El Gobierno porteño llama a familias para controlar, pero no resuelve el problema del hambre
5.6.2020
Lorena Sokol y Ailén Beraldo
Directivos, docentes, familias del Colectivo Vacantes para Tod@s y desde el sindicato Ademys, denunciaron que el ministerio de Educación está llamando a las familias para controlar cómo trabajan los docentes. Una persecución enorme a los trabajadores, mientras siguen sin dar ninguna solución a la falta de internet, de computadoras y la comida miserable que se entrega en las escuelas.
Parece mentira pero es real. El gobierno porteño está llamando por teléfono a las familias para controlar el trabajo que hacemos las y los docentes durante la cuarentena. En eso invierte el tiempo y el dinero, en perseguir a los trabajadores de la educación.
Así denunció Patricia Pines, del Colectivo Vacantes para Tod@s, a través de un comunicado:
“Supuestamente llaman para hacer un seguimiento pero desconociendo la falta de contención y acompañamiento frente a sus necesidades. Les hacen preguntas sobre la cantidad de tareas que se les han enviado, el nombre y apellido de su docente y otros datos que parecen más un control sobre las trabajadoras docentes que a una preocupación genuina por la situación de les niñes y sus familias. Exigimos al Ministerio que su presencia sea para garantizar derechos en vez de generar desconfianza y preocupación en las familias y comunidad educativa.”
Estos llamados parecen una burla a los que ponemos el cuerpo todos los días para sostener la escuela pública y la educación en este difícil contexto, a través de la virtualidad.
Sin embargo, no es una política exclusiva del gobierno porteño. Desde el ministerio de Educación Nacional, Nicolás Trotta reconoció que se realizará durante junio y julio una “evaluación nacional para conocer cómo se desarrolla la continuidad pedagógica durante la pandemia y planificar el regreso a las aulas”, encuestando a docentes pero también a las familias.
¿Por qué el gobierno no pregunta acerca de la falta de conexión a internet de la gran mayoría de las familias, que no cuentan con wi fi, ni con computadoras, y deben usar un mismo celular con datos (que pagan por supuesto de su bolsillo) entre 4, 5 o 6 hijos en edad escolar?
Pero según Rodríguez Larreta, “el 93% de las y los alumnos de la Ciudad están conectados con una clase y un docente para hacer las tareas”. ¿De dónde sacan esos datos mentirosos? Los inventan para hacer política, porque no es la realidad de la mayoría de lxs pibes, mucho menos en los barrios pobres y en las villas, donde hay muchísimos casos de contagio de Covid-19 por las condiciones precarias en las que viven. Sin ir más lejos, ayer la villa 21-24 estuvo nuevamente sin agua y más de la mitad de las viviendas sin luz. ¿En serio creen que ahí todos los chicos están conectados siguiendo día a día las tareas de la escuela? Apenas están luchando para sobrevivir al contagio, el hambre y la desocupación de sus familias.
Cada quince días el gobierno entrega bolsones de comida en las escuelas, insuficientes y de mala calidad, ¡y hasta latas de atún vencidas! ¿Por qué no se ocupa de garantizar la alimentación de los alumnos y alumnas, como lo ordenó la Justicia?
¿Por qué no se ocupa de las 25.000 chicas y chicos que se quedaron este año sin vacante, y sin recibir las canastas alimentarias, a pesar de que la Justicia ordenó que el gobierno de la Ciudad se las entregara?
Es más fácil perseguir a quienes, a pesar de todas las dificultades (porque también somos madres, padres, pagamos internet de nuestro bolsillo como la mayoría de los materiales que usamos para trabajar), mantienen el vínculo con los estudiantes y sostienen la escuela pública “virtual”.
En algunos distritos escolares las supervisiones están sacando notas y cartas desconociendo la autoridad oficial de quienes realizan estos llamados, mientras que desde el sindicato Ademys se sacó un comunicado público de repudio:
Es necesario que desde cada escuela, distrito, barrio, mantengamos los lazos entre docentes y familias, y podamos fortalecerlos, ya que somos los que sostenemos la escuela, a pesar de la desidia de los gobiernos y la persecución a los que trabajamos en educación.
“Es necesario que el Estado esté presente en los barrios no con encuestas espías sino con escuelas abiertas, conectividad, alimentación y acceso a elementos que faciliten el cuidado de la salud, el fortalecimiento del sistema inmunológico”, finaliza el comunicado de Vacantes para Tod@s.