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¿Qué pasa en la UBA con el coronavirus?

17.3.2020

Por Brenda Hamilton y Ana Florin

En esta nota te contamos las últimas novedades sobre las resoluciones que tomó el rectorado de la UBA, qué repercusiones tuvo en cada facultad y las opiniones de trabajadorxs docentes y no docentes ante la crisis sanitaria.

En los últimos días se reunieron los decanos de las 13 facultades de la UBA con el rector Barbieri y miembros del ministerio de educación para aunar criterios de seguridad e higiene frente a la crisis sanitaria generada por la pandemia del coronavirus en argentina y el mundo.
El día de ayer salió una nueva resolución del rectorado (346-20) que determina la suspensión de todas las actividades de la Universidad hasta el 12/4 (aunque en algunas facultades contemplan arrancar la semana del 30/03), en donde sólo se realizarán tareas consideradas “esenciales” por las autoridades de cada Facultad. Contemplando así las exigencias de lxs trabajadorxs no docentes, ya que en la resolución anterior se restringía la asistencia únicamente del claustro estudiantil al retrasarse el inicio de clases.
En algunas facultades resta que definan cuáles son las tareas que consideran de carácter “esencial”, ante eso es necesario que se pongan por delante la salud de las y los trabajadores no docentes de la universidad y así evitar cualquier tipo de riesgo ante la crisis en cuestión.

Cese de actividades pero no de los negociados

En la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA las gremiales docentes y no docentes están denunciando en este sentido el caso particular del laboratorio de idiomas que en principio permanecerá abierto y con el personal trabajando normalmente en medio de la pandemia. Dicha medida expondría a lxs trabajadorxs del área a condiciones de posibles contagios, a costa de que la facultad siga obteniendo los ingresos económicos de los cursos pagos que tienen funcionamiento en el laboratorio. Al respecto hablamos con un trabajadxr de este espacio para difundir su reclamo:

¿El laboratorio de idiomas de la facultad de FFyL va a seguir abierto y funcionando con tareas normales?
El laboratorio de idiomas deberá cumplir por lo q entendemos, con la disposición de demorar el comienzo de clases. Pero no así con las inscripciones. Nos dieron orden de cumplir de manera presencial con las tareas administrativas de inscripción. Más allá del riesgo en la salud que pueda representar el contacto con el público proveniente de cualquier parte del mundo. Entonces, las clases se retrasan pero los administrativos y docentes seguimos inscribiendo y recibiendo personas x ventanilla

¿Qué medidas de seguridad e higiene se están tomando para proteger a lxs trabajadorxs?
Medidas de seguridad e higiene son nulas. No tenemos limpieza en las oficinas, no nos proveen de insumos para limpiar nosotros mismos siquiera. Recién hoy acercaron alcohol en gel.

¿Qué proponen ustedes como trabajadorxs de este espacio ante la emergencia sanitaria?
Nuestra propuesta es clara y efectiva. Realizar trabajo desde casa. (Home office) inscribiendo y contando online. Todos tenemos un familiar paciente de riesgo, o niñxs, o nosotros mismos con alguna dificultad de salud que si esta pandemia nos toca de cerca podría llegar a ser muy grave y estamos poniendo en riesgo nuestra salud x ser precarizadxs.

