Comunicadores del Sur

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Casi feliz: crecer en Villa Crespo

31.5.2020

Por Santiago Gómez

La serie de Sebastián Wainraich en Netflix muestra la clase media porteña que creció en el punto central de la ciudad. Cuenta la historia de una separación con hijos, pasados los treinta y cinco. Un gran reflejo de ese sector social.

Quizá por haberme separado hace poco. Quizá por la saudade del humor judío. Quizá por haberme reído durante muchos años escuchando la Metro, superada la resistencia Peña, cuando vi el adelanto de la serie Casi feliz, de Sebastián Wainrich, supe que le daría una oportunidad. Lo que no imaginé es que vería tan bien reflejada la clase media porteña. La media media, la que crecimos en Villa Crespo, en el punto central de la ciudad, o así me enseñaron en la Tomasa, la escuela de Corrientes y Malabia. Esa clase media que pasa por cheta por usar ropa de marca, la misma que usan entre Santa Fe y el río, pero comprada por laburantes.
La serie cuenta la neura de un judío exitoso por su humor, que la mujer lo deja porque perdió interés por la monotonía de la relación criando mellizos. Sebastián es un reconocido conductor de la radio Urbana, en la serie actúan varios de los compañeros de radio de Wainraich. Muestra esos personajes siniestros que pululan alrededor de famosos, que se presentan con un fanatismo que asusta, que lleva pronto a pensar en posibles asesinos seriales. Una gran actuación de Pilar Gamboa, sino la mejor de la serie, interpretando una compañera de primaria de Sebastián, que se presenta pidiendo favores, ofendida si Sebastián no concede. Se destacan las actuaciones de Hugo Arana y Adriana Aizemberg, como padres de Sebastián.
Sebastián encarna a la perfección los Danieles, los Arieles, que más de uno tuvo como compañero en la primaria, la secundaria. Al menos los que crecimos en Villa Crespo tuvimos muchos. La serie también muestra esa fauna desagradable de la clase media porteña: el escritor que pasó veinte años en la vida académica y reniega de ella, que no falta a cuanto evento social de caretas hay. Los músicos que entraron en agencias de publicidad para ganar un mango y salieron espantados por la lógica financiera.
Los ambientes en los que se desarrolla la serie no son departamentos despampanantes, sino típicos departamentos de la clase media de la ciudad. Claro que con algunos toques modernos, con artículos comprados en Palermo, en la casa de los cuarentones. Pero la casa de los padres de Sebastián es una de esas en las que parece que no pasó el tiempo. Simplemente, se ve el cuidado por algo que se pudo comprar en una mejor época. Muestra los espacios en los que algunos consiguen celebrar fiestas y los métodos para hacerlos: videos familiares, contratación de animadores.
La historia es veloz, los capítulos cortos. No se caracteriza por el relleno. Es divertida. Es un buen reflejo de nuestra clase media urbana.

Lucran con las canastas escolares

29.5.2020

Por Jonatan Baldiviezo (ODC), María Eva Koutsovitis, (CLIC / IPYPP), Alejandro Volkind (ODC / IPYPP), Myriam Leonor Godoy Arroyo (ODC / IPYPP) y Magali Zirulnikoff (ODC).

Desde el Observatorio por el Derecho a la Ciudad, la Cátedra Libre de Ingeniería Comunitaria, y el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas denunciaron un nuevo negocio de los intermediarios en la Ciudad de Buenos Aires.

