Comunicadores del Sur

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Trabajadores del Hospital Garrahan denuncian falta de insumos y personal para enfrentar el coronavirus

1.4.2020

Frente a la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus, las y los trabajadores del Hospital Garrahan queremos hacer público lo que necesitamos para cuidar nuestra salud y la de nuestros pacientes. En muchos sectores faltan los equipos de protección personal (EPP). Los kits que entregan las autoridades son insuficientes en cantidad y calidad, ya que además de ser pocos incluyen elementos que no cumplen siquiera los requerimientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que se respalda por el Organismo Internacional de Estándares (ISO). Tampoco hay correcta capacitación para el personal tanto de planta como para los residentes, becarios, tercerizados respecto de los protocolos de atención en el hospital, lo que nos expone al contagio como ya se vio con el médico del hospital hoy internado por dar positivo con el COVID-19. Esto obligó a poner a sus colegas en cuarentena tardía y sin ser testeados.
Hay mucha preocupación, y como si fuera poco las ART tampoco cubren el contagio como enfermedad laboral. ¡Siempre piensan en sus negocios!
Esto se suma a las malas condiciones en que se encuentra el personal de salud por los ritmos de trabajo extenuantes, lo que se refleja en el gran número de compañeras y compañeros licenciados por enfermedades cardíacas, respiratorias, autoinmunes, etc. Lo que agrava la necesidad de contratar de forma urgente más personal, una demanda que viene desde hace tiempo y en la que se encuentran negativas por parte de los directivos del Hospital, como fue el caso de la Dirección de Enfermería en los últimos meses. Exigimos la reincorporación de los cesanteados. Además, la inmediata incorporación de trabajadores y trabajadoras de enfermería, ayudante de servicios y médicos, considerando en poner residentes médicos y de enfermería recién egresados y el nombramiento de estas camadas y de anteriores, garantizando todos los derechos laborales y un salario digno.
El bono de $5 mil que otorga el gobierno nacional es una miseria para la exposición que estamos teniendo los trabajadores de la salud y refleja el retraso salarial, consideramos que tiene que ir al básico. Es necesario un aumento de salario para todo el equipo de salud, que esté indexado de acuerdo a la inflación, con un salario mínimo inicial igual a la canasta familiar.
Todo esto lo sabemos porque en el Garrahan venimos realizando un relevamiento por sector y esta semana vamos a llamar asamblea por sala, sector o turno en la que se va a votar delegados y poder unificar una pelea de conjunto.
Los trabajadores de la salud no tenemos súper poderes, necesitamos los materiales para la protección para cuidarnos y cuidar a quien necesita. Exigimos de forma urgente KITS de protección necesaria de acuerdo a lo que recomienda la OMS, test para el personal de salud y mayor contratación de personal. Sabemos que plata hay, este martes se realiza un pago de US$250 millones en concepto de deuda, 9 veces más que la partida extraordinaria en salud. Nos parece que ese dinero debe utilizarse de forma urgente para aumentar el presupuesto de salud, esas son las prioridades y no los especuladores. Decimos que para que también haya una eficiente atención a los pacientes la unificación del sistema de salud público al privado en un único servicio estatal bajo control de los trabajadores, para que haya atención gratuita para todos los contagiados. Los laboratorios, empresas de barbijos, al igual que las empresas químicas que producen elementos sanitarios (como lavandina, jabón, etc.) también deberán ser declarados de utilidad pública y sujetos a expropiación.
JUNTA INTERNA ATE GARRAHAN

Filas enormes para conseguir un bolsón con poca comida y de mala calidad en CABA

1.4.2020

Por Federico Puy

Filas enormes de familias, bajo la lluvia, bancando muchas horas a que llegue una comida que es insuficiente y de mala calidad nutricional. La denuncia que realizaran mis compañeras Alejandrina Barry diputada porteña del FIT y Alicia Navarro Palacios directora de escuela de Lugano, es elocuente.

