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La cuarentena se extenderá por tres semanas en AMBA y las zonas de contagio comunitario

4.6.2020

Lo anunció Alberto Fernández en conferencia de prensa junto a Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof. Este mismo día fallecieron 25 personas, record diario.

Luego de días de especulaciones sobre como continuaría la cuarentena y algunos cruces entre los gobiernos nacional y provincial, se definió prolongar la cuarentena hasta el 28 de junio. Ocurre en momentos en que muchos hablan del “pico” de contagios, donde los últimos días se superaron los 900 casos cada día. El número supera ya los 20.000 en total.
En sus explicaciones, el Presidente diferenció entre las provincias donde prácticamente no se vienen detectando casos y las zonas donde viene habiendo circulación comunitaria. En este segundo grupo se encuentra especialmente la zona del AMBA, además de Chaco, Gran Córdoba, San Fernando y ciudades de Río Negro y Neuquén. En estos lugares continuará el aislamiento social, preventivo y obligatorio.
En el resto del país, donde no se vienen registrando mayores casos, regirá un “distanciamiento social, preventivo y obligatorio”, retomando la actividad económica pero manteniendo el distanciamiento social.

Afirmaciones, omisiones y ¿olvidos?

El Presidente además, aprovechó la ocasión para reivindicar su propia gestión de la crisis y su manejo de las consecuencias económicas. En este punto omitió mencionar a los millones que tardaron semanas en recibir la IFE a pesar de no estar contando con ningún tipo de ingreso en muchos casos. Ni que hablar de aquellos que aún no la recibieron.
Alberto Fernández también declaró “nos estamos dando cuenta que hay muchos trabajadores que no están registrados en las empresas”. Insólito.
Por su parte, en otro fragmento de la larga conferencia, Axel Kicillof hizo algunas declaraciones llamativas: afirmó que es inadmisible que exista gente que viva en condiciones de vida como la de las villas de la Ciudad de Buenos Aires o la Provincia. Curiosa conclusión cuando es justamente el peronismo que hoy gobierna, el mismo que gobernó durante años la provincia y el país, donde se multiplicaron las villas y asentamientos precarios.
También dijo que el aislamiento de la Villa Azul fue voluntario. Llamativa voluntad cuando hablamos de un asentamiento que fue rodeado por 300 policías y donde los vecinos llegaron a denunciar que no les permitían ingresar mercadería.
Este viernes por la mañana, Horacio Rodríguez Larreta brindará mas detalles de como continuará la cuarentena en la Ciudad de Buenos Aires.

Las amenazas del gobierno de Larreta: «o sos voluntario o te vas»

4.6.2020

Con la excusa de la cuarentena y la lucha contra el Covid-19 el gobierno porteño aprieta trabajadores y los suman a tareas para las que no les proveen siquiera de alcohol en gel.

