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CABA: profesionales de la salud acampan en la sede del Gobierno porteño

15.10.2020

La medida de lucha que realizarán hoy los y las profesionales de la salud porteños nucleados en ATE es la continuidad de un plan de lucha en reclamo al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta de aumento salarial de emergencia, pase a planta permanente en el escalafón profesional de los y las enfermeras y la renovación de 1500 contratos originados para enfrentar la pandemia de Covid-19. Desde las 11 concentrarán en el cruce de la Avenida Caseros y La Rioja, para luego movilizar a la sede de la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (Uspallata 3160), en el barrio de Parque Patricios, donde instalarán el acampe.

“Este jueves desde las 11 vamos a dar continuidad a nuestro plan de lucha con una movilización y acampe en la sede del Gobierno de la Ciudad”, anunció Héctor Ortiz, secretario general de ATE en el Hospital General de Agudos Carlos G. Durand, en referencia a la medida de lucha, que comenzará a las 11 con una concentración en el cruce de la Avenida Caseros y La Rioja, para luego movilizar a la sede de la Jefatura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, ubicada en Uspallata 3160, en el barrio de Parque Patricios, donde procederán a instalar un acampe.
Los principales reclamos de los y las profesionales al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta son el aumento salarial de emergencia, el pase a planta permanente en el escalafón profesional de los y las enfermeras y la renovación de 1500 contratos originados para enfrentar la pandemia de Covid-19.
“El tema de la falta de reconocimiento a los licenciados en enfermería que el Gobierno de la ciudad no se digna a hacer en es un reclamo que viene del 2018. También planteamos un aumento salarial de urgencia”, expresó en declaraciones radiales Ortiz y agregó que al permanecer fuera del escalafón profesional los y las enfermeras sufren “una diferencia salarial de casi 20 mil pesos”. “Este reconocimiento tiene que ver con un esfuerzo: hemos estudiado y nos hemos recibido como licenciados, no entendemos por qué no estamos dentro del escalafón profesional”, remarcó.
En esa línea, apuntó contra el ministro de Salud porteño Fernán González Bernaldo de Quirós: “la explicación que da Quiroz no tiene mucho sentido, dice que no quiere separar a la familia de enfermería porque hacemos el mismo trabajo. Está nivelando para abajo”, sentenció.
Asimismo, destacó el reclamo de la renovación de 1500 contratos creados para enfrentar la pandemia porque, en caso de no renovarse “nos vamos a quedar sin los servicios de enfermería en los hospitales”, remarcó Ortiz.
“Cuando hablamos de todos los trabajadores, abarca a enfermeros, técnicos radiólogos y de laboratorio, administrativos, camilleros, choferes de ambulancias y trabajadoras de servicios generales“, finalizó.

Vuelta a las aulas: “ninguna de las medidas del gobierno porteño es pensando en los niños”

15.10.2020

Así lo afirmó Jorge Adaro, dirigente de Ademys, sobre el anuncio de Acuña para retornar a clases presenciales. Para el gremio, están experimentando con los alumnos “de los sectores más periféricos de la ciudad” para fidelizar el voto de un sector de cara a 2021. Hay paro docente por 48 horas.

“Consideramos que en este marco no puede haber clases y estamos convencidos de que ninguna de estas medidas el gobierno porteño las toma pensando en los niños y niñas que van a las escuelas. Lo que se abre es un adelanto del escenario electoral de 2021 donde no deja de haber una puja con dos temas sensibles, que es el abordaje de la pandemia y el regreso de la escolaridad, entre el gobierno nacional y el porteño”, sostuvo Jorge Adaro, secretario adjunto del sindicato docente Ademys, el cual decretó un paro de 48 horas que durará hasta el miércoles 14, inclusive.
La afirmación se dio luego de que la ministra de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, Soledad Acuña, anunció que esta semana regresan las clases presenciales para los estudiantes del último año de las escuelas técnicas y comunes, mientras que los alumnos de séptimo grado de la escuela primaria lo harán la semana que viene. Y luego detalló que “se trabajará con grupos de diez chicas y chicos y un docente con el formato de burbuja” y que se habilitará el transporte público para los alumnos.
“El gobierno está vendiendo que empezaron las clases, y lo hicieron sólo en dos escuelas con un porcentaje de la matrícula muy baja, aseguró Adaro. Todos estos meses estuvimos costeando la conectividad igual que las familias para poder trabajar con los alumnos. Familias presentes, docentes presentes, gobierno ausente: esa fue la situación. Ahora hay todo un sector que plantea que no queremos trabajar, mientras que el 11 de septiembre el gobierno porteño reconocía el trabajo que venimos sosteniendo los docentes en este marco. Quieren aliviar un poco a un segmento de la sociedad que tienen que reafirmar en su voto, con un aperturismo a ultranza”.