Un gobierno al cual no le interesa llevar un plato de comida a las casas de los que más necesitan. Una crisis donde si no se toman medidas urgentes, los pobres saldrán más pobres y las escuelas serán un gran lugar de contención social, algo que lamentablemente nunca perdieron.
Una enorme bronca recorrió hoy toda la Ciudad de Buenos Aires. La Ciudad de Puerto Madero y lujosos pisos del capital financiero, tuvo una nueva muestra de su enorme desigualdad.
Las familias de los barrios de emergencia, desde el barrio Carlos Múgica en Retiro, el Bajo Flores y la 1-11-14, la 21-24 en Barracas y Lugano, entre otras zonas, salieron a buscar los bolsones de alimentos que el gobierno de la Ciudad prometió como algo casi de “lujo” y completamente “saludable”. Un gobierno al cual no le interesa llevar un plato de comida digno a las casas de los que más necesitan. Una crisis donde si no se toman medidas urgentes, los pobres saldrán más pobres y las escuelas serán un gran lugar de contención social, algo que lamentablemente nunca perdieron.
La situación el día de hoy, fue de caos y desorden, de angustia y de un bolsón que no alcanza para 15 días y no tiene los nutrientes necesarios.
El amparo que presentó Myriam Bregman, junto a Alejandrina Barry docentes y familias, cada día cobra más vigencia. No solo la justicia nos dio la razón, y aprobó que sea un amparo colectivo al que se están sumando decenas de nuevas denuncias. Sino que la realidad está imponiendo que alguien se haga cargo, responsables de esta situación.
Es que hay cuarentenas y cuarentenas. Nuestras familias viven hacinadas, muchas familias son cinco o ocho en una habitación, sin material de higiene ni de salubridad. Barrios que se inundan, que la policía acecha. Barrios, donde las millones de familias trabajadoras que hacen changas, están desocupados, fueron despedidos hace poco, y que el dinero que ofrecen los gobiernos no alcanza para nada.
Como venimos denunciando, el Gobierno de la Ciudad volvió a incumplir con algo tan elemental como la alimentación de la población, en un momento muy crítico sanitario y económico. Como se nota, es un gran desprecio por estas familias que se mojaron, que muchas fueron buscadas por la Policía de la Ciudad pidiendo documentos y haciendo volver a aquellas personas que supuestamente “no les correspondía” un bolsón de comida. ¿No les correspondía? O ¿No les quisieron dar?
Desde el colectivo de familias y docentes “Vacantes Para Todxs” denunciaron la misma situación en diferentes distritos escolares de la Ciudad. Patricia Pines, referente de este colectivo, remarcó que también estarán recolectando denuncias al respecto.
Junto a muchos docentes de la agrupación Marrón, impulsada por el PTS en el Frente de Izquierda, que junto a docentes solidarios y directivos cumpliendo todas las medidas de higiene y seguridad, se acercaron a dar una mano en las escuelas.
En primer lugar, nadie puede considerar que lo que entregaron hoy alcanza para alimentar a una familia. Menos, si solo lo van a repartir cada 15 días. Además, a muchas familias las dejaron desde el jueves pasado, sin ningún alimento. No creemos que ningún político de Larreta, ningún funcionario o juez alimente a sus hijos e hijas con este bolsón.
En segundo lugar, el contenido de los bolsones no representa nada de lo que necesita un niño para su alimentación. No hay reemplazo por la carne de vaca, ni pollo, menos que menos pensar en pescado. A los sectores populares, arroz, fideos y polenta. En tercer lugar, hay niños y niñas de diferentes edades y la alimentación no es la misma.
Se llama desidia, desinterés, negligencia. El nombre que quieran. Es una gran política de clase, de una clase parasitaria que no le importa nada más que sus negocios y para las familias más vulnerables migajas o las sobras de los festines de los ricos. Muchos de los que vivimos otro tipo de crisis en el país, dando clases, sabemos que las escuelas terminan siendo un gran lugar de contención social, y esto ya se empieza a expresar. No se puede naturalizar.
Las conducciones sindicales, como UTE-CTERA dijeron a viva voz a través de su Secretaria General, que esto es una gran conquista ¿de qué conquista están hablando?
Los docentes solidarios tenemos que pelear para exigirle al sindicato que tiene que pelear porque no puede haber un sólo chico en esta Ciudad que pase hambre. Cuanto están ganando millones las concesionarias que lucran con la alimentación de los chicos. Se tiene que terminar este negociado y que vuelvan a la órbita del Estado con el trabajo de destacadas nutricionistas, de las familias y docentes, para que sea realmente un derecho y no un negocio.
O en forma urgente tomamos partido, como docentes solidarios, o veremos a los grandes empresarios y políticos llenándose los bolsillos a costa de esta crisis.

