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El 70% de los porteños desconfía de los medios de comunicación

2.6.2019

Por Demián Verduga

Es uno de los datos que arrojó una encuesta realizada por docentes y estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Además, el rechazo a Macri en su bastión.

El debate sobre el poder de influencia de los medios de comunicación en las creencias y preferencias políticas de la sociedad recorre el mundo entero. A pocas semanas de que comience la campaña electoral para la próxima elección y tomando en cuenta la «campaña sucia»  que ya está en danza, en algunos casos usando incluso escuchas telefónicas, la discusión se reaviva.

Los medios pueden apelar al sensacionalismo, al impacto, pueden armar informes donde lo que prima es el intento de verosimilitud y no la verdad. El tema es que para que todo eso tenga efecto hace falta una materia prima: que la sociedad confíe en lo que dicen.

El Grupo de Investigación @Agendas, conformado por estudiantes, graduados y docentes de la Facultad de Ciencias Sociales  de la UBA, realiza desde 2013 un estudio de campo sobre la relación entre la prensa, las audiencias, y las preferencias políticas. La encuesta está centrada en un distrito en el que el consumo de medios es muy intenso, la ciudad de Buenos Aires. Su último sondeo, al que accedió Tiempo, contó con casi 900 casos presenciales y fue realizado durante el mes de mayo.

El dato más importante: la credibilidad. La pregunta concreta fue sobre el nivel de confianza, si es alto o bajo. Un 70% de los consultados contestó que tiene un bajo nivel de confianza en los medios de comunicación. La conclusión más inmediata sería que, por ende, su capacidad de influir  también se devaluó.

«En el conjunto de los porteños los medios no ejercen tanta influencia como se cree», le dijo a este diario Daniel Cabrera, politólogo, docente de la UBA, de Flacso, y coordinador del grupo de investigación. «Lo que estamos viendo es que la prensa tiene mucho poder, pero no tanto como el que le adjudican los dirigentes políticos y  otros sectores dirigenciales», remarcó, y agregó: «Nuestra propia investigación muestra que muchas veces lo que los diarios, la radio y la tele consideran un problema principal, no coincide con lo que la sociedad percibe como su principal preocupación. Es algo que se ha visto mucho los últimos meses, en los que los grandes medios han machacado con denuncias de corrupción sobre el gobierno anterior y para la sociedad su principal preocupación es la economía doméstica».

Otro ejemplo muy palpable que el politólogo puso sobre el tapete son las preferencias  electorales. «Los medios más importantes son contrarios al kirchnerismo y favorables a Macri. La intención de voto en el electorado no va en el sentido de esas líneas editoriales. Sí lo fue en 2015 y 2017, pero ahora no».

El académico contó también por qué casi siete de cada diez porteños no confía en la prensa. «La respuesta que nos dieron los encuestados es que los medios quieren manipular a la opinión pública. El nivel de desconfianza es muy alto y sigue creciendo».

 

Caída de Macri

 

El alto nivel de desaprobación que tiene la gestión del presidente Mauricio Macri no es novedad. El gobierno nacional tuvo un momento de clivaje particularmente singular. Su cénit y el inicio de su caída se encuentran casi en el mismo punto. Todo ocurrió en el último trimestre de 2017. En octubre, con un resultado nacional que rondó el 42%, Macri terminaba de conquistar el poder que no había logrado en 2015 porque había perdido la primera vuelta. Sesenta días después, en diciembre, con la aprobación de la reforma jubilatoria, comenzaba su sendero descendente en el respaldo social, con altas y bajas, pero con una tendencia constante cuesta abajo.

Lo que no suele difundirse tanto es lo que pasa en la patria chica de Macri, la ciudad de Buenos Aires, el distrito con un PBI per cápita comparable con los europeos que le sirvió de vidriera para la presidencia.

