10.4.2024
Aumentó a 25% la nómina de establecimientos educativos adheridos al programa Sube y Baja del Gobierno porteño. La iniciativa tiene como objetivo garantizar tanto la seguridad vial de los niños como el ordenamiento del tránsito en el momento de entrada y salida de la escuela, a través de acciones que buscan mejorar la convivencia en el tránsito de los barrios.
El sistema, que venía funcionando en 175 colegios, sumó 25 establecimientos más en los últimos 12 meses y arrancó el ciclo lectivo 2024 con 25% del total de colegios adheridos. Actualmente, ya son 200 los colegios que participan y desde el Ministerio de Infraestructura, a cargo de Pablo Bereciartúa, se trabaja en conjunto con todas las instituciones educativas, de gestión privada y pública de la Ciudad de Buenos Aires, tanto en nivel inicial, primario y secundario, para ampliarlo en un 20% más este año.
El programa tiene como objetivo garantizar tanto la seguridad vial de los niños y niñas como el ordenamiento del tránsito en el momento de entrada y salida de la escuela, mediante acciones que buscan mejorar la convivencia en el tránsito de los barrios.
“El 25% del total de colegios de la Ciudad forman parte del programa Sube y Baja, lo que refleja un compromiso creciente con la seguridad vial y el ordenamiento del tránsito en nuestra comunidad escolar. Desde el Ministerio de Infraestructura junto con 200 establecimientos ya comprometidos, estamos avanzando cada vez más hacia un entorno escolar más seguro y ordenado. Invitamos a más escuelas a sumarse a esta iniciativa, contribuyendo así a construir una convivencia vial más armoniosa y organizada”, señaló Pablo Bereciartua, ministro de Infraestructura de la Ciudad.
Para garantizar el correcto funcionamiento del programa, cada escuela cuenta con un voluntario, designado por la institución educativa. Éste es quien abre la puerta de los vehículos cuando llegan al colegio, asiste a los niños en el descenso para que el padre/madre/tutor no se baje del vehículo y continúe con su rol de conductor, cierra la puerta del auto para que se incorporen al flujo vehicular.
De esta manera, el programa logra disminuir la doble fila, que está prohibida en la Ciudad de Buenos Aires. Muchas veces las calles son vistas como un espacio desfavorable para los chicos ante la presencia de vehículos, por ello con Sube y Baja se busca recuperar el espacio público para los más pequeños adaptándolo a sus necesidades y fomentando su autonomía.
Dinámica de salida de la institución: en el momento de la salida el voluntario se coloca en la línea del cajón Sube y Baja, cuando se aproxima el automóvil éste debe identificarse o estar identificado a fin de que el voluntario pueda informar qué niño o niña se retira del colegio.
En términos de intervención, Sube y Baja implica una demarcación amarilla sobre la calzada, con un carril pasante, donde ingresa el vehículo con los voluntarios a la espera para asistir al niño/a. Asimismo, se señaliza la zona con entre discos de prohibido estacionar, rombo amarillo de escuela en las esquinas y cartel de máxima velocidad en el comienzo de la cuadra donde se encuentra la escuela.
El programa Sube y Baja no sólo se adapta a la dinámica, características y entorno de cada establecimiento, aportando soluciones específicas: ajustándose a calles internas, avenidas, paradas de transporte público, etc; si no que se complementa con el apoyo teórico en el aula.
La doble fila en los colegios, el estacionamiento en las esquinas que obstruye las rampas para personas con movilidad reducida, e incluso el estacionamiento sobre las veredas son las infracciones más comunes en las zonas donde se encuentran escuelas.
Para mejorar el ordenamiento del tránsito en las calles, en la Ciudad de Buenos Aires hay un equipo de Agentes de Tránsito que lleva adelante diariamente un plan integral de cobertura. Para diseñarlo, se identifican zonas que requieren mayor presencia como las cercanas a las escuelas, avenidas principales, etc. Entre sus tareas se encuentran el ordenamiento del tránsito por medio de controles de estacionamiento, luz roja, velocidad, alcoholemia y casco en motociclistas. Su trabajo es fundamental para fomentar la convivencia y la seguridad vial en las calles.