero informal y precario. No existen índices certeros porque no hay estudios ni inversión en la salud, educación y vivienda.

El domingo Macri salió a felicitar a Bolsonaro por su triunfo en el Ballotage, esperando buenas relaciones comerciales entre los países ¿Será que se quedó corto de inspiración? Bolsonaro dijo que si tuviera un hijo gay, lo mataría. Y todo el odio homolesbotransfóbico que profesa ya fue motor de travesticidios y ataques a otras disidencias.

Este martes Nicolás Dujovne, ministro de hacienda, declaró que el presupuesto “es un esfuerzo fiscal muy grande, en el cual la sociedad argentina hace un esfuerzo”. La ministra de Salud y Desarrollo Social, Carolina Stanley, por su parte se atajó con que la inversión social tiene un “lugar central” en el presupuesto. Puras mentiras si estamos viendo que de conjunto el presupuesto implica un recorte del 30% en salud y educación. Y mientras tanto, este armado presupuestario prioriza el pago de los intereses de deuda a los especuladores.

Los únicos beneficiados son los empresarios, que hacen demagogia con nuestros derechos, pero hasta el final es todo estrategia marketinera. En los hechos la ley de cupo laboral trans se cajonea tanto por el gobierno nacional y los gobernadores provinciales, y el tema de “lo inclusivo” es sólo corrección política.

 

De qué nos enorgullecemos nosotros

 

Somos parte de la juventud, mujeres y trabajadoras que este 14 de noviembre vamos a salir a las calles. Contra el Presupuesto que degrada nuestra vida y nuestros derechos como personas LGTB. Celebramos todos los derechos adquiridos pero sabemos bien que la igualdad ante la ley, no es la igualdad ante la vida. Hoy, con los ataques de Bolsonaro y sus seguidores y con lo que nos toca acá con el avance de este Presupuesto de miseria, no podemos tomar una postura tibia.

Brasil es un claro ejemplo de que si a la derecha no se la enfrenta en las calles, avanza y amedrenta contra nuestros derechos. Tenemos que confiar en nuestras propias fuerzas, no en armados a 2019 de la “oposición” K y del PJ, hasta del más rancio, que intentan contener la bronca que hay de la mano de la Iglesia católica, enemiga histórica de las mujeres y las personas LGTB. Por eso exigimos la separación de la Iglesia del Estado. No hay conciliación posible con esos sectores, el momento de dar la pelea es ahora.

Pueblo originario en la ciudad: la excavación arqueológica más antigua

1.11.2018

Por Nicolás Romero

A unos trescientos metros del cauce viejo del Riachuelo se encuentra el sitio de excavación arqueológica más antiguo dentro de la ciudad de Buenos Aires. Restos de un asentamiento indígena del siglo XII-XIII, es decir, rastros de una aldea prehispánica y señal de que la vida no empezó en la ciudad con los españoles. “Lo que muestra esto es que no somos hijos de los barcos, acá había gente mucho antes, con su cerámica, con su cultura. Pueblo originario en la ciudad”, dijo Ulises Camino, director de excavación del sitio bautizado La Noria, investigador del Centro de Arqueología Urbana (CAU) y docente de la Unsam.

 

El sitio arqueológico, que tiene una forma esférica de unos 80 metros de diámetro, está atravesado por un paredón que lo divide en dos. Una parte queda dentro del Parque de la Ribera, a unos trescientos metros del cauce viejo del Riachuelo, y la otra, dentro del área del Autódromo.

Antes de la rectificación del río, el arqueólogo y paleontólogo Carlos Rusconi había hallado algunos fragmentos de lo que podía ser un asentamiento prehispánico. Pero nunca más se excavó. En 2012, Camino retomó el tema para su tesis doctoral, y en 2014 comenzaron de forma sistemática las excavaciones, más de 35 a la fecha.

