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La CTAA Capital exigió la renuncia de funcionarios de la Ciudad

26.5.2020

La Central porteña a través de su Secretario General, Pablo Spataro, le exigió al Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, la renuncia de Diego Fernández-Secretario de Integración Social y Urbana – por considerarlo responsable de la emergencia humanitaria en la villa 31. También le advirtió que quienes lo sostengan en el cargo serán cómplices de dicha situación y también deberán renunciar.

Ante la multiplicación de casos positivos de Covid-19 en los barrios populares de la Ciudad de Buenos Aires y la gravedad de la situación sanitaria, el Jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta, recibió a los referentes de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular), al FOL (Frente de Organizaciones en Lucha) y a la CTA Autónoma de la Capital, quienes expresaron la disconformidad con el accionar del Ejecutivo Porteño y dejaron una serie de planteos urgentes.
Pablo Spataro, Secretario General de la CTA-A Capital, expresó: “Le exigimos a Larreta la renuncia inmediata del señor Fernández, responsable máximo de la Integración Urbana del Barrio Padre Mugica, por ser el autor del desastre social que se vive en el barrio. También dejamos en claro que si no le piden la renuncia ahora, quienes lo sostienen en su cargo serán cómplices y deberían renunciar también”.
En el mismo sentido, Spataro aseguró: “le dejamos planteado a Larreta y su equipo que es prioritaria la conformación de un Comité de Crisis con las máximas autoridades del Estado, las áreas estratégicas que hoy están interviniendo y las organizaciones que a diario sostenemos con el cuerpo tareas esenciales, para poder construir diagnósticos comunes y políticas efectivas para frenar el avance del virus”.
Cabe destacar que el Gobierno de la Ciudad aún debe cumplir con el fallo de la Justicia que le ordena la provisión de agua en todos los barrios de la Ciudad donde no la hubiera. Así como dotar a todos los trabajadores y trabajadoras de áreas esenciales, tanto en dispositivos del Estado como en espacios comunitarios, de los elementos de protección personal necesarios y protocolos de intervención específica, para resguardar efectivamente la salud.
Por último, el referente de la CTA-A Capital agregó: “planteamos la necesidad del reconocimiento salarial a todos los trabajadores y trabajadoras de áreas esenciales y que la bonificación que llegó a las y los trabajadores de Salud sea extensiva a todas esas actividades”.
Por último, la comitiva le planteó al Jefe de Gobierno que es imperioso desarrollar una línea de trabajo desde el Estado, capaz de generar empleo con una perspectiva desde la economía popular, para mitigar los efectos actuales del aislamiento social y crear una alternativa económica en el mediano y largo plazo para cientos de familias que necesitan trabajo digno.

Fuerzas Armadas usarán contenedores de la Barrick Gold para “aislar” personas de la Villa 31

25.5.2020

Por Gloria Pagés

Las Fuerzas Armadas utilizarán contenedores de la minera Barrick Gold, que contamina con cianuro, para usarlos como centro de aislamiento. La Marina estará a cargo de su funcionamiento. Así trata el Gobierno a los sectores populares afectados por la pandemia.