De viandas de miseria a bolsones de miseria: a Larreta no le importa el hambre de los estudiantes

1.4.2020

Por Julieta Azcárate

Hoy el Gobierno cambió las viandas escolares a bolsones de comida para 15 días. A través del amparo presentado por las diputadas Myriam Bregman y Alejandrina Barry, las familias y docentes denuncian que los bolsones no alcanzan ni para una semana y están muy lejos de ser “saludables”. Siguen sin importar la salud y el hambre de los chicos.

Hoy en las escuelas porteñas, el gobierno de Rodríguez Larreta cambió el menú de viandas de un sándwich con una feta de queso y otra de jamón, una fruta y una barrita de cereal, por bolsones de comida.
Estos bolsones debían alcanzar para una alimentación “saludable y nutritiva” durante quince días. Sin embargo, en las escuelas la realidad fue muy distinta: no alcanzan ni para cubrir una semana. Las familias se encontraron con estos bolsones de miseria, compuesto por alimentos no perecederos, leche, algo de fruta y verdura, en cantidades insuficientes. La izquierda ya lo anticipaba y denunciaba desde la misma reunión de la comisión de educación de la Legislatura del pasado viernes, donde dieron la noticia las autoridades del Ministerio de Educación.
Este miércoles por la mañana, Alejandrina Barry, diputada porteña del Frente de Izquierda, se hizo presente en las escuelas de Lugano, para ver en persona la alimentación ofrecida por el gobierno.
A su vez, las familias y docentes denuncian que en varias escuelas ni siquiera alcanzaron a cubrir la totalidad de los inscriptos.
En el barrio de Villa Soldati, en la escuela 17 DE 19 llegaron 590 bolsones para 800 matriculados, y en la escuela 19 del DE 19 llegaron sin las dos leches.
El gobierno de la Ciudad había anunciado esta modificación la semana pasada, a partir de una gran cantidad de denuncias de las familias, docentes y la comunidad educativa, por la mala calidad de las viandas escolares.
Las diputadas porteñas Myriam Bregman y Alejandrina Barry presentaron un amparo exigiendo que se modificara urgente la composición de las viandas escolares, ya que estaba lejos de ser una comida saludable, nutritiva y suficiente para las chicas y chicos.
A partir de la presentación de este amparo, hoy llegaron decenas de denuncias de familias y Asociaciones Cooperadoras a través de la cuenta de mail de la diputada Myriam Bregman, como también a través de las y los docentes del PTS que forman parte de la presentación el amparo, como Alicia Navarro Palacios, Virginia Espeche y Federico Puy:
• Madre del DE 21: “Iban a entregar el miércoles pero hoy fuimos a la Escuela y avisaron que cambiaron la entrega para al viernes”.
• Docente del DE 19: “La leche no está llegando. Hay varias escuelas del Distrito que lo manifiestan. En la Escuela 4 todavía no llegó el camión con las canastas alimentarias. En la Escuela 17 de los 800 matriculados llegaron solo 590 canastas”.
• Docente del DE 19: “En la Escuela 17 de Soldati llegaron 590 bolsones para 800 matriculados, y en la escuela 19 del DE 19 vinieron sin las dos leches”.
• Docente de Escuela especial 10 DE 10: “Esto hay que entregarle a las familias: 5 galletitas, 1 litro de leche y sobres sueltos. La fruta no llegó y ya hay familias retirando, que llegaron con chango porque desde el Gobierno publicitaron canasta de alimentos. Es para familias de alumnos con discapacidad”.
• Escuela de Agronomía: “Llegaron solo la mitad de canastos. Ya hay un montón de padres, muchos se van a ir sin nada. Vergonzoso!”
• Escuela 22 DE 14: “En mí cole son 280 que retiran vianda y sólo mandaron la mitad”.
• Escuela de Villa 6 Cildáñez, Parque Avellaneda: “Está la policía y la gendarmería diciéndoles a las familias q si no tramitaron la beca que se vayan a sus casas porque no recibirán la caja, lo cual no es cierto porque dentro de la escuela hay un dispositivo para terminar de tramitarla”.
• Escuela de DE 21: “Escribo para denunciar el mal manejo en la distribución de los bolsones de alimentos. Tanto la Escuela N°2 y el Jardín N°10 del D.E.21 Polo educativo Larrazábal-Lugano organizó todo para realizar una entrega ordenada. Puso horarios distintos para las distintas salas del jardín y los distintos grados de la primaria. Ambos arrancaban a las 12 hs en diferentes tandas. Ahora dice que los camiones llegarán 13:30 cuando hay gente haciendo cola desde las 11 hs. Es una falta de respeto a la comunidad educativa y no es nada ordenado como muestran en los noticiarios. El jardín N°10 es nuevo tiene apenas tres años y aún no tiene asociación cooperadora, y encima en los primeros días de cuarentena fue víctima de un robo. Se llevaron las computadoras y el celular damos gracias que NO lo saquearon pero no tiene materiales para trabajar con los niños. Nos pidieron la colaboración de $2000 ( dos mil pesos) para comprarlos porque no les da nada el GCBA. Muchos no tenemos trabajo o vivimos de changas, en mi caso me duele no poder colaborar con el jardín de mi hijo. El y sus compañeros no tienen la culpa que para el Jefe de Gobierno y Ministra Educación todos los niños de Villa Lugano son ciudadanos de última. ¡¡¡No existen!!!!”
A partir de la declaración de la cuarentena total y obligatoria, el gobierno de la Ciudad había cambiado la comida caliente de comedores escolares por una vianda fría, lo que generó incontables denuncias, como se mencionó más arriba, y esta semana debieron cambiar el menú a bolsones de comida.
En muchas escuelas además se recortaron la cantidad de viandas enviadas a la mitad, lo que generó que muchxs estudiantes se quedaran sin tener la vianda que le corresponde. Para muchxs de ellos, sobre todo los que viven en barrios más vulnerables, es la única comida del día.
Sin embargo, la cantidad insuficiente de productos para quince días, los problemas que denuncian las familias en el operativo de implementación, muestra que al gobierno sigue sin importarle la salud y la comida de los chicos de las escuelas públicas.
Son las y los trabajadores de las escuelas, docentes, directivos, auxiliares y trabajadores de cocina, junto a las familias, quienes siguen sosteniendo la escuela, y realizan las denuncias necesarias.

