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Denuncian que el gobierno de la ciudad no brinda la protección sanitaria a sus trabajadores y trabajadoras

14.4.2020

ATE Capital denunció que los agentes de la Subsecretaría de Prevención del Delito del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires deben realizar sus tareas en la calle con un barbijo casero.

Daniel Catalano, secretario general de ATE Capital, recordó que Horacio Rodríguez Larreta ordenó la compra de equipamiento antidisturbios por 53 millones de pesos con el argumento de «hacer frente a la situación socioeconómica que se atraviesa como consecuencia de la pandemia de COVID-19» (investigación del portal de noticias «El Grito del Sur») señalando entonces que «Larreta gasta en balas de goma y gases lacrimógenos, pero no quiere invertir en la salud de las y los trabajadores del GCBA».
Los trabajadores y trabajadoras que no reciben la protección necesaria por parte del gobierno de la ciudad son asignados a distintos puntos de la ciudad a los que deben trasladarse mediante el transporte público, realizando varios trasbordos y exponiéndose a posibles contagios tanto en el tránsito a los lugares donde desempeñan sus tareas como a través del contacto con la población que deben controlar o asistir, detallan en la página del sindicato.
El sindicato de estatales envió notas formales a los distintos estamentos del Gobierno de la Ciudad exigiendo explicaciones, informes y que se habilitara un canal de diálogo, sin respuesta alguna.
«Si esta es la protección que el Gobierno porteño le da a sus laburantes, qué protección se puede esperar para las y los porteños en general», señala Daniel Catalano.
Finalmente destaca el secretario general que «La ciudad más rica del país sólo está pudiendo atravesar esta pandemia por la voluntad, la dedicación y el sacrificio inestimables de sus trabajadores y trabajadoras».

Larreta se arma para enfrentar a la gente antes que al Covid-19

14.4.2020

Por Osiris Martí

El Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta destinó cerca de 53 millones de pesos para la compra de armamento represivo en plena emergencia sanitaria y crisis económica. En una coyuntura de despidos, suspensiones y muchísimas familias sin percibir un ingreso, el Gobierno de la Ciudad armó a su policía con gases lacrimógenos, balas de goma y granadas “disuasivas”.

Mediante la resolución N.° 69/SSGA/20 y bajo el trámite de Contratación Directa N° 2009/SIGAF/2020 se realizó a pedido urgente del área policial la provisión de “material antidisturbios para hacer frente a la situación socioeconómica que se está atravesando como consecuencia de la pandemia de Covid-19”, según consta en el boletín oficial del día 8 de abril del corriente año.
A partir de esta decisión de Larreta de destinar fondos para la compra de armamento para reprimir, en un contexto de extrema emergencia como el que vivimos, surge la pregunta si no sería más lógico que el gobierno de la ciudad más rica del país se ocupe de lo más urgente y fundamental, como el equipamiento de los hospitales con los recursos materiales adecuados y el abastecimiento de los insumos necesarios a les profesionales de la salud para su protección y la de les pacientes.
Resultaría también más que pertinente en este momento crítico, que se asista a las personas en situación de vulnerabilidad para que puedan afrontar de la mejor manera posible esta catástrofe sanitaria y social que se avecina. De igual modo, sería sumamente atinado y necesario que se haga frente a la grave situación habitacional de las miles de personas en situación de calle, en una ciudad donde se siguen construyendo torres para negociados inmobiliarios y donde hay alrededor de 140.000 viviendas ociosas diseminadas por los diferentes barrios porteños.
Pero como es de esperarse, el Gobierno de la Ciudad no se sale de su cauce, no improvisa siquiera un atisbo de cambio a lo que viene siendo su política represiva desde hace años a esta parte. Podemos decir que en medio de una pandemia de índole mundial, las directrices gubernamentales del “larretismo” siguen teniendo su esencia bien marcada y al parecer van a seguir en la misma tesitura sea cual fuere la necesidad más imperiosa de la población.

Hospital Álvarez: “Esperaba un kit de seguridad y me dieron una lámina”

13.4.2020

Por Ludmila Mena
Técnica en Hemoterapia e Inmunohematología

Trabajadores del hospital nos dan sus testimonios que no dan más que rabia. Así cuidan al personal de salud en la CABA, la ciudad más rica del país.