Ser docente en tiempos de pandemia

El domingo por la noche en una nueva conferencia de prensa, el presidente Fernández anunció la suspensión de clases en todos los niveles educativos (inicial, primario y secundario), lo que desató más dudas que certezas sobre cómo y qué condiciones continúa el trabajo de lxs docentxs en este período.
Mientras tanto en el claustro docente de la Universidad de Buenos Aires la situación no es muy distinta. Frente a lo cual, la AGD (Asociación Gremial Docente de la UBA) denunció las “ambigüedades y contradicciones de la resolución UBA” y solicitó “suspensión de todas las actividades en función de garantizar el resguardo de todo el personal docente, no docente y de los estudiantes”.
En este sentido, Gastón Gutiérrez, profesor de Sociología y miembro de la agrupación “Docentes e investigadores de Izquierda (PTS-FIT)”, nos comentaba: “la situación en la UBA requiere garantizar a la vez la “suspensión” de actividades y la conformación de Comisiones de Seguridad e Higiene (no docentes, docente y estudiantil) que puedan garantizar democráticamente condiciones estructurales mínimas para cuando se puedan retomar las actividades. La pandemia global del Covid 19 abre una crisis muy importante que los trabajadores no debemos tomar pasivamente. Los especialistas acuerdan en que hay que tomar medidas de “aislamiento social” para detener la “curva” de crecimiento del virus, sin embargo el gobierno nacional ha tomado medidas muy “selectivas” socialmente, cuidándose de afectar el normal funcionamiento de la producción capitalista y el transporte de la fuerza de trabajo.¨
Gutiérrez agregó: ¨En Italia y España ya están sucediendo protestas porque obligan a los trabajadores a asistir a las fábricas y empresas para mantener las ganancias capitalistas. Qué sentido tiene que funcionen con normalidad empresas que no fabrican insumos esenciales? El día de hoy fue escandaloso ver las condiciones del transporte público.
Tenemos que pelear porque la prioridad sea que la población trabajadora se proteja de esta crisis, exigiendo en cada lugar de trabajo y estudio todas las medidas que sean necesarias y exigiendo que el Estado garantice condiciones económicas y sanitarias de toda la población, especialmente de la población trabajadora, precarizada y que vive del trabajo informal.
La salud pública es algo demasiado importante para dejarlo en manos de aquellos que mantienen un sistema de salud deficitario y subordinan nuestras vidas a los intereses de los grandes empresarios.”
A su vez, en el Hospital de Clínicas que depende de la Universidad de Buenos Aires, lxs trabajadores de la salud denuncian que en el último tiempo se registraron nuevos brotes de sarampión, una enfermedad que supuestamente fue erradicada hace tiempo. Además, no están garantizadas las condiciones para una correcta higiene de aquellos que trabajan en la guardia. Si bien aún no fueron detectados casos de COVID-19 en el mismo hospital, por el alto nivel de precarización laboral, muchxs de lxs que atienden ahí también trabajan en clínicas privadas donde sí hubo casos, incrementando la exposición al virus de los pacientes del hospital de la UBA y de lxs trabajadorxs de la salud.

Emergencia por dengue. Son casi 700 los casos de dengue en la Ciudad de Buenos Aires

17.3.2020

El 70% son casos autóctonos y la mayoría se concentra en el sur de la Ciudad: de los 1564 casos notificados (confirmados o sospechosos), 299 se encuentran en la Comuna 4, 237 en la Comuna 7, 209 en la Comuna 8 y 112 en la Comuna 1.