La pandemia desde el pie: crónica de La Boca

1.4.2020

Por Jonathan Yerferly Rondan

La pandemia y el aislamiento no impactan uniformemente en todo el territorio nacional. Los barrios, esos lugares donde el Estado está ausente para satisfacer necesidades y presente para reprimir a sus habitantes, tienen sus lógicas propias. Y cada barrio en particular, su propia historia. Hoy, el barrio porteño de La Boca.

Nosotros nos venimos organizando con una red cooperación, nos pasamos información sobre qué comedores cerraron, dónde se reparten viandas, dónde se reciben donaciones. Estamos trabajando en conjunto con la Iglesia San Juan Evangelista, Camioneritos, los trabajadores de la salud, los maestros de escuela. Alrededor de 700 personas vienen a los comedores de día y de noche. Hay mucha solidaridad entre todos los vecinos, vecinas y organizaciones.
La relación con las fuerzas de seguridad depende del policía que te toque. Depende de la doctrina que le hayan bajado, que en general es mala, si abusa o no de su poder. Terminan parando a los vecinos que no andan boludeando. Hay alguno que sale a boludear pero hay mucha gente que no. Por ejemplo, pararon a nuestro compañero Maxi que tenía el permiso de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular). Acá por lo menos no hubo tanto abuso como se vio en otras provincias, que los obligaban a hacer gimnasia, por ejemplo. Acá hay mucha gente que respeta la cuarentena. Es loco porque droga siguen vendiendo igual en el barrio pero la policía no te deja salir. Es raro el tema acá en La Boca. Siempre hay dos, tres, cuatro ratis que hinchan las bolas para que la gente vaya a su casa.
Con respecto a la situación sanitaria, hay más de 40 casos de dengue. Antes de la cuarentena queríamos hacer un deschatarreo pero terminamos respetando el aislamiento. Hay más casos de dengue que de coronavirus, que se agregó ahora como problemática. La verdad es que no tenemos todo lo que necesitamos y hacemos lo que podemos en materia de salud. Organizamos campañas para protegernos del dengue y del coronavirus.
Esto se mezcla con la situación de que el gobierno nos pasó comida que repartimos en las cooperativas. Ya la segunda semana de la cuarentena había poca comida y empezamos a entregar tapers de día y de noche y la verdad que hay escasez porque los permisos para los fletes no están, la mercadería desde provincia todavía no llegó y el Gobierno de la Ciudad descarga dos veces por semana la mercadería. El viernes nos mandaron 6 kilos de carne podrida, no encaran este problema con seriedad para ayudar a los sectores más humildes en este barrio. Hay escasez de alimento. Se viene viendo desde antes de la cuarentena, por la crisis económica. Los precios de la comida están muy altos y la gente prefiere retirar productos de Me.Co.Po. (Mercado de Consumo Popular) y llevarse un taper para comer, es una preocupación más grande que el coronavirus.
El Estado en La Boca no da respuestas. El otro día hubo una pelea entre vecinos que se denunciaron y la guardia de auxilio, los bomberos, como cinco patrulleros de la policía vinieron, todos con barbijo, y sacaron a toda la gente a la calle. No aplicaron ningún protocolo de nada, dejaron a todos en la calle en plena pandemia. Como no hay lugar en paradores de la Ciudad ni subsidios habitacionales, prefirieron levantar la clausura y los vecinos entraron de vuelta.

