Comunicadores del Sur

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Tenaglia: “La Ciudad es la que mayor presupuesto tiene en todo el país y muere gente de frío”

5.7.2019

Por Santiago Asorey

La dirigente de la agrupación “El Sur No espera” y candidata a comunera en la Comuna 4 (La Boca, Barracas, Parque Patricios y Pompeya) de la lista del Frente de Todos, Verónica Tenaglia es integrante del espacio Agenda Argentina. Su mirada sobre la campaña, propuestas para la Ciudad y el nuevo mapa político de cara a las elecciones con la candidatura de Matías Lammens. 

Parece haber una intención de realizar una campaña que traiga una sintonía fina para el electorado porteño y sus especificadas. ¿Cómo analiza la cuestión del electorado en Caba?

 

Verónica Tenaglia: Hay un cambio de lógica de propuesta para los porteñas y porteñas. Dejar de pensar en los votos que aporta la Ciudad para el proyecto nacional y pensar un proyecto para la Ciudad, entendiendo qué modelo de Ciudad queremos construir. Ahí nosotros proponemos que sea una Ciudad productiva. En los últimos años de la gestión macrista en la Ciudad se perdieron tres puntos porcentuales de PBI generado por la industria. Van ganando los servicios y va perdiendo la industria. Existen otras industrias distintas a las antiguas de fábricas, que es la industria 4.0; que es tranquilamente compatible con el desarrollo de una urbe como Buenos Aires. Nosotros tenemos las bases para poder tener ese tipo de industria.

En los distritos económicos que tiene la ciudad de Buenos Aires, que son cinco (siempre hablo del Distrito tecnológico porque es donde yo me radiqué para desarrollar un emprendimiento de software embebido, por eso conozco más la problemática). Pero los distritos económicos que define el Pro sólo llegan hasta lo que tiene que ver con lo inmobiliario y rentístico. A partir de ahí no evolucionan. Si no, ¿por qué el polo científico tecnológico de Buenos Aires sigue funcionando en Palermo y no se mudó a las 328 hectáreas que tienen exenciones impositivas en Pompeya, Parque Patricios y Boedo? Algo allí está mal. Nosotros proponernos una Ciudad productiva en un país productivo. Si pensamos en una ciudad productiva tenemos que apuntar los cañones de la educación hacia las nuevas formas de producción. 

 

Vienen trabajando con UTE(Unión de Trabajadores de la Educación): ¿Cómo están pensando la articulación entre los desafíos de la formación educativa y la formación laboral?

 

VT: Hay que hablar del proceso de formación con salida laboral. Además de militar en “El Sur no espera” como una organización política también pertenezco a un espacio que se llama Pyme Sur que aborda la problemática gremial empresaria. Dentro del distrito tecnológico hay empresas que demandan recursos humanos y lo que vemos es que muchas veces esos recursos humanos no se encuentran formados. Lo que estamos estudiando con UTE es la cuestión formativa. Ellos forman capacitadores certificados que luego ofrecen cursos para que las personas tengan más facilidad para incorporarse en el mercado laboral. Hicimos un relevamiento y estaban faltando programadoras. También se están formando programadores de fibra óptica. Esto es muy importante. 

 

Hay un mito instalado, que hasta a veces la misma oposición es capaz de señalar, que marca la eficacia de Horacio Rodríguez Larreta para gestionar la Ciudad. ¿Qué piensa de esta afirmación?

 

VT: La realidad es que sólo es eficaz para una parte de la sociedad. En mí caso invertí en el polo tecnológico en dos propiedades y ahora valen el doble: ¿Eso le hace mejor la vida a la gente? ¿Eso le da más trabajo a las personas? La respuesta es no. En Pompeya las verduras son más caras, porque el verdulero paga más caro el alquiler. Aumentó el costo de vida de la gente que vive dentro del distrito por el aumento del costo inmobiliario. La gente no se come los ladrillos. El crecimiento de un territorio tiene que verse en su totalidad no solamente en un aspecto. Por eso creo que Larreta no es un buen administrador. Digo que no con fundamentos. Porque esta Ciudad es la que mayor presupuesto per cápita tiene de todo el país y muere gente de frio, a la intemperie. Hay ejemplos de situaciones que ocurren solo por falta de voluntad política. 