Con la pandemia del coronavirus ocupando todas las pantallas, el dengue sigue creciendo en la Ciudad de Buenos Aires. En su último Boletín Epidemiológico, correspondiente al 13 de marzo de 2020, el Ministerio de Salud porteño dio cuenta de que la Ciudad se encuentra en un estadio de «riesgo alto» en relación a las Enfermedades de Transmisión por el Mosquito Aedes Aegypti (ETMAa), lo que implica una circulación viral confirmada de casos de dengue, chikungunya, zika o fiebre amarilla.
Los casos registrados ya ascienden a 666, de los cuales sólo 189 habían viajado a países con circulación endémica, y la cantidad de contagios representa el pico más alto desde principios de 2016. La mayoría tiene entre 45 y 65 años, pero la situación resulta más esclarecedora si se toma un recorte territorial: de los 1564 casos notificados (confirmados o sospechosos), 299 se encuentran en la Comuna 4, 237 en la Comuna 7, 209 en la Comuna 8 y 112 en la Comuna 1.
En ese marco, el Ministerio de Salud porteño volvió a insistir con la necesidad de «descacharrar» y eliminar recipientes que acumulen agua, el principal espacio donde anidan los mosquitos. Sin embargo, desde el Grupo de Estudios de Mosquitos de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) han señalado en reiteradas oportunidades el incumplimiento de los planes de prevención que debería estar aplicando el Gobierno de la Ciudad. El plan estratégico para la prevención, control y vigilancia de Enfermedades Transmitidas por Mosquitos (ETM), es el protocolo que se desarrolló luego del pico de contagios de 2016 y la hoja de ruta que debiera aplicarse en la metrópolis porteña.
Sin embargo, las acciones que ha tomado el Gobierno de la Ciudad han sido paliativos de corto plazo que no se aferran al plan estratégico orientado a reducir la cantidad de casos. El legislador Javier Andrade (Frente de Todos) señaló a través de la red social Twitter: «Por la desidia de Horacio Rodríguez Larreta, hoy tenemos una emergencia sanitaria por dengue en la Ciudad. Hace años que no se actúa responsablemente, hoy la situación es muy grave y va a escalar. El Gobierno de la Ciudad es el principal responsable y le está dando la espalda a la población».
Por su parte, el médico sanitarista Jorge Rachid añadió: «El macrismo dejó arrumbar los equipos móviles, despidió a promotores, enfermeras y equipos territoriales de salud y a los que no despidió los mandó a las oficinas a trabajar de administrativos».
Otro dato destacable es que los nuevos contagios, en muchas oportunidades, llegan con condiciones más graves que una simple fiebre o dolor de cabeza detrás de los ojos: ahora llegan las segundas picaduras de dengue de personas que se contagiaron durante los últimos años, cuando no había Ministerio de Salud a nivel nacional.

“¿En qué casa van a refugiarse, si viven en la intemperie?

17.3.2020

Son las preguntas que realizan desde la Asamblea Popular por los Derechos de las Personas en Situación de Calle, ante la indefensión total en la que se encuentran quienes están en situación de calle frente a la crisis por el coronavirus.

Reproducimos comunicado:
Las organizaciones de la sociedad civil, lxs miles de voluntarixs que a diario lxs asistimos y acompañamos, seguiremos adelante a su lado, pero con muchas restricciones por las medidas anunciadas (repartiremos viandas en vez de cocinar con ellxs, no podremos sentarnos en la ranchada, no podremos abrazarnos). Venimos supliendo la labor del Estado hace años.
Ante esta emergencia de salud, que es una emergencia humana, ¿el Estado se va a seguir ausentando? ¿No va a reaccionar ni ante la dimensión de esta crisis?
En Madrid, el gobierno municipal anunció que extenderá su campaña del frío hasta el 31 de mayo, ante la magnitud de la emergencia (https://www.elconfidencial.com/espana/2020-03-14/coronavirus-sintecho-madrid-mendicidad-vivienda_2497719/). En la Ciudad de Buenos Aires, ¿no debería comenzar ya el Operativo Frío, con el nombre que sea? Sí, debería comenzar YA.
Exigimos que desde el Estado se implementen ya las medidas para que no haya ni una persona en la calle expuesta al virus. Entre esas medidas, se deben realizar DE INMEDIATO las siguientes:
– suspensión de todo tipo de desalojos,
– trámite expeditivo del subsidio habitacional y flexibilización de sus requisitos,
– acondicionamiento de los lugares de alojamiento actuales para que no sean focos de contagio,
– apertura de centros de alojamiento de emergencia con las condiciones sanitarias correspondientes y
– toda otra medida que permita que las personas en situación de calle tengan donde “aislarse”, garantizando su salud y disminuyendo las posibilidades de contagio y propagación del virus.
Vienen declamando que debe primar la solidaridad, de esto saldremos todxs juntxs. Es AHORA el momento de que estas palabras se hagan realidad. Que este momento tan difícil sea la oportunidad para demostrar que están a la altura de la crisis humanitaria que enfrentamos.
#NoHayAislamientoSinCasa
#Son7251
#MedidasPreventivasYa
#LaCalleNoEsUnLugarParaVivir
#ElEstadoEsResponsable