* 1. Se publicó en el Boletín Oficial la Resolución N° 90/2020 que establece que el GCBA paga $1.575 por cada una de las Canastas Escolares Nutritivas (desayuno y almuerzo) que se reparten en las escuelas cada 10 días hábiles (2 semanas).
* 2. En la resolución, el propio GCBA reconoce que el costo real de la canasta, a precio minorista, no supera los $750. Algo que venimos afirmando hace dos meses (https://buff.ly/2R92366). El resto se va en costos de distribución, de mano de obra y en ganancias de las empresas.
* 3. El GCBA paga $1.575 por canasta, pero las familias reciben efectivamente la mitad de dicho valor en comida.
* 4. ¿Quién se queda con la otra mitad? Las 19 empresas concesionarias que desde hace 30 años lucran con la comida de los estudiantes.
* 5. Para terminar con este negocio y sistema ineficiente, en este contexto de pandemia del coronavirus Covid-19, hay que eliminar a los intermediarios.
* 6. Por este motivo, venimos proponiendo que el GCBA directamente transfiera los $1.575 a cada familia. Se eliminan los intermediarios y las familias van a poder duplicar la cantidad de alimentos que reciben actualmente.
* 7. En esta línea, a mediados de abril, el legislador Santiago Roberto, conjuntamente con otros legisladores, presentó el Proyecto de Ley N° 1017-D-2020 (https://buff.ly/3dapVQ4) para que el monto destinado a la compra de estas canastas sea directamente entregado mensualmente a las familias mediante una tarjeta magnética.
* 8. En esta última entrega quincenal de la canasta existen numerosas denuncias de que muchos productos no fueron entregados.
* 9. El GCBA informó que la entrega de la canasta ahora será mensual. Nos lleva a pensar que la cantidad de alimentos que reciben las familias disminuirá.
* 10. En las villas de la Ciudad, el GCBA está entregando bolsones de alimentos, ya no por estudiante sino por familia, con menor cantidad de productos que la Canasta Escolar Nutritiva, para dos semanas. El GCBA aún no comprende que estamos en crisis sanitaria y económica.

Trabajar sin protección es una condena silenciosa

Este viernes 29 de mayo, a las 9.30, auxiliares de la Educación realizarán una conferencia de prensa en la Escuela Mariano Acosta, ubicada en Urquiza 277 de la Ciudad de Buenos Aires para denunciar que a más de dos meses de haber comenzado el aislamiento social obligatorio y la suspensión de clases presenciales, “el Gobierno de la Ciudad continúa haciendo oídos sordos a los reclamos de lxs trabajadorxs esenciales”.

Reproducimos comunicado:
Lxs trabajadorxs Auxiliares de la Educación nucleados en ATE, dependientes del Ministerio de Educación de la C.A.B.A. no contamos con los insumos necesarios y suficientes para garantizar nuestra propia seguridad cuando somos convocadxs para la entrega de bolsones de mercadería para los niños y las niñas que asisten a las escuelas.
Todos los días, concurrimos a cumplir nuestras funciones, a colaborar y mantener las instalaciones higienizadas y desinfectadas, pero no contamos con los insumos necesarios para garantizar la limpieza ni nuestra protección personal frente a la pandemia. Razón por la cual ya tenemos un compañero participo de la entrega de bolsones y ahora se encuentra aislado en un hotel tras dar positivo su test de Covid 19.
La desidia del Gobierno porteño es la principal causa de la cantidad de casos positivos y de las muertes que azotan la ciudad. La falta de protocolos y capacitación para lxs trabajadorxs esenciales de todas las áreas y el reconocimiento institucional y económico de estas tareas son urgentes. La ausencia de controles sanitarios y testeos para todxs lxs trabajadorxs, es criminal.
Exigimos al Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que disponga a los técnicos del área de Mitigación de Riesgo para la elaboración de planes que resguarden a lxs trabajadorxs, y minimicen el riesgo de contagio para ellxs y la comunidad educativa.
Por todo ello, este viernes 29 de mayo a la 9:30 hs en el Mariano Acosta, haremos un llamado de atención a toda la sociedad y en especial a la comunidad educativa, padres, docentes y no docentes, a estar alertas y exigir al Gobierno de la Ciudad las condiciones de higiene y seguridad laboral acordes a los tiempos que corren.

Hacen que escuchan, hacen que hacen, nada resuelven

28.5.2020

La Cátedra de Ingeniería Comunitaria, El Observatorio del Derecho a la Ciudad, la CTA Autónoma de Capital, el Frente Territorial Salvador Herrera y el Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, realizaron un informe sobre las políticas del GCBA con relación a las villas y la crisis sanitaria.