 

¿Cómo impacta esta ausencia de voluntad política de Cambiemos en el sector Pyme dedicada a la industria TIC (tecnologías de información y comunicación)?

 

VT: Dentro del distrito tecnológico había que habilitar como industria a las TIC. El código de planeamiento urbano tenía definido los usos del suelo en el año 70, cuando no existíamos como industria. El año pasado se dio todo una discusión sobre la modificación del código de planeamiento urbano, algo que venimos peleando desde el 2010 con el fin de ser habilitados como industria. No se podía y hablamos con gente que estaba a cargo del distrito. Hablé con legisladores y no se veía la posibilidad de incorporar esa modificación. Entonces fuimos a la mesa de entrada de la Legislatura y presentamos el pedido de modificaciones de los usos para el distrito y lo logramos. Desde diciembre del 2018, en cualquier inmueble dentro de las 328 hectáreas que están en el distrito tecnológico, se puede habilitar una industria TIC. Es un ejemplo que solo faltaba voluntad militante también para lograrlo. El subte puede estar muy bueno, nos viene bien a todos los del sur, pero no alcanza y las cosas que no se hacen son por falta de voluntad política.

 

¿Qué aporta la candidatura del presidente de San Lorenzo de Almagro, Matías Lammens, al Frente de Todos?

 

VT: Él es un emergente al igual que yo, en este espacio del Frente de Todos y también viene del sector Pyme. Aunque la mayor parte de la gente lo conozca por su actividad como presidente de San Lorenzo. Pero él entendió perfectamente la problemática Pyme. Es un perfil distinto que amplía las posibilidades que nosotros tenemos. No solo en términos electorales sino también en coincidir en un proyecto para la Ciudad en el cual incluya la variable productiva. Nosotros tenemos el distrito tecnológico porque está pensado en función de un proyecto que se llama 22@Barcelona que tiene 198 hectáreas en Barcelona promocionando la industria 4.0. Eso dio resultados maravillosos. Nosotros acá hoy no tenemos eso. Ni un plan serio para lograrlo. Y lo necesitamos. 

Protestaron en repudio a la jueza que condenó a Mariana Gómez por besar a su esposa

5.7.2019

Por María Lugones

La gente comienza a agolparse en las puertas de Paraguay al 1500, en la sede judicial donde hace una semana Mariana Gómez fue condenada a un año de prisión en suspenso y a pagar los costos del juicio.

La ola polar no aminora la manifestación convocada por la Campaña por la Absolución de Marian Gómez. Están presentes distintas activistas, agrupaciones y partidos de izquierda. “Lesbianas hartas contra la yuta” reza la bandera detrás del equipo de sonido. Decenas de pibas jóvenes se acercan a la puerta del Tribunal.

 

¿Qué pasó?

 

Mariana fue detenida el 2 de octubre de 2017 en la Estación Constitución mientras se encontraba resguardándose de la lluvia junto a su esposa, Rocío Girat. Estaban fumando y besándose cuando fueron abordadas por agentes de policía. A Mariana la trataron de “pibe”, la esposaron, la amenazaron y la dejaron durante horas en un calabozo.

El mensaje es claro: Las tortas sólo nos podemos permitir visibilidad cuando es para consumo del varón heterosexual. Cuando ese pibe en el boliche te presiona para que le des “prueba” de tu lesbianismo. Cuando nos representan maquilladas y con uñas acrílicas en el porno. Cuando somos el ápice de la feminidad en esa novela del prime time. Fuera de esos parámetros somos marimachos. Tortilleras. Enfermas. Hace falta que nos corrijan.