La Organización Negra: colgados del Obelisco

15.3.2020

Por Mariano Nieva

En diciembre de 2019 se cumplieron 30 años de La Tirolesa Obelisco. La Organización Negra montó su performance en el ícono de la ciudad. Una historia que tuvo al presidente Alberto Fernández, por entonces funcionario porteño, como pieza clave para su realización.

La Organización Negra (LON) fue un grupo de teatro que se situó desde sus comienzos en 1984 en los márgenes de la cultura oficial. Desde allí construyeron por medio de intervenciones callejeras y performances, que ellos llamaron ejercicios, una nueva forma de mostrar lo que estaba pasando.
Al comienzo, no sabían muy bien qué era lo que iban a hacer ni cómo, sólo había que dejarse llevar por la propia energía que salía del grupo para ir descubriendo los pasos a seguir. Inspirados por La Fura del Baus y Tadeusz Kantor crearon un propio lenguaje inventando palabras y conceptos como por ejemplo “envoltura carnal” o “modelo vivo” para referirse al cuerpo.
La democracia había retornado a nuestro país luego del terror de la dictadura, pero ellos advertían que aunque los tiempos habían cambiado, quedaba mucho por resolver y por lo cual estar atentos.
En medio de toda esa ebullición que generaba la llamada primavera democrática del alfonsinismo, los comienzos de La Organización Negra se dieron en el seno de una agrupación estudiantil que pertenecía a la Escuela Municipal de Arte Dramático ubicada en la coqueta esquina que forman las calles French y Aráoz del barrio porteño de Palermo. Allí, un grupo de jóvenes participaron de las elecciones que habían organizado los estudiantes para elegir a sus representantes ante las autoridades del colegio, con una lista denominada “La Negra”. El nombre, pensado con ironía y sarcasmo, remitía inevitablemente a las listas que hasta hacía poco tiempo confeccionaban los militares para perseguir a quienes consideraba opositores/as al gobierno de facto y que incluía desde la prohibición y el exilio, hasta la detención, la desaparición y el asesinato. A su vez, La Negra en su plataforma electoral que tenía el formato de un fanzine tan característico de la época, proponía críticamente tomar distancia de las otras listas, que tenían su deriva en las organizaciones tradicionales como la Juventud Peronista, Franja Morada y Partido Obrero, entre otras. La idea era crear nuevas formas de hacer política.
Manuel Hermelo, uno de sus miembros fundadores, recuerda: “Con La Negra comenzamos en 1984, con el retorno de la democracia que nosotros la vivíamos y la pensábamos como un concepto ‘de intemperie’. Como algo todavía vacío, porque con el grupo no sabíamos bien en verdad qué traía esa nueva experiencia que nos alcanzaba. No entendíamos muy bien lo que la política tenía para ofrecer en esta nueva etapa. Por eso digo que nuestros primeros pasos como grupo fueron a tientas”.
La Organización Negra en su primera etapa supo tomar las calles por asalto con intervenciones artísticas potentes, fulminantes y a plena luz del día. Como queriendo reconquistar el espacio vital perdido en la larga noche de la dictadura. La ciudad se transformaba en un gran escenario alternativo para las performances oscuras, intensas y violentas que la grupación arrojaba a una sociedad todavía afectada por el terror residual del pesado reciente.
“Nosotros empezamos con los trabajos en la calle porque considerábamos que era el lugar apropiado. Nos gustaba utilizar la palabra ‘ejercicios’ para lo que hacíamos porque nuestros actos eran algo no definido ni acabado y con una gran sensación de libertad. Con el grupo, por ejemplo, bajábamos disfrazados de médicos de una ambulancia y entrábamos corriendo a una galería céntrica con un chancho. Y la gente que pasaba por el lugar veía esa escena y no entendía nada. O hacíamos un simulacro de fusilamientos en alguna esquina céntrica de la ciudad donde nos mezclábamos con las personas que cruzaban en el semáforo y al sonar un silbato nos quedábamos congelados. Después, se escuchaba la descarga de una ametralladora, caíamos al suelo y ante una nueva señal nos levantábamos para que finalmente todo siguiera como si nada. Estas eran pequeñas intervenciones que buscaban desarreglar el mundo por un segundo. Poder pararlo un instante”, completa Hermelo.

