23.1.2020
Por Laura Marrone*
A partir del 13 de febrero, bebes y niños cuya familia viva en Soldati, pueden recibir del ministerio que conduce Soledad Acuña, una vacante en el barrio de Devoto para un hijo y en Caballito para otro. Un perverso círculo.
En este ciclo lectivo 2020 vuelve el drama de la falta de vacantes en las escuelas públicas de la Ciudad. En 2019 tuvimos registros extraoficiales de una faltante de 13.600 vacantes, de las cuales 11883 correspondieron al nivel inicial y el resto a primaria, media y superior. Si a estas cifras agregamos la matrícula que absorben los Centros de Primera Infancia (CPI) dependientes del Ministerio de Desarrollo Humano, más de 10.000 niños, y que en su gran mayoría fueron derivados por el Ministerio de Educación por falta de vacantes, la faltante fue alrededor de 23.000 vacantes.
La falta de vacantes para el nivel inicial se padece en toda la ciudad. Esto es particularmente doloroso para la mujer trabajadora se ocupa prioritariamente de la primera infancia, por lo menos hasta que un cambio cultural vaya conquistando responsabilidades parentales compartidas. Tan grave es que una familia debe pensar en más de la mitad de un salario medio solo para pagar un jardín maternal de un hijo/a. Hablamos de aranceles de 10 a 20.000$ mensuales.
El gobierno de Larreta y la Ministra de Educación Acuña, aduce que su obligación no es brindar vacantes a la primera infancia sino solo a partir de sala de 4 años. Esto es falso, la Constitución de la Ciudad y la Ley de Educación nacional 26206 señalan la obligatoriedad del estado de brindar educación desde los 45 días, aunque ésta no sea obligatoria, sino una opción de las familias, hasta los 4 años, cuando ésta pasa a a ser efectivamente obligatoria. Sin embargo, tampoco cumple con la obligación de brindar vacante para los niveles obligatorios.
Pero el problema existe también en el resto de los niveles educativos. En las comunas 1, 4, 8 y 9 faltan vacantes también en el nivel primario. El gobierno niega que falten vacantes para el sistema formal obligatorio, sin embargo, una lectura de los registros públicos del la Dirección de estadísticas 2018 devela solo para la comuna 8 (Soldati, Villa 20, Lugano, Carrillo) una faltante de aproximadamente 550 vacantes para primera grado. Este dato se deduce de comparar la matrícula que egresó de sala de 5: 3.321 y la matrícula existente en primer grado: 2.786.
Esta comuna es un caso único en la Ciudad donde la matrícula de sala de 5 excede a la de primaria. Esto es así debido a que una fuerte lucha de docentes, sindicatos, y asociaciones varias, lograron fallos judiciales que impusieron al gobierno de la Ciudad la construcción de escuelas infantiles. El dato tampoco supone, que esté satisfecha toda la demanda para el nivel inicial en esa comuna. Sin embargo, no se han construido las correspondientes escuelas primarias. (ver: https://www.estadisticaciudad.gob.ar/eyc/?p=73198 )
Este problema es seguramente más grave. Si pudiéramos contar con los datos estadísticos de la inscripción por la web que el Ministerio no publica y que debiera incluir a las familias que no pudieron validar la inscripción por falta de recursos simbólicos para lograrlo, los datos serían más alarmantes.
La expulsión de la niñez del Conurbano
Un capítulo especial lo merecen las familias de Provincia de Buenos Aires que trabajan en Capital. Según estadísticas oficiales, casi el 50% de los que trabajan en CaBA residen en el conurbano bonaerense, muchas veces debiendo hacer trayectos de hasta 4 hs diarias por día. Sin embargo, la Ciudad no les brinda facilidad para la educación de sus hijos. El sistema en la web no siempre les permite inscribirse, desconociendo que las familias no tienen como llevar a sus hijos 2 horas antes o retirarlo 2 horas después del horario escolar.
Desde que comenzó la inscripción centralizada por Ministerio, la matrícula de no residentes ha ido cayendo progresivamente en los distritos lindantes a la provincia de las comunas 4, 8 y 9 como puede apreciarse en el cuadro. En las comunas de la zona norte, en cambio, la matrícula de no residentes aumentó.
Esto se debe a que el vaciamiento de grados en las comunas de la zona norte debido al subsidio a la educación privada, no pudo ser resuelto con cierres masivos de grados de las escuelas públicas como pretendió el gobierno de Macri y luego Larreta, debido a la fuerte resistencia y denuncia de docentes, familias y sindicatos.