Eso es lo que le estaban haciendo a Higui, cuando entre diez la quisieron violar. Eso le estaban diciendo a Mariana y Rocío, cuando las eligieron entre decenas de personas fumando para abordarlas. La causa por la que Mariana debe afrontar un año de prisión en suspenso es “resistencia a la autoridad y lesiones”. El aleccionamiento estatal es entonces doble: no es sólo la corrección policial a la desviación de la heteronorma, si no que esta corrección, además, debe aceptarse sumisamente.

En la puerta de la sede judicial de Paraguay, los cánticos se siguen escuchando. Son en repudio a la jueza que dictó la sentencia, Marta Yungano, del Tribunal Oral n°26 y exigen su destitución. Yungano es conocida por haber absuelto a nueve policías acusados de lesiones, vejaciones y apremios ilegales a dos adolescentes. Quienes estuvieron presentes declaran que cuando dictó la sentencia a Mariana, se rió. Lisandro Teszkiewicz, su abogado va a seguir peleando contra esta decisión.

Tras la lectura de los fundamentos Teszkiewicz declaró: “Hay una sanción desmedida que tiene que ver con esta forma estructuralmente discriminadora, machista, misógina, lesbofóbica de analizar los hechos que siempre tiende a reforzar una justicia pensada para proteger los privilegios (…) En los próximos días estaremos presentando un recurso ante la Cámara de Casación y esperamos que en esa instancia podamos revertir este fallo. Si no fuera esa instancia iremos a la Corte Suprema de Justicia de la Nación y si hiciera falta a los tribunales internacionales”.

En uno de los países con la legislación más avanzada del mundo en materia de diversidad sexual, los casos de violencia policial contra el colectivo LGTTTBIQ son moneda corriente. Amparándose en la ofensa a la “decencia pública” o “moralidad pública” continúan las prácticas persecutorias a la disidencia sexual. Las organizaciones de travestis y trans denuncian que se utiliza la ley de drogas para perseguirlas y detenerlas. Muchas de ellas mueren porque no se les garantiza el acceso a la salud. La justicia condena a Higui por defenderse de una violación correctiva y a Mariana por besarse con Rocío en un lugar público, sentando un precedente gravísimo para toda la diversidad sexual.

No es casual que esto suceda: hace dos años se sancionó el “Protocolo L.G.T.B” impulsado por Patricia Bullrich, que refuerza el poder de fuego de la policía y las fuerzas permitiéndoles actuar sin orden judicial. Un protocolo que nace del gobierno de Cambiemos, responsables del recorte a los programas de reproducción y sexualidad.

[…] Con más frío y sin sol, activistas se citaron frente a la casa de la jueza en Congreso para manifestar el rechazo al fallo. Estuvieron presentes la Asamblea de Lesbianas, el MST, entre otras agrupaciones.

La absolución de Marian la vamos a lograr en las calles, con la movilización y la organización independiente de los partidos del régimen y las instituciones que nos persiguen, de la misma manera que arrancamos a este sistema podrido cada derecho conquistado.

Del desalojo a la hipotermia

4.7.2019

Por Ramiro Giganti

Al menos 5 personas en situación de calle murieron en esta semana. El caso más emblemático es el de Sergio Zacarías que falleció a dos cuadras de la Legislatura Porteña donde hoy se aprobó la venta de 12 terrenos, fomentando los negociados inmobiliarios y acrecentando la crisis de vivienda.  Mientras los medios hegemónicos muestran la conmoción por el frío y la emoción por gestos solidarios aislados, la raíz del drama permanece oculta. Mientras los negociados inmobiliarios alejan el acceso a la vivienda, esta semana hubo un violento desalojo en la Municipalidad de Lanús ignorado por los mismos medios que se emocionan con la caridad.

 

 El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: (…) el acceso a una vivienda digna – Fragmento del artículo 14 bis de la Constitución Nacional.