Cuarentena en hoteles: denuncian maltrato y condiciones de riesgo

31.3.2020

Lejos de aislar a quienes vuelven del exterior, la cuarentena forzosa en hoteles impuestos por el Gobierno de la Ciudad, expone a personas repatriadas y trabajadores a un mayor riesgo de contagio en condiciones precarias de higiene y alimentación. Las denuncias de pasajeras y pasajeros en cuarentena coinciden en que la atención médica que reciben es escasa o nula, no reciben atención psicológica, y conviven en los hoteles personas que llegan de distintas procedencias sin ningún criterio de seguridad pertinente para prevenir contagios.

Hasta hace 3 o 4 semanas, el pintoresco barrio de San Telmo albergaba y deleitaba visitantes de distintas partes del mundo, que recorrían milongas o shows de Tango, saboreaban alguna comida típica porteña y se alojaban en distintos hoteles del casco histórico de la ciudad. Los visitantes se mezclaban con otras personas que por trabajo se alojaban en el mismo inmueble. Trabajadores de hoteles, bares y restaurantes, al igual que quienes atienden comercios o venden sus artesanías recibían con entusiasmo a quienes llegaban buscando salir adelante de un difícil momento económico. A pesar de la crisis económica, el barrio contaba con una circulación tanto de locales como de visitantes de lugares tan distantes como Europa, Chile, Brasil, o Australia que además de generar ingresos le daban al entorno su vida propia. Pero desde hace 3 o 4 semanas, San Telmo, como gran parte del mundo, es un «pueblo fantasma», la semana previa a la cuarentena obligatoria las reservas en los hoteles se derrumbaron. Los hoteles bares y restaurantes, están cerrados. Trabajadores temen por sus empleos, como en tantos otros sectores.
Mientras esto sucede, un selecto grupo de 10 hoteles recibe, por decisión unilateral del gobierno porteño, a personas obligadas a cumplir la cuarentena forzosa sin la opción de ir a sus casas, aún residiendo en la Ciudad de Buenos Aires. Pasajeras y pasajeros que llegaron de distintos destinos permanecen alojados en los hoteles Presidente, Cyan de las Américas, Gran View, Deco Recoleta, Ibis Congreso, Escorial, Cyan América Tower y Panamericano.
«Estoy en el hotel Presidente, llegamos desde San Pablo el día lunes, nos trataron bastante mal en Ezeiza a todos, hay como un estado policial, donde todo se organiza a los gritos,sin ningún tipo de explicación. Nos dividieron en filas, de capital y provincia. Yo pensé que nos iban a mandar a nuestras casas, como correspondía, a hacer la cuarentena obligatoria, y que quizás las personas de provincia, como no tienen como desplazarse, fueran ubicadas en medios de transporte o en hoteles por una noche, pero no fue así. Fue exactamente al revés: las personas de provincia fueron enviadas a sus casas por sus propios medios, y los que éramos de la Ciudad de Buenos Aires nos mantuvieron en espera en largas filas, sin ninguna explicación. Cada vez que alguien preguntaba era amenazado, y después de un largo rato nos subieron en colectivos de Tienda León. Nos tuvieron allí sentados un largo rato sin ninguna explicación, solo una persona venía nos contaba como ganado. Después nos distribuyeron en distintos hoteles» Cuenta Alicia Massarini, una pasajera. «No sabes lo duro que es esto. Ya vamos por el día 8 y hay un silencio total, nadie se comunica con nosotros, es imposible contactar un médico. Ahora por ejemplo hay un cacerolazo desde las habitaciones. Pero nadie nos escucha.»
Para informar sobre la tremenda situación que están atravesando las y los pasajeros hacen cacerolazos y piden difusión.
