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Gracias a Larreta y Acuña, una escuela “empezó las clases” infestada de ratas

6.3.2019

Se trata del colegio Rosario Vera Peñaloza, ubicado en Almagro, donde asisten 900 alumnos de jardín y primaria y más de mil adultos a los cursos nocturnos.

"Infestado de ratas", así define la comunidad educativa de la escuela ubicada en Pringles 1165 el estado del establecimiento. Los padres denunciaron que la empresa concesionaria dejó las trampas en diciembre, y las vino a retirar recién el 20 de febrero.

"Estaba lleno de ratas muertas que quedaron así todo el verano", señalaron. Este mediodía realizarán un ruidazo y volanteada en la puerta de la escuela.

 

Tercerizaciones en las escuelas porteñas

 

En todas las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires, la limpieza y desinfección están tercerizadas.

La empresa MIG se encarga del mantenimiento, y a su vez contrata a otra empresa para las desratizaciones, las cuales fueron presupuestadas para que se realicen una cada primer viernes del mes.

También la cocina y el salón donde comen los alumnos están tercerizados a otra firma (Si-Al), que se encarga de la desratización en esa zona.

 

Las ratas en las aulas

 

En muchas escuelas porteñas se han encontrado ratas en varias oportunidades, pero este verano en el Peñaloza se agravó, cuando comenzaron tareas de remoción de tierra en el predio lindero del Automóvil Club Argentino (ACA), abandonado hace 18 años tras un derrumbe que causó dos muertes.

"El año pasado ganamos el proyecto para instalar ahí en ese predio una plaza para el barrio, pero por cuestiones de jurisdicciones y negocios se echó atrás. Después, ante la presión de los vecinos, el ACA empezó a construir de nuevo las oficinas que pararon en 2001. A raíz de eso se nos vinieron todas las ratas a la escuela. La solución hasta ahora es paliativa: dejo trampa, me llevo rata muerta. Es todo lo que se está haciendo", denunció Fabia García Panelli, presidenta de la cooperadora.

Las empresas que deben ocuparse de la desratización están usando una forma bastante "innovadora" para combatir la plaga, colocan cajas con pegamento, con chizitos en el medio. Parece un chiste, pero no lo es.

Según explicaron no pueden usar otros métodos más efectivos, por la presencia de los alumnos. Pero lo cierto es que recién estas últimas dos semanas comenzaron con la desratización y durante todo el verano la escuela se llenó de ratas.

El Estado lamentables en el que se encuentran las escuelas públicas porteñas es responsabilidad absoluta de el Estado de la Ciudad de Buenos Aires, en manos de Horacio Rodríguez Larreta, y su ministra de Salud, Soledad Acuña.

Desde la cooperadora afirmaron que "el comienzo del ciclo lectivo es inminente y no queremos que arranquen las clases en estas condiciones, incluso mueren ratas en el piso, no en las trampas, así que estimamos que están comiendo cebos por fuera de la escuela; hay caca y pis de ratas por todo el establecimiento, así que lo que ellas defecaron puede contener veneno o generar enfermedades. Lo que pedimos es que el Ministerio se haga cargo".

Crece la desigualdad en la Ciudad y aumenta la indigencia entre los menores de 15 años

1.3.2019

Por Viviana Mariño

Un informe de la UBA revela que entre 2015 y 2018 se duplicó la pobreza en el distrito más rico del país. Se acentuaron las diferencias por ingresos entre el norte y sur de la CABA.

Es el distrito más rico del país, el territorio que cimentó la carrera política de Mauricio Macri y el bastión electoral del PRO, la fuerza que lo administra desde hace once años. Sin embargo, la Ciudad de Buenos Aires también es una ventana clave para observar el progresivo aumento de la desigualdad registrado en los últimos tres años en la Argentina. En el período 2015-2018 –con Macri en la Presidencia y Horacio Rodríguez Larreta al frente del gobierno porteño– la pobreza extrema en la Capital Federal casi se duplicó y golpeó a los niños y adolescentes: más de 1 cada 10 menores de 15 años que habitan en la Ciudad son indigentes. Los datos forman parte de una minuciosa radiografía sobre la evolución de los indicadores económico-sociales en el distrito metropolitano elaborada por el Centro de Estudios de Ciudad (CEC) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) a la que Tiempo tuvo acceso exclusivo.