 

Es domingo 30 de junio por la noche mientras finaliza el primer semestre para dar lugar a otro «segundo semestre». Sergio Zacaríaz se encuentra en situación de calle y pasa su última noche en una esquina a dos cuadras de la Legislatura Porteña. Al día siguiente, las pericias señalarán que Sergio murió por hipotermia a causa del frío. El dato duro no contempla las causas que llevaron a Sergio a dormir en la calle expuesto a ese frío.

Las pericias diagnostican la muerte de Sergio, ya es 1 de julio. A pocos kilómetros, en el predio de Acumar en el Barrio Acuba de la localidad de Villa Caraza, partido de Lanús, se desarrolla un violento operativo represivo de desalojo que, según relatan sus vecinas y vecinos, duró aproximadamente 12 horas. Durante los días siguientes, el frío será el tema de conversación y titular de la mayoría de los medios. El frío como abstracción, como causa natural… el frío como chivo expiatorio.

Al mismo tiempo que se fueron conociendo nuevas víctimas del abandono que las expone al frío todavía había personas detenidas tras el desalojo en el Barrio Acuba dos días después de dicho episodio. Al menos 5 personas murieron por estas condiciones durante la presente semana.

Mientras desde hace tiempo se multiplican las personas en situación de calle, incluidas familias con niños que no tuvieron otra alternativa por falta de trabajo o recursos. Los «créditos UVA» se vuelven cada vez más impagables, lo que ya está generando numerosos pedidos de amparo por parte de deudores, y periódicamente se conocen noticias de fábricas que cierran, o de despidos masivos fomentando la imposibilidad de pagar un alquiler.

Pero si una persona en situación de calle muere, «fue por el frío». De manera similar el calor es acusado por los cortes de luz en verano, a excepción del reciente apagón que dejó al país entero sin luz, y que aún mantiene problemas en las inmediaciones de la Ciudad de La Plata.

 

Entre la solidaridad y el sesgo caritativo

 

Mientras el frío era noticia, y en algunos medios también la muerte de Sergio, se empezó a difundir la campaña «Frío cero» que tiene como referente a Juan Carr. También la iniciativa del Club Atlético River Plate que, sumándose a la campaña, abrió las puertas del Museo River para dar techo a personas en situación de calle y convocó a vecinas y vecinos a llevar donaciones. Por la trascendencia del club el gesto tuvo mucha difusión y luego otros clubes se sumaron. La «solidaridad de nuestro pueblo» fue titular en varios medios y ocupó zócalos en los canales de noticias.

Personas que se acercaron masivamente a River, tanto para pasar la noche como para hacer donaciones.

Hay varios episodios en relación a la iniciativa y a lo ocurrido en la noche del pasado miércoles. Por un lado la cantidad de gente, tanto de personas necesitadas como de quienes se acercaron a colaborar, pero también de los encuentros que generan algún conocimiento. Los videos de Carlos, el pianista en situación de calle que se puso a tocar un piano, se viralizaron y transmitieron un fuerte valor emotivo. Pero hay un mensaje más contundente que la primera emoción a través de la música. El mensaje de Carlos es un golpe a quienes defienden las políticas de ajuste y libre mercado en nombre de la «meritocracia». Carlos tiene una habilidad desarrollada y sin embargo está sin trabajo y condenado a vivir en la calle por este sistema.

Tampoco faltaron algunas de las peores miserias humanas que, en redes sociales, atacaron a Juan Carr y a River Plate. El accionar de los llamados «Trolls» no parece encontrar límite alguno a la hora de diseminar agravios con ciegas defensas de las conductas más miserables.

Pese a estos episodios, el consenso mediático hacia este tipo de acciones solidarias o caritativas fue contundente. Lo ausente fueron los análisis de fondo. ¿Por qué hay cada vez más personas en situación de calle? ¿Como sociedad solo nos hacemos cargo de un par de noches de invierno? ¿Y el resto del año?