“Es un sitio prehispánico único en la Capital Federal, y probablemente no se descubran más en la ciudad. Se calcula que data de unos 250 años antes de la llegada de los españoles y de la colonización efectiva de 1586. Y está a unos trescientos metros del relicto del Riachuelo porque la gente o ocupaba lugares donde se inundaba y el Autódromo está en una zona más alta”, contó el arqueólogo, que puso cierto reparo a la hora de nombrar como querandíes a los pobladores.

“Nosotros usamos el término cazadores recolectores pampeanos ceramolíticos. Los cazadores recolectores no solían tener cerámica hasta que aparece la agricultura, es decir hasta que se sedentarizan. En La Pampa, antes de ser sedentarios tenían cerámicas y eso les posibilitaba el hervido, conservar más tiempo el alimento y alimentarse de mejor forma”.

De acuerdo al experto, que tuvieran cerámicas indica que no tenían un grado alto de movilidad, porque al trasladarlas se corre el riesgo de fracturarlas. Los rastros también señalan que era un grupo que cazaba venado de La Pampa. “No hay peces. Vivía de cazar venados, y su actividad estaba más ligada al interior pampeano que al estuario, a diferencia, por ejemplo, de otro grupo de recolectores localizados a la altura de Talar de Pacheco, que estaba vinculado a la pesca. Si bien jamás pescaron, a través del río tenían comercio y obtenían materias primas, como la carneolita, roca roja que viene de lo que hoy es Uruguay, y con las que hacían artefactos”, explicó Camino.

Además de las vasijas, en el sitio se encontraron puntas de flecha, cuentas de collares, fragmentos de mortero, entre otros cientos de elementos que se analizan en el CAU.

En cuanto al proyecto de ley presentado por el Colectivo Ribereño para que se considere el área como patrimonio cultural, sostuvo que es necesario, pero remarcó que debe contemplar “un Centro de Interpretación Arqueológico. Sin un centro interpretativo el lugar no dice nada. Si no se ponen réplicas de objetos y se explica qué es cada cosa, si no se deja un sector de excavación descubierto y sus correspondientes explicaciones, no va a decir nada”, afirmó el arqueólogo, para quien, sin ese centro la transferencia de conocimientos a la comunidad se pierde.

 

El Riachuelo desconocido | Cómo es el tramo que nunca fue rectificado y se conserva en su forma original

 

Sobrevivió a la rectificación de 1930, tiene casi un kilómetro y está en la zona sur de la ciudad. Contiene huellas de los primeros asentamientos prehispánicos. Pero está amenazado por la posible instalación de un horno para quemar basura. Proponen crear allí una reserva ambiental e histórica.

En la zona sur de Buenos Aires, en el cruce de la avenida General Paz y la 27 de Febrero, dentro del Parque Ribera Sur, el predio gestionado por la obra social de los Trabajadores de la Ciudad (Obsba) se conserva, por puro empeño de la naturaleza, casi un kilómetro del cauce original del Riachuelo, un curso de agua con sus meandros que sobrevivió a la rectificación que sufrió el río en la década del 30 del siglo pasado. El área emplazada en el barrio Villa Riachuelo, sobre la que corre ese fragmento de memoria hídrica, contiene, además, sitios de excavaciones arqueológicas con huellas de los primeros asentamientos prehispánicos, en los que trabajan el Centro de Arqueología Urbana de la UBA, la Universidad del Museo Social y de la Universidad del País Vasco. Para preservar el Cauce Viejo como espacio de interés ambiental e histórico, el Colectivo Ribereño junto con los legisladores Victoria Montenegro y Javier Andrade, presentó un proyecto de ley para incorporarlo como Patrimonio Cultural de la ciudad y establecer una Mesa de Gestión Asociada del espacio, sobre la que además pende la posible instalación de una planta para quemar basura.