Marketing versus salud

Para el gremio –que viene denunciando los problemas estructurales del sistema educativo porteño antes de la pandemia-, las escuelas no están preparadas para sostener clases presenciales en el marco de la emergencia sanitaria dado que desde el gobierno dirigido por Horario Rodríguez Larreta no se designó ningún presupuesto de emergencia para acondicionarlas.
“Nosotros somos los primeros que queremos volver al aula, porque estamos trabajando y porque nuestro lugar es el aula. Pero la pandemia en nuestro país no ha tocado techo. En la Ciudad de Buenos Aires estamos en unos 900 casos diarios. Y entendemos que la apertura de las escuelas no va a mejorar este panorama. No es un capricho: no queremos la presencialidad porque no están dadas las condiciones. Hay experiencias en nuestro país donde provincias como San Juan o Catamarca, que tenían un relativo bajo porcentaje de casos de COVID-19, abrieron las escuelas y casi de inmediato tuvieron que volver sobre sus pasos porque empezó el crecimiento de los contagios”, agregó Adaro.
En la misma línea, UTE –el otro gremio mayoritario en representación de los docentes porteños- reafirmó “la necesidad de garantizar la provisión de dispositivos y conectividad a las y los 6.500 estudiantes que lo necesitan hasta tanto la circulación del virus sea baja o nula”, e instó a seguir educando “en modalidad a distancia en contexto de pandemia”. También acusó a Larreta y Acuña de priorizar “el marketing por sobre la salud de las y los estudiantes, sus familias, los trabajadores y las trabajadoras de la Educación en un distrito en el que la cantidad de casos sigue siendo muy alta”. Y convocó a la Retención de Servicios Educativos Presenciales.
Experimentar con los más vulnerables
Mientras, Acuña anticipó una instancia de evaluación y calificación de contenidos a fin de año y la implementación de una “escuela de verano en enero” para fortalecer lo aprendido. De igual manera, informó que se evalúa adelantar un mes el inicio de clases en el período 2021 para recuperar lo perdido durante la pandemia.
Para Adaro, la vuelta a clases presenciales en este contexto va a contramano también de lo que piden las familias de los chicos en edad escolar.
“La pandemia no es igual para todos. No es lo mismo reponerse de un cuadro de COVID-19 para las personas que tienen cubiertas sus necesidades de salud que para los que no tienen nada. Y acá el experimento se está haciendo con los 6.500 alumnos y alumnas que no tuvieron conectividad, que precisamente pertenecen a los sectores más periféricos de la ciudad, los más golpeados por la crisis –consideró el dirigente gremial-. Nosotros estamos en contacto con las familias, yendo a las escuelas cada quince días para la entrega de los bolsones y del material didáctico. Y de esa relación lo que surge es la preocupación sobre en qué condiciones se vuelve a las aulas. Estamos representando lo que la mayoría piensa, que es que no hay condiciones para volver”.

Reabren los shoppings en la Ciudad de Buenos Aires

14.10.2020

Luego de un acuerdo entre Ciudad y Nación, se habilitan con determinados protocolos que contemplan límites en cantidad de gente, tiempo de permanencia, uso obligatorio de tapabocas. Continúa la política de apertura económica y comercial.