 

El crimen oculto: las responsabilidades políticas

 

Mientras los noticieros repiten gestos individuales de solidaridad, la Legislatura Porteña aprobó la venta de 12 terrenos, entre los que se incluye gran parte delBarrio Carlos Mugica (Villa 31). También significa la venta de una parte de la superficie del predio donde en la actualidad funciona el Mercado de Hacienda de Liniers. Grupos de vecinos y vecinas del Barrio Mugica se manifestaron detrás del vallado instalado frente a la Legislatura sobre la calle Hipólito Yrigoyen e hicieron marchas de antorchas durante las últimas semanas, una de ellas de importante masividad la semana pasada.

La venta de tierras está directamente ligada a la crisis de vivienda que expulsa familias a las calles. Lo que muchas veces se disfraza de «desarrollo» es la causal de las muertes de quienes no tienen donde dormir.

Cada desalojo, cada privatización del espacio público, cada medida de ajuste fomenta directa o indirectamente el abandono que condena a cada vez más personas a situaciones como la de pasar hambre o tener que dormir en la calle expuesta al frío.

«La desigualdad mata»: Así es dormir en la calle durante la noche más fría de Buenos Aires

4.7.2019

Por Facundo Lo Duca

El Gobierno de la ciudad registró 1.146 personas que duermen en la intemperie. Sin embargo, la cifra es cuestionada por varias organizaciones sociales que exigen declarar la emergencia habitacional.

Son las diez de la noche de un miércoles de julio y Marcelo se retuerce de frío en las calles de Buenos Aires, Argentina. Está en situación de calle desde hace tres meses y hoy la temperatura bajará hasta los 2 ℃. «Será la jornada más fría del año», habían anunciado los medios locales desde temprano y aconsejaban resguardarse. A metros de donde está el—quien casualmente lleva el mismo apellido que el presidente del país, aunque descarta su parentesco—, resplandece de color rosa la Casa de Gobierno del país sudamericano. Hacia el otro lado hay un pequeño cartel que, entre dos ramos de flores, reza una de las principales problemáticas de la ciudad: «Acá murió de frío y de ausencia del Estado Sergio Zacaríaz, de 52 años. La desigualdad mata».

A Zacaríaz lo encontraron muerto el pasado lunes en la calle Perú, ubicada en el barrio San Telmo, uno de los reconocidos puntos turísticos de la capital. Los médicos determinaron que Sergio murió por hipotermia debido a la ola polar que actualmente azota a la ciudad. La noticia causó indignación entre los vecinos de la zona y el debate por la actual crisis habitacional que atraviesa Buenos Aires llegó a la opinión pública. Según los números de algunas organizaciones, hasta el momento, ya son cinco las personas que en todo el país sufrieron lo mismo que ‘Zaca’, como le decían quienes lo frecuentaban.

«Era una persona muy instruida, con conocimientos que te sorprendían. Yo le decía, a modo de broma, que era como un ‘maestro de la calle’ porque siempre te dejaba alguna enseñanza. Aunque no hablaba mucho de su vida privada, siempre se lo notaba de buen humor», recuerda Sonia Sánchez, y quien junto a la organización social ‘Amigos en el camino’ —dedicada a asistir a personas en situación de calle—, conocían de cerca a Zacaríaz.

«Yo soy del barrio y siempre me cruzaba con ‘Zaca’. Tengo conocimientos en enfermería, así que en más de una ocasión lo ayudé con alguna herida. La primera vez que lo vi, tenía una uña encarnada en el pie que se estaba infectando. Me preguntó si era enfermera y le dije que no, que soy persona. Él se reía», rememora Sánchez.

El colectivo social al que pertenece Sonia tiene armados diferentes equipos que, durante toda la semana, recorren puntos de la ciudad con donaciones y alimentos calientes que cocinan ellos mismos para repartir a las personas en situación de calle. En la temporada de invierno, cuando las temperaturas en la madrugada oscilan entre 0 y 2 ℃, es cuando más arduo deben trabajar a causa de las severas complicaciones médicas que provoca dormir en la intemperie.