La investigación da cuenta de la evolución de la pobreza por ingresos en la Ciudad. En 2015, el 10 por ciento más rico de los habitantes porteños tenía un ingreso que multiplicaba en 17 veces el del 10 por ciento más pobre. Tres años después, en 2018, esa brecha se amplió a 25 veces.

El informe también confirma el sostenido contraste entre las zonas norte y sur de la Ciudad. El aumento de la indigencia entre 2015 y 2018 fue mayor en las comunas 4 (Nueva Pompeya, Parque Patricios, Barracas y La Boca), 8 (Villa Lugano, Villa Soldati y Villa Riachuelo) y 9 (Liniers, Mataderos y Parque Avellaneda). Como contracara, el ingreso creció más en la zona de mayor nivel de recursos delimitada por las comunas 2 (Recoleta), 13 (Núñez, Belgrano y Colegiales) y 14 (Palermo).

El trabajo “Pobreza extrema y desigualdad en la Ciudad de Buenos Aires (2015-2018)” toma como base estadística la Encuesta Trimestral de Ocupación e Ingresos (ETOI) de la Dirección General de Estadística y Censos del gobierno de la Ciudad y realiza aportes en la extensión del período de análisis, el abordaje de las dimensiones adicionales de la pobreza absoluta, la indigencia por zona y edad y los indicadores de pobreza relativa.

Para indagar en la desigualdad entre los diferentes estratos sociales, el estudio utiliza la evolución del coeficiente de Gini, la herramienta que permite estimar la distribución de recursos económicos en una sociedad. Esa variable también se cruza con el indicador del Ingreso por Adulto Equivalente (IPAE) que estima los ingresos de un grupo familiar de una forma más completa y heterogénea que el Ingreso per cápita por Hogar que utiliza el Indec  y, en cambio, cuantifica las diferencias por edad y género. “El objetivo era realizar un balance entre 2015 y 2018, pero haciendo foco en los indicadores que señalan qué tan lejos están los sectores más postergados de salir de esa situación. Ya no alcanza con revelar cuántos ciudadanos están de un lado y cuántos del otro”, le explicó a Tiempo el economista Agustín Mario, autor del informe.

 

¿Primero los niños?

 

La indigencia en la Ciudad se incrementó 3,2 puntos porcentuales en el período analizado. En 2015, los indigentes se encontraban en promedio un 36,4% debajo de la línea de indigencia, mientras que, en 2018, esa distancia se incrementó al 43,1 por ciento. “Decimos que aumentó la ‘intensidad’ porque los indigentes hoy están más lejos de dejar de serlo”, explicó Mario.

Además, la indigencia registró un mayor aumento (3,6 puntos porcentuales) en la zona sur de la Ciudad e involucró a uno de los sectores más vulnerables: el grupo etario de 0 a 14 años fue el que más incrementó su tasa de pobreza extrema desde 2015, con un aumento de 5,1 puntos porcentuales.

La investigación señala que el índice de Gini se incrementó un 4,3 por ciento y que la brecha entre los deciles extremos del IPAE aumentó en casi un 36 por ciento.

El incremento del IPAE promedio fue mayor para los sectores de mejores ingresos. El reverso de ese dato indica que el 10% de la población con menor IPAE fue el grupo más desfavorecido en los últimos tres años: sus ingresos crecieron apenas un tercio del promedio. Así, mientras el 40% más pobre vio crecer sus ingresos por debajo del promedio, el 60% restante de la población atravesó la secuencia contraria.

Aunque los resultados del cruce estadístico propuesto por el CEC señalan que la política  económica impactó de lleno en los sectores más postergados y profundizó la desigualdad, el informe también advierte que la situación empeoró para todos los sectores. “El cuadro es alarmante porque empeoran los que peor estaban, pero, además, porque ningún decil le gana a la inflación. El empobrecimiento es general, se achica la torta de la economía y hay menos ingresos para todos”, concluyó Mario. «

Legislatura porteña: para Rodríguez Larreta Buenos Aires es una fiesta sin crisis

6.3.2019

En la apertura de las sesiones ordinarias, el jefe de Gobierno destacó entre los “logros” del macrismo que “cada vez hay más policías en las calles y cámaras de vigilancia”

La apertura de las sesiones estaba prevista para las 8:30. Pero inició 40 minutos después debido a que ni siquiera las legisladoras y los legisladores pudieron ingresar a tiempo por el nivel de militarización que se dispuso en las inmediaciones de la Legislatura.