Luego de siete meses de tener cerradas sus puertas, los shoppings de la Ciudad fueron habilitados para volver a funcionar. La noticia fue publicada en el Boletín Oficial, tras un acuerdo entre las autoridades del Gobierno nacional, con la firma de Santiago Cafiero, el jefe de Gabinete, y funcionarios de la Ciudad.
El texto firmado entre las partes, señala que “Los o las titulares o responsables de los lugares donde se efectúen las tareas autorizadas deberán garantizar las condiciones de higiene, seguridad y traslado establecidas por la jurisdicción para preservar la salud de sus trabajadoras y trabajadores, y que estas y estos lleguen a sus lugares de trabajo sin la utilización del servicio público de transporte de pasajeros”.
El protocolo en vigencia fue establecido entre la Cámara Argentina de Shoppings Centers y el Gobierno porteño y establece distintas pautas de funcionamiento. Entre ellas, que el acceso sea restringido a una persona cada 5 metros cuadrados, aunque dependiendo del tamaño del centro comercial. Por ejemplo, en el shopping Abasto, podrían estar en simultáneo 2500 personas, al igual que en el Dot, mientras que en el Paseo Alcorta, como en el Alto Palermo, no más de 1.400. También se deberá respetar un único sentido de la circulación; un tiempo de permanencia de no más de 90 minutos; se controlará el ingreso de personas con alcohol en gel y tomando la temperatura. Los estacionamientos estarán abiertos, aunque no los patios de comidas, solamente con la modalidad take away o delivery. Los empleadores deberán garantizar el transporte de sus trabajadores, ya que no estará habilitado el transporte público para ellos.
Según la Cámara Argentina de Shoppings Centers, durante los 7 meses de pandemia, el 25% de los locales de los 15 centros comerciales que no estuvieron en funcionamiento, tuvieron que cerrar de forma definitiva.
Esto se suma a los miles de pequeños comercios que se fundieron durante este período, sin contar con ingresos suficientes ni subsidios para sostenerse económicamente.
La apertura de los shoppings es parte de la política de apertura económica y comercial impulsada por el Gobierno de la Ciudad, con el aval de Nación, en el marco de la cual ya el viernes pasado Larreta anunció los nuevos rubros que se sumarían aretomar las actividades (la construcción, los servicios domésticos, la industria fílmica, los espectáculos culturales al aire libre y con pocos espectadores, las calesitas en las plazas, pistas aeróbicas, polideportivos para deportes individuales y los espacios comunes en los consorcios de edificios).
Mientras tanto, los contagios en la Ciudad aunque descendieron de su pico de 1.400, se mantienen en una cifra alta, entre los 700 y 900 casos diarios. La política de aperturas es sin medidas complementarias de cuidado y prevención por parte del Estado.
La apertura de escuelas es otro punto que generó rechazo por parte de la comunidad educativa durante estos meses, y que el gobierno porteño de forma unilateral implementará estas semanas, habilitando la concurrencia de los últimos años del nivel secundario y primario.
Hoy miércoles por la mañana, el ministro de Salud, Fernán Quirós, dijo que “necesitamos que el ingreso sea para comprar, buscar lo que necesitás y que salgas. Cuanto menos tiempo estés adentro, mejor”, haciendo referencia a la apertura de los centros comerciales. Nuevamente, poniendo el eje en la responsabilidad individual, cuando la habilitación de cada vez más actividades viene de parte del propio Estado, que ya permitió el funcionamiento de la mayoría de las actividades en la Ciudad que implica una gran circulación de personas, como los bares.

Condenan al policía de la Ciudad que pisó brutalmente a un joven durante las protestas contra la reforma previsional

12.10.2020

Así lo anunció el pasado viernes el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE). El 18 de diciembre de 2017, durante la brutal represión policial contra las protestas por la votación de la reforma previsional en el Congreso, el joven trabajador cartonero Alejandro “Pipi” Rosado fue pisado y lastimado brutalmente por la moto del policía de la Ciudad, Dante Barisone. “Desde aquel día, con un video viralizado de este asesino con uniforme pisando a nuestro compañero, junto a Pipi y su familia exigimos justicia. Lo agredieron, lo amedrentaron, lo arrojaron al piso, le pasaron por encima con una moto, le quemaron la pierna con el caño de escape y le dieron un escopetazo de perdigones de goma a menos de un metro de distancia. Mientras Patricia Bullrich se empeñó en defender el accionar represivo, este oficial manifestó en su declaración no estar preparado para el trabajo que le encomendaron y fue condenado a ‘tres años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos por seis años, por considerarlo autor penalmente responsable de las lesiones graves, agravadas por abuso de función como miembro de las fuerzas de seguridad’ “, expresó el MTE.