Los ochocientos metros del cauce viejo que sobrevivieron a los rellenos y excavaciones que hizo el Ministerio de Obras Públicas de la Nación (1922/1945) para rectificar el curso del río y reducir las inundaciones por la escasa pendiente que presenta el terreno, dejándolo con la actual fisonomía, se encuentran en el fondo del predio que administra Obsba. Un espacio recreativo con zonas de parrillas, pileta, canchas de tenis y fútbol.

El cauce, que ingresa entubado desde la provincia de Buenos Aires, mantiene un entorno natural, con arboledas y una amplia vegetación que acompañan el recorrido lento del caudal de agua de lo que alguna vez fue un río y ahora es casi un arroyo. Quien se adentre en el parque, que se halla abierto al público para afiliados y no afiliados, podrá ver durante el recorrido el monumento al Almirante Brown (inaugurado en 1965), dos grandes anclas que “amarran” una estructura de piedra semicircular del que se eleva un palo mayor de embarcación, también un reloj de sol y el sitio de excavaciones arqueológicas del siglo XIII, bautizado La Noria, cercano al paredón del Autódromo Manuel Gálvez.

El humedal por donde serpentea el cauce del río, en cuyas orillas la maleza se torna espesa, alberga vegetación típica rioplatense: mucha tala –árbol emblemático de la Ciudad–, caña criolla, espinillos, juncos, y una gran variedad de pájaros. Sin embargo, la flora verde y salvaje que crece a los costados del cauce de agua está, en algunos tramos, podada como si fuera un jardín. Y el hilo de agua, por momentos empantanado por bolsas de nylon y botellas de plástico.

Carlos Gradin, del Colectivo Ribereño, contó que “el lugar está cuidado pero lo trata como si fuera un jardín, y lo que hace falta es un plan de manejo del área para que se desarrolle como espacio natural y se pueda recomponer la vegetación”. Y agregó que “en el agua aparece bastante basura que el curso arrastra al bajar de la provincia. Por eso propusimos medidas para preservar y mejorar el lugar”. “Definirlo como espacio protegido va a permitir difundirlo y señalar que existe el lugar que nadie reconoce como histórico”, agrega, y para ejemplificar señala que “el monumento a Brown no aparece mencionado en casi ninguna parte”.

El proyecto, de este colectivo de caminantes urbanos que se encargan de visibilizar las zonas ribereñas con recorridas y charlas para integrar el río a la ciudad, propone que se declare “al Cauce Viejo del Riachuelo y su entorno, sito en el Parque de la Ribera Sur, Villa Riachuelo, en el polígono conformado por Escalada, Roca, Lisandro de la Torre, la General Paz y la avenida 27 de Febrero”, como parte del patrimonio cultural porteño, en el marco de la Ley N° 1227.

“El Cauce Viejo es uno de los pocos lugares de la ciudad que sobrevivieron casi sin modificaciones y a pocos metros tiene el sitio de investigación arqueológica más antiguo de la ciudad”, explicó Gradin, y señaló que sin embargo “el lugar no está presente como algo relacionado con la historia de la ciudad. Este proyecto de ley es también un disparador para repensar la ciudad y cómo se transformó”. “Los terrenos de la Ribera Sur formaban parte del proyecto del segundo gobierno de Perón para construir un gran Parque Urbanizado, el parque Almirante Brown, que iba a recuperar la zona conocida como los Bañados de Flores para integrar la ciudad con el Riachuelo y del cual el Autódromo formaba parte”, recordó el explorador urbano, que aclaró que las sucesivas administraciones fueron parcelando los terrenos y deshaciendo el plan original.