La cuarentena en la CABA es la más estricta de la Argentina y desde un primer momento todas las áreas de la vida cotidiana porteña se vieron afectadas por las restricciones. Entre ellas, una que se sostiene en sus medidas es la que abarca a los empleados públicos.
A partir del momento en que la pandemia por el coronavirus se instaló con fuerza, la gran mayoría de los trabajadores que dependen del gobierno porteño vio paralizada su actividad laboral. En este marco, y desde hace ya varias semanas, quienes están sufriendo la precarización más que nadie son quienes revisten en la categoría “contratados”, que suman unos 18.000 y que sobreviven con convenios basura multiplicados por la gestión del PRO desde hace una década y media.
¿En qué consiste el manoseo del trabajo de los asalariados del Estado comunal? En obligarlos a sumarse como “voluntarios” para calzarse un chaleco con los colores del PRO y poblar esquinas porteñas con el fin de decirles a los transeúntes cómo ponerse los tapabocas. O peor: asistir con diversas funciones en hoteles donde se encuentran aislados pacientes positivos de Covid-19. Sin herramientas, sin protección acorde, en algunos casos sin siquiera alcohol en gel.
La manipulación de los trabajadores porteños tiene un marco teórico amparado en el programa denominado Servidores Públicos, surgido tras el estallido de la pandemia y que funciona bajo la órbita de la neblinosa Secretaría de Transformación Cultural, manejada por la funcionaria multitarget María Paula Uhalde, dependiente a su vez de Jefatura de Gabinete, aunque la cartera bajo la que se motoriza la extorsión de los contratados y su transformación en “voluntarios” es el Ministerio de Modernización, eufemismo con el que el PRO denomina a la oficina encargada de eliminar contratos y reemplazarlos por amigos y favorecidos de diversa índole.
“Me llamaron por teléfono todos los días hasta que dije que sí”, indicó un trabajador contratado en una de las dependencias que se encuentra bajo el paraguas de la Jefatura de Gabinete que maneja el siempre sonriente Felipe Miguel (“casado con Sofi, papá de Martu, Segundo, Joaco y Santi. ¡Todos bien bosteros!”, tal como indica su cuenta en Twitter).
En otro ámbito de la Ciudad, más precisamente en el de Cultura, los contratados penden de un hilo igual de débil que el resto. “Estuve parada cuatro horas en una esquina diciéndole a la gente mayor que se ponga barbijo y a los padres con chicos que no saquen a los nenes a la calle”, dijo por su parte a este portal una trabajadora de una de las dependencias de ese sector del gobierno porteño.
La situación en los hoteles es más grave porque se trata de trabajos puntuales que suelen realizar aquellos con conocimientos en salud, pero que en este caso son puestos cubiertos por quienes no tienen formación alguna en el tema y que se encuentran ahí solo para no ser despedidos.
“Me tocó estar varias horas en un hotel lleno de personas aisladas por haberles dado positivo el test del coronavirus. Ni siquiera tenía alcohol en gel para llevar encima”, puntualizó un empleado de Infraestructura, otro de los ámbitos castigados por los caprichos de la primera línea de la burocracia larretista.
En tanto, el Sindicato Único de Trabajadores y Empleados de la Ciudad de Buenos Aires (Sutecba), reafirmó su lugar de legitimador de las políticas del macrismo cuando celebró la creación del cuerpo de “voluntarios”: Sin embargo, ante la constante llegada de denuncias sobre las condiciones en las que se está llevando a cabo ese falso voluntariado, la conducción del sindicato a cargo del vitalicio Amadeo Genta emitió un comunicado en el que subraya la precarización. En un texto difundido el 30 de mayo, Sutecba achaca a “un grupo significativo de funcionarios políticos” la situación de “maltrato, impertinencia y arrogancia” con la que están llevando adelante la situación, que el sindicato relaciona con “comportamientos autoritarios e indignantes”.
Por su parte, ATE Capital también emitió un comunicado pero la acción de resistencia a las extorsiones ejecutadas por Rodríguez Larreta por el momento no fue más allá de eso.
Más allá de los comunicados y las declaraciones altisonantes, los contratados apretados para “voluntariar” siguen en una situación límite en la que tienen que elegir entre ponerse el chaleco amarillo o quedar indefensos ante los caprichos de un funcionario que de un momento a otro podría firmar la cancelación de sus empleos.
Además, el contubernio en el que se enroscan gobierno y Sutecba se vuelve grave cuando los propios delegados gremiales aconsejan a los contratados aceptar las condiciones precarias que les tira encima la jefatura comunal para estar “más juntos”, según testimonios de distintas reparticiones.
Entre los ámbitos más castigados los trabajadores que vienen soportando destrato, extorsión y humillación por parte del Estado se encuentran afectados a las áreas de Desarrollo Humano, Cultura, Comunicación, Infraestructura y Hacienda entre muchas otras.
En ese marco, el Complejo Teatral Buenos Aires es uno de los espacios donde más “voluntarios” se buscan. Días atrás, el coordinador administrativo del CTBA, Leonardo Bellante, envió un audio a los trabajadores indicando las presuntas ventajas de sumarse como voluntarios. La amenaza fue clara: “Les tengo que decir que aquellos que no se anoten… nos está pidiendo Jefatura de Gabiente que informemos nombre y apellido, mail y teléfono para que ellos directamente los contacten a cualquier actividad que el Gobierno necesite”.
Al mismo tiempo la situación se replica en el Ministerio de Hacienda porteño, aunque de forma más explícita, ya que un funcionario de alto rango difundió entre los empleados un audio en el que dice sin filtro que “no lo tomen como una amenaza, simplemente como una obligación civil que tenemos como empleados públicos… todos tienen que llamar (y anotarse como “voluntario”), el que no llama, se va«.