La Tirolesa Obelisco

Las noches del 22 y 23 de diciembre de 1989 La Organización Negra tocó literalmente el cielo con las manos con una impactante propuesta que incluyó coreografías sobre las paredes laterales del Obelisco, enormes estructuras tubulares, cortinas de agua y un grupo de actores desafiando las leyes de gravedad. Todo seguido de cerca por una multitud que, entre las dos jornadas se calculó en unas 30 mil personas, que pudieron asistir a una alucinante experiencia en las alturas.
Los recuerdos de aquella acción en el monumento símbolo de los porteños vuelven a Manuel: “La Tirolesa la hicimos luego de estar actuando dos años en Cemento con el espectáculo que llamamos UORC y de la invitación que nos hicieron desde el Centro Cultural Recoleta para participar del evento Nuevas Tendencias 2. Recuerdo que cuando llegamos al lugar, luego de atravesar la Plaza Francia, nos encontramos en la parte de adelante con el Patio de los Tilos, un espacio bastante grande en donde terminamos ideando por primera vez un acto con técnicas de andinismo que incluían el uso de arneses ergonómicos y donde también tuvimos que trabajar mucho en la parte física por la exigencia misma de estos ejercicios. Y así fue que conversado con Pichón Baldinu, con quien fuimos atravesando todas las distintas etapas del grupo, se nos ocurrió pensar en el Obelisco”.

Para este nuevo desafío, que pensado o no por la compañía, fue como llegar al cenit de su corta pero intensa trayectoria, sumaron a la producción a Liliana Ginitman, quien fue la encargada de conseguir los permisos municipales para poder actuar en el Obelisco. La Tirolesa se repitió en la ciudad de San Pablo, Brasil y en el DF de México.
“Nuestro teatro, como el de otros grupos de la época, no se hacía en las salas tradicionales sino que se llevaban a cabo en lugares como Cemento y El Parakultural, donde la gente se reunía por la noches. De esta manera, pudimos entender el espacio escénico de otra manera y es lo que finalmente nos va a llevar al Obelisco”, reflexiona Hermelo.

Un tal Alberto Fernández
Para lograr los permisos correspondientes y poder actuar en el Obelisco, la producción de La Organización Negra encabezada por Ginitman tuvo que reunirse varias veces con funcionarios del gobierno porteño cuya figura central en aquellos años era el justicialista Carlos Grosso. Luego de varios encuentros en la Superintendencia de Seguros de la Municipalidad, el funcionario a cargo del organismo que otorgó las habilitaciones para montar La Tirolesa, en diciembre de 1989, era un tal Alberto Fernández, que 30 años después llegaría a ser Presidente de la nación.

Precarización laboral: a 14 años del incendio en Luis Viale existen todavía talleres clandestinos

13.3.2020

Por Milagros Carnevale

A partir del testimonio de Lourdes Hidalgo, sobrevivientes del incendio en una fábrica textil en Caballito, en el que murieron cinco personas, la autora esboza una reflexión sobre la precarización laboral en el marco del 8M.