Una trabajadora nos comentaba cómo están viviendo la pandemia y con indignación decía: “Nos hacen hacer una fila para entregarnos un supuesto kit para el coronavirus, me dieron un sobre de madera con una lámina traslucida adentro, para que después según indicaciones vos misma te armes una máscara facial.”
Parece un chiste, pero es la triste realidad que enfrentan los trabajadores y trabajadoras de la salud día a día, los que hace años sostienen el sistema de salud, a pesar de los gobiernos que se dedicaron a pagar la deuda externa a los buitres y al FMI, a costa de desfinanciar el sistema de salud, que hoy llega en pésimas condiciones para enfrentar una pandemia de las características del COVID-19.
“Nos hacen hacer tremenda fila, presentar el DNI como si no nos conocieran que somos empleados del hospital y a modo de burla nos dan una lámina. No hay barbijos N95, no hay camisolines hemo-repelentes, no hay botas, no hay cofias, no hay antiparras, no hay nada, así nos cuidan a los que cuidamos”.
El personal de salud, uno de los más expuestos hoy en día, está absolutamente descuidado. “Mi mamá me hizo una máscara de protección con una radiografía que limpió con lavandina y con eso me protejo”.
Ante esta indignante situación que se repite en todos los hospitales, les realizamos algunas preguntas a trabajadores de este hospital. Compartimos algunas de sus respuestas, resguardando su identidad para que no sean sancionadas.

¿Cuál es la situación actual del hospital en cuanto los elementos de protección personal e insumos básicos?
O: “La situación es confusa debido a que el Director Médico, los jefes de departamento, de división y de unidad, dicen que hay de todo, pero después escuchas a colegas, compañeras enfermeras y técnicos que les escatiman o retacean los elementos”.
M: “Si solicitas con una receta alcohol en gel, te dan uno solo por servicio, si es que hay, y por lo general no hay, lo mismo pasa con el jabón y con las toallas de papel.

¿Cuál es la realidad de la terapia del hospital? ¿Cuántas camas tienen? ¿Cuántas están ocupadas? ¿Qué condiciones laborales tienen?
O: “Hay 5 camas ocupadas de 8 en total. El hospital es chico, con 262 camas de baja complejidad, con pocas camas de terapia. Recomiendan tener el 10% de la dotación”.
M: “En la terapia teníamos dos pacientes con COVID positivo. A los compañeros les proveyeron a través de donaciones máscaras faciales. Los barbijos que les da el hospital no son N95 sino comunes, se ponen botitas y camisolín celeste que son descartables”.

¿Cómo trabajan generalmente? ¿Cuántos enfermeros hay cada cuántos pacientes? ¿Cuántas horas trabajan?
O: “Tanto en salas generales como en áreas cerradas siempre faltan enfermeras”.
M: “Por lo general, la cantidad de pacientes excede a la de enfermeras. Hay servicios en los que hay 10 pacientes por enfermera. Por ejemplo, en traumatología cuando está lleno, son 24 pacientes para 2 enfermeras que trabajan 10 horas noche por medio.

¿Han incorporado personal nuevo por la crisis sanitaria?
O: “Que yo sepa no se han incorporado”.
M: “No sólo no se incorporó, sino que los 30 mil que Alberto Fernández había anunciado que nos iban a dar, al final van a ser 20 mil y en 4 cuotas de 5 mil pesos por mes, no vaya a ser cosa que nos vayamos de vacaciones”.

¿Se ha tomado alguna medida frente a esta crisis?
M: “La única medida que se tomó fue darnos a cada turno una pequeña clase de bioseguridad, en donde nos enseñan a utilizar el material, cosa que es totalmente irrisoria porque te dicen que tenés que entrar a una habitación con botas, camisolín, barbijo, cofia, dos o tres pares de guantes y descartar todo antes de salir de la habitación, por lo cual deberíamos tener un equipo de esos por paciente. La realidad es que cuando vos vas a la sala tenés un sólo camisolín que no es hemorrepelente y tenés que atender a todos los pacientes con el mismo y con mucha suerte tenés dos barbijos por turno”.