Superpoderes

La situación de precarización extrema de los trabajadores va de la mano con las flamantes facultades que la Legislatura porteña le otorgó en medio de la cuarentena a Larreta, quien desde ahora puede disponer de contratos y reubicaciones a sola firma, sin que medie negociación laboral alguna ni puedan intervenir los estamentos lógicos de las cadenas del universo del trabajo.

Trabajadores unidos

Ante el atropello, los empleados de Cultura, el área más castigada por los recortes desde hace 60 días, decidieron unirse (sin apoyo del sindicato) y emitir un comunicado en el que destacan “la disconformidad de lxs trabajadorxs del sector cultural del Estado de la Ciudad de Buenos Aires, en relación a la reasignación de tareas que lleva adelante el actual gobierno de la ciudad, a través de la resolución RESFC-2020-GCABA-MJGGC EEN° 13.833.467-GCBA-SECTC/20”.
En el texto, remarcan que los trabajos que se ven forzados a realizar deberían “ser llevados a cabo por personas preparadas e idóneas para ello”.
“Reasignar a los trabajadores del sector cultural a trabajar en hoteles, vacunatorios y otros comprobados focos de infección, pone en riesgo nuestra integridad física, ampliando significativamente la posibilidad de contagio y circulación del virus, y contribuyendo irresponsablemente al aumento general de la curva epidemiológica”, dicen.
Además, exigen que, por el contrario, se les “asignen tareas que puedan ayudar a paliar el enorme daño económico que se está generando en el ámbito de la cultura y de ese modo colaborar en la creación y producción de contenidos culturales que puedan contribuir en esta época de emergencia a la prevención, información, pensamiento y reflexión y/o entretenimiento; poniendo en práctica las competencias por las cuales fuimos contratados”.

Advierten que solo 10 hospitales porteños cuentan con los elementos de protección necesarios

4.6.2020

Un nuevo relevamiento realizado por trabajadores de la salud de la Ciudad denuncia la falta de camisolines y barbijos. El distrito ya tiene casi 10 mil casos.

Trabajadores de los hospitales de la Ciudad denuncian la falta de elementos de protección contra el coronavirus.
Con casi 10.000 mil casos de coronavirus confirmados, la Ciudad es el epicentro de la pandemia en la Argentina y el temor se focaliza en un eventual colapso de su sistema de salud. Por eso, y con la economía como telón de fondo, la continuidad de la cuarentena en territorio porteño plantea varios interrogantes.
Un nuevo relevamiento realizado por trabajadores de la salud de la Ciudad advierte que solo diez de los hospitales públicos locales cuentan con los Equipos de Protección Personal (EPP) necesarios para evitar contagios de Covid-19 entre los empleados sanitarios.
El Informe Epidemiológico elaborado por la Asamblea de Residentes y Concurrentes de CABA relevó 29 de los 34 efectores públicos de salud, y destacó que «23 tienen atención con internación de pacientes que padecen Covid-19».
Según el estudio, los trabajadores denuncian el uso de «camisolines hidro repelentes que no repelen, que se rompen, que no llegan a cubrirnos, barbijos n95 que no están certificados, que no alcanzan y que se caen durante los procedimientos», y advirtieron que esos «son solo algunos ejemplos del día a día en los hospitales y centros de salud».
«Los trabajadores refieren que de contar con los EPP, son de mala calidad, no hay diferentes talles, por lo que no cubren al personal de salud durante el procedimiento, poniéndolo en riesgo», informa el estudio.
Y añade: «Esto hace que tengan que autogestionarse con plata de su bolsillo o pedir donaciones, usando estos insumos y no, los otorgados por el Gobierno».
Por su parte, el ministro de Salud porteño, Fernán Quirós, aseguró que «todavía no pasó lo peor». «Estamos con 400 casos por día y la curva está evolutiva. No estamos como los europeos, aún no pasamos lo peor», relató el funcionario.
Con respecto a la posibilidad de flexibilizar más el aislamiento, Quirós justificó la decisión de permitir la actividad física nocturna en la Ciudad y la apertura de nuevos comercios debido a que «se ha estabilizado la curva» de casos de coronavirus.
«Tuvimos un crecimiento, pero en esta semana se ha estabilizado la curva. Además la ciudadanía porteña está clara en lo que pasa y nos está acompañando», sostuvo el funcionario en otra entrevista.
Quirós señaló que el índice de contagio en la Ciudad es algo superior a uno: «Por eso crecen los casos, pero muy poco», advirtió, y reiteró que las disposiciones que se tomarán a partir de la semana que viene son una respuesta «a una sociedad que se encuentra muy cansada y espera otro tipo de medidas», en el marco del aislamiento por la pandemia.

