Comunicadores del Sur

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Apuntes sobre 21º BAFICI

13.4.2019

Por Diego De Angelis

Un conjunto de films, la retrospectiva de un cineasta insoslayable, una película extraordinaria. Cualquiera de estas opciones puede justificar un festival de cine. Una apreciación así puede sonar exagerada. Pues poco importa: la exageración es una forma legítima que la crítica conquista para sí en su afán por transmitir la potencialidad artística –y política– que puede alcanzar una obra cinematográfica. Tan solo una película puede acercarnos a otra realidad, a otro universo simbólico, y así alterar nuestra forma de percibir el mundo. Asimismo, puede señalar con sorprendente eficacia características que definen furtivamente la sociedad en la que vivimos. La idea misma de un festival de cine encierra esta secreta esperanza: una experiencia que pueda conmover, al mismo tiempo y por razones diversas, al espectador ocasional y al más apasionado de los cinéfilos.

A su vez, un festival de cine no está exento de lo que sucede a su alrededor, de lo que ocurre un poco más allá de sus fronteras. Jamás podría estarlo, aunque quisiera y pretenda, a fuerza de forzar gestos de negación y algarabía, lo contrario. Al Festival de Cine Independiente de Buenos Aires también le llegó su hora en el plan de ajuste extendido. Se ha dicho desde el principio, desde el anuncio mismo de su programación. Las consecuencias del grueso recorte que sufrió el Festival fueron innegables. Menos cantidad de salas, menos cantidad de películas y funciones, poca presencia de figuras centrales, falta de publicaciones, etc. Por supuesto, todo esto no implica necesariamente una pérdida de calidad, aunque sí puede amenazar las pretensiones de cualquier programación artística. Es preciso tener en cuenta lo siguiente: la defensa de un festival tan importante para el cine independiente argentino exige sobre todo, y antes que nada, la denuncia de ese ajuste. La posibilidad de preservar su independencia, su tan preciada autonomía, depende ni más ni menos que de eso. En ese sentido, las distintas asociaciones de realizadores se movilizaron a las puertas del Gaumont el día de la inauguración del Festival para manifestar sus propios reclamos. La situación no concierne solo al BAFICI, sino a la producción y distribución del cine independiente en su conjunto.

En el mismo sentido, la última edición del festival que hoy termina expuso la hegemonía de un discurso que gobierna el estado actual de las cosas. Un discurso avasallante que los videos de promoción del 21º BAFICI anticiparon. Marcas ciertas de sintonía ideológica: la promoción de un festival de cine independiente en los tiempos que corren tiene a los superhéroes de las grandes producciones norteamericanas como protagonistas. Durante el desarrollo del evento, los superhéroes no se intimidaron por las críticas acerca de su inesperada aparición y bailaron en las calles aledañas al circuito de salas.

Y sin embargo, muchos films que participaron de la 21º edición de BAFICI lograron detonar la influencia de ese discurso trivial donde nada parece importar demasiado, tan solo el deseo que la “fiesta” –efímera, siempre superficial– no se termine, que dure un año más. Esas películas existieron –mayormente en la Competencia Argentina– y justificaron por diversos motivos el Festival. Las películas pueden contradecir el sentido común dominante e interrogarlo críticamente, incluso aquel que circula alrededor del festival que las contiene.
A continuación, algunos apuntes sobre películas que integraron la programación del 21º BAFICI y que revelan, al menos de acuerdo a quien escribe, una enorme significación para pensar nuestro presente.

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El Foco Ruth y Rocha, dedicado a las diez películas en las cuales colaboraron juntos Paulo Rocha, pionero del Cinema Novo Portugués, e Isabel Ruth, su actriz preferida, fue sin dudas una de las atracciones principales –sino la más importante– que ofreció esta nueva edición. El Foco se convirtió en una inmejorable oportunidad de ver en pantalla grande y en excelentes copias restauradas una serie de films de una figura clave en la renovación del cine lusitano de la década del sesenta, influencia indiscutible de los cineastas portugueses que lo sucedieron.