Con los previsibles aplausos de los partidarios de Cambiemos, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta dio un discurso de poco más de media hora, donde lo único que hizo fue mostrar a una Buenos Aires que “avanza” y “crece” gracias a sus políticas.

Fiel a la impronta PRO, la “seguridad” fue una de sus primeras referencias. Destacó los miles y miles de policías de la Ciudad y cámaras de seguridad existentes en las calles porteñas gracias a su gestión. Y cuestionó al Poder Judicial por su responsabilidad en no llenar aún más las cárceles y comisarías de detenidos.

De la pobreza que se extiende, con cada vez más personas que viven y duermen en la calle, nada. Menos aún de la criminalización de la pobreza y de las villas y asentamientos sitiados por las fuerzas de “seguridad” con cada vez más casos comprobados casos de gatillo fácil y torturas.

Larreta destacó a su vez algunas de las obras de infraestructura como el Metrobus y la demolición del legendario “Elefante blanco”. “El esfuerzo vale la pena, obra que empieza en la Ciudad, obra que termina”, dijo el jefe de Gobierno.

“Una de nuestras obsesiones es cuidar el trabajo de los porteños y generar las condiciones para que haya aún más”, señaló el jefe de Gobierno. Algo que contrasta totalmente con la realidad.

Por un lado, las propias políticas del macrismo llevaron a la pérdida de más de 190 mil puestos de trabajo en 2018. Pero además, la política de Macri y Rodríguez Larreta es reprimir y apalear a cada trabajadora o trabajador que sale a la calle a protestar por sufrir despidos o las cada vez más precarias condiciones de trabajo.

Así lo sufrieron este jueves, sin ir más lejos, las familias de Coca-Cola que quedaron en la calle gracias a los acuerdos entre la multinacional, el Gobierno y el sindicato Sutiaga.

Rodríguez Larreta también habló de Educación. Destacó la apertura de “30 de las 64 escuelas prometidas” al inicio de su gestión, y afirmó que “el 18 de febrero empezaron las clases en la Ciudad”. Obviamente no dijo una palabra de su intento de cierre de las escuelas nocturnas porteñas, solo frenado por la movilización de la comunidad educativa durante todo el año pasado.

Así abrió las sesiones ordinarias el jefe de Gobierno porteño. Mostrando una gestión exitosa, llena de logros y proyectos. Una visión de la realidad que contrasta con la que tienen cada vez más vecinas y vecinos de la Ciudad.

“Las políticas en relación a lo habitacional y las viviendas en la Ciudad son nulas”

28.2.2019

Por La Retaguardia

Cada vez son más las personas que viven en la calle en la Ciudad de Buenos Aires. En los últimos años se produjo un incremento que alcanzó a 8 mil personas en esta condición. Vanesa Escobar, integrante del Movimiento Popular La Dignidad, habló con Luis Angió y Cristina Varela en el programa Oíd Mortales, de Radio La Retaguardia, y contó los detalles de esta problemática que alcanza a cada vez más personas.

 

“En la Ciudad de Buenos Aires, hace dos años, hicimos el censo popular de personas en situación de calle. Nos dio como resultado que hay casi 6.000 personas en situación de calle efectiva en la Ciudad de Buenos Aires y 20.000 personas en riesgo de situación de calle. No es un número menor. Esta última es una categoría que el Gobierno de la Ciudad no tiene en cuenta. Para nosotros y nosotras las personas en situación de calle no son solo aquellas que vemos durmiendo en la calle, sino también aquellas que por diversas situaciones están en riesgo de terminar en esa situación. Por la miseria que estamos viviendo, hay que dejar de pensar que eso les pasa a otras personas. La verdad es que les está pasando a un montón de personas que habitaban una casa o un departamento, que no pudieron pagar más el alquiler y se fueron a vivir a una pensión, y cuando les aumentó la pensión, como no tienen otras redes que los puedan sostener, terminaron durmiendo en la calle o en un parador.