El dato central de la encuesta realizada por @Agendas es el rechazo a la gestión de Macri entre los porteños. El 63% tiene opiniones negativas y sólo el 19% positivas. Las cifras son coincidentes con las de otras encuestas de alcance nacional, es decir, los capitalinos no perciben de modo diferente la acción de gobierno de su ex alcalde.

«Parcialmente nos sorprendió ese resultado», dijo Cabrera. «Es el lugar donde nació su partido político. Según nuestras encuestas, hace un año que los porteños vienen mayormente prefiriendo no volver a votarlo. La elección de 2017 había sido muy buena y luego cambió el clima. Lo que sucede a nivel nacional se refleja en la Ciudad».

Al ser consultado por los motivos de la caída, Cabrera destacó la «permanente inestabilidad del  dólar, las devaluaciones y sus efectos inflacionarios».

Respecto de la fidelidad del votante capitalino, el académico sostuvo que «el elector porteño cambia fácilmente de humor. Es cierto que el PRO gobierna desde hace casi 12 años, pero si levantamos un poco la mirada y analizamos las últimas tres décadas, en la Ciudad ha ganado el radicalismo, luego Menem, el Frepaso, y hasta la Ucedé. Es un voto más pragmático y cambiante que el de otras provincias».

Respecto del impacto que el rechazo al ejecutivo nacional tiene sobre su aliado Horacio Rodríguez Larreta, Cabrera remarcó: «La gente discrimina entre ambas gestiones. Y la diferencia central es que no responsabilizan a Rodríguez Larreta por la situación económica». 

Archivan causa penal contra trabajadores de prensa

2.6.2019

El jueves pasado el fiscal Walter López archivó la causa penal iniciada por la Policía de la Ciudad contra trabajadores de MadyGraf y contra reporteros que cubrían esa protesta.

El pasado 20 de febrero trabajadores de MadyGraf (una fábrica recuperada), fueron reprimidos cuando repartían gratuitamente cuadernos en el centro porteño, muy cerca del Palacio del Congreso. Esa actividad de los trabajadores gráficos de zona norte, era parte de la campaña que realizaban para reclamar contra una resolución del Ministerio de Educación de la nación que los dejaba afuera, de manera completamente irregular, de una licitación. Denunciaba las irregularidades en la licitación de materiales escolares.

Aquel día fueron brutalmente reprimidos por parte de la Policía de la Ciudad, por el solo hecho de repartir cuadernos. Los trabajadores de prensa, en particular los reporteros gráficos, que quisieron registrar el accionar represivo ordenado por el jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, fueron golpeados. La Policía trató de impedir que sus cámaras registraran la represión.

Tras los golpes, balas de gomas y gases lacrimógenos que disparó la Policía contra los manifestantes y trabajadores de prensa, hubo detenidos: dos trabajadores de la cooperativa y fotógrafos que se encontraban registrando los hechos, Bernardino Ávila de Página/12 y Juan Pablo Barrientos de Revista Cítrica.

Fueron liberados varias horas después de su detención. Les armaron causas. Los imputaron por "delitos contra la autoridad y lesiones en perjuicio de personal policial asignados en el operativo".

Tan falsas fueron las imputaciones contra los detenidos, que este jueves el fiscal Walter López decidió cerrar la causa penal contra los cuatro detenidos. En el fallo se destacó, entre otras cosas, que se tuvo en cuenta que la protesta de los trabajadores de MadyGraf se daba en el marco de las dificultades económicas para seguir desarrollando su actividad y por lo tanto peligraba la fuente laboral. Que esta manifestación fue bloqueada inmediatamente por la fuerza policial, y que los reporteros gráficos solo pretendían realizar su trabajo y cubrir el reclamo.

También se destaca en el fallo, que fueron los uniformados los que impidieron que los trabajadores de prensa pudieran cumplir con sus tareas y que no cabía duda que el accionar de la Policía estuvo dirigido a censurar y/o evitar que salga a la luz el registro que realizaban los reporteros gráficos. Por eso se dispuso investigar el accionar policial.