Los años verdes(Os verdes anos, 1963), la primera película de Paulo Rocha, es notable y anticipa, con una consistencia sorprendente en una ópera prima, la singularidad de su estilo. La ciudad de Lisboa es el escenario central del film. Ya desde los primeros minutos es posible identificar su capacidad para filmar un espacio y establecer las coordenadas sociales que lo configuran. La voz –en off¬– de Afonso, un adiestrado albañil encargado de pintar las paredes de la ciudad, inaugura la narración. El relato inicial de Afonso evidenciará la posesión de un saber concreto y esencial. La ciudad de un país subdesarrollado puede devorar a cualquiera. Saber moverse en ella, lograr resistir sus agresiones, exige tiempo y aprendizaje. No conocer la ciudad es, en definitiva, no verla realmente en toda su magnitud.
Es justamente paciencia lo que Afonso intenta recomendarle a Julio, su sobrino, quien llega a la ciudad después de abandonar su tierra natal. La historia se va a centrar en él, en los conflictos que deberá sortear para adaptarse. En su primera incursión por Lisboa, conoce a Ilda (primer trabajo de Ruth junto a Rocha), una joven mucama de una familia aposentada. Los paseos por la ciudad consolidan el vínculo entre ambos amantes, su conocimiento mutuo, sus diferencias. En una escena formidable, la joven le mostrará a Julio los vestidos de su patrona. Un vestido para cada hora. Su desfile ingenuo establecerá la configuración de un deseo. El anhelo de una posesión inalcanzable.

Un registro del estilo de Rocha: la economía de recursos, su discreción narrativa. No habrá excesos en esta película ni en las otras de la retrospectiva. Los años verdes cuenta la historia de un aprendizaje, casi arltiano en su desenlace, en donde el odio concentrado por no poder disponer de los medios necesarios para satisfacer una voluntad ocasionará un acontecimiento desgraciado. Una película sobre la ciudad, sus tristezas y conflictos. El film de Rocha presentará además una lúcida caracterización de la mujer. El fastidio de serlo en una sociedad donde valerse por sí misma puede terminar en una tragedia.

El Foco Ruth y Rocha concedió escenas inolvidables. Cómo olvidar uno de los grandes momentos de Mudar de vida (1966), su segunda película, cuando un grupo de trabajadores en un barco pesquero canta, mientras realizan su tarea casi sin energía. Cómo olvidar aquella otra donde el pueblo puede permitirse, en medio de la miseria más intensa, el festejo y el baile. O el calor de un nuevo romance.

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Una de las películas más valiosas del Festival fue ITUZAINGÓ V3RIT4 (2019), de Raúl Perrone. Una sátira venenosa sobre lo que acontece en la “escena” del cine independiente, sobre la lógica que rige su funcionamiento y el comportamiento de sus personajes. Pero es mucho más que eso. Su influencia crítica excede las fronteras del cine. El trabajo visual y sonoro que despliega el film ya desde sus primeros minutos es deslumbrante.

ITUZAINGÓ V3RIT4presenta en blanco y negro, bajo un vertiginoso ritmo de montaje y el jazz como principal banda sonora, la travesía insensata de una troupe de actrices, directores y comerciantes que orbitan alrededor de un reconocido actor, Gustavo Prone, figura estelar y animador de la fiesta. Siempre de noche, un bar de Ituzaingó oficia como punto de partida. Allí conversan, entre humo de cigarros, alcohol y flashes de celular, sobre cine y proyectos. No hay nadie que no tenga uno del que hablar y vanagloriarse. Proyectos ridículos de productores cancheros y cineastas con ideas pretenciosas.

El film de Perrone expone con humor corrosivo un carnaval de la impostura y la auto-celebración. La ficción de una fiesta. El cine –la propia vida– como espectáculo. Ninguno de los convidados logra sustraerse en ningún momento ni bajo ningún pretexto de la manía incontrolable de la “selfie” y la pose. No existe la mesura. Los celulares encendidos a toda hora garantizan el regodeo de la exhibición permanente. La troupe se desplaza, se emborracha y baila al ritmo de las fiestas cool que organiza la industria. Perrone juega con la repetición, tanto en el plano visual como en el plano sonoro. La precisión de cada encuadre es notable. Hay también en esta película imágenes de enorme belleza. Perrone filma rostros jóvenes, sus sonrisas, y advierte allí cierto esplendor.

Al margen de las luces brillantes del centro, recluido en su venerado Ituzaingó, territorio de cine, escenario fundante de su filmografía, Perrone trabaja como un artista obsesionado con los materiales que tiene a su disposición. Cada nueva película dialoga con una determinada tradición cinematográfica –en este caso con el cine italiano de los sesenta, Fellini et al–, interviene en la discusión pública, discute con el discurso que sobrevuela alrededor del Festival y más allá.