Los siguientes son las diez principales conclusiones a las que arribaron:
1. La curva de contagios se aplana a nivel nacional pero no sucede lo mismo en la Ciudad de Buenos Aires. Principalmente, los contagios se incrementan exponencialmente en los sectores de la ciudad que más sufren la desigualdad urbana y la falta de acceso a los servicios públicos: las villas o Barrios Populares a partir de la Ley Nacional N° 27.453.
2. En la última semana, el 60% de los casos confirmados de Covid-19 corresponde a habitantes de los Barrios Populares. Actualmente, 1 de cada 2 porteños/as contagiados vive en las villas. El 34% de los casos de toda la ciudad se concentra en el Barrio de Retiro. En este barrio, en las dos últimas semanas los contagios se incrementaron en un 377% mientras que en la ciudad sólo un 165%.
3. En un escenario preventivo, pensábamos que el GCBA, mientras apostaba al aislamiento comunitario, preparaba los protocolos y las políticas para enfrentar la situación que generaría el ingreso del coronavirus en los Barrios Populares. El aislamiento social obligatorio justamente tenía como objetivo dar tiempo al estado no sólo para preparar el sistema sanitario hospitalario sino también, medidas de mitigación y de atención de la calidad de vida de las familias de los sectores más vulnerados en caso de contagios.
Lamentablemente, el desinterés, la improvisación o los deseos inmobiliarios sobre las tierras de los barrios populares hicieron que nada de esto ocurriera. Hemos sido testigos de que el GCBA no previó con seriedad los problemas que emergerían de la conjunción de la precariedad económica y la infraestructura sanitaria que sufren las familias en estos barrios, y de la pandemia del coronavirus. Pero, estamos más azorados frente a la falta de respuestas una vez que los problemas se magnificaron.
4. A dos meses del aislamiento social obligatorio, el GCBA no cuenta con un Protocolo Específico que atienda a cada una de las situaciones emergentes en los Barrios Populares. La mirada integral y específica está ausente. Por esto, el 21 de mayo la Justicia le dio un plazo de 5 días para elaborarlo. La falta de tal protocolo y de ámbitos para su discusión, evaluación y actualización, ha generado decisiones erráticas, parciales y hasta desconocidas no sólo por la ciudadanía sino también por los propios actores del sistema de salud.
5. Si avanzamos en problemáticas particulares, notamos la misma carencia. No existe un Plan de Contingencia para garantizar el agua potable. Tampoco existe un Plan con relación a la prestación del servicio de alimentación. La fuerza comunitaria se puso al hombro la alimentación de la población en las villas a través de los comedores. Pero, una vez que empezaron a contagiarse sus integrantes por falta de elementos de protección y que cerraran algunos comedores, el GCBA no apareció para brindar una respuesta clara y efectiva. Nuevamente se hizo presente la incertidumbre por la falta de previsión. En muchos casos, el GCBA tomó la medida equivocada de que las familias de un comedor fueran atendidas por otro comedor aumentando la circulación de personas, trasladando el coronavirus a otros sectores del barrio, sobrecargando de tareas a las mujeres de las organizaciones, principales actoras del cuidado de la alimentación. La ajenidad frente a la dinámica social del barrio llevó al GCBA incluso a discutir internamente como alternativa implementar una billetera virtual para las familias asistidas por comedores. Descartaron esta idea descabellada pero esta cuestión sigue latente sin solución. Si abordamos la educación a distancia y la brecha digital de los sectores populares, el panorama es peor. El GCBA ni siquiera ha detectado que tiene allí un gran problema, por lo tanto, ni siquiera lo tiene en agenda.
6. Existe, además, una desorganización estructural en la administración pública de este gobierno para superar esta crisis pandémica, que no tiene parangón en el último siglo. Por más que se vanagloria del trabajo en equipo y de la existencia de un comité de crisis, cada ministerio trabaja por su cuenta, no consulta a los otros. No hay vasos comunicantes de información ni de decisiones. Esto no sólo sucede a nivel horizontal entre los Ministerios sino también a nivel vertical entre dependencias u organismos de un mismo Ministerio. Por ejemplo, dentro del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat: la Secretaría de Integración Social y Urbana (encargada del Barrio Carlos Mugica), la Ugis (encargada de la emergencia de la totalidad de los Barrios Populares) y el Instituto de Vivienda – IVC (Principal responsable de la política de reurbanización de villas en la ciudad), actúan bajo directrices políticas distintas. Las disputas internas terminan perjudicando a la población. Aquí, la metáfora de islas administrativas sin una centralidad organizadora sería la imagen correcta.