«Sergio murió al lado de un puesto de comidas, donde siempre se colocaba con su frazada y apenas una campera. El día de su muerte, yo estaba asistiendo en otra zona. Me puso muy triste. Aunque no es la primera vez que vemos que el frío se cobra una vida en la calle. Es muy habitual y cada vez hay más gente expuesta a esas condiciones. Por eso, en esta época, es fundamental el apoyo de quien quiera sumarse a colaborar para poder ayudar a la mayor cantidad de afectados», afirma la filántropa.

 

El ‘otro lado’ de Buenos Aires

 

El recorrido arranca puntual. A las 9:00 de la noche, Sonia Sánchez baja de su departamento en San Telmo con su pechera roja puesta de ‘Amigos en el camino’. La temperatura marca los 5 ℃, pero a ella parece no importarle. «No hay día ni horario para ayudar a alguien que vive en la calle. Yo saldría hasta con nieve«, dice.

El primer amigo que visita es a Marcelo, quien duerme a pocos metros de donde murió Sergio Zacaríaz, y a tan solo unas cuadras más en donde el mandatario del país —con la misma inicial y apellido—, realiza sus actos oficiales. Vive en la calle desde hace tres meses, cuando perdió su trabajo como albañil. «Estoy hace poco durmiendo acá, pero es hasta que encuentre otro trabajo. A los paradores del Gobierno no quiero volver, es muy inseguro y sucio. Prefiero estar acá que regresar a un lugar donde se reciben malos tratos», afirma.

Sonia, al verlo, lo abraza como si se encontrara a una persona que no ve hace años. «¿Querés que te consiga una campera bien abrigada o un pantalón? Mi marido tiene varios que no usa, sí, te voy a traer uno. Bueno, mañana temprano paso y te alcanzo un desayuno», se despide.

En otro punto, sobre la avenida Paseo Colón, próximo al barrio de Puerto Madero —el distrito más exclusivo y costoso de Capital Federal—, Gisela, de unos 40 años, intenta dormir junto a su hija de cuatro años en un colchón desvencijado. Apenas se revela la cabellera de su pequeña, cubierta totalmente por una frazada. «Nos vinimos desde la provincia de Buenos Aires para poder cobrar el subsidio del Estado acá y tratar de alquilar algo, pero no entiendo cómo hacer los trámites. Solo estamos mi hija y yo. Mi intención es mandarla a la escuela, pero quiero primero conseguir un hogar. No quiero que vaya sin tener nada», explica la madre.

Por la misma vereda, al llegar a la esquina, Alejandro le hace señas a Sonia. Lleva siete meses durmiendo al lado de una sucursal bancaria. También rechaza ir a los centros de asistencia estatal y temporaria del Gobierno, donde solo se permite pasar una única noche y se debe dejar el espacio a primera hora del siguiente día.

«Acá estoy tranquilo. No molesto a nadie, ni nadie me molesta a mí. La mayoría ya me conoce, generás un vínculo. Quiero encontrar un trabajo para poder pagarme el hotel donde estaba antes. No necesito muchas cosas materiales para vivir. Solo preciso mi medicación porque soy asmático y es costosa», relata Alejandro, mientras la integrante de ‘Amigos en el camino’ toma nota del suministro requerido y promete intentar conseguirlo.

Debido a la noticia por la muerte de Zacaríaz, el club de fútbol River Plate abrió las puertas de su estadio, el ‘Monumental’, para recibir a las personas que quieran pasar la noche y donde también se entregarán donaciones.