La radicalidad de la poética de Raúl Perrone, los riesgos que todavía asume, florece como respuesta a la prepotencia de ese discurso que tan solo busca indiferencia. Y lo hace a partir de sus películas, mediante una obra cada vez más desafiante. Lo hace desde la frontera. "¡Que sigan los éxitos!", va a expresar una y otra vez uno de los personajes de ITUZAINGÓ V3RIT4, mientras la realidad a su alrededor se derrumba inexorablemente, como si no advirtiese la degradación o, peor aún, como si no le importase en lo más mínimo.

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La conmovedora aventura que propone Breve historia del planeta verde (2019), la última película de Santiago Loza, comienza cuando despiertan sus protagonistas. En el preciso instante en que despunta su día. Tres amigos de la adolescencia conforman una comunidad afectiva que intenta resistir su devenir solitario en la ciudad: Tania, Pedro y Daniela. Tres personajes extraños, desencantados y encantadores, “raros” como medusas que flotan impávidas en agua turbia.

Tania es una chica trans que realiza shows en boliches de mala muerte. Pedro la acompaña y, además de cuidarla y alentarla, queda capturado por la música que suena a su alrededor, en los tugurios donde la amiga hace su gracia. Bailar es para él una pasión que lo lleva a desatender la realidad circundante. Daniela trabaja como mesera en un bar. Su ánimo no anda nada bien, se mueve como si fuera sonámbula, como si no tuviera razones ciertas para despertarse, aunque todavía guarde para sí la esperanza de una vieja promesa. La delicada composición de los personajes es una de las características centrales del film de Loza. No hay trazos de más. Pocos indicios alcanzarán para señalar un pasado difícil y un presente por momentos violento. Evocaciones y remembranzas mediante capturas fotográficas serán suficientes. Es notorio el amor que el cineasta les prodiga a los protagonistas.

Un día Tania recibe una noticia triste. Su abuela ha muerto y le ha dejado un legado. Tiene que viajar hacia el sur, hacia la casa de su infancia, único refugio de su pasado. Debe cumplir el último deseo de la difunta. Sus dos amigos la acompañan. Una vez allí, descubrirán que la abuela guardaba un secreto escondido en el sótano. Una criatura excepcional con quien compartía su cotidianidad y que ahora, sola y mal herida, necesita ayuda. La configuración enigmática de los distintos espacios por donde circulan los protagonistas es formidable. No habrá señales de lugares reconocibles, la travesía estará marcada por la sensación de intemperie que parece acosar a los amigos. Durante el viaje, los tres serán testigos de una transformación.

Hermosa y emocionante película de Santiago Loza. Una sencilla historia sobre la soledad, sobre la sensación de sentirse muy solo. Casi una fábula acerca de seres sensibles que encuentran su propio paraíso en el sostén que procura la amistad. Resistir con amigos siempre es mejor.

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El método Livingston(2019), segundo trabajo de Sofía Mora (La hora de la siesta, 2009), se va a ocupar de explorar el trabajo y la vida de Rodolfo Livingston, un destacado arquitecto argentino, reconocido por una forma muy peculiar –por no decir insurrecta– de pensar la arquitectura. Durante su extensa trayectoria, Livingston ha consolidado un método propio. Comprender o aproximarse a los principios que lo fundamentan es el propósito de un documental que no va a buscar en ningún momento una explicación exhaustiva, una descripción pormenorizada ni académica. Simplemente va a acompañar a su artífice durante su derrotero diario. Conocer al personaje y así lograr entrever la forma de su trabajo.

La casa del protagonista es el punto de partida del itinerario trazado por la directora. De inmediato, casi como una carta de bienvenida, asomará en primer plano el humor que define la personalidad de Livingston. El documental se va asentar principalmente en esa característica del personaje. El humor se convertirá en el centro de influencia del relato. Livingston es un hombre sumamente gracioso, un hombre que conserva y celebra una enorme confianza sobre el ser humano.

La cámara lo sigue durante su cotidianidad. Por ejemplo, durante las conversaciones que mantiene en su oficina con una familia que quiere construir una casa de acuerdo a sus deseos y necesidades. La comunicación con el otro es el principio ordenador del pensamiento de Livingston. Un aprendizaje que conquistó en un viaje a Cuba, en los comienzos de la Revolución, cuando estuvo al frente de un plan de construcción de viviendas. La experiencia le permitió a Livingston desarrollar la idea de un “cerebro colectivo”, dinámica esencial para pensar el tipo de arquitectura que propone.