7. Tampoco es sólo una cuestión de desorganización, ya que a la vez existe una desjerarquización de los problemas que son derivados a los escalafones más bajos de la burocracia estatal. Por ejemplo, la grave crisis del acceso al agua potable está casi en su totalidad encomendada a los técnicos de un organismo de emergencia como es la UGIS. Funcionarios que no cuentan con poder de decisión porque no cuentan con facultades para destinar más presupuesto a resolver este problema.
8. En definitiva, tenemos un comité de crisis sólo de nombre. Si agregamos la dimensión democrática participativa se desfigura directamente el nombre. Parte de la angustia e incertidumbre de las familias se debe; a la falta de un verdadero comité de crisis; a la ausencia de participación de la comunidad porteña a través de las organizaciones sociales, asambleas, colectivos y sindicatos; a la fragmentación administrativa que genera espacios estancos e inflexibles; a la desjerarquización de los problemas por resolver; etc.
9. El problema del acceso al agua potable en las villas es la muestra sintética de este panorama desolador. El GCBA en los tribunales sostuvo la postura de que no tenía obligación de garantizar el derecho humano al agua en las villas y que esa obligación pertenecía únicamente a AYSA. Practicaron la cultura higiénica del coronavirus, se lavaron las manos. La Justicia ordenó garantizar agua potable y elaborar con la comunidad un Plan de Contingencia y un Plan de Actuación. El GCBA apeló la decisión judicial que a su pesar sigue vigente y decidió no cumplir la orden judicial hasta el día de hoy.
9.1. El colectivo de organizaciones que firmamos la acción judicial estamos llevando a cabo un mapeo continuo sobre el acceso al agua potable junto con más de 150 referentas y referentes de los distintos barrios populares de la Ciudad. El resultado del relevamiento permitió identificar problemas de presión, calidad del agua y falta de suministro en numerosos barrios populares y complejos habitacionales. Además, permitió documentar que los dispositivos actuales con los que cuenta la Ciudad de Buenos Aires para garantizar el acceso al agua son absolutamente insuficientes e ineficaces. El GCBA ofrece un número telefónico para realizar los reclamos urgentes por falta de agua potable y otro tipo de emergencias sanitarias. Se trata de una única línea telefónica que no funciona 24 horas los 7 días de la semana (Teléfono: 2000-8200). El dispositivo para atender las emergencias por falta de agua potable en barrios populares con camiones cisterna se encuentra concesionado. El gobierno se limita a pasar el reclamo a las distintas empresas que tienen a su cargo la concesión del servicio sin realizar ningún tipo de seguimiento. Las familias se ven obligadas a reiterar diariamente los reclamos. La asistencia de agua potable a granel mediante camiones cisterna no cuenta con ningún mecanismo de trazabilidad ni control de calidad. Es decir, el gobierno desconoce si la entrega de agua potable fue realizada, en qué plazos, que cantidades y con qué calidad. La demora en la asistencia de agua potable puede llegar a superar las 96 horas y como no existe ningún protocolo público las familias desconocen el día, horario y lugar del camión cisterna. Por eso, es usual que los camiones cisterna lleguen a un barrio y se retiren sin haber abastecido a los hogares. También es oportuno mencionar, que la entrega de agua a granel es eficiente sólo si los hogares cuentan con sistemas seguros donde almacenar el agua que se entrega. El almacenamiento inadecuado pone en riesgo la calidad del agua, no permite almacenar el volumen diario de agua necesaria para garantizar todos los usos y contribuye a la expansión del dengue. Por tal motivo venimos solicitando al gobierno porteño que garantice un tanque en cada hogar.
9.2. El 15/5 y el 22/5 ingresamos los informes detallados por la mesa de entrada del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat. El 22 de mayo los actores de la causa judicial fuimos convocados a una reunión en el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat, con la finalidad de discutir mecanismos adecuados que garanticen el agua potable en la totalidad de los hogares porteños. De la reunión, participó inicialmente el presidente del IVC quien luego se retiró dejando a cargo a funcionarios de gobierno que no tenían instrucciones ni poder de decisión, por lo tanto, solicitaron un plazo de 96 horas para darnos una respuesta.
10. Creemos sumamente necesario conformar un Comité de Crisis al más alto nivel jerárquico, donde todos los ministerios involucrados articulen transversalmente, garantizando el ejercicio de la Democracia Participativa convocando a los representantes de la comunidad (organizaciones sociales, barriales y comunitarias, asambleas, colectivos ciudadanos, partidos políticos, sindicatos, etcétera.).
Cátedra de Ingeniería Comunitaria – CLIC (Ing. María Eva Koutsovitis) Observatorio del Derecho a la Ciudad – ODC (Jonatan Baldiviezo) CTAA – Capital (Pablo Spataro) Frente Territorial Salvador Herrera (Franco Armando) Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas – IPYPP (Claudio Lozano).