Se multiplican los casos de Covid-19 en la CABA

3.6.2020

A través de un comunicado, la CTAA Capital expresó su dolor y bronca por la muerte de Víctor Avila, trabajador del programa Juegotecas Barriales del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y vecino del Barrio Padre Mugica, Villa 31, quien falleció el pasado sábado 30 de mayo infectado por Coronavirus.

¡Compañero Víctor presente! Se multiplican los contagios por Covid 19 y la precariedad nos cuesta la vida en la Ciudad de las desigualdades
Expresamos nuestro dolor y bronca por la muerte de Víctor, trabajador de niñez del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. La emergencia sanitaria dejó al desnudo la precariedad en las barriadas y de las políticas públicas.
Desde la CTA Autónoma de Capital presentamos el 27 de marzo, a una semana del aislamiento social preventivo y obligatorio, una nota al Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta porque sabíamos que no podíamos quedarnos en casa quienes éramos trabajadoras y trabajadores esenciales. Expresamos entonces que era “fundamental generar condiciones de trabajo que puedan cuidar la integridad de las y los trabajadores, reconocer sus tareas y la criticidad que afrontan ante esta emergencia, establecer protocolos para evitar que se agreguen situaciones de riesgo a las que ya se están asumiendo, entendiendo que de esta manera cuidamos también a las familias de cada uno de las y los agentes del Estado en funciones”.
En esa nota pedíamos que se conforme un comité de crisis dejando sentado que teníamos “la voluntad y el compromiso las y los trabajadores del Estado de la Ciudad de Buenos Aires de sumar nuestro esfuerzo para transitar esta emergencia” con el resto de las organizaciones sociales que nos encontramos en cada territorio. Pero no obtuvimos respuesta integral.
El 7 de abril presentamos junto a otras organizaciones una acción judicial porque en la Villa 31 había dificultades con el agua. En medio de la pandemia que tiene cómo únicas defesas lavarse las manos y mantener aislamiento social no garantizaron el agua siendo uno de los barrios con mayor hacinamiento de la Ciudad donde la tan anunciada y sobre todo presupuestada urbanización no llegó tampoco a tiempo. La Justicia porteña nos dio la razón y resolvió que es el Gobierno de la Ciudad quien debe garantizar el acceso al agua a todos los habitantes de la CABA en igualdad de condiciones. Esto se replicó en otros barrios de la ciudad con falta de agua. En la villa 31 fueron más de 12 días sin este servicio después del primer caso positivo.
El 6 de mayo, cuando la velocidad de multiplicación de contagios daba señales claras de lo que se venía, exigimos en una conferencia de prensa, con organizaciones sociales un protocolo integral para la ex Villa 31 – refuerzo alimentario y artículos de higiene para comedores comunitarios y merenderos. Pero no pasó. Llegaron tarde los testeos y cuando se decidió hacerlos se expuso a las personas a traslados masivos que las exponían a contagios con sus niñes. Con poca información, en algunos casos aislando y en otros retornando al barrio sin condiciones mínimas.
No llegaron a tiempos los elementos de desinfección y cuidado personal tampoco a los lugares de trabajo. Mientras las organizaciones sociales y sindicales lo denunciamos y exigimos protocolos de cuidado, nos pusimos a generar instancias de capacitación propias dotando a nuestras compañeras y compañeros de lo necesario para cuidarse en una Ciudad que tiene recursos pero no aparecen.
El 15 de mayo estuvimos en las puertas del Ministerio de Hábitat y Desarrollo Humano con vecinas y vecinos de villas y barrios de la Ciudad junto a organizaciones territoriales para denunciar el incumplimiento del Gobierno de la Ciudad al Fallo Judicial que ordena proveer 150 litros de agua potable por persona a habitantes de las barriadas populares.
El 26 de mayo la villa 31 estaba en todos los medios. Había muerto Ramona y Agustín referentes de organizaciones sociales que venían denunciando y poniendo el cuerpo a la emergencia. Recién entonces nos recibieron, cuando ya no se podía frenar lo que anticipamos. Entonces le exigimos al Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, la renuncia de Diego Fernández-Secretario de Integración Social y Urbana – por considerarlo responsable de la emergencia humanitaria en la villa 31.
El 30 de mayo murió Víctor, siguen multiplicándose los contagios con sectores de salud que se saturan porque la llegada de vecinos y vecinas es incesante, también en programas de cuidado y promoción social, en espacios comunitarios. Víctor tenía 32 años era trabajador de niñez en el Programa Juegotecas Barriales y vivía en la Villa 31 con su compañera y 4 hijes. Comprometido con su tarea y querido por sus compañeras y compañeros. A él también lo mataron por desidia.
Este gobierno ha tenido gestos de mucho desprecio por la falta de cuidado hacia sus trabajadoras y trabajadores y con los barrios populares y fundamentalmente ha demostrado su ineficiencia para cuidar la vida porque solo sabe de negocios a costa de esta precariedad que nos cuesta la vida.
Junio 2020. Compañeras y compañeros de la CTA Autónoma de Capital