El documental va a estar punteado por planos de terrazas y edificaciones de la Ciudad de Buenos Aires. A la “invasión de construcciones”, como caracterizará el propio Livingston al diseño urbano contemporáneo, le va a contraponer un proyecto de viviendas que concedan mayor importancia a la luz natural, la vegetación, el aire, el silencio. “La construcción solo sirve para sostener enredaderas”, expresará jocosamente el protagonista y definirá así su punto de vista.

El documental también recorrerá las intervenciones públicas de Livingston. Su trabajo como director del Centro Cultural Recoleta y los conflictos que tuvo que atravesar por la presión de intereses inmobiliarios. Asimismo, sus clases de arquitectura en la Universidad de Buenos Aires, la relación con sus queridas amistades. El encuentro con un viejo y humilde amigo es uno de los momentos más hermosos del film.

El método Livingston(2019) revela un proyecto profundamente subversivo. Una posición que nada tiene que ver con aquel discurso avasallante, tan afianzado en nuestro presente, que enaltece por sobre todas las otras cosas el interés monetario. Un discurso que, como enuncia Livingston en una anécdota televisiva de antología, considera a los ciudadanos como meros clientes. Un documental sencillo y amable, clásico en su estructura, pero que evidenciará la posibilidad de una perspectiva diferente.

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Antes del cierre, como breve postdata, algunas pocas palabras sobre otra gran película que participó del 21° BAFICI. Acaso una de las más sorprendentes: La vida en común (2019), de Ezequiel Yanco (Los días, 2012). La historia transcurre en una comunidad del Pueblo Nación Ranquel. Un grupo de niños, protagonistas exclusivos del film, viven perturbados por la presencia inquietante de un puma que los acecha hasta en los sueños. Los niños sufren miedo y fascinación por el animal, el deseo de cazarlo. Porque la caza implica, en esta comunidad, una ceremonia de iniciación, un aprendizaje. El relato, organizado a partir de la voz en off de uno de los niños, se concentra en su forma de vida, en sus juegos, en los tiempos muertos, en la escuela donde aprenden inglés y la lengua de sus ancestros. En definitiva, cómo pasan los días bajo la intemperie de un paisaje incierto, un territorio desolado, una tierra que es un enigma. El punto de vista es siempre el de ellos, casi no hay adultos en el film. Solo niños y perros. La vida en común exhibe un trabajo visual asombroso. Hay escenas extraordinarias, que guardan para sí una fuerte asociación poética. En algún momento, uno de los niños se va a sentar a contemplar una tormenta que se avecina. En silencio la observa, bien alerta. Como si apreciara desde allí su futuro próximo.

A UN MES DEL FEMICIDIO DE LILIANA EN LA VILLA 31

13.4.2019

CARAVANA desde entrada de los micros en Retiro

Mujeres organizadas del barrio de la villa 31, CONVOCAMOS A LA CARAVANA desde el bajo autopista de Playón, el lunes 15/04 a las 17:00 hasta la entrada y salida de los micros de la terminal de Retiro para PEDIR JUSTICIA POR LILIANA.

 

¡¡¡Las mujeres de los barrios no nos queremos acostumbrar a esto!!!

Nos arrancaron a Liliana González de 37 años, quedando sus dos hijos sin su madre y hasta el momento sin justicia. Queremos que el estado Argentino se haga responsable de hacer efectiva la CAPTURA DEL FEMICIDA WALDO SERVIAN RIQUELME. Quien gozó de todo el tiempo e impunidad para fugarse del país y mantenerse al día de hoy prófugo de la justicia.

Estamos convencidas que cuando hay voluntad política hay pronta resolución.

Queremos denunciar que el ajuste y la precarización del gobierno de MACRI nos golpean primero a las mujeres de los barrios. Es por eso que exigimos políticas públicas que nos protejan.

Por eso pedimos que se declare LA EMERGENCIA EN VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES.

Exigimos respuestas, exigimos justicia, exigimos que se haga efectivo el pedido de captura de Waldo Servían Riquelme.

No nos callamos más, su familia no está sola, nunca más muertas por femicidio.