Agustín Rossi, ministro de Defensa, anunció con tono épico que las Fuerzas Armadas están trasladando containers que dejó abandonados la minera Barrick Gold en San Juan hasta el Barrio Padre Mugica (Villa 31).
El objetivo será usarlos como presunto centro de aislamiento para los habitantes del barrio, y dependerán de “personal militar que depende de la Dirección de Sanidad, que estará coordinado por el Hospital Naval Central”, dijo Rossi a Télam.
En tono épico, como si se tratara de una gran proeza, Rossi habló con radio El Destape y relató que “recibimos información de la minera Barrick de que estaban desarmando un campamento y que le daban a las Fuerzas Armadas todo el equipo de contenedores, fuimos hasta San Juan, subimos a la mina, desarmamos eso, lo trasladamos y en un lugar que nos dejaron estamos construyendo un centro de aislamiento.”
El Ministro repitió como lo hace cada vez que tiene un micrófono adelante, que “este es despliegue más importante de las Fuerzas Armadas desde la recuperación de la democracia.”
La militarización de la cuarentena ha sido la salida más rápida y más a mano que encontró el Gobierno desde el inicio de la pandemia. Con ese pretexto, 80.000 efectivos afectados y 40.000 desplegados dan cuenta de la esa inusitada militarización en todo el país, donde la zona AMBA lleva la delantera. El reciente cerco a las villas Itatí y Azul en Quilmes, que la intendenta “progre” Mayra Mendoza, el carapintada Berni y el gobernador Axel Kicillof instrumentaron junto al Ejército, es una muestra de ello. La entrada del Ejército en el barrio Padre Ricciardelli (Villa1-11-14 del Bajo Flores en CABA) también lo es.
En la Villa 31 hay 1665 casos positivos de Covi-19. Un dato realmente alarmante. Mientras tanto, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta dice que “el objetivo es cuidar la salud de la gente, como siempre fue el objetivo”. Un cinismo que apabulla. Tanto la Ciudad de Buenos Aires, como Nación y Aysa, que dejó sin agua durante 15 días a la villa, abandonaron a los habitantes de los barrios carenciados a sabiendas de que era una bomba de tiempo, que el aislamiento social obligatorio es imposible de realizar y que las condiciones de vida e higiene son paupérrimas. Por el contrario, enviaron más gendarmes, prefectos y ahora militares, con las consecuencias que podemos ver a diario de abusos policiales y amedrentamiento.
Este sábado, Alberto Fernández, junto a Larreta y Kicillof, reconocieron que sabían por los especialistas que en las villas iba a haber un dramático pico de contagio. Pero no hicieron nada. Ahora dicen que van a cuidar a la gente, cuando ya 2593 casos confirmados en las villas de la CABA. Los testeos llegaron tarde, lo mismo que el aislamiento. Prima el abandono, la desidia, los traslados a hospitales en colectivos atestados, sin distanciamiento, el alojamiento en hoteles precarios. Ahora, que la crisis es enorme, la respuesta es inundar de militares.
“Y para completar el plan de aberraciones, será la Armada la que se hará cargo de los afectados por el corona virus, de la Villa 31, que serán trasladados a un centro de confinamiento…. La Armada confinó en el centro clandestino de detención, tortura y exterminio, ESMA, a miles de detenidxs-desaparecidxs. En una alerta sanitaria que sean las fuerzas armadas las que encabecen la organización, es una alarma terrorífica para el conjunto del pueblo”. Así se pronunciaron ex detenidos desaparecidos, nucleados en el Encuentro Militante Cachito Fukman; algunos de ellos estuvieron secuestrados en la ESMA, el mayor centro clandestino de detención a cargo de la Marina, como Carlos “Sueco” Lordkipanidse y Carlos Loza.
Instalar contenedores de la minera Barrick Gold, la misma que contamina con cianuro para extraer el oro de la zona Cuyo tiene una connotación grave y es claro que su utilización en barrios carenciados como la Villa 31 reviste un carácter de clase insoslayable. A quién se le ocurriría que si esto sucediera en barrios como Recoleta o Palermo sus habitantes serían alojados en contenedores. A ellos, cuando volvían de Europa, los aislaron en hoteles lujosos.
Hoy centenares de hoteles están vacíos, con habitaciones, baños, cocinas perfectamente preparadas para alojar y aislar a personas infectadas que no pueden hacerlo en sus hogares. Además de las villas, los paradores de la Ciudad son uno de los potenciales focos de contagio, como acaba de alertar la Defensoría del Pueblo porteña, lo mismo que geriátricos y neuropsiquiátricos.
Los sindicatos también tienen a su cargo y administran hoteles, ¿por qué no abrirlos y ponerlos al servicio del aislamiento? Toda infraestructura ociosa en estos momentos, los clubes que hasta ahora no lo han hecho, deben ponerse a disposición.
Un plan de obras públicas, que dé trabajo urgente a miles de obreros de la construcción sin trabajo por la pandemia podría desarrollar el armado rápido de hospitales y lugares de aislamiento que quedarían permanentes para su uso en el futuro, junto a la reconversión de unidades productivas al servicio de estas obras y de paliar los efectos de la pandemia puede ser también una salida de fondo.
La decisión de echar mano a las Fuerzas Armadas para “resolver” todo lo que no se ha hecho, cuando el desinterés planificado frente a las necesidades de los sectores populares provoca un desastre social y sanitario es mostrado como actos heroicos de militares solidarios.
Nada más alejado de eso, menos en nuestro país donde el “despliegue militar” en nuestro país tiene una connotación y una carga simbólica de gran magnitud. La “vuelta de página” que pregona Alberto Fernández tiene valores concretos, y lo que estamos viendo lo demuestra, y se trata también de otro de los intentos de reconciliarnos con las Fuerzas Armadas que han ensayado sin éxito desde la caída de la dictadura.
Ese despliegue tiene un efecto disciplinador y atemorizante insoslayable. A los barrios ya militarizados por gendarmes y prefectos se le agrega los uniformes de fajina del Ejército. A pesar de la bronca que causa que, mientras crece la cantidad de casos de infectados y muertos, miles de familias no acceden a la ayuda estatal de la IFE y millonarios de Techint y Clarín son subsidiados, ¿quién se atrevería a protestar en ese mar de uniformados?
Alertamos sobre la naturalización de la intromisión de las Fuerzas Armadas en los barrios, la militarización viene para quedarse y es la forma en la que el Estado ejerce coerción, control social y atemoriza. No hay nada de solidario ni heroico.
No faltan militares, policías gendarmes ni prefectos; el Gobierno está haciendo todo menos tocarles las ganancias a los capitalistas. Eso es lo que hay que dar vuelta.