El proyecto de cinco artículos presentado en la Legislatura también prevé que se declaren como patrimonio cultural los bienes hallados en los sitios arqueológicos, su registro y la creación de la Unidad Técnica de Coordinación Integral de Catálogos, Registros e Inventarios, que tendrá a su cargo conformar una documentación integrada de la información contenida en registros, catálogos, inventarios u otras fuentes documentales referidas al Patrimonio Cultural. Además, establece una Mesa de Gestión Asociada para el Cauce Viejo del Riachuelo, “como instancia de participación abierta y pública ad honorem para la planificación, gestión y monitoreo de las acciones de preservación y salvaguarda de los bienes patrimoniales”. La Mesa de Gestión estará integrada por un representante del Ministerio de Ambiente y Espacio Público, uno del Ministerio de Cultura, uno de la Comisión de Protección y Uso del Espacio Público de la Legislatura, uno de la Comisión Especial de Patrimonio Arquitectónico y Paisajístico de la Legislatura y por los integrantes de la Junta Comunal de la Comuna 8 (Villa Riachuelo), así como personas, grupos, organizaciones y sindicatos que se consideren necesarias.

Por otra parte, Gradin advirtió que sobre la zona pesa el fantasma de la instalación de una planta de termovalorización de basura, porque cuando este año se aprobó la modificación a la ley de Basura Cero para permitir la quema de desechos, Villa Riachuelo aparecía como uno de los lugares posibles para el emplazamiento de una de las plantas de tratamiento. Y si bien, por ahora, la ley está trabada en la justicia por un amparo de las organizaciones ambientalistas, es una medida que los vecinos del barrio rechazan.

El integrante del colectivo de activistas ribereños contó que va a seguir explorando el lugar y que “la idea es convocar a gente que quiera trabajar con el cauce viejo para crear un espacio que quede como sitio histórico. Ya vinieron observadores de aves (ver aparte) y queremos que un biólogo releve todas las especies nativas”.

Guillermo Spajic, integrante del Club de Observadores de Aves de Palermo (COA Carancho), fue uno de los avistadores de aves que, munido de binoculares y cámara de fotos, participó como invitado del Colectivo en el recorrido por Cauce Viejo. “Fuimos a reconocer el lugar y ver qué encontrábamos. Fue bastante interesante, vimos varias especies, muchas rapaces, que no son tan comunes en el resto de la ciudad. El taguató, o gavilán pollero, que de las rapaces es la menos común, caranchos, chimangos y muchos pajaritos”, pero remarcó que “es una zona que si se restaurara un poco y se hiciera un pequeño trabajo de flora nativa, sacando vegetación exótica, sería mucho mejor porque se diversificarían las especies”, explicó el conservacionista, que visitó también otras reservas urbanas para visibilizar problemas.

 

Guillermo Gómez | El río y su historia

 

“Mi bisabuelo nació acá en 1850, el papá de mis bisabuela era querandí”, contó Guillermo Gómez, descendiente de una de las familias más antiguas de Villa Riachuelo, el barrio donde nació, creció y sigue viviendo. A sus 69 años, este integrante del Colectivo Ribereño es quien pone en las caminatas exploradoras por el Cauce Viejo sus recuerdos de infancia y memorias familiares enlazadas con ese territorio alguna vez inhóspito, y quien ata esas imágenes arrancadas al pasado para darles un sentido histórico, porque “todo tiene que ver con todo”, dirá, pero eso será después, avanzada la charla.

Su familia fue una de las primeras en poblar la zona hacia la mitad del siglo XIX. Llegaron a tener chacras, y en los campos de su bisabuelo, según contó que se contaba en la familia, “se instaló el Ejército Grande de Urquiza antes de la batalla de Caseros”, donde derrotó a las tropas de la Confederación de Juan Manuel de Rosas. “Tenían tanta plata que la guardaban en los tarros de leche que enterraron en corrales, pero cuando llegó el ejército era tanta la caballada que les borraron todos los hitos que habían puesto como marcas”, relató que contaba la familia sobre ese dinero que nunca se encontró.

“El papá de mi bisabuelo fue lancero y estuvo en el cruce de los Andes, pero como eran rosistas le sacaron todo”, explicó y como quien va tirando hilos de la urdimbre nacional señaló que “mi bisabuela, Dominga Villarruel, era querandí”. Sabe que puede cifrar en una familia la historia del país.