¡¡¡JUSTICIA POR LILIANA!!!, ¡¡¡FUE FEMICIDIO!!! ¡¡¡JUSTICIA POR TODAS LAS VÍCTIMAS DE FEMICIDIO DE NUESTROS BARRIOS!!!

ATE Capital: “Vamos a seguir peleando en la calle”

12.4.2019

Por ATE Capital

Más de dos cuadras de estatales se movilizaron ayer frente al ex ministerio de Modernización e exigieron recomposición salarial urgente. 

“Es una vergüenza la pauta salarial del 3% que quiere imponer Macri a las y los trabajadores estatales. Basta de ajuste y represión, basta de hostigamiento. El 30 de abril vamos a un gran Paro General”, lanzó Daniel ‘Tano’ Catalano ante una multitud.

Tras la represión sufrida el pasado lunes, mientras nos manifestábamos pacíficamente frente a la Secretaría de Trabajo en rechazo al 3% de "aumento" que buscó imponer el Gobierno, más de 5.000 estatales pararon y movilizaron hoy al ex Ministerio de Modernización para reclamar salarios y condiciones de trabajo dignas, en repudio al ajuste y los despidos en el Estado.

Bajo la consigna #ElSalarioNoAlcanza y la Unidad de distintos Sectores, Juntas y Organismos del Estado, la multitudinaria movilización partió de Diagonal Norte y Esmeralda hacia las puertas de Modernización del ajustador serial Andrés Ibarra, responsable él y su equipo del despido de más de 30.000 trabajadores y trabajadoras con la excusa de supuestas "dotaciones óptimas", donde fue montado un escenario que tuvo como único orador a Daniel Catalano.

Fue un encendido discurso del Secretario General de ATE Capital y Adjunto de la CTA de los Trabajadores a nivel nacional, en el que criticó duramente la paritaria "vergonzosa" que buscó imponer el Gobierno el pasado lunes sin ATE Capital presente (el Gobierno ofreció 3% de aumento más un bono de 2000 pesos) y resaltó la necesidad de miles de estatales de abrir de manera urgente, antes de mayo, la paritaria correspondiente a 2019, ya que "hay un pelotón enorme de trabajadores y trabajadoras estatales que no llegan a los 8 mil pesos y se les hace imposible no solo llegar a fin de mes, sino también garantizarle a sus pibes dos platos de comidas".

A su vez, Catalano festejó la reciente recuperación de la Nieta 129 por las Abuelas "que siguen marcándonos el camino" y agradeció las muestras de apoyo y solidaridad de todo ATE frente a las amenazas de un ex funcionario, quien se unió al show mediático montado por la derecha y deslizó en la televisión que Catalano debería estar preso. "Se sigue buscando el mecanismo para criminalizar la protesta social y eso no lo podemos permitir. Gracias por mostrar el marco de unidad y solidaridad, muchas gracias".

En contraposición, el ’Tano’ destacó que "no puede ser que nosotros seamos complacientes con quienes nos persiguen, nos amedrentan, nos despiden y nos mandan palos. Los estatales hoy estamos dando una nueva muestra de unidad y lucha y les decimos al Goboierno y a sus funcionarios que nosotros no vamos a bajar las banderas, porque estas banderas nacieron para estar en alto, son las banderas de Germán Abdala, del ’Nono’ Frondizi".

Por último, ante una marea verde de estatales y la Diagonal Norte repleta, adelantó lo que en minutos se conocería a través de todos los medios y redes sociales: la convocatoria el próximo 30 de abril a un gran Paro General contra el ajuste, la entrega y el saqueo del Gobierno y el FMI, en defensa del salario, la industria y la producción.

"Vamos a seguir peleando en la calle, vamos a seguir construyendo unidad, y en este mismo momento, a las 3 de la tarde, en SMATA, se a anunciar en un marco de unidad entre las CTA, las CGT y los movimientos sociales un Paro General para el 30 de abril. Finalmente, el movimiento obrero está unido en la calle contra este Gobierno de oligarcas", concluyó una nueva jornada de lucha que nuevamente mostró a las y los estatales de pie.

#LaUnidadEsElCamino

“En la Ciudad de Buenos Aires hay un Gobierno del mercado inmobiliario”

11.4.2019

Gervasio Muñoz, de Inquilinos Agrupados, habla y denuncia la situación. Este miércoles un fallo judicial rechazó el proyecto de Ley de Alquileres, favoreciendo a los grandes grupos inmobiliarios.