La falta de vacantes en jardines porteños aumentó un 50% con el PRO

30.5.2019

Desde 2006 la cifra no para de crecer y ya son 9000 los casos de niños y niñas sin acceso a la educación infantil

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) reveló que 9.120 niños y niñas del nivel inicial porteño se quedaron sin vacante en 2019, a partir de cifras confirmadas por el Ministerio de Educación de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA); lo que demuestra que el gobierno porteño deja de lado el acuerdo establecido en 2011 para la realización de jardines infantiles en la Capital Federal.

En 2006, la ACIJ había demandado judicialmente al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) para que garantice el derecho a la educación en el nivel inicial a partir de los 45 días. Tras el reconocimiento por incumplimiento de la Constitución local, el GCBA se comprometía en 2011 a resolver la problemática de las vacantes a través de la ejecución de un plan de obras; como así también a presentar un informe bimestral sobre las obras realizadas y la evolución de la lista de espera.

Sin embargo, pese al acuerdo establecido, el informe que realizó la ACIJ da cuenta de que, desde el inicio de la demanda legal en 2006, el número de vacantes insatisfechas en los jardines de infantes porteños, aumentó en un 50,81%, lo que representa más de 9.000 niños y niñas excluidos del sistema educativo inicial.

Para la ACIJ, la problemática de la falta de vacantes en los jardines de infantes porteños “no sólo no está resuelto, sino que se observa un aumento sostenido” en la lista de espera de las solicitudes insatisfechas; a pesar de que la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires establece la obligación local de garantizar y financiar la educación pública, estatal, laica y gratuita en todos los niveles y modalidades, a partir del mes y medio de vida al nivel superior.

La ACIJ considera que la falta de vacantes en el nivel inicial surge de una asignación presupuestaria insuficiente, ya que en 2019 se produjo una reducción del 30% respecto el 2018, habiéndose planificado la construcción de cuatro jardines en CABA y sólo ejecutado de forma parcial el presupuesto de dos obras.

* Articulo realizado por Andrea Reyes en el marco de las prácticas de estudiantes de la Universidad Nacional de Avellaneda en Tiempo Argentino.

Paseo del Bajo: denuncian que Iecsa y Calcaterra fueron beneficiados en la licitación

30.5.2019

Por Celeste Vázquez

El cuestionamiento fue presentado por la Auditoría General de la Ciudad de Buenos Aires. La maniobra consistió en modificar los pliegos de la licitación. Casi $ 4.500 terminaron en los bolsillos del primo del presidente Macri.

El lunes pasado el presidente Maricio Macri inauguró la obra más cara de la última década en nuestro país: el Paseo del Bajo. Apenas unos días después, trascendió que la Auditoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires presentó una denuncia en la que dan cuenta de una seria de irregularidades mediante las cuales el presidente benefició a Iecsa, una de las empresas que formó parte del clan Macri hasta el 2017 y perteneció a su primo Ángelo Calcaterra, en la licitación de dicha obra.

La licitación de las obras del corredor vial, que tiene 7,1 kilómetros, fue realizada en el año 2016 y su costo original era de 6400 millones de pesos, de los cuales más de 4.000 millones fueron a parar a Iecsa y Calcaterra. Mientras, que la ejecución de las obras estaban a cargo de la empresa estatal AUSAy la Corporación Puerto Madero.

Sin embargo, según indica Cecilia Segura, presidenta de la Auditoría General de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, “hoy no sabemos cuánto costó o cuánto le está costando a los argentinos porque en el pliego se establece que la obra se va actualizar mensualmente por inflación. Es decir que a las empresas se le va a garantizar mensualmente el ajuste por inflación”.

 

¿Cómo es el mecanismo denunciado?