La Villa 31 grita: “¡Basta de maquillaje!”

2.6.2020

Por Mateo Breglia

La realidad de la Villa 31 o Barrio Padre Mugica, como se lo denomina desde hace un tiempo a esta parte, en un claro intento de disfrazar de “urbanización”, una notable ausencia del Estado. La cual es igual de desesperante que siempre. Solamente que ahora, se le añade el condimento mortal del Coronavirus.

Y es igual, por ejemplo, en la Zabaleta y la 1-11-14. En CABA, el 51% de los casos de COVID-19 está concentrado en estos barrios o villas que comparten un denominador común: la asistencia estatal no llegó o fue mal aplicada o, de mínima, llegó demasiado tarde.
La llegada de la pandemia a los sectores más humildes del AMBA se tradujo en un crecimiento exponencial de los contagios, y un aumento de la sombra de la muerte sobre esos lugares, que ya suele estar presente por otros motivos. El cóctel virus sin cura + hacinamiento + condiciones poco higiénicas + ausencia de agua x ausencia del estado, arroja como saldo una auténtica catástrofe. Si bien en el último reporte que entregaron juntos Fernández y Larreta, se dejó en claro que los contagios en CABA subieron un 46% en aquellos barrios no considerados “humildes” o de “bajos recursos”, el riesgo en estos lugares es mucho mayor y la concentración de casos mucho más densa, gracias, sobre todo, al hacinamiento y a las pésimas condiciones de higiene. Y todos lo sabían. El Estado, primero que nadie.
La muerte de Ramona Medina, quien denunció en “La Garganta Poderosa” que con la ausencia de agua, el GCBA estaba condenando a la muerte a varios de sus vecines en el barrio. Hoy es el emblema de la lucha de los que tienen voz, pero no eco. De los que gritan y patalean, pero son sistemáticamente acallados por una ignorancia que, además de lastimar, en el contexto de una pandemia global, mata.
Y no es en sentido figurado. Al día de hoy, se acumulan más de mil casos en el Padre Mugica y más de veinte muertes. Y la situación en otras zonas igual de endebles es similar, solo varían los números de contagios y muertes, pero el virus llegó para quedarse y empezó a hacer estragos.
Solo en CABA se suman el Barrio Padre Ricciardelli (ex Villa 1-11-14), el Barrio 21-24, el Barrio 20, Ciudad Oculta, Barrio Cildañez, Los Piletones, Barrio Ramón Carrillo, Barrio Fátima, Rodrigo Bueno, Villa 13 bis, Zavaleta, Barrio Inta, Asentamiento Saldías, Asentamiento El Triángulo y Asentamiento Luján – Bosch. Y eso sin cruzar la General Paz o el Riachuelo, donde empiezan a darse situaciones como la de Villa Azul de Quilmes, que enciende todas las alarmas. Pues no solamente es la pobreza la culpable del crecimiento exponencial de los contagios, más bien son el olvido, el abandono y los oídos sordos. Y, si a ellos, le sumamos las fake new, ¡bingo!
Hablamos con Nora Flores, vecina y referente del Barrio 31, con el objetivo de visibilizar un reclamo, que persiste allí y debe persistir en los medios.
¿Hace cuánto sos vecina del barrio? ¿Vivís sola o por cuántos miembros se compone tu grupo habitacional? ¿En qué condiciones se encuentra tu vivienda?
Nora Flores: Vivo acá hace más de veintiséis años, vivo con mi familia. Tengo ocho hijos y cinco de ellos, cada uno junto con sus respectivas familias, viven conmigo. Mi casa es de material, muy precaria. Porque estamos en obra, tratando de hacer lo que podemos.
¿Tenés empleo? ¿Colaboras con alguna organización social, ONG, merendero o comedor? ¿Qué significa para vos el barrio Padre Carlos Mugica?