“En la Ciudad de Buenos Aires hay, sobre todo, un gobierno del mercado inmobiliario. Con todo lo que se vota, la Legislatura termina siendo una inmobiliaria de Elsztain, de Remmers, de Caputo, de esos sectores”.

El que habla es Gervasio Muñoz, uno de los organizadores de Inquilinos Agrupados, que reúne a un sector de habitantes de la Ciudad de Buenos Aires que reclama contra las condiciones existentes a la hora de alquilar.

Este miércoles la Cámara de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo de la Ciudad falló a favor de los corredores inmobiliarios. La decisión judicial obligará a que los inquilinos sigan pagando las onerosas comisiones que abonan para ingresar una vivienda. Se trata de un monto del 4,5 % del precio total del alquiler.

El presidente de la Cámara que ejecutó este fallo adverso a quienes alquilan es el juez Esteban Centanaro. Desde Inquilinos Agrupados denuncian que es parte del negocio inmobiliario.

Muñoz comenta que “tiene una Sociedad Anónima que se llama CENT, que son las primeras cuatro letras de su apellido. Junto con su esposa y su hija se dedican al negocio inmobiliario. No solo eso, la hija cuando fue legisladora de la Ciudad presentó un proyecto para crear el Colegio de Corredores Inmobiliarios. O sea: son parte de la corporación inmobiliaria de la Ciudad de Buenos Aires. Él se tendría que haber excusado y no lo hizo, así que es bastante grave la situación.

 

¿Ustedes van a apelar el fallo?

 

   Sí. Vamos a apelar y el Gobierno de la Ciudad también va a apelar. Intentaremos llevarlo hasta el Tribunal Superior de Justicia. Las inmobiliarias presentaron un amparo contra la ley, para que se caiga.

Se sabe que, por el alza del costo de vida y el ajuste que está aplicando el gobierno, el costo de los alquileres ronda el 50 % o más en la Ciudad de Buenos Aires. ¿Cómo ven ustedes esta situación?

   Yo creo que además de todo eso que nombrás -el ajuste, la inflación, la crisis económica, etc.- hay algo de lo que no se habla y es que no están regulados los alquileres en Argentina. Entonces no solo tiene que ver con la cuestión económica, sino tiene que ver con el Gobierno al servicio del mercado inmobiliario, que es regular nada el mercado inmobiliario.

En el caso de la Ciudad de Buenos Aires es bastante obvio, no hay una sola política de vivienda, salvo los créditos UVA, que es una bomba de tiempo.

En ese sentido, ¿cuál es la situación concreta que ves a diario de los inquilinos?

   Primero, hay una crisis habitacional de magnitudes enormes, silenciosa. Lo que está sucediendo es que el 30 % de los inquilinos finaliza contrato antes de tiempo, que los jóvenes se van a vivir con los padres, que las familias se dividen, entonces la madre se va con los hijos a vivir a lo de algún familiar, que los jubilados se van a hoteles, pensiones, inquilinatos y los que estaban en esos lugares, hoy están viviendo en la calle.

Sí, es notorio que aumentó la cantidad de gente en situación de calle

   Sí. Lo que hay es un fenómeno nuevo de la gente viviendo en la calle. Antes era por otras cuestiones más complejas. Ahora cuando hay familias enteras viviendo en la calle con los muebles, eso quiere decir que son aquellos que, hasta hace poco, podían pagar el alquiler de una pieza y ahora no pueden, porque tienen que comer.

En la denuncia de lo que ocurre en la Ciudad, desde la banca legislativa del PTS/FIT, Myriam Bregman acompaña el proyecto de Inquilinos Agrupados. Este miércoles estuvo entre quienes denunciaron en las redes sociales el fallo.

Muñoz también señala que "la venta de terrenos públicos, la unificación de los hospitales, la falta de control sobre el mercado inmobiliario, la exención impositiva, son toda una batería de medidas que lo único que hacen es demostrar que Larreta está al servicio del mercado inmobiliario.

Y ahora se agudizó porque tienen el gobierno nacional. Entonces la venta de terrenos públicos es más fácil. La situación es dramática y creo que estamos ante una crisis habitacional en todo el país. El congelamiento de la compra-venta, la dolarización de la vivienda, los créditos UVA, en definitiva: la desregularización absoluta del mercado.