“Lo que quedó del Riachuelo después de que se rectificó era el lugar donde veníamos a jugar y cazar pajaritos”, recordó y explicó que “el lugar cambió pero se mantiene”.

“El cauce es mucho más angosto, pero conserva los meandros naturales, y lo mismo pasa con la flora y la fauna. Salvo los ciervitos de pantano que podían verse, se conserva la vegetación típica rioplatense. Mucha tala, camambú, alfalfares, cañas criollas”.

Muy cerca del Cauce Viejo trabajó como encargado del antiguo Puente de la Noria –que divide el río en Matanza y Riachuelo– su bisabuelo Hércules Pontiroli, trabajo que continuó el padre de Gómez hasta finales de la década del 40. “Ellos encontraron restos de querandíes en la zona. Cuando esto no existía como parque sino que eran pajonales, una zona agreste, que se parquizó en la época de Illia y que después Cacciatore (el intendente de la dictadura) transformó en el Parque Ribera Sur”.

“Si bien ha cambiado queda el relicto de lo que fue el Riachuelo y tenemos que conservarlo, sacarle la basura y limpiarlo porque el río tiene vida, ha habido tortugas y mojarras”, explicó el activista que no llegó a bañarse en ese parte del cauce, pero que conserva fotos de su madre, su padre y tíos bañándose en ese río, que hoy es otro y el mismo.

“Para mayo el Riachuelo empezaba a crecer, y tenías crecidas que eran naturales para esa época, y cuando crecía, la pucha. Las últimas grandes crecidas fueron en el 65, en el 67, que llegó hasta la avenida Roca y la gente tenía que refugiarse en los altos de Lugano, y en el ‘85, otra tremenda donde sacábamos a la gente en bote del barrio Almirante Brown. Porque el Riachuelo como río de llanura tiene una corriente laminar muy suave, pero cuando se pone loco, agarrate”.

“Esta zona era semirrural hasta el ‘60, acá había vacas y caballos, y prácticamente tomabas la leche al pie de la vaca. Se veía pasar la majada de ovejas que iban al matadero, no las llevaban en camión. O las tropillas de caballos”. De ese mundo desaparecido, Guillermo guarda memoria y recuerdos familiares que desgrana durante las caminatas con el Colectivo, al mismo tiempo que se encarga de recuperar la historia del barrio a través de la Junta Promotora Histórica de Villa Riachuelo.

Durante una de las caminatas por el cauce viejo con el Colectivo, cuando llegaron a un lugar al que denominan el mirador, el cruce entre el Riachuelo rectificado y el natural, decidieron que le tenían que poner un nombre al lugar. “Nos juntamos y votamos ponerle Paso de los Querandíes (ver aparte). Y después las chicas hicieron unas baldosas cerámicas con la flora y el nombre y se pegaron sobre la pared que oficia de contención del cruce”. “Tenés que poner hitos porque si no se va olvidando, si no hay un nexo entre nuestra historia y la comunidad, si la realidad no la mostrás, todo pasa a ser una anécdota con el tiempo”, advirtió con el ánimo docente y verborrágico que lo impulsa.

“Un día estaba caminando en el parque de la Ribera y me crucé con muchos estudiantes frente al monumento a (almirante) Brown, y les pregunté si sabían qué era esa parte del río, y no tenían idea. Ni el maestro sabía. Les fui contando y los pibes demostraban mucho interés y preguntaban todo”, recordó al mismo tiempo que sostuvo que “la tierra te fusiona y los olvidos no son buenos. Hay que hacer que la historia no se pierda y se cuente como debe ser. Ya que tenemos este pedazo de río natural hay que salvarlo, porque el día que esté seco le tiran tierras encima. Y el Riachuelo es un río que se niega a morir”.

