31.1.2020
Un informe de la Defensoría del Pueblo porteña repasa la crítica situación de los inquilinos e inquilinas. Reclamo para que se trate la ley de alquileres en el Senado.
Una familia inquilina que pagaba 10.000 pesos y renovó contrato en diciembre de 2017, terminó su contrato a fines de 2019 pagando cerca de 21.000 pesos. En los últimos 24 meses, los contratos de alquiler de vivienda se renovaron con un 40% por encima del valor anterior y ajustes semestrales del 15%. Estos datos se desprenden de un informe del Programa de Atención a Inquilinos de la Defensoría del Pueblo porteña.
Como los aumentos los fija arbitrariamente el mercado inmobiliario, para los próximos dos años las renovaciones de contratos se están firmando con un aumento del 30% inicial y ajustes semestrales del 18%. Es decir que el mercado inmobiliario está previendo una espiral inflacionaria de más del 50% anual.
“La continuidad en el alquiler es fundamental para cualquier grupo familiar o inquilina con hijos a cargo, que necesitan arraigo barrial, escolar y sanitario. Pero el alquiler de vivienda familiar en la Argentina es de dos años, y el locador o la inmobiliaria que lo representa fija libremente las condiciones de cada nuevo contrato que se firma”, señaló el informe.
Durante el mes de enero, entre consultas y entrevistas presenciales, la Defensoría del Pueblo ya recibió cerca de 300 casos donde se denuncian diferentes situaciones: un 41% es de inquilinos que finalizan contrato y no tienen dónde ir, o no pueden renovar porque le piden un 50% de aumento, o están adeudando más de tres meses de alquiler o expensas, o quieren rescindir por incapacidad de poder seguir pagando el ajuste impuesto al contrato.
Otro 26% de los vecinos y vecinas se acercaron porque no le devuelven el depósito al finalizar el contrato, no se liquida expensas extraordinarias, no le entregan factura para deducir ganancias, le cobraron ilegalmente comisión inmobiliaria o le realizaron contratos inferiores al plazo mínimo que establece la ley.
Un 14% tuvo problemas con los servicios públicos, en especial los cortes de gas, cortes en luz de obra en edificios nuevos o cobro indebido del impuesto inmobiliario.
El estado de la vivienda –humedad, filtraciones, roturas de equipamiento por desgaste ante el paso del tiempo- convocó a un 15% de inquilinos durante este mes de enero, que desean saber por qué no tienen respuesta sobre el deterioro del inmueble. Hacinamiento, plagas o problemas con los servicios públicos los inquilinos e inquilinas de hoteles familiares.
La difícil situación no es nueva y las organizaciones de inquilinos impulsan desde hace años una ley de alquileres que regule el mercado inmobiliario. Si bien en 2016 la norma consiguió media sanción en el Senado, no fue impulsada por el macrismo en Diputados y perdió estado parlamentario. En noviembre, la misma ley fue aprobada en la cámara baja por unanimidad y las organizaciones de inquilinos reclaman que se incluya en la agenda de las sesiones extraordinarias para su tratamiento en el Senado.
“El perfil de la demanda muestra el lado crítico del que no tiene otro acceso a la vivienda que a través de un alquiler y en las condiciones que impone libremente el mercado inmobiliario. A la vez, es claro que mientras el precio sea libre y los contratos sean cortos, los inquilinos consultan o reclaman sobre todo en situaciones límites: no pueden seguir pagando, no recuperan el depósito, hace tres meses que no tienen gas o tienen la habitación totalmente inutilizada por filtraciones o humedad”, destacó la Defensoría.
De acuerdo al Indec, en noviembre la pérdida de poder adquisitivo de los salarios llegó al 7,4%Con los datos de los primeros once meses de 2019, revelaron que los salarios subieron 37,3% y los precios 48,3%.
El Indec informó este jueves que en el mes de noviembre los salarios subieron 2,4%, lo que los dejó lejos de empatar el 4,3% que marcó la inflación. En los primeros once meses de 2019, solo tres fueron los meses en los que los sueldos les ganaron a los precios: enero, marzo y julio.
De esta forma, entre enero y noviembre, los salarios acumularon una suba del 37,3%, es decir que quedaron 11 puntos porcentuales detrás del Índice de Precios al Consumidor, que a noviembre acumulaba una suba del 48,3%.
En otras palabras, en noviembre los salarios podían comprar 7,4% menos bienes y servicios que a comienzos de año.
Cabe recordar que, en el transcurso de 2018, los salarios perdieron 12,1% de su poder adquisitivo, el peor retroceso desde la crisis de 2002, de la mano de la destrucción de 191.300 puestos de trabajo en blanco.
En los primeros once meses de 2019, por su parte, se destruyeron un total de 16.200 puestos en blanco más, de acuerdo a los datos del Ministerio de Trabajo.
De esta forma entre diciembre de 2017 y noviembre de 2019, los salarios perdieron 18,6% de su poder de compra y se destruyeron 207.500 puestos de trabajo.
Entre diciembre de 2017 y noviembre de 2019, los salarios perdieron 18,6% de su poder de compra y se destruyeron 207.500 puestos de trabajo.
El aumento del 2,4% de los salarios de noviembre no fue uniforme: los sueldos del sector público subieron 1,7% y los del sector privado registrado, 2,8%; en tanto los salarios en negro avanzaron 2,3%.
Respecto de la comparación interanual, el Indec detalló que: «El índice de salarios total mostró un crecimiento de 40,7% en los últimos 12 meses, como consecuencia de la suba del 43,7% del total registrado y de 28,7% del sector privado no registrado».
En consecuencia, frente al 52,1% de inflación acumulada entre noviembre de 2018 e igual mes de 2019, los salarios en negro fueron los que más perdieron: 16,5% de su poder adquisitivo se licuó en esos doce meses.
«El índice de salarios total registrado acumula en los últimos 12 meses un aumento de 43,7%, como consecuencia del incremento de 44,5% del sector privado registrado y un aumento del 42,2% del sector público», agregó el Indec.