Hoy vemos familias completas en situación de calle. Esas familias están en calle por resultado de las políticas de miseria que viene aplicando este gobierno”, criticó. Escobar habló del incremento en la cantidad de personas en situación de calle que se dio desde que su organización, junto con otras dedicadas a la problemática, cuantificó en el censo hace dos años atrás, y explicó cómo ese número creció en el corto plazo: “En este momento, debe haber al menos 8.000 personas en situación de calle efectiva. Este año vamos a realizar el censo popular. Cuando lo hicimos hace dos años, una de las preguntas era ‘¿Hace cuánto que estás en situación de calle?’.

Las respuestas eran: menos de 6 meses, entre 6 meses y 5 años, entre 5 y 10 o más de 10. El 25% de las personas encuestadas en la capital habían quedado en calle en los últimos 6 meses. Eso fue en 2017. Nosotros vemos el panorama bastante terrible. Cualquier persona que transita por la Ciudad de Buenos Aires puede ver que cada vez hay más gente durmiendo en la calle”, expresó Vanesa.

 

Los paradores

 

La militante social se refirió a los paradores que existen en la Ciudad de Buenos Aires para atender a las personas en situación de calle y fue muy crítica al respecto: “Los paradores no dan abasto y no cumplen con la legislación que existe en la Ciudad de Buenos Aires. Existe la ley 3706, que es la ley de personas en situación de calle, que no la cumplen. Deberían tener abierto un centro de integración, como dice esta ley, pero no se aplica. Los centros de integración suponen su apertura las 24 horas. Una persona que habita la calle no necesita el espacio solo de 18 a 7 horas, sino que necesita poder volver a un lugar donde estar para poder rearmar su vida.

Eso no lo cumplen. Las condiciones de los paradores son de un gran nivel de insalubridad. Nos da mucha vergüenza ajena cuando el Gobierno de la Ciudad se vanagloria del Operativo Frío, cuando sabemos que muchas veces en los paradores de la ciudad no hay agua caliente. A las 6 o 7 de la mañana las personas que están durmiendo ahí se tienen que ir”, contó Escobar y enumeró otros problemas con los que deben lidiar las personas que llegan a estos paradores: “El régimen que hay adentro es carcelario.

Cualquiera puede sufrir un episodio de violencia, cualquiera puede perder sus cosas, no pueden llevar comida y si te sancionan quedás en la lista negra de los paradores: en el sistema queda cargado que no pueden ingresar a ninguno de los paradores de la ciudad”, manifestó en Radio La Retaguardia. Escobar explicó que por estas razones y otras, muchas de las personas en situación de calle prefieren evitar los paradores. En algunas ocasiones, los servicios sociales les sacan a sus hijos/as y la familia queda separada. Vanesa responsabilizó al gobierno porteño por no hacerse cargo de estas problemáticas: “La respuesta la damos las organizaciones. En los espacios que tenemos las organizaciones recibimos a esos compañeros y compañeras en situación de calle. Muchos prefieren habitar la calle porque ahí tienen su lugar de pertenencia, tienen sus cosas, tienen su ranchada. Es muy terrible lo que sucede con las mujeres con hijos. La oferta que tiene la ciudad para mujeres es muy pobre. Es bajísima. Tenemos un montón de casos de mujeres que como viven en la calle con sus hijos menores de 18, les son sacados sus hijos por el Consejo de Niñez por intervención judicial y de modos muy terribles. Es la consecuencia de una no política de vivienda habitacional seria de la Ciudad de Buenos Aires. La ciudad más rica del país tiene 8 mil personas viviendo en la calle. Es una situación muy terrible en todas las ciudades del país.

