10.9.2019
Por Paula Carrizo
Cientos de trabajadores y trabajadoras del cuerpo de agentes de tránsito se congregaron el lunes 9 de septiembre en el Obelisco para exigir justicia por la muerte de su compañera, Cinthia Choque. Denuncian extrema precarización laboral por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Cientos de trabajadores y trabajadoras del Cuerpo de Agentes de Tránsito se concentraron este lunes 9 de septiembre en el Obelisco para exigir justicia por la muerte de su compañera Cinthia Choque (28). En una extensa jornada de protesta que incluyó el corte de la Av. 9 de Julio, y bajo una lluvia persistente, los presentes denunciaron la extrema precarización laboral a la que son sometidos por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, actualmente en manos de Horacio Rodríguez Larreta, así como los múltiples riesgos a los que se ven expuestos cotidianamente por las deficientes condiciones en que desarrollan sus funciones.
El pasado domingo a la madrugada, los agentes de tránsito Cinthia Choque y Santiago Siciliano (30) se encontraban cumpliendo funciones en un control de alcoholemia sobre Av. Figueroa Alcorta, a metros de Tagle (Palermo), cuando fueron arrollados por un vehículo conducido por el periodista Eugenio Veppo.
Cinthia falleció en el acto, producto del impacto, mientras que Santiago permanece internado con pronóstico reservado en el Hospital Fernández. Uno de sus compañeros declaró: “Lo de Cinthia no fue un accidente, fue un asesinato. El tipo [Eugenio Veppo] quiso hacerse el vivo asustando a los compañeros, los quiso amedrentar pasándole fino y se le fue el auto, los levantó y huyó. Se entregó catorce horas después. Su abogado [José Luis Ferrari] dice que el alcohol en sangre no baja en catorce horas. Eso es mentira. Depende del organismo, de la cantidad de alcohol, de la tolerancia que tenga el cuerpo. Pudo haberlo limpiado en siete horas.”
La muerte de Cinthia -quien iba por el sexto año consecutivo cumpliendo funciones para el gobierno de la Ciudad con una relación de dependencia camuflada bajo la modalidad de monotributista- puso sobre la mesa una vez más la precariedad laboral imperante en el sector público porteño. En junio del presente año, durante una marcha hacia Hacienda y Legislatura bajo la consigna “El Salario No Alcanza”, Eduardo Nasif (vocal de ATE Capital) denunciaba que en la ciudad: “más del 70% de los trabajadores y trabajadoras perciben salarios netos inferiores a la línea de pobreza calculada por el propio IPCBA”.
En el caso de los más de 2700 agentes de tránsito, con jornadas de siete horas diarias los días hábiles, o guardias de doce horas durante los fines de semana, por una magra suma de 25 mil pesos. “De los cuales hay que descontar el monotributo, ingresos brutos, el descuento para la obra social. Nos quedan alrededor de 22 mil en el bolsillo”, remarcaron los agentes.
Consultados respecto al contexto en el que desarrollan sus labores diarias, describieron: “Nosotros salimos a la calle con móviles de tránsito sin luces. No tienen licuadoras, no tienen balizas, sirenas, luces de giro. Salimos con tres o cuatro conos, balizas y bastones luminosos para parar a los vehículos que a veces no tienen carga. Cuando vos reclamás ‘este móvil no está en condiciones’, te dicen ‘¿Dobla? ¿Tiene bocina? Salí a la calle igual, fíjate de prender las luces altas’ ”. Además de la violencia laboral, destacaron la violencia social padecida: “La gente se baja, te insulta, te pega, se queja, te dice ‘a mí no me podés hacer esto’, con dos puntos de alcohol en sangre. La gente no toma conciencia. Nos han llevado dos cuadras arriba de un capot, y nadie hace nada.”
Varios agentes denunciaron también las presiones que se desataron producto de las medidas de fuerza definidas. “Estamos en plan de lucha pacífica. Queremos métodos de contratación como corresponde, seguridad a la hora de salir a la calle y que nos aseguren que nadie va a perder el laburo hoy. Nos han amedrentando que a los monotributistas que levanten la cabeza se les da de baja el contrato. Mucha gente de las coordinaciones y del gremio Sutecba nos han mandado mensajes diciendo que tenemos que ir a tomar servicio, cubrir la guardia mínima, porque somos empleados del Estado y pertenecemos al núcleo de las fuerzas de seguridad junto con los bomberos, el SAME y la policía. A nosotros nos compete eso pero no nos avala un contrato de trabajo como corresponde”, cuestionaron.
Luego de permanecer durante horas en estado de asamblea permanente, una delegación de diez trabajadores y trabajadoras del Cuerpo de Agentes de Tránsito logró concretar una reunión junto a los funcionarios porteños Leandro Ricciardi (gerente de Operaciones del Cuerpo de Agentes de Tránsito y Seguridad Vial), Sergio Pietrafesa (director General de Cuerpo de Agentes de Control de Tránsito y Seguridad Vial), Gonzalo Iturriaga (subgerente Operativo de Recursos Materiales), Nicolás Caputo (jefe de Gabinete de la Secretaría de Transporte) y Juanjo Méndez (secretario de Transporte), acompañados por cuatro representantes de la Defensoría del Pueblo.
La agenda de reclamos elevada contempló la indemnización pertinente para Cinthia y Santiago, acorde a lo que correspondería a una planta permanente, así como contención psicológica para ambas familias. En relación a las condiciones de trabajo, exigieron mejoras en las condiciones de seguridad de los agentes, incluyendo uniformes refractarios, conos luminosos, balizas, móviles aptos, y el replanteo de cuestiones operativas relacionadas con la ejecución de los controles de alcoholemia. Hicieron hincapié en que ningún trabajador cubra un punto de control sin contar con la compañía de al menos otro agente más, al igual que la presencia de personal policial presente en los puntos y puestos necesarios. Respecto a las condiciones contractuales, demandaron el pase a planta permanente, así como la efectiva aplicación de la Ley 471/00 que garantiza la estabilidad de los empleados y empleadas del sector público.
Por su parte, el secretario de Transporte Juanjo Méndez se comprometió a cumplir con lo relativo a las indemnizaciones de manera inmediata, abriendo el diálogo para generar una mesa de trabajo donde seguir trabajando los restantes puntos, así como los que puedan ir surgiendo de las distintas asambleas que se continuarán desarrollando en cada una de las bases. A su vez, los trabajadores anticiparon que hasta tanto no se implementen las medidas de seguridad correspondientes y no se les brinde a los y las agentes la cobertura acorde al tipo de actividad que realizan, no tomarán ningún servicio en el que puedan correr cualquier tipo de riesgo.
En función de estos avances, los efectivos decidieron suspender momentáneamente la medida de fuerza que estuvieron ejecutando durante el domingo y lunes, procediendo a pactar a través de los representantes de la Defensoría del Pueblo una nueva reunión para el viernes 13 a las 10:00. Esta contará con la presencia del Dr. Alejandro Amor (Defensor del Pueblo), y se abocará a la exposición de los avances alcanzados sobre los ejes pendientes. Respecto a la misma, los trabajadores anticiparon que se exigirá un acta con validez legal en la que se detallarán los puntos a trabajar, y en caso de incumplimiento por parte de los directivos se recurrirá a la justicia. “Lo que queremos es que esto no vuelva a suceder, no queremos otra Cinthia ni otro Santiago. Queremos las medidas de seguridad que corresponden para cumplir con nuestra tarea”, expresaron.