NF: Soy educadora, trabajo en una cooperativa textil y un merendero. Soy referente de la Organización MILES, Organización La Territorial, Casa Abierta, CTA Barrial y Frente Migrantes Organizados. El merendero pertenece a La Territorial, y tanto la cooperativa textil como el bachillerato popular, donde doy clases, a Casa Abierta. Somos muchos educadores, egresadxs de la primera camada del bachillerato, lxs que damos clases ahí. El bachi se encuentra aprobado por el G9, el Ministerio de Educación nos avala, pero por alguna razón que desconocemos, las autoridades no nos tienen en cuenta. Hecho que impide que nos lleguen los bolsones de alimentos para lxs chicxs.
Me encanta vivir en el barrio, me gusta, porque es mi barrio y hace muchísimos años que estoy. Sin embargo, el barrio cambió mucho, lo prefiero como estaba antes. Porque ahora es puro maquillaje. Nos mienten mucho, a los vecinos nos hacen creer que nos vamos a poder quedar a vivir para siempre. Pero es falso, la realidad es que te endeudan, a través de una hipoteca fraudulenta, para quitarte la casa. El Estado termina quedándose con nuestras viviendas, por eso te hablo de maquillaje. La realidad es que nos engañan, nos confunden, para luego poder echarnos. Nos quieren afuera del barrio.
¿Cómo ves al barrio hoy? ¿Cuáles son los reclamos más recurrentes, por parte de sus habitantes?
NF: Hoy estamos sufriendo mucha violencia, mucha discriminación a raíz de la pandemia. Porque no se está sosteniendo como corresponde la situación a través de los Ministerios. Ya que hacen operativos de salud, pero no los hacen bien. Arman equipos con gente que ni siquiera es del barrio. Por empezar no hay agua, la luz va y viene, ahora que arranca el frío se va a empezar a cortar, como se corta cuando hace mucho calor. Los tendidos eléctricos no están hechos como deberían. Cuando urbanizaron, los cables se reventaban y nos decían que no podíamos reclamarle a nadie, porque no pagamos. Nadie se hizo cargo de nada. Necesitamos que Nación nos dé una mano, porque los hospitales de Ciudad no están abastecidos para sostener este desastre.
Desgraciadamente, tenemos que decir que en una ciudad tan rica, el sistema de salud no está preparado para afrontar esta realidad tan dura que nos toca atravesar. La forma de manejarse de los hospitales es ineficiente. Ni dentro ni fuera del barrio funcionan adecuadamente. El trabajo es pésimo o nulo directamente. No están capacitados ni les interesa capacitarse, porque hacen las cosas mal. Falta voluntad política, ¿A dónde va la plata que dan? ¿Y los decretos que firmaron para liberar fondos para la salud? No veo que se cumpla nada de lo prometido. Hay faltantes en todos lados, en todos los sectores. Por eso, reclamamos que la salud debe estar primero.
Supuestamente te dicen quedate en casa, que si estuviste en contacto con alguien que tuvo COVID-19, te acercan la mercadería. Pero yo no veo que le llegue mercadería a nadie: ni a las embarazadas, ni las personas discapacitadas, ni a los enfermos, ni a los familiares de gente de la tercera edad, a nadie. No hubo ni hay atención ni asistencia, como debería haber. Encima no hay agua. Ni acá ni en ningún lado. Desconozco cómo lo van a solucionar. Parece ser que ahora, mágicamente, se acordaron de empezar a hacer las obras. Para colmo, recientemente nos enteramos que nuestros reclamos fueron desoídos, ni siquiera hicieron cosas básicas, elementales. Es decir, al final las obras eran para ellos. Esto, sin dudas, hizo que el virus avance.