Una visita teatral por Barracas

1.11.2018

Por Inés Hayes

Todos los domingos a las 16 horas, en la esquina porteña de Iriarte y Vieytes, el grupo de teatro comunitario Circuito Cultural Barracas nos lleva a pasear por este barrio al Sur del Sur. Barracas al fondo propone una visita guiada por las calles barraquenses para recuperar la historia y la identidad de este pujante barrio porteño que resiste las políticas neoliberales a fuerza de organización colectiva.

 

“Y cayó la fría nieve sobre nuestros hijos; querían volar, pobres nuestros hijos”, cantan las mujeres envueltas en frazadas en una esquina del barrio porteño de Barracas, al Sur del Sur. Representan a las Madres contra el Paco, mujeres que se autoconvocaron para luchar contra los estragos sociales del narcotráfico en los barrios populares. Es una escena de Barracas al fondo, la obra de teatro del Circuito Cultural Barracas que se da los domingos a las 16 en las calles de este barrio porteño, olvidado por las políticas públicas.

Guiados y guiadas por una mujer, el público recorre las calles barraquenses junto a la República Argentina, que es llevada en un carro de cartonero y es Cacho, el propio cartonero, el que va contando la historia del barrio atravesada por los recuerdos de la época dorada de Barracas, cuando resplandecía con sus fábricas y el pleno empleo, para llegar a la actualidad en donde aumentan los asentamientos, la pobreza y falta el trabajo.

Pero Barracas al fondo también habla del poder de la organización comunitaria, de recuperar las calles y los espacios públicos, de la fuerza que dan las redes generacionales y la comunicación entre los vecinos y las vecinas. La obra termina en la plaza Jorge con una canción cantada por todas las voces: las de los niños y niñas y las de los adultos y adultas que invitan a organizarse contra la desesperanza y el aislamiento que quiere imponer este sistema.

 

El Circuito

 

El Circuito Cultural Barracas es un proyecto de arte comunitario, un ámbito de trabajo colectivo para imaginar y producir ideas, valores y prácticas que sean puentes entre las diferentes realidades, generaciones y espacios geográficos de nuestra comunidad. “Somos parte del barrio de Barracas y construimos junto a nuestros vecinos desde el año 1996. El nombre Circuito busca que el proyecto circule y atraviese los distintos grupos socioeconómicos y culturales del barrio”, explican sus coordinadores.

Quienes conformaron el Circuito entienden que la creatividad es una esencia humana y no un don de elegidos: “Para nosotros el arte es un derecho de todas las personas y lo ponemos en acción con nuestro proyecto. Hacemos memoria, construimos identidad, ficcionamos, ponemos en escena la otra palabra del habitante de nuestro barrio, nos convertimos en protagonistas y compartimos la posibilidad de imaginarnos y transformarnos colectivamente. Esta es nuestra construcción política comunitaria”.

 

Ser parte

 

Todos los viernes de 20:30 a 23 horas, el Circuito tiene un espacio de integración teatral para jóvenes y adultos: “Abordamos desde el juego colectivo distintas técnicas para poder actuar y cantar. A partir de los encuentros llegamos a conceptos que fundamentan la práctica del teatro comunitario”, explican.

También hay teatro para niños y niñas a partir de los 8 años. Es los viernes de 18 a 19:30, en donde se promueve el desarrollo de la creatividad y la imaginación en acción. A partir de propuestas grupales se trabaja la disponibilidad corporal, los juegos teatrales, la improvisación y un acercamiento no formal a la música.

El Circuito tiene también un espacio de percusión los miércoles de 20 a 22:30 en el que se busca construir formas de expresión a partir de la música y el movimiento. Se trabaja con diferentes ritmos y sonoridades: timbales, cajón, conga, zurdo, bombo con platillo, redoblante, se ponen al servicios del ensamble colectivo.

Y el Circuito en banda invita a sumarse a personas de entre 8 y 90 años a ser parte de la banda musical comunitaria, cuyo repertorio abarca una amplia  variedad de ritmos y estilos, con creaciones propias que a través de la reflexión y el humor proponen abordar la música como una herramienta de integración intergeneracional.

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