Falleció Agustín Navarro, militante popular de la Villa 31

25.5.2020

Así lo informó Somos Barrios de Pie: “Lamentamos comunicar que en el día de la fecha falleció por contagio de COVID 19 nuestro compañero Agustín Navarro, de 57 años, coordinador de un merendero de nuestro movimiento en el Barrio Padre Mugica de la Villa 31 de Retiro”.
Desde la agrupación agregaron: La situación en los barrios populares es muy compleja y preocupante. Con el avance de la pandemia, somos los militantes sociales quienes día a día ponemos el cuerpo. En los barrios vulnerados con el hacinamiento y la falta de agua se hace muy difícil la protección y el aislamiento. Por eso es urgente reforzar la asistencia alimentaria y sanitaria de un Estado presente. Junto a la familia, los y las integrantes del movimiento y los vecinos del barrio estamos transitando este doloroso momento”.

La estrategia de Larreta para “cerrar” los barrios populares porteños

24.5.2020

Por Claudio Mardones

El gobierno capitalino desplegará un operativo de seguridad para limitar la entrada y salida de las villas. Las críticas internas al secretario de Integración Urbana y la táctica para que Nación asuma el operativo sanitario.

La «montaña de dolor» que pronosticaba el entorno del jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta hace dos semanas comenzó a asomar con potencia en los barrios más pobres de la Ciudad de Buenos Aires. La metáfora elegida para hablar del pico de contagios de Covid-19 confirma las previsiones de la administración capitalina, que ocultaba parte de la estrategia elegida para afrontarla, como la velada decisión de entregarle la detección de casos en las villas porteñas al Ministerio de Salud de la Nación y avanzar en la instalación de cerrojos de seguridad en sus ingresos para disuadir la salida de los vecinos, especialmente en el barrio 31 de Retiro, considerado el epicentro inaugural del pico de contagios en los barrios populares de la Capital.
«Será como cerrar un pueblito para cuidar a sus habitantes», confió a Tiempo un integrante del Gabinete del alcalde para confirmar que la comuna estudia la instalación de «check points» en la villa 31 que estarán a cargo de la Policía de la Ciudad. Esa misma arquitectura de control policial, que ha sido experimentada en algunos distritos bonaerenses, podría repetirse en los barrios más pobres de la zona sur porteña, como la villa 21-24, de Barracas, donde ya hay presencia de Prefectura, y la 1-11-14, de Flores, donde está Gendarmería Nacional. Los dispositivos podrían extenderse también a la villa 20 de Lugano y al resto de los núcleos habitacionales precarios de la Ciudad. Ese mapa de controles «está en estudio» por los funcionarios porteños, que también utilizarían recursos del Estado nacional para aplicarlos.
La implementación de ese mecanismo de control profundizará la tensión existente entre los vecinos y las fuerzas policiales y explica, en parte, por qué algunos ex funcionarios de la administración de Mauricio Macri plantean la utilización de «cuadrículas» para dividir la Capital en “verdes y rojas”. “Las primeras con libre circulación y las segundas sin entradas o salidas», como propuso el ex director del Pami, Carlos Regazzoni, con el apoyo del ex senador Federico Pinedo y la titular del PRO, Patricia Bullrich. La experiencia ya fracasó en otros países, pero es parte de una nueva ofensiva argumental.
La extensión del plan Detectar y los refuerzos de seguridad federal en los barrios pobres de la Ciudad son parte de los tironeos entre el gobierno porteño y la Nación para encontrar un abordaje común. El disparador de esa búsqueda fue la resignación que comenzaron a ventilar en el entorno de Larreta sobre la «inevitable» multiplicación de contagios en las villas capitalinas, a partir de los errores cometidos por la gestión comunal, especialmente en el barrio 31, donde la crisis se incrementó a partir de los problemas estructurales de provisión de agua potable.