Yo creo que hay algo importante: la vivienda se toma como un negocio, cuando es un derecho. Por ejemplo, si vos no tenés para pagar una obra social o una escuela privada, más o menos podés acceder a la salud pública o a una escuela pública. En materia de vivienda, eso no existe. Si no pagás, estás en la calle".

¿Cuál sería para vos la salida antes esta crisis habitacional?

   Como primera medida regular el precio de los alquileres, urgente y extender los plazos de los contratos de alquiler. Sin eso no hay política de vivienda. Mientras la vivienda siga siendo un negocio tan rentable, nadie va a querer construir viviendas públicas para alquiler, implementar un impuesto a la vivienda ociosa. Entonces primero hay que regular el precio de los alquileres y extender el plazo de los contratos, eso de forma urgente.

Sí, para paliar ya la situación de la gente mientras se va a una salida más de fondo.

   Sí, además para ir hacia un camino donde deje de ser un negocio tener varias viviendas en alquiler. Pensá que una persona que tiene 20 viviendas en alquiler se queda con la mitad de los ingresos de 20 familias. O sea, los inquilinos trabajamos 15 días para el propietario. ¡Es una concentración de la riqueza total!

La vivienda es una necesidad básica. Las familias lo último que dejan de pagar es el alquiler, primero bajan su calidad de vida. Ayer una inquilina nos decía que no almuerza al mediodía porque tiene que seguir pagando el alquiler. Un sector profundamente empobrecido trabaja para un grupito de grandes propietarios.

Está tan concentrada la vivienda que hasta que no haya una regulación de la rentabilidad, esto no va a tener salida. Me parece que la única forma de generar otra forma de acceder a la vivienda es la organización de los inquilinos en todo el país.

Porqué la clase política tiene negocios, en la vivienda tiene intereses económicos. El Poder Judicial también, entonces la única forma de cambiar la correlación de fuerzas es organizándonos. Las viviendas tienen que ser un derecho garantizado por el Estado y para eso hay que regular la rentabilidad.

Larreta quiere destruir el parque La Isla de La Paternal para construir 11 torres de 17 pisos

11.4.2019

Por Laura Borse

“Es pulmón verde y parte del corredor biológico que se forma con otros espacios, como los predios de Agronomía y Veterinaria”, señalan desde el colectivo de vecinos que se opone al proyecto macrista.

El Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires bajo conducción del PRO y con mayoría automática en la legislatura va por el acaparamiento total de todas las tierras públicas de la ciudad. Gracias a la aprobación, que el año pasado logró, del nuevo código urbanístico y en contra de todos los colectivos barriales que se opusieron, Larreta avanza en la privatización de todo el espacio público que encuentra a su paso. Esta vez les toca a los vecinos de la Paternal, quienes luchan por mantener el parque que surgió, tras la demolición del ex albergue Warnes, como espacio verde y público.

En 1997 por medio de la Ordenanza 52.295 se zonificó el polígono comprendido por las avenidas Warnes, Chorroarín y de los Constituyentes como Distrito U-26, dividiendo un sector comercial, adquirido y ocupado por el Hipermercado Carrefour, de otro en donde se creó la zona “urbanización parque”, dentro de la cual se ubica un área de equipamiento educacional -hoy funciona una escuela- y cuatro parcelas que quedaron en manos de particulares.

En estas cuatro parcelas el Gobierno porteño acordó recientemente la construcción de 11 torres de 17 pisos cada una (casi 50 m de altura) destinadas a viviendas de alta densidad que rodearán el sector parquizado. Además, el proyecto contempla la apertura de calles internas y estacionamientos en subsuelos. Promocionado bajo el nombre “Barrio Parque Central”, el plan despertó el rechazo de los vecinos, quienes primero presentaron un documento donde argumentaban su negativa a la ocupación de estos terrenos y luego entregaron un proyecto alternativo en la Legislatura porteña.

 

La isla que no se aísla

 

El colectivo La Isla de la Paternal está luchando para mantener este espacio verde abierto al público. “Este proyecto rige bajo una norma que se promulgó en el año 1997, que permite la construcción en altura en un barrio donde la altura promedio de los edificios son nueve metros (tres pisos), con lo cual ahí ya se parte de un problema grave. El proyecto actual que se está debatiendo en la Legislatura ratifica esa norma y propone cambios no sustanciales al problema central”, informaron.

Además, agregaron que a partir de esa misma normativa quedó distribuido un parcelamiento que implica la construcción de todo alrededor del parque, lo que genera un efecto de invasión sobre la zona parquizada y de acceso público.