En diciembre del año 2017 hubo una multitudinaria protesta en la Ciudad de Buenos Aires contra el tratamiento de la Ley de reforma jubilatoria, que suponía un empeoramiento de las condiciones económicas de los y las jubiladas y pensionadas durante el macrismo, a raíz del intento del gobierno de Mauricio Macri de cambiar la fórmula de cálculo de haberes.
Durante el debate en el Congreso nacional, la Policía de la Ciudad desató una brutal represión sobre los y las manifestantes, que se extendieron desde la zona del parlamento hasta la 9 de Julio, y de ahí hasta Plaza Constitución. Producto del violento y salvaje accionar policial hubo muchas personas heridas e internadas, entre ellas, jubilados y jubiladas, y periodistas que realizaban su trabajo. Incluso, uno de los manifestantes heridos, Horacio Ramos, herrero de una de las cooperativas de trabajo del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), perdió el ojo derecho tras recibir un impacto de bala y luego inició una causa contra el gobierno de la Ciudad con el acompañamiento legal de María del Carmen Verdú de CORREPI.
En ese contexto, el policía de la ciudad Dante Barisone pisó con su motocicleta a Alejandro Rosado, un joven trabajador cartonero nucleado en el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), dejándole heridas graves en todo el cuerpo. El viernes la Justicia le dictó su condena por su brutal agresión: “condenaron a Dante Barisone, el policía que pisó brutalmente con la moto al trabajador cartonero Alejandro Rosado en el contexto de la feroz represión del 18 de diciembre del 2017 cuando se votaba la reforma jubilatoria – informó en un comunicado el MTE – Desde aquel día, con un video viralizado de este asesino con uniforme pisando a nuestro compañero, junto a Pipi y su familia exigimos justicia. Lo agredieron, lo amedrentaron, lo arrojaron al piso, le pasaron por encima con una moto, le quemaron la pierna con el caño de escape y le dieron un escopetazo de perdigones de goma a menos de un metro de distancia. Mientras Patricia Bullrich (en ese entonces ministra de Seguridad de Mauricio Macri) se empeñó en defender el accionar represivo, este oficial manifestó en su declaración no estar preparado para el trabajo que le encomendaron”, expresó la organización.
La condena de la Justicia fue de “tres años de prisión e inhabilitación para ejercer cargos públicos por seis años, por considerarlo autor penalmente responsable de las lesiones graves, agravadas por abuso de función como miembro de las fuerzas de seguridad”, amplió la organización.
Y agregó: “este fallo es una prueba más de que la verdad estaba y está de nuestro lado, y la doctrina Chocobar de la mano dura y gatillo fácil que muchos sectores intentaron e intentan imponer se basa en estos manejos violentos de la fuerza contra los que menos tienen. No vamos a permitir que sigan apostando a eso cuando la respuesta está en un proyecto que garantice Tierra, Techo y Trabajo para todos/as”, finaliza el comunicado del MTE.

Larreta plantea el regreso a clases presenciales en la Ciudad

12.10.2020

Por Virginia Espeche y Julieta Azcárate

Con el aval de Trotta, anunciaron que volverían a partir del martes 13 de forma escalonada, sin protocolos claros, ni plan pedagógico, ni consultas en las escuelas. Mientras, los estudiantes y las familias continúan sin conectividad ni computadoras, se agravó la pobreza, la falta de alimentos y el problema de la vivienda.

La Ministra de Educación porteña Soledad Acuña finalmente presentó un plan de regreso a clases presenciales en la Ciudad de Buenos Aires, que se pondrá en marcha a partir del 13 de octubre.
La iniciativa tuvo el aval de Trotta, Ministro de Educación nacional, quien mantuvo reuniones la semana pasada con representantes de distintas provincias para la apertura de escuelas en todo el país.
El plan del gobierno de la Ciudad consiste en que se abran los patios de las escuelas para los estudiantes del último nivel de cada ciclo, es decir, los de 5° de las escuelas secundarias, los de 6° de escuelas técnicas y los de 7° de escuelas primarias (que comenzarían en dos semanas), priorizando quienes no hayan tenido conectividad durante el período de cuarentena. Asistirían en grupos de 9 alumnos junto a un docente.
Este plan de apertura se da luego del contundente rechazo que mostró la comunidad educativa, entre docentes, familias y estudiantes, a los protocolos presentados para los distintos planes de Acuña, como las “ciberescuelas” (que las escuelas fueran “gabinetes tecnológicos”) o escuelas “plaza” (que funcionaran en parque o plazas).
Hoy, a siete meses de la cuarentena, en medio de una crisis social que se evidencia en las escuelas, cruzadas por la realidad de las familias sin trabajo, por el problema de la insuficiente alimentación de los comedores escolares, por la pelea por la conectividad que ningún gobierno resolvió, dio como resultado que el gobierno porteño presente tres planes distintos para el regreso a clases presenciales, sin que ninguno dé respuesta a estos problemas reales y profundos. Queda demostrado que no hay ningún plan ni justificación pedagógica ni social tras estos planes, más que la apertura económica y comercial en la Ciudad y que los adultos vuelvan a trabajar. Hoy Trotta cede a esta vuelta a clases presenciales, sin ninguna resolución de los grandes problemas de la escuela pública.