Villa 20: Larreta entregó comida podrida en un comedor

28.5.2020

Por Juan Borges

“Esta carne que nos tiraron el viernes ni siquiera mis perros la hubieran querido comer, ese maltrato nos duele”; sostuvo el referente barrial Diosnel Pérez.

El día viernes 22 de Mayo pasado, el comedor “21 de Septiembre” que asiste a 240 personas en la Villa 20 de Lugano recibió comida en descomposición por parte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La llegada de la carne en mal estado generó un fuerte repudio e indignación en los responsables del comedor, que realizaron los reclamos correspondientes y denunciaron el hecho aberrante en la Defensoría del Pueblo y otros organismos. El referente barrial y coordinador del comedor, Diosnel Pérez, relató los hechos.
¿Cómo es la tarea que lleva el comedor “21 de Septiembre?
DP: Mi nombre es Diosnel Pérez y hace treinta y cinco años que vivo en la Villa 20. Asistimos a 240 personas en su mayoría niños que están en una situación de pobreza. La situación en la villa está empeorando, debido al coronavirus pero también hay muchos casos de dengue.
¿Hay muchos casos de coronavirus en el barrio?
DP: Hasta la semana pasado había sólo tres casos acá en la villa, ahora ya tenemos treinta. En menos de diez días se multiplicó y esto genera mucha preocupación en la gente. Lo que pasa acá es parecido a lo que pasa en todas las villas porque nos faltan los elementos para tener una buena higiene y además vivimos muchas personas en las casas.
A veinte metros conectaron el caño principal para conectar el agua para la villa y quedó ahí. Se detuvo ahí, porque nunca conectaron los caños para distribuir el agua. Es una vergüenza porque el caño principal tiene agua pero no se puede distribuir dentro de la villa.
Solo en algunas partes hay agua, pero la mayoría no tiene. Por otro lado, no sabemos qué hacer con el comedor porque cada vez viene más gente pidiendo comida y no podemos darle respuesta, piden vacante aunque sea para sus hijos. Hay mucha hambre. Tenemos 180 raciones y la estamos estirando a 240 personas.
La situación se está desbordando y el Estado no está haciendo lo que tiene que hacer, no nos dan respuestas ni soluciones por el hambre y el coronavirus tampoco. La gente está empezando a tener miedo y eso es complicado, aunque buscamos concientizar sobre la enfermedad ellos dicen que lo que los está matando es el hambre. La cuarentena es necesaria sino nos morimos. Pero necesitamos agua y comida.
¿Cómo fue el hecho de la llegada de carne podrida al comedor?
DP: El viernes trajeron la carne para cocinar y también para el lunes 25 pasado que también funcionaba el comedor. Alzamos para poner en el freezer y cuando abrimos las cajas ahí sentimos un olor asqueroso que nos volteaba. Agarro toda mi casa el olor de tan fuerte que era. Le dije a mi compañera y ella me dijo para hacer la denuncia el martes pero yo le dije que ya mismo había que denunciar eso porque era una vergüenza, no puede el gobierno de la Ciudad hacer semejante cosa con nosotros, jugar con el hambre y la necesidad de los chicos.
Entonces empecé a mandar audio y fotos de la carne por todos lados, a la Defensoría del Pueblo, al Ministerio de Desarrollo Humano, a Gustavo Moreno que es asesor tutelar de menores. De repente empezaron a llamar las autoridades pidiendo disculpas .diciendo que no se dieron cuenta. Todo esto pasó el sábado que hice la denuncia y el domingo a las ocho de la mañana ya llego la carne en buen estado y llevarse la podrida. Me ayudó mucho la difusión que se le dio .Era una vergüenza lo que pasó. El lunes y el martes pudimos cocinar por suerte. Lo que nos preocupa es la gran cantidad de gente que viene buscando un plato de comida. Nuestra prioridad son los chicos. Es insuficiente la ayuda que está dando el Estado.
¿Por qué cree usted que son tratados de esta manera por las autoridades?
DP: No entendemos porque nos tratan así. La calidad de la mercadería bajo un montón, fideos, arroz de malísima calidad. Nosotros nos sentimos discriminados y maltratados por todos los gobiernos porque ellos hacen la suya y nosotros siempre seguimos en la miseria. Para todos somos los negros de la villa que debemos agarrar lo que venga y no quejarnos. Muchos creen que queremos todo gratis pero no tienen idea de que tenemos dignidad y sufrimos por nuestra pobreza. Esta carne que nos tiraron el viernes ni siquiera mis perros la hubieran querido comer, ese maltrato nos duele. Yo no me caso con ningún gobierno y siempre levante la voz cuando vi injusticias y maltrato a mi gente. Los políticos nos tratan bien cuando necesitan votos, después se olvidan de nosotros.
¿Qué lo motiva a ayudar a la gente y llevar adelante el comedor?
DP: La gente que tenga un poco de corazón haría lo mismo que hago yo, nosotros pusimos el comedor porque veíamos la necesidad en el barrio, el hambre, los chicos. Nadie te paga ni te da un sueldo por hacer esto, es todo a pulmón lo que hacemos pero sabemos que es el Estado el que debe hacerse cargo de todo esto, pero como ellos no están nosotros debemos ayudar a nuestros niños y hacer algo. Darle una mano a la gente, yo también necesito pero siempre hay mucha gente que está peor que yo, eso nos motiva.