Pero los vecinos no se quedaron sólo en el rechazo sino que estudiaron el caso y proponen una alternativa, que deberá ser debatida en la Legislatura. Valentina Bari, integrante del colectivo, comentó que “esos puntos son los que proponemos modificar en el proyecto que estamos presentando. El parcelamiento se redibuja trasladando la parcela más grande hacia uno sólo de los lados del parque, se engloba todo en un sólo sector y eso impediría una invasión tan fuerte y marcada sobre el funcionamiento del parque. Nuestro proyecto también propone que la altura baje a tres pisos, como es en el resto del barrio”.

El Impacto ambiental de un proyecto de semejante envergadura es un tema de preocupación para los vecinos. María José Doiny, que participa del colectivo y además es parte del club de observadores de aves (COA) de la Facultad de Veterinaria de la UBA, explicó a este medio que “el parque de la isla es pulmón verde y parte del corredor biológico que se forma con los otros espacios de la ciudad, como los predios de las facultades de Agronomía y Veterinaria, el Parque Centenario, el Parque Rivadavia, el Parque de los Andes, los hospitales Tornú y Roffo. Es un espacio vital porque es lugar de paso, refugio, alimentación y nidificación de más de 30 especies de aves que habitan en la ciudad. Construir torres tan altas puede impactar en las aves y también generará sombras que pueden afectar en el crecimiento de la vegetación que sostiene el ecosistema, y además afectará la capacidad absorbente del suelo”.

El espacio común tiene hoy unos usos comunitarios que los integrantes del colectivo temen que se pierdan al construir las edificaciones: “Hay una serie de usos apropiados por vecinos (y no tan vecinos) que encuentran ahí un espacio para desarrollar actividades que, si construyen las torres, cambiará. Tememos un desplazamiento de grupos sociales que se verán perjudicados, ya que el parque terminará siendo un patio de los edificios”, resume Valentina Bari.

Es que el parque, actualmente, es utilizado por gran cantidad de vecinos como espacio recreativo y deportivo. Esta apropiación comunitaria del lugar se verá impactada si se abren las calles internas que, bajo el eufemismo de “conectividad”, el Gobierno propone para esta área.

Otro de las preocupaciones de los vecinos y vecinas de la Paternal es por la nueva versión del proyecto, que el Gobierno porteño asegura ser superador del original, ya que destina como “basamento comercial” el 40 % del espacio de ocupación del área en manos privadas para espacio público, lo que muy probablemente se traducirá en negocios comerciales que afectarán el uso social del parque.

 

El simulacro de participación

 

En marzo se realizó la audiencia pública donde se trató este tema. Las audiencias no son vinculantes, por lo cual aunque la gran mayoría de quienes participaron se expresaron en contra del proyecto, el ejecutivo porteño tiene la potestad de avanzar sin necesidad de contemplar la opinión de la mayoría, y es lo que hace desde que cuenta con votos propios y ajenos que le facilitan las cosas.

El proyecto del colectivo fue presentado en marzo en la legislatura porteña y aunque recibieron promesas de que Rodríguez Larreta atendería y escucharía sus palabras, lo cierto es que el jefe porteño no apareció por el barrio y faltó a la reunión que se había pactado. La enviada del Gobierno, la ministra de Desarrollo Humano y Hábitat, Guadalupe Tagliaferri, no dio ninguna respuesta a los vecinos.

“Tanto la norma del 97 como el proyecto actual del Ejecutivo son normas inconsultas, proyectos de una envergadura gigante que no tienen consenso con la comunidad, que se trabajan, deciden y ejecutan unilateralmente, no hay consulta ni construcción de espacio urbano que respete el sentir y las necesidades de la comunidad adyacente. Eso implica la imposibilidad de ser parte de un proyecto que afecta la vida de quienes vivimos en la comuna 15”, sentencia Bari.

Los vecinos piden al Gobierno de la Ciudad que se posicione como articulador de un conflicto donde se supone que debería primar el bien común y no el beneficio privado. Sin embargo, la fecha de debate y segunda votación del proyecto del ejecutivo fue pospuesta y los vecinos desconocen los tiempos y reglas con las que se continuará el tratamiento del proyecto. A pesar de todo, el colectivo no descansa e insiste con los encuentros con el poder legislativo y ejecutivo para llegar a buen puerto.

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