En 2006, el incendio de un taller textil clandestino en Caballito fue noticia en todos los diarios. Cuatro menores de edad y una embarazada de 25 años murieron porque las instalaciones eléctricas no pudieron soportar tantas máquinas conectadas, ya que dado que en un establecimiento habilitado para 5 personas vivían y trabajaban 60. Quien hoy pase por Luis Viale 1269 verá un paredón blanco con cuatro figuras amarillas en homenaje a los muertos, verá el dibujo de una máquina de coser, verá la minúscula puerta que era la única vía de salida de los trabajadores esclavizados, y verá los restos del primer piso en donde dormían las familias: un par de ladrillos levantados ilegalmente todavía en pie.
Juana Vilca (25), Elías Carbajal (10), Wilfredo Mendoza (15), Rodrigo Carbajal (4), Luis Quispe (4) y Harry Rodríguez Palma (3) eran todos de nacionalidad boliviana. En estas textiles clandestinas no les interesa trabajar con argentinos, alegan que prefieren el desempeño de los inmigrantes. Este tipo de racismo que convierte en objetos a los extranjeros (no a cualquier extranjero, solamente a los que vienen de países limítrofes) se escucha todavía hoy: “las empresas contratan a los venezolanos porque trabajan sin chistar y les pueden pagar menos, en cambio los argentinos siempre están haciendo quilombo porque no quieren laburar”, o bien “los obreros paraguayos son los mejores, les pagás en negro y no dicen nada, qué sindicato ni sindicato”.
Lourdes Hidalgo vino a Argentina porque le dijeron que iba a cobrar en dólares. No cobró un peso. “Acá te pagamos cada tres meses” le dijeron, y se tuvo que instalar en el taller porque no podía pagar la pensión. Trabajaba de siete de la mañana a once de la noche. Le correspondía cincuenta centavos por prenda. Las paredes de su “pieza” eran de tela nylon. Los Rodríguez Palma también vinieron a la Argentina bajo el sueño de la tierra prometida, buscaban poder darles un futuro mejor a sus hijos y terminaron perdiendo al más chiquito.
Ni Lourdes, ni los Rodríguez Palma, ni ningún reclutado por el capataz Sillerico tenían papeles. En el juicio, Sillerico negó que sus empleados hayan estado viviendo en condiciones infrahumanas, alegando como excusa que “así viven los paisanos”.
A partir de este caso, apareció en la agenda de los medios la problemática de los talleres clandestinos, que no sólo involucra a los responsables de Protección al Trabajo (que en 2006 el director era Florencio Varela) sino también a los organismos que se ocupan de políticas migratorias y al mismo Gobierno de la Ciudad. Lourdes Hidalgo atestigua que los dueños Jaime Geiler y Daniel Fischberg tienen a una cuadra de Luis Viale 1269 otro taller en las mismas condiciones y que en la zona de Caballito hay muchos más. Los trabajadores esclavizados no pueden irse a ningún lado ni denunciar nada porque no están registrados y tienen miedo de lo que les puede pasar si se presentan ante las autoridades.
¿Cuántos derechos se ven vulnerados a lo largo de este relato? El derecho a una vivienda digna, la jornada laboral de 8 horas, el derecho a la infancia de todos los niños que vivían en esas condiciones paupérrimas, el derecho a tener un DNI. ¿Qué hace el Gobierno de la Ciudad para detener el avance de la precarización laboral que sufren los inmigrantes (y también muchos argentinos)?
Lourdes Hidalgo, una de las sobrevivientes del siniestro, convoca todos los 30 de marzo a una movilización para recordar a los muertos y reclamar la encarcelación de Jaime Geiler y Daniel Fischberg.
Así como conmemoramos el Día de la Mujer Trabajadora por la muerte de 130 obreras en el incendio de la fábrica textil Cotton, Nueva York (1909), también deberíamos conmemorar el 30 de marzo como el Día de los Trabajadores Esclavizados. Mujeres e inmigrantes: dos víctimas históricas de la explotación laboral.

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