«Llegamos al hotel, sin recibir información. Fuimos atendidos por «voluntarios», lo digo así, entre comillas, porque después nos enteramos muchos de esos «voluntarios» fueron convocados por el Gobierno de la Ciudad, o más bien obligados. Muchos de ellos son docentes de jornada completa que Ademys está denunciando que son los más vulnerables porque tienen contratos fuera del estatuto docente. Están siendo obligados a intervenir en jornadas de hasta 8 horas, incluso en el turno noche. »
Personas diabéticas denunciaron que jamás le llevaron una comida sin sal o un postre sin azúcar. Hay gente que pasó un día entero y hasta dos sin comer. Además de denunciar el dudoso estado de calidad e higiene de la comida que reciben, no se contemplan las situaciones particulares de diabetes, celiaquía, y mucho menos personas vegetarianas o veganas.
Alicia Massarini confirma que en el hotel conviven personas que vienen de distintas procedencia, incluso aviones que vienen, por ejemplo, de San Pablo, como es su situación, pero con pasajeros que vienen de otros destinos y hacen escala allí, en la populosa ciudad de Brasil. En otros hoteles han denunciado que, sin criterio de aislamiento, ubican a pasajeros que recién llegan en habitaciones vecinas de otros que van por el 8vo o 9no día de cuarentena.
«Todo es autoritario, no tenemos interlocutores. El único control médico es que nos tiraron un termómetro en la puerta a la tercera noche para que nosotros mismos nos tomemos la fiebre. Estamos aislados, angustiados, y convencidos de que esta práctica no es de ninguna manera racional, ni epidemiológicamente ni humanamente. Estamos exponiéndonos, sin ningún tipo de control, hacinados en hoteles, y exponiendo a trabajadores de los hoteles, que en este caso son los propios trabajadores quienes al tercer día de estar acá empezaron ellos a dar el servicio de comida con sus uniformes, guantes y botas, pero también obligados a trabajar. Estamos exponiendo a los trabajadores del hotel, a los supuestos voluntarios, que están aquí trabajando, en una práctica irracional, para nada fundamentada» Agrega Massarini.
«Esperamos que las autoridades del gobierno nacional intervengan y nos permitan hacer lo que corresponde, hacer la cuarentena en nuestras casas, del mismo modo que lo han hecho pasajeros de otros aviones que han llegado recientemente y tenemos información de que han sido en algunos casos derivados a sus casas como corresponde» concluyó.
Mientras algunos hoteles reciben pasajeros enviados por la fuerza a hacer la cuarentena, en transportes monopolizados por Tienda León, un sin número de trabajadores y pequeños emprendedores hoteleros o gastronómicos sufren la angustia de la incertidumbre sobre su fuente de trabajo e ingresos. «El miércoles 18 de marzo fui por ultimo día a trabajar al hotel, que ya estaba cerrado, solo hice tareas administrativas, todas ellas por cancelaciones de reservas. Ese día recibí el llamado del área de Turismo del Gobierno de la Ciudad para hacer un relevamiento, explique la situación, que el hotel está cerrado porque además se cayeron todas las reservas. Pidieron un email para volver a contactarse con el hotel. 12 días después no hubo comunicación alguna. Tengo miedo de quedarme sin trabajo y hasta de no cobrar mi sueldo en estos días» comentó un trabajador de un pequeño hotel preocupado por el día después de la cuarentena.
Mientras hoteles, y restaurantes podrían ofrecer servicios para colaborar con la cuarentena, garantizando un buen trato y alimentación a quienes necesitan alojamiento, desde el gobierno se les da la espalda. El mismo abandono que sufren pasajeros, y trabajadores, incluidos profesionales de la salud mental. Las sospechas de corrupción y clientelismo político para poner en funcionamiento empresas amigas del gobierno están presentes. Al parecer la corrupción no entiende de cuarentenas.

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