Finalmente la centralidad de la inscripción abrió algo el grifo de matrícula de provincia en zona norte, pero de conjunto, solo en los últimos 4 años bajó el 4%. Esto representa alrededor de 6.000 vacantes en el nivel primario que se negaron a los trabajadores de la provincia. Privando de un derecho a la niñez de las familias trabajadoras de la Provincia se encubrió un poco más la falta de vacantes en Capital.
El nivel medio y terciario
Como muestra el gráfico 1 la falta de vacantes es en todos los niveles. Pero queremos destacar algunas realidades poco conocidas. Nos referimos a la falta de vacantes para la modalidad especial en nivel primario y medio. Las listas de espera de las escuelas primarias, centes, CBO (medias especiales) están colapsadas. Las familias, literalmente, no tienen lugar para sus hijos.
El caso de terciarios es poco difundido. Solo la Escuela Superior de Enfermería deja afuera por falta de vacantes más de 1.000 aspirantes por año que terminan alimentando las escuelas privadas, a su vez financiadas con becas personales por el gobierno de la Ciudad, los también llamados bauchers de hasta 4.500$ mensuales. Lo mismo ocurre con los profesorados de Educación Física. Solo el Romero Brest deja afuera 400 aspirantes que pasan a ingresar, en caso de tener recursos económicos, los institutos privados vecinos. Los que no, perderán sus sueños.
Un perverso circuito de doble salida: privatización y desescolarización
Preguntará quien nos lea: ¿qué sucede con quienes no obtuvieron vacantes? Las familias que tienen trabajo, aún con mucho sacrificio terminan “cayendo” en las escuelas privadas que no eligieron. La Ciudad de Buenos Aires tiene uno de los porcentajes más altos del mundo de matrícula privada: 46,5% en 2018. Curiosamente, esta cifra se ha ido reduciendo en los últimos años debido al deterioro de los salarios y la desocupación.
Era de 48,8% en 2015. Sin embargo, no ocurre lo mismo con los subsidios a la educación privada que les otorga el Gobierno de la Ciudad, y que vota la legislatura cada año. Solo en 2019 se transfierieron $10.500 millones y para el 2020 se presupuestaron transferir $14.000 millones. Si comparamos este subsidio con el gasto directo a las escuelas en personal docente que realiza el Ministerio para las escuelas públicas constatamos que por cada 10$ que el estado destina a un estudiante de escuela pública, destina 3$ a uno de la escuela privada.
¿Y los que no tienen recursos? Quedan desescolarizados. Quien quiera recorrer las villas y barrios de la zona sur, o acompañar las colas de familias en los distritos de las comunas a partir del 13 de febrero podrá escuchar la realidad que Ministerio oculta. La desescolarización también se da porque se otorgan vacantes a niños de la zona sur en la zona norte, sin brindar servicio de transporte.
Así, una familia de Soldati puede recibir vacante en Devoto para un hijo y en Caballito para otro. Los micros escolares cuestan 3.500$ por niño y acompañar a un hijo pequeño cuesta $1.600 por mes. Niños cansados y familias sin dinero y sin horarios para desplazarse tienen como resultado la pérdida del año.
¿Y el Plan de las 54 escuelas?
Todos recordaremos la abrumadora campaña del Plan 54 escuelas nuevas que desplegó el gobierno de Larreta durante la campaña electoral 2019, y la afirmación de que habría 9.000 vacantes nuevas que resolverían el problema. Formó parte de un gasto presupuestario en publicidad de de $1.500 millones del presupuesto 2019 en oposición a los $1.050 millones que destinó para construcción de escuelas. Un tercio menos.
En realidad de esas 54 escuelas enunciadas, solo se habían construido 30 a fin del 2019, de las cuales 23 eran nuevas, lo que representó 3.400 vacantes efectivamente nuevas. El resto se trataba de reubicaciones de escuelas existentes por deterioro de sus edificios. Faltan 24, de las cuales solo 18 serán nuevas. Para cubrir efectivamente la faltante se requieren 25.000 vacantes, lo que supone, según un cálculo aproximado 800 salas para el nivel inicial, 6 escuelas primarias, varias medias, CBO y escuelas especiales en todos los distritos, ampliar con nuevas sedes la escuela de enfermería y los profesorados de Educación física.
La Ciudad cuenta con uno de los mayores recursos según su producto regional y uno de los mayores niveles de recursos fiscales por habitante. Para 2020 destinará más dinero a construir comisarías, 3450 millones, que a construir escuelas: 2.900 millones. Resolver el problema de la falta de vacantes no es una prioridad para este gobierno. Familias y docentes, seguiremos luchando para que ningún niño quede sin vacante en la escuela pública para una educación pública que no discrimine y forme en una subjetividad solidaria. Porque la educación es un derecho.
* Legisladora con mandato cumplido por Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda (PO-PTS-Izquierda Socialista) en la Ciudad de Buenos Aires.