Desidia estatal en CABA: muere un hombre en situación de calle con síntomas de Covid-19
15.6.2020
Por María Agustina Chaves
Fue en el límite entre San Cristóbal y Balvanera, uno de los barrios con más contagios de toda la Ciudad de Buenos Aires. Sergio vivía en la calle, tenía 63 años, y murió en la madrugada del domingo, cuando las temperaturas llegaron a los 3 grados.
Sergio dormía junto a otros dos hombres en la esquina de México y Sánchez de Loria, en la puerta de una fábrica. Y además de pertenecer al grupo de riesgo por ser mayor de 60 años, era diabético. Según sus compañeros, presentaba síntomas de coronavirus al momento de fallecer, como fiebre y tos prolongada. Murió durmiendo en la calle, en la noche más fría del año. Personal del SAME constató su fallecimiento.
Ahora se esperan los resultados de la autopsia y del hisopado que le hicieron una vez fallecido. Sus compañeros además contaron a los medios que prefieren estar ahí antes que ir a alguno de los paradores de la Ciudad, porque temen contagiarse de Covid.
Ellos son parte de las más de 7.250 personas que viven en situación de calle en la CABA. Esos datos salen del relevamiento realizado en julio de 2019 por el Censo Popular de Personas en Situación de Calle. Por lo que podemos imaginar que casi un año después la cifra fue aumentando, teniendo en cuenta la profundización de la crisis sanitaria, social y económica a raíz de la pandemia por Covid 19.
Vale destacar que para el momento en que este conjunto de organizaciones que conforman el Censo Popular daba a conocer esta cifra alarmante de gente viviendo en la calle, el Gobierno porteño decía que el número era de 1141 personas.
Cínicamente, desde el Gobierno de la Ciudad anunciaron que la noche del sábado inició la campaña denominada “Operativo Frío” que lleva adelante un equipo del programa Buenos Aires Presente (BAP) que componen “más de 400 personas y trabajadores de otras áreas del Gobierno porteño y voluntarios de la Iglesia Evangélica”, según fuentes del propio Gobierno.
María Migliore, Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, declaró que “la tarea que realizan los equipos del BAP y los voluntarios es muy valiosa y requiere de una vocación muy fuerte por el servicio hacia el otro”. Como vemos, la única solución que brinda el gobierno porteño son frazadas y comida, o llevarlos a paradores al que la mayoría de la gente no quiere ir por las pésimas condiciones y los riesgos de contraer la enfermedad que existen en esos lugares, los cuales vienen siendo denunciados por los propios trabajadores y trabajadoras estatales.
Esta terrible noticia se suma a la de la muerte de Agustín Lara de 16 años, quien también se encontraba durmiendo en la calle y cuya muerte fue el resultado de la caída de un pedazo de mampostería el pasado 30 de mayo. Agustín también denunciaba el hostigamiento que sufría por parte de personal de la Comisaría 48 de la Ciudad.
Pero además, hace sólo una semana también era noticia la muerte de Leonardo, un hombre que fue desalojado junto a su pareja del hotel donde vivía, que presentaba síntomas de Covid y del cual aún se están esperando los resultados de su autopsia. Trabajadores del BAP se acercaron y sólo pudieron darles frazadas. Ni siquiera les ofrecieron la posibilidad de trasladarse a uno de los paradores ya que tenían la directiva de no derivar más gente por la situación precaria que allí existe.
La diputada porteña Alejandrina Barry denunció estas muertes, producto de la desidia del Gobierno porteño.
De hecho esos mismos trabajadores vienen denunciando desde el inicio de la pandemia la terrible situación en la que deben trabajar y a la que están expuestas las personas en situación de calle.
Mientras tanto, el Ministro de Desarrollo Social y Hábitat porteño, que tendría que proveer de soluciones definitivas a todas las personas en situación de riesgo, tiene como única actividad el reparto de frazadas, “kits de higiene” según fuentes del propio ministerio y comida de dudosa calidad. Lo cual es un verdadero chiste cuando no existe un techo ni servicios básicos como el agua o el gas, fundamentales para poder tomar los recaudos necesarios para no contraer el virus.
Es necesario que se implementen de forma urgente políticas públicas que realmente sirvan. Que se pongan a disposición de todas estas personas y familias los hoteles vacíos y los inmuebles propiedad del propio Gobierno de la Ciudad, para que puedan paliar el frío y realizar la cuarentena de manera digna. Además, es urgente que se trate el único proyecto de Impuesto a las Grandes Fortunas efectivamente presentado en el Congreso por Nicolás Del Caño y Romina Del Plá del Frente de Izquierda, para que sea realidad un salario de cuarentena de 30 mil pesos por persona.