Pero, ahora, el rumbo es hacia el estadio del Boca Juniors. Su barrio histórico, La Boca, posee altos índices de precariedad habitacional y, por la noche, es considerado uno de los sitios más inseguros. Sonia vivió mucho tiempo en aquel lugar y conoce sus calles como la palma de su mano. Es por eso que se adentra por un pasaje sinuoso y oscuro, alejado de las viviendas. Son las 11:00 de la noche y el frío hace estremecer. Lo primero (y lo único) que se alcanza a ver es ‘La Bombonera’, el estadio del club. Pero antes de llegar, unas vías cortan el paso. Al fondo, una carpa hecha con retazos de plástico se levanta desde un pastizal oscuro. Allí vive Juan, de unos 30 años, junto a su primo y otras personas.

«Nuestro problema son las adicciones. Estamos luchando contra eso, pero todos somos personas con preparación académica. Mi primo es chef recibido y yo estudié psicología mucho tiempo. La calle es nuestra universidad hoy, pero intentamos dejarla. Por suerte, nos cuidamos entre nosotros, pero a veces nos supera el contexto. El frío es lo peor que sufrimos hoy porque no tenemos edificios que nos protejan. La comida también suele ser un problema. Casi nadie pasa por acá y no hay muchos locales para poder pedir un plato de alimento», detalla el joven.

El recorrido finaliza próximo a donde comenzó: en ‘Plaza de Mayo’, frente a la Casa de Gobierno del país sudamericano. Ubicados bajo una recova —construcción de veredas amplias resguardada con un techo—, más de 20 personas batallan contra el frío. Sonia comienza a saludar a todos con un brazo y un beso en la mejilla. Se alegran de verla. Nicolás, un joven de 18 años que pasa las noches allí junto a su novia, explica que su pareja tiene fiebre alta. «Mañana la quiero llevar temprano al hospital, porque ahora no hay muchos colectivos, estuvo así desde temprano», cuenta el joven con preocupación. Él también llegó desde la provincia de Buenos Aires en busca de un sitio mejor para su vivir.

«Acá tenés más posibilidades de progresar. Hay más comercios para conseguir algún empleo de lo que sea. Pero la calle te lo hace duro. Tengo mucha impotencia de tener a mi novia enferma y no poder hacer nada», confiesa Nicolás. Al día siguiente, Sonia cuenta que la pareja del joven fue internada de urgencia en un hospital.

 

Las cifras de la crisis habitacional

 

Según han expresado diferentes organizaciones sociales a los medios locales, cinco personas murieron por pasar el invierno en la intemperie. Desde el Gobierno de la ciudad afirman que actualmente hay otras 1.146 en situación de calle. El número fue cuestionado por diversas organizaciones dado que, según sus propios informes, tan solo en 2017 la cifra abarcaba a 4.394 ciudadanos.

Cecilia Zapata, investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y del área de estudios urbanos del Instituto Gino Germani, explica que la crisis habitacional de Capital Federal es algo histórico, pero que creció exponencialmente desde 2007: «Se realizaron recortes a programas de vivienda transitoria. Desde entonces, la política del Estado es solo asistencial, no hay una solución definitiva. Los paradores están colapsados y no respetan las dinámicas familiares. Hay paradores de hombres y mujeres, por lo que las familias deben dividirse», afirma la especialista.

Zapata explica que esta crisis hay que leerla en términos de capacidad de acceso: «desde 1947 hasta la actualidad, la densidad poblacional del territorio es más o menos la misma. Pero las personas en situación de calle y en villas de emergencia aumentaron exponencialmente. Además, el gobierno posee una medición muy particular en este tema: si una familia está en un parador por un determinado tiempo, no cuenta como situación de calle. ¿Y mañana a dónde van?», se pregunta.

La investigadora afirma que un factor más de este problema es la cantidad de inmuebles deshabitados en la ciudad: «En lo que respecta a las viviendas particulares ociosas, se registraron más de 285.000 viviendas vacías, lo que representa el 20% del parque habitacional del distrito».