Sin soluciones ni respuestas

Esta campaña política del Gobierno de la Ciudad, que se muestra preocupado por la revinculación de los y las estudiantes y sus familias, esconde que los y las docentes, desde el comienzo de las medidas de aislamiento, sostuvieron la educación de su bolsillo, adaptaron contenidos para enseñar de manera virtual e hicieron enormes esfuerzos para comunicarse con las familias.
Las medidas tomadas hoy por el gobierno, totalmente inconsultas, excluyen del debate a los principales interesados por el derecho a la educación: los y las docentes, estudiantes, familias, cooperadoras, auxiliares y trabajadoras de la cocina.
En las escuelas, muchas familias tuvieron que elegir entre contagiarse y ganarse el pan para sus hijos. Ni el gobierno nacional ni Larreta, dieron soluciones a quienes perdieron sus trabajos y tienen que salir por changas que apenas les alcanza para pagar una pieza de alquiler. El IFE de $10.000 cada dos meses es una migaja y con el nuevo presupuesto 2021 presentado por Guzmán, dejaría de otorgarse esta ayuda totalmente insuficiente. La plata es para el FMI, no para trabajo, salud, educación.
La toma de tierras de Guernica por parte de miles de familias sin techo ni trabajo expresa de una manera cruda las necesidades de amplios sectores arrastrados a la más dura de las situaciones sin soluciones de fondo. Ocupar un pedacito de tierra por no tener nada, como las familias de Catán o las mujeres del Hotelito, en la villa 31, donde la mayoría son mujeres, madres de 35 niños de las escuelas, que sufrieron violencia de género y no tuvieron donde ir, son amenazadas con el desalojo, con el amedrentamiento de la policía y sin respuestas por parte del gobierno para garantizar algo tan elemental como el derecho a la vivienda. Mientras tanto, en la Ciudad privatizan parte de los terrenos en Costa Salguero, avanzando en el negocio inmobiliario con las grandes empresas constructoras.
En el plano pedagógico tampoco hay un plan. La ministra Acuña sostiene que el objetivo es “en parte social y en parte académico”, sin embargo, no realizó ninguna consulta ni convocatoria a los docentes. Tampoco queda claro qué pasará con las clases virtuales, ¿los docentes deberán mantener una modalidad “dual”? Con toda la sobre carga laboral que esto implica.
¿Por qué tanta insistencia con el regreso a clases presenciales?
La política de aperturas del gobierno porteño, que habilitó la mayoría de las actividades económicas y comerciales en la Ciudad durante el pico de contagios, va de la mano de abrir las escuelas para garantizar la mano de obra y las principales actividades económicas en el medio de una crisis. Insisten con el regreso a clases presenciales para que los adultos puedan volver a trabajar, ya que “la logística de las familias y el trabajo se organiza en base a la escuela”, en palabras de la Ministra Acuña.
Esta es una realidad de la enorme mayoría de las familias trabajadoras, que deben mandar a sus hijos a las escuelas para poder trabajar. Se toman medidas superficiales que no resuelven el problema de fondo de las grandes mayorías. Licencias pagas, un ingreso de emergencia de $ 30.000 para las familias que se quedaron sin trabajo, construcción de viviendas para resolver el problema habitacional, conectividad para todxs y de manera gratuita, es lo que realmente hace falta.
La falta de conectividad, el hambre, la desocupación, la falta de vivienda, etc., son demandas que toda la comunidad educativa tiene que tomar en sus manos para debatir una salida de fondo a los problemas que atraviesan la educación en pandemia. Los sindicatos docentes, empezando por UTE-Ctera como principal gremio de la Ciudad, debería levantar cada uno de estos reclamos de los docentes y las familias trabajadoras, convocando a plenarios abiertos para debatir un plan de lucha. Desde comienzos de la cuarentena, la UTE confió más en Trotta que en organizar a las escuelas desde abajo, junto a las familias, que venían denunciando todos los problemas. ¿Qué van a hacer ahora, que Trotta dio el aval para el regreso a clases presenciales?
Los pronunciamientos por redes son insuficientes y el “Quedate en Casa” sólo funciona para unos pocos. No queremos familias que tengan que decidir entre su salud o darle de comer a sus hijos, nuestros alumnos. Un debate serio sobre la situación de las escuelas y la vuelta a clases presenciales, no puede decidirse de arriba hacia abajo y de forma unilateral. Es necesaria la organización de las escuelas, entre docentes, trabajadores de la educación, estudiantes y familias, para decidir qué protocolos deben aplicarse para cuidar la salud y las vidas de todos. Se vuelve indispensable salir a las calles por nuestras demandas, con nuestros guardapolvos en alto.

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