 

En diálogo con Ernesto Tenembaum en Radio con Vos, Segura explicó que “la licitación se realizó en tres tramos. A,B y C. El equipo de la Auditoria detectó una serie de irregularidades, entre ellas que se modificó lo que establecía el pliego (que es el que dice como deben ser las reglas con las que se hace la licitación), para beneficiar a Iecsa que en ese momento era propiedad de Calcaterra".

Dicho pliego establecía dos cosas. En primer lugar, que las empresas podían presentarse en los tres tramos, pero una vez que resultaban beneficiadas con la adjudicación de uno de los tramos, ya no podían competir por los otros dos. Y en segundo lugar, que los tramos se licitarían del más caro al más barato. De esta manera, el orden debía ser el siguiente: primero el C, con un presupuesto de 4.480 millones de pesos; segundo el B, de 2.350 millones; y tercero el A, por 1.870 millones.

Se supone que estos requisitos persiguen el objetivo de que el Estado termine pagando el valor más barato. Sin embargo, esto no es lo que sucedió ya que AUSAemitió la Circular Sin Consulta N 7 que alteraba ese orden.

“Abrieron primero la licitación del tramo más barato y se lo dieron a Isolux, una empresa española que se había presentado en todos los tramos con ofertas mas baratas” que el resto de las empresas incluida Iecsaseñaló Segura.

Mediante este mecanismo, esa empresa quedó afuera del resto de los tramos y entonces Iecsapudo quedarse así con la obra del tramo C, “el más jugoso”, como lo define Segura.

 

Calcaterra, Iecsa y el clan Macri

 

Ángelo Calcaterrafue el director de Iecsa desde el 2007 hasta el 2017, año en el cual la vendió a un amigo presidencial, Marcelo Mindlin, quien decidió rebautizarla con el nombre de Sacde.

SobreIecsapesan muchas denuncias judiciales por corrupción en la obra pública. Una de las más conocidas es que fue señalada como una de las empresas que formó parte del llamado “club de la obra pública” en la causa de las fotocopias de los cuadernos de Oscar Centeno. Según dicha causa, el club que arreglaba con los funcionarios kirchneristas las licitaciones funcionó a partir del año 2004. ¿Saben quiénes eran los propietarios de la empresa en ese año?Franco Macri, recientemente fallecido, y sus hijos, entre ellos Mauricio Macri.

Sin embargo, para el juez y el fiscal, Claudio Bonadíoy Carlos Stornelli, a cargo de llevar adelante esa causa ese detalle pareciera no tener ninguna importancia.

Originalmente, la causa había recaído en el despacho del juez Sebastián Casanello. Pero el juez Bonadío reclamó la competencia, argumentando que una denuncia sobre la misma licitación había sido presentada en su despacho.

"¿A dónde fue a parar el dinero de los argentinos en tantas décadas?. Decidimos poner fin a que los recursos de los argentinos terminen en manos de unos vivos que vuelan con bolsos por el aire", dijo Macri en alusión al ex funcionario José López quién por estos días comparte el banquillo de los acusados junto a Cristina Kirchner en el juicio por la llamada "Causa Vialidad".

La indignación de Macri no es más que un mentiroso discurso electoral que busca sumar algún que otro voto de cara a las próximas elecciones y en el marco del evidente decible de su gobierno y su figura en particular.

¿Cómo creerle a quien forma parte de uno de los grupos empresarios más poderosos del país que hizo su fortuna gracias a los grandes negociados con la obra pública?

Gleyzer, Argentinos Juniors y un pelotazo para la historia

27.5.2019

Por Coordinadora DDHH del Fútbol Argentino

En el museo del Estadio Diego Armando Maradona, a raíz de una iniciativa de la Comisión x la Memoria y la Justicia de La Paternal y Villa Mitre, la estampa de Raymundo Gleyzer luce impecable junto a las de los otros seis simpatizantes del Bicho que todavía están desaparecidos.

Lo tiene clarísimo: no se puede ser de La Paternal y no querer a Argentinos Juniors.