“Larreta y la Legislatura les dan la espalda a las necesidades populares”

28.5.2020

Así se manifestó la diputada del FIT Alejandrina Barry, sobre la intrascendente sesión legislativa de este jueves. Mientras recordando a Ramona insistió en imponer las demandas populares en una sesión especial, “desde el oficialismo, traban todos los proyectos emanados de los reclamos de las villas, hospitales, escuelas y paradores”.

Setenta días de cuarentena y la legislatura porteña, epicentro de los contagios de COVID-19, sesionó solamente 3 veces, como les recordó la diputada del Frente de Izquierda, Alejandrina Barry, a sus pares. E insistió con imponer una sesión especial, donde poder discutir todos los problemas de la Ciudad en medio de esta crisis sanitaria, económica y social, algo que Larreta y los bloques mayoritarios se niegan.
A partir de la intervención de Barry, más legisladores se sumaron a denunciar lo intranscendente de esta sesión. Ramona Medina, militante de la Garganta Poderosa, fue el nombre de los innombrables vecinos de las villas. Su rostro, sus denuncias y su muerte pusieron en el centro los padecimientos en las villas porteñas. “La muerte de Ramona es un crimen social”, así lo definió la diputada del Frente de Izquierda.
El padecimiento de los barrios vulnerables y villas y la desidia estatal ante los mismos, se escucharon en el recinto, por más que le pese a los legisladores de Cambiemos. La falta de agua en las villas 31, 1-11-14 y 21-24, más la falta de información, los maltratos y la falta de testeos y aislamiento a la altura de la disparada de casos en los barrios, estuvo en boca de Alejandrina.
Por su parte, los trabajadores de la salud vienen protagonizando asambleas, protestas y hasta paros desde sus hospitales contra la falta de insumos, falta de personal, falta de salas preparadas para el Covid-19. La primera línea exige al estado la respuesta para poder encarar esta crisis y sus reclamos se hicieron oír en la sesión. Como denunció Alejandrina Barry “Tanto el Gobierno nacional como el de la Ciudad, vienen insistiendo que la cuarentena era para preparar el sistema de salud. Bueno, las denuncias y protestas que vienen realizando los trabajadores de la salud, desmienten a los gobiernos”.
“Las familias de la 21-24, donde yo trabajada, me contaban como tuvieron que cerrar un comedor y las viandas no alcanzan”, denunció Alejandrina. Mientras volvió a recordar que el gobierno sigue incumpliendo el fallo judicial favorable al amparo que presentó junto a Myriam Bregman, cooperadoras, familias y docentes, por las viandas para las y los pibes, “mientras esto tampoco se puede discutir en la Legislatura”.
En definitiva, los grandes problemas ante la pandemia no son debatidos en la legislatura. A la misma, solo llegan los proyectos del oficialismo. Donde la primera sesión en cuarentena fue el endeudamiento por U$S 150 millones, apoyado por el Frente de Todos. Y la segunda sesión, la ley de Emergencia Económica, que le habilitó los súper poderes a Larreta. De poder discutir proyectos para resolver los grandes problemas sanitarios, económicos y sociales, nada, completamente bloqueado por el oficialismo. Y como dijo Alejandrina Barry “hay que discutir realmente de fondo como esta crisis social y sanitaria no la está pagando el pueblo con muertos, trabajadores despedidos, pasando hambre. Sino que realmente los que la tienen que pagar son los grandes empresarios y los bancos. No queremos más Ramonas. Fue un crimen social, no fue una tragedia”.

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