¿Qué es lo que más te preocupa, en relación a la cuarentena? ¿Cómo te sentís al respecto?
NF: Es altamente riesgoso vivir con el nivel hacinamiento que vivimos. Nos amontonamos porque no contamos con la infraestructura mínima e indispensable, para tener nuestras casas en condiciones. Sentimos que no importamos. La falta de respuestas es espantosa. El abandono por parte del Estado, se ve en cada esquina del barrio.
¿Qué opinión te merece el caso de Ramona Medina, recientemente fallecida, producto de la difícil situación que atraviesa la Villa 31? ¿Crees que la pandemia agravó problemáticas preexistentes en el barrio?
NF: Bueno lo de Ramona pasó por esto del faltante de agua justamente, reclamaba eso. Ella vivía debajo de la autopista, y de ahí se iba hasta la avenida a pedirle agua a los camiones de AYSA. Porque no pueden entrar al barrio, debido a que las calles son muy angostas. Hoy por hoy no la tenemos al lado nuestro. En fin, solo Dios sabe lo que está pasando. Y no lo digo solamente por Ramona, sino también por el Oso Giracoy y por tantxs otrxs companerxs y vecinxs del barrio. A quienes todavía sus familiares y seres queridos, no han podido despedir como ellxs merecen. Es verdaderamente muy triste lo que está pasando. Es insostenible todo esto, no sé qué están esperando para actuar.
¿Qué sería lo primero que te gustaría que cambiara en el barrio? ¿Por qué?
NF: Si tuviera que cambiar algo en el barrio, cambiaría a la Secretaría de Inclusión Social, a cargo de Diego Fernández. Quien no solo hace muy mal las cosas, sino que además debería renunciar. Debe dar un paso al costado, porque la crisis le quedó grande. No va a poder con lo que se viene. La Secretaría no es buena para nosotros. Porque no somos un barrio privado, somos un barrio como cualquier otro. La sacaría porque nos priva de todo, incluso de algo tan elemental como el hecho de que puedan entrar los bomberos. Porque te rompen las calles, no entran bomberos. Te rompen las veredas, no pasan las ambulancias. No sirve su trabajo, porque no es ordenada para hacerlo. Por eso la queremos fuera del barrio.
Si mañana tuvieras una entrevista con el Jefe de Gobierno de la Ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, ¿qué le dirías? ¿Por qué?
NF: Le preguntaría ¿qué somos nosotres para él?, porque se cansó de hacer campaña con el barrio. Y supuestamente ganó porque fue a Mirtha Legrand a decir que va a urbanizar nuestro barrio. Pero no fue así, para nada fue así. Si bien cuenta a su favor con la Ley esa que hicieron ellos, lo cierto es que no han hecho nada de fondo.
Pero, ¿qué le hicimos a él?, si nosotres somos los empleados que van a la casa de ellos a limpiar. Vivimos acá, no tenemos la posibilidad de ser como ellos. Que están llenos de plata y en su gran mayoría hicieron esa plata robando, porque lo que hacen es robar, son ladrones de guante blanco, como se suele decir. Sin embargo, nosotros nos esforzamos para no ser como ellos. Trabajamos para tener buenas familias, y las vamos a seguir teniendo.
Porque eso es lo que le vamos a dejar como legado a nuestros hijos: primero está el otro y después está uno, porque es así. Si querés que estén felices, hacé las cosas bien, empezá por urbanizar. Ya que si vos no tenés a tu pueblo contento, ¿a quiénes tenés contentos? Me parece que todo esto se debería tener en cuenta. Es momento de revisar a fondo todo lo que no se hizo y todo lo malo que se está haciendo. Pienso que estas cosas tienen que analizarse seriamente, de una buena vez”.

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