¿Qué dicen los sindicatos?
O: “SUTECBA nada. Asociación de profesionales nada. La filial de Médicos Municipales del Álvarez solo tiene reuniones a diario siguiendo los acontecimientos”.
M: “El sindicato está totalmente desaparecido, no apareció nadie a preguntarnos cómo estamos, si nos faltan cosas, si estamos bien o mal.”

¿Hay profesionales contagiados?
M: “Hay médicos que ya contrajeron el virus, que estuvieron en contacto con pacientes y con colegas infectados. Estuvimos atendiendo pacientes que los ingresamos sin saber que eran futuros COVID, y tuvieron que aislar compañeros de cardio, por ejemplo. Ahora tenemos una médica que está internada con COVID positivo y tenemos todo el plantel del turno mañana de traumatología con aislamiento, personal de enfermería y residentes, esperando el resultado, porque la médica contrajo el virus en otra institución donde trabaja, compartió jornada laboral con sus compañeros del hospital, atendió gente, todo sin protección”.

Esta es la realidad de boca de quienes la viven día a día. Es necesario que tanto el GCBA como el Gobierno Nacional aumenten el presupuesto destinado a la salud pública, implementen el testeo al personal de salud y provean de todos los elementos de bioseguridad que, con cinismo, anunció la Subsecretaria de Atención Hospitalaria de Buenos Aires, ex Directora del Hospital Álvarez, Dra. Cordero, quien dijo que era necesario implementar el uso de barbijos y máscara de protección facial en todo el personal de salud y un equipo de protección personal completo a quienes atienden pacientes positivos, muy alejado de lo que nos cuentan los trabajadores.

Denuncia FM Riachuelo que el gobierno macrista de la Ciudad desfinancia a los medios barriales

11.4.2020

Nadia Martínez, directora de la FM Riachuelo 100.9, hizo declaraciones sobre la deuda que tiene el Gobierno de la Ciudad con el Registro de medios populares respecto de la pauta publicitaria oficial. Durante la conversación Nadia mencionaba la importancia de los medios populares y decía: «Este Gobierno de la Ciudad adeuda los pagos a estos medios comunitarios, medios barriales donde intercambiamos muchos de los temas que se ocultan, muchos de los temas que no son parte de la parafernalia del miedo y de la desintegración social de la cual son parte los medios hegemónicos”.

Balas de goma sí, barbijos y computadoras no

11.4.2020

Informe realizado por:
✅ Observatorio del Derecho a la Ciudad – ODC (Jonatan Baldiviezo y Alejandro Volkind), ✅ Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas – IPYPP CABA (Ing. María Eva Koutsivitis), ✅ Frente Territorial Salvador Herrera (Franco Armando), ✅ CTA – Capital (Pablo Spataro ✅ Unidad Popular (Claudio Lozano).

Larreta gasta 52 millones en equipamiento antidisturbios “para hacer frente a la situación socioeconómica que se está atravesando como consecuencia de la pandemia”

El 3 de abril de 2020, se aprobó la Contratación Directa N° 2009/SIGAF/2020[1] convocada para la adquisición de equipamiento antidisturbios. La contratación se adjudicó a Fabricaciones Militares Sociedad del Estado por el monto de $52.765.291 millones de pesos para la compra de cientos de miles de Cartuchos anti tumulto, miles de granadas.
Se compró 150.000 cartuchos de escopeta de balas de goma, casi 5.000 mil granadas. Fabricaciones Militares no tenía en stock para entregar los 345.000 cartuchos que el GCBA requería.
La División de Armamento, Munición y Explosivos solicitó, el 25 de marzo, la urgente provisión del material antidisturbios para hacer frente a la situación socioeconómica que se está atravesando como consecuencia de la pandemia de Covid-19.
A pesar de que se aprobó la contratación directa el 3 de abril, los materiales fueron recibidos con fecha 27 de marzo (2 días después del pedido interno). Así es la urgencia que tienen las fuerzas de seguridad para estar preparadas para la represión y contención social.
El GCBA se prepara para reprimir a la ciudadanía anticipando una crisis social mientras no toma medidas en el presente para prevenir esas crisis: No garantiza barbijos ni elementos de protección a los/as trabajadores/as de tareas esenciales; no garantiza adecuadamente la comida para los estudiantes de escuelas públicas; no garantiza los insumos básicos para la educación a distancia; no garantiza el acceso al agua potable a 400 mil personas que habitan villas y asentamientos.

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