El mayor destinatario de las críticas internas es el secretario de Integración Urbana, Diego Fernández, que ingresó a la gestión de Larreta como encargado del «plan maestro de integración urbana Retiro-Puerto Madero» con el apoyo del actual senador nacional Esteban Bullrich. Tal como reveló este diario en su edición online, el funcionario aseguró en una teleconferencia que la villa 31 tiene «la mejor red de agua potable que cualquier otro barrio vulnerable». Lo hizo para defender los 17 kilómetros de infraestructura realizados por su administración, pero sus pares lo critican por haber priorizado el alcance de esa red para la sede del Ministerio de Educación que se construyó al lado de los tribunales federales de Comodoro Py y no para los vecinos del barrio.
El dato no fue desmentido por ninguno de los funcionarios porteños consultados por este diario y en Nación lo dan por descontado como una de las fallas que disparó la crisis de contagios. No es la única diferencia. Distintos funcionarios de la Rosada ya hicieron llegar sus quejas a Larreta y al ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, por los maltratos que padecen los vecinos de los barrios pobres cuando se detecta que tienen coronavirus, y las derivaciones «de facto» desde la línea de atención porteña. «Sabemos que cuando llaman de una villa para pedir asistencia ante un posible caso sospechoso les dicen que llamen a las líneas de Nación», lamentó una de las fuentes nacionales consultadas por este medio.
«Un tipo que tiene un local de sushi en Figueroa Alcorta y Tagle no puede manejar la Villa 31», se quejó un funcionario porteño, en referencia al secretario Fernández. Pero las fuentes consultadas también apuntan a su superior inmediata, la ministra de Desarrollo Humano, María Migliore, aunque la funcionaria todavía no cumplió seis meses en el cargo y su subalterno transita su quinto año de gestión y una estrepitosa derrota electoral en el barrio 31 en las elecciones del año pasado.
Las fallas de esa repartición se multiplican en otras áreas. Este sábado los delegados vecinales de Lugano denunciaron la recepción de carne podrida para los comedores del barrio, un problema que también se repite en otras latitudes de la Ciudad. En la cartera que conduce Migliore detallaron que en el comienzo de la cuarentena asistían a 102 mil personas en 471 comedores comunitarios y que ahora llegan a 260 mil personas, pero la mala calidad de las provisiones de alimentos frescos revelan fallas que podrían haberse evitado con una mayor inversión presupuestaria.
En la villa 31, la cartera de Migliore ya instaló 15 postas febriles para detectar casos. Desde el lunes serán 50 y podrían ser custodiadas por los cerrojos de seguridad que analiza el alcalde porteño para rodear a las villas más pobladas a partir de esta semana. Con esa estrategia, en gran parte sostenida por el Estado nacional, el gobierno capitalino buscará evitar que los contagios se propaguen al Conurbano.

La Justicia exige a Larreta medidas de protección en el CDNNyA

24.5.2020

El Juzgado 20 de la Ciudad resolvió dar lugar a la medida cautelar presentada por ATE Capital ante los 5 casos confirmados de coronavirus en el Consejo de Niños, Niñas y Adolescentes. La medida alcanza al sistema penal juvenil y los centros de atención transitoria.

Entre otras acciones, la justicia ordena al gobierno porteño a que en forma inmediata proporcione a los trabajadores del CDNNyA, como también a los niños que se alojan en los dispositivos de dicho organismo, los elementos de protección personal (EPP) necesarios para evitar el contagio del COVID 19, los correspondientes kits de desinfección e higienización y, asimismo, adopte las demás medidas necesarias para prevenir el contagio de dicha enfermedad.
Ordena además que realicen los exámenes correspondientes de detección del COVID 19 a todos los trabajadores dependientes del CDNNyA, y a todos los niños, niñas y adolescentes alojados en los dispositivos del CDNNyA que hayan tenido un contacto estrecho con un caso sospechoso. En el supuesto de que por las características de los dispositivos del CDNNyA no se pueda determinar qué personas tuvieron contacto estrecho con el caso sospechoso de COVID 19, se deberá proceder a testear a todos los trabajadores, niños, niñas y adolescentes del dispositivo.
“Manifestamos nuestra satisfacción ante la medida así como instamos a su urgente puesta en práctica para cuidar a los que nos cuidan en los lugares de trabajo del GCBA en vinculación directa con los sectores más postergados de nuestra sociedad”, afirmaron desde ATE Capital y la Junta Interna del CDNNyA.

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