 

Larreta y Santilli no se hacen cargo de la crisis de pobreza y vivienda en la Ciudad

4.7.2019

Por Julián Luque

La respuesta de Larreta y Santilli frente a la terrible noticia de la muerte de Sergio Zacarías fue desligarse de responsabilidades.

En estos días se difundió en todos lados la historia de un hombre que vivía en la calle y apareció muerto a causa del frío; una imagen que retrataba la entrada de un edificio y un papel que decía “acá murió de frío Sergio Zacaríaz, tenía 52 años, la desigualdad mata”.

La bronca e impotencia que generó esta noticia fue aún más cuando el actual Vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli dijo “hay personas que prefieren dormir en la calle antes que ir a un parador”. Con sus declaraciones Santilli carga la culpa a aquellos que no le queda otra que vivir en la calle, como si ellos eligieran morir así, después de una cadena de abandonos que los lleva a una situación extrema.

La crisis habitacional en la Ciudad de Buenos Aires fue creciendo en los últimos años, y fue profundizada, desde el 2007 con la llegada del PRO al ejecutivo porteño. Sus políticas lejos de dar soluciones, fueron acrecentando el problema.
Según indican las estadísticas existen en la Ciudad de Buenos Aires alrededor de 285.000 viviendas vacías, que representa el 20% del parque habitacional de la ciudad.

Mientras que la cantidad de gente sin techo es según el Gobierno de 1.146, aunque para las organizaciones sociales y ONG’s el número real es algo más de 20.000 personas. Una cifra que el Gobierno esconde al igual que escondieron a los sin techo el año pasado mientras transcurría el G20, escondiendo su basura debajo de la alfombra. Y mientras los miembros del Gobierno se reunían con los líderes imperialistas del mundo, la gente que sobrevive en la calle fue trasladada a los refugios de la Ciudad.

La política de ajuste del actual gobierno fue recortar presupuesto, votado y aprobado por muchos de quienes hoy integran las listas del Frente de Todos, en los programas de “vivienda transitoria” o también llamados “paradores”. Lugares colapsados, no preparados para contener a las personas. Estos paradores se dividen, algunos para hombres y otros para mujeres, es decir que las familias deben separarse si quieren recibir algún tipo de asistencia.

La muerte de Sergio y de tantos otros son consecuencia del desarrollo de estas políticas de ajuste y hambre que ejecuta tanto el Gobierno de Larreta como el de Macri junto con todo el PJ que gobernando las provincias acompaña estas políticas y apoya votando leyes impulsadas por el macrismo.

Mientras Larreta y sus amigos hacen negocios inmobiliarios, vendiendo terrenos de la Ciudad a precios fiscales, y Macri ejecuta como buen alumno las recetas impuestas por el FMI, el pueblo no tiene salida en candidatos como los Fernández que sistemáticamente afirman que reconocerán la deuda y la pagaran, así sea si se tiene que cargar sobre las espaldas del pueblo trabajador.

Como dijo en recientes declaraciones Emmanuel Álvarez Agis -ex Viceministro de Economía- su ajuste sería diferente al de Macri, porque la fórmula Fernández-Fernández contará con el apoyo de la burocracia sindical.

El Frente de Izquierda es la única coalición que propone el no pago a la deuda externa y que se inviertan las prioridades. Como la creación de un plan nacional de viviendas populares de calidad, urbanización de villas y asentamientos con el financiamiento de impuestos progresivos a los especuladores inmobiliarios dueños de viviendas ociosas en la Ciudad.

Colaborar y acompañar la campaña del Frente de Izquierda Unidad, transformando la bronca que dan casos como el de Sergio y las nefastas declaraciones de Santilli en organización para dar vuelta todo, apoyando la candidatura de Nico Del Caño y Myriam Bregman que siempre están del mismo lado, el nuestro, el de la juventud, los laburantes y las mujeres. Para que vivamos una vida que valga la pena ser vivida, que el techo no sea una preocupación y que la crisis la paguen los capitalistas.

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