Lo tiene clarísimo: la cancha de la calle Gavilán es un lugar ideal para palpar qué sucede en el corazón de sus vecinos.

Y lo tiene clarísimo: ser un buen tío es también llevar al hijo de su hermana a ver de cerca a los cracks del fútbol argentino.

Domingo de tarde. Finales de la década del sesenta. Es River –o eso cree Aníbal, el sobrino de Raymundo Gleyzer- el que pisa el barrio. No logra salir campeón desde 1957. Ni la figura de Daniel Onega ni la picardía de Pinino Más son suficientes para quebrar el maleficio. Los hinchas llegan desde Núñez y desde todas partes sin intuir que deberán esperar hasta 1975 para festejar. Argentinos quiere ser el verdugo que amarga el sueño del poderoso. Roberto Puppo, un mediocampista talentoso, empuja la ilusión del barrio. Todos quieren ser como el tipo que le hizo un gol de tiro libre a Almagro para salvarlos del descenso en 1967.

Gleyzer nació el 25 de septiembre de 1941 y se hizo del Bicho de pibe porque era de La Paternal y porque la mayoría de los pibes de La Paternal se hacía del Bicho por inercia. En el tiempo en que decidió ir a estudiar cine a La Plata –sin saber que iba a estrenar en 1973 “Los traidores”; sin saber que, como parte de su militancia, iba a impulsar el grupo Cine de la Base-, fue testigo de la campaña que puso a Argentinos al borde de la gloria: por poco, por muy poco, se le escapó al equipo el campeonato de Primera División de 1960 en una época en la que sólo se coronaban los denominados clubes grandes.

“Andá a buscarla. Andá a buscarla y tráela”, le dice Raymundo a Aníbal una vez que la pelota pica una, dos y hasta tres veces contra los adoquines de la calle San Blas. El encuentro está empezado pero ellos todavía no logran entrar. Hay mucha gente porque es River el que está enfrente. Pispean, como pueden, lo que sucede en el campo de juego. Los huecos que se forman en la multitud que quiere ingresar sin pagar la entrada funcionan como mirillas. Hay murmullos y más murmullos. Los locales atacan. La visita se defiende. Hasta que alguno patea. Lejos y alto. La pelota se va detrás del arco que no tiene una tribuna que lo proteja. “Y ahí el tiempo se detiene. Y las voces se callan. Y Raymundo me manda a buscarla. Y yo, que soy un chico, la traigo a las corridas. Hasta que un par de grandotes me la sacan y la devuelven. Y el partido sigue como si nada”, relata Aníbal con el recuerdo intacto.

El 27 de mayo de 1976, en la puerta del Sindicato Cinematográfico Argentino (SICA), a Gleyzer lo secuestró un grupo de tareas de la última dictadura. A 33 años de ese espanto, se inauguró una plazoleta con su nombre. En La Paternal, por supuesto. Hace pocos días, algunos apóstoles de la impunidad rompieron una plaqueta que lo homenajeaba. “Nuestra memoria no se quiebra”, aseguran quienes detendrán las veces que haga falta la ofensiva del olvido. En el museo del Estadio Diego Armando Maradona, a raíz de una iniciativa de la Comisión x la Memoria y la Justicia de La Paternal y Villa Mitre, la estampa de Raymundo luce impecable junto a las de los otros seis simpatizantes del Bicho que todavía están desaparecidos.

“Eso de ver el partido a través de los tablones de madera, esa manera artesanal de ser hincha, tiene mucho que ver con cómo era Raymundo”, certifica Aníbal. Ni los años ni los represores ni los socios de los genocidas pudieron borrar su huella. Es en vano que lo intenten. No van a poder: en el cine o en la esquina de la cancha, en el susurro a un sobrino o en una película que hace historia, Gleyzer siempre avisa y seguirá avisando que a la vida, como a los pelotazos, no se los puede dejar escapar.

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