El año pasado se murió de frío una persona en la calle”, lamentó Vanesa. La integrante del Movimiento Popular La Dignidad contó que si bien la mayor cantidad de personas en situación de calle se concentra en las zonas céntricas y al sur de la ciudad, en el último tiempo se produjo un desplazamiento hacia la zona norte de la ciudad, lo que es resultado también del incremento que se dio en los últimos años: “Sobre todo en zonas muy céntricas y en la zona sur de la ciudad es donde hay mayor cantidad de personas en situación de calle. También empezaron a vivir más personas en situación de calle en la zona norte de la ciudad. Eso es porque la persona que habita la calle tiene que buscarse la moneda en el día a día. Está muy dura la mano para quien vive en la calle. Hay que buscar nueva estrategias de supervivencia.

Por supuesto, hay muchas más personas en situación de calle en las zonas de Congreso, Microcentro y Barracas, que está toda la zona de hospitales”, graficó. Además de la falta de políticas habitacionales y de vivienda destinada a personas en situación de calle o con posibilidad de serlo, uno de los grandes motivos para aumentar el número de personas que deben vivir en la calle son los elevados costos y trabas que implica alquilar un departamento en la Ciudad de Buenos Aires: “En la zona del Abasto tenemos una casa que labura con población en situación de calle y problemas de consumo de drogas. Nos encontramos con jóvenes que tienen 15 o 16 años y son hijos de personas en situación de calle, que nunca han habitado una casa.

La situación se incrementó en los últimos años y tiene que ver con el macrismo gobernando la ciudad y ahora a nivel nacional, pero también hay una cuestión más estructural que todavía está. Las políticas en relación a lo habitacional y las viviendas en la ciudad son nulas. Los alquileres son muy altos, y es casi imposible acceder a los subsidios habitacionales. Van entre $ 1.500 y $ 4.000. Son muy bajos. No se puede alquilar nada con esa plata. Las políticas de la ciudad no están enfocadas ni hacia la vivienda, ni hacia la salud, ni hacia la educación pública y gratuita”, denunció. Por último, Escobar contó cuáles son las acciones que lleva adelante desde las organizaciones que trabajan para ayudar a las personas en situación de calle: desde ollas populares en distintas plazas de la ciudad, como asesoramiento en trámites necesarios para acceder a un subsidio habitacional. “Rotamos por distintas plazas haciendo encuentros de gente en situación de calle.

La última que hicimos fue en Plaza Constitución, el mismo día que se realizó el Verdurazo. Varios jóvenes y adultos fueron heridos de bala porque en el mismo momento que se reprimía el Verdurazo nosotros nos estábamos instalando ahí. Tenemos planeado hacer otra plaza, probablemente sea Primera Junta. Estuvimos en Plaza Flores, en Plaza Once. Un poco lo que sucede en esos encuentros es asesoramiento en gestión de trámites en relación al subsidio habitacional y otros trámites, atención primaria de la salud y hasta hubo una radio abierta”, cerró Vanesa. De las actividades participan habitualmente Proyecto 7, No tan distintas, la Asamblea Popular de Plaza Dorrego y el MPLD, entre otras organizaciones sociales.

 

La Policía de Larreta reprime nuevamente a periodistas

28.2.2019

Por Lucho Lucero

Esta mañana la policía reprimió a trabajadores de la Coca Cola, los palos y gases también alcanzaron a trabajadores de prensa que estaban cubriendo la actividad.

Desde las 7:30, trabajadores de Coca-Cola, su comisión de mujeres y organizaciones solidarias iniciaban el día con una protesta en Corrientes y Callao contra los despidos en la multinacional norteamericana.

Se armó la columna pasadas las 7:30, se acomodó las banderas y al intentar formarse sobre Avenida Corrientes se desató la represión.

Un fuerte operativo, sin mediar negociación alguna empezó a reprimir brutalmente contra los trabajadores y la comisión de mujeres; sus hijos no quedaron exentos. Trabajadores de prensa que estaban cubriendo la protesta también recibieron los palos y gases. Durante una cuadra la represión avanzó llegando hasta Lavalle y Callao.

Un trabajador de prensa de Canal 9 fue agredido y denunció que la represión se desató sin motivo alguno. Lo mismo sucedió con trabajadores de prensa de este medio.

Una clara demostración de que Larreta y su policía defendió a la multinacional de Coca Cola en vez de los trabajadores despedidos y no solo eso, sino que también intentan tapar y coartar la libertad de prensa y de expresión.

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