Comunicadores del Sur

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Menores de barrios populares sufren violencia institucional

17.6.2020

Un informe del Ministerio Público de la Defensa porteño le puso cifras al maltrato cotidiano de las fuerzas de seguridad sobre los menores de barrios populares: uno de cada dos dijo haber sido víctima de maltrato físico o verbal cuando se lo llevaban detenido. “Son prácticas naturalizadas que hay que erradicar”, dijo Durga Angulo, directora de la Secretaría de Intervención Penal Juvenil del MPD.

Gritos, insultos, trato humillante, presión de las esposas en las muñecas, patadas, empujones y golpes contra el suelo o la pared. Ésas y otras formas de maltrato físico y verbal surgen de los testimonios de pibes menores de edad, en su mayoría habitantes de villas y barrios populares, que fueron detenidos durante el último año por las fuerzas de seguridad que actúan en la Ciudad de Buenos Aires. Los relatos forman parte del informe elaborado por un equipo interdisciplinario de la Secretaría de Intervención Penal Juvenil (SIPJ) del Ministerio Público de la Defensa (MPD), que entrevistó a un centenar de adolescentes en situación de vulnerabilidad y se encontró con que la mitad dijo haber sido víctima de violencia institucional en el momento en que se los llevaban presos.
De acuerdo al informe, el ensañamiento de los efectivos se da particularmente con varones de 16 y 17 años (representan el 64,5 por ciento de los casos) y en detenciones efectuadas tanto en los barrios de Flores y Parque Chacabuco (dentro de la Villa 1-11-14 y en sus alrededores) como en Once y San Cristóbal, zonas de circulación de pibes con dificultades para mantener la escolaridad o que están en riesgo de calle y asisten a la red de dispositivos de contención del Gobierno porteño como La Balsa, La Boquita o el CAINA.
“El informe viene a constatar que la violencia institucional es otra de las vulnerabilidades que se suma a las tantas que ya tienen los adolescentes de los barrios populares, catalogados culturalmente con el estigma de pibes chorros, y también, que esa violencia es cotidiana, es moneda de todos los días en el barrio”, precisó Durga Angulo, directora de la Secretaría de Intervención Penal Juvenil del MPD. “Cuanto más vulnerable es el menor, más expuesto está a la violencia de las fuerzas”, explicó.
Una de las preocupaciones que resalta el trabajo apunta a que la violencia está naturalizada no sólo por los efectivos de las fuerzas de seguridad, sino por los propios pibes, lo que da cuenta de que ese tipo de prácticas abusivas son moneda corriente. “En general, los relatos de los chicos muestran que se conocen con los efectivos, que hay un ida y vuelta violento, desde la discriminación del adulto, y que muchas de las detenciones, bajo la figura de resistencia a la autoridad, se dan a partir de malas respuestas o cruces, que no implican la comisión de ningún delito”, aclaró Angulo.
“Nos sorprende que en los relatos, además, los chicos ven como normal que un policía o un gendarme les apriete las muñecas con las esposas. Cuando una les pregunta si fueron violentados, capaz dicen que no o que no saben, pero ante la pregunta de quién te hizo ese moretón o de dónde salió esa marca en las muñecas, la violencia de los efectivos surge con claridad”, describió. “Eso da cuenta de una práctica naturalizada, que hay que erradicar”, advirtió.
Otro de los datos llamativos del informe hace referencia a la actuación de la Gendarmería Nacional en la Villa 1-11-14, donde los casos son más frecuentes. En ese barrio ocurrió un hecho gravísimo hace ya cuatro años, cuando un grupo de gendarmes reprimió una murga del barrio, compuesta en su mayoría por pibes. “Allí lo que surge es que para los chicos el uso del espacio público es clave, porque sabemos que tienen problemas en sus casas, ni hablar del hacinamiento y demás condiciones precarias de habitabilidad, por lo que estar y encontrarse con otros en las esquinas y las plazas es algo que necesitan, y es precisamente en esos espacios donde se producen los cruces con las fuerzas de seguridad y las posteriores detenciones”, afirmó Angulo.
Si bien la muestra del informe, de 107 entrevistas, es pequeña en relación al número de detenciones de niños, niñas y adolescentes en la Ciudad (el promedio a junio de 2019 es de 159 detenciones por semana, según el Observatorio de Cárceles Federales de la Procuración Penitenciaria de la Nación), los datos sirven para poner las violencias en debate. “Seguramente, si entrevistáramos a todos, los números serían similares, porque lo que tenemos enfrente es una cultura, un modo de proceder”, explicó Angulo.
Consultada sobre las estrategias para revertir la violencia institucional, la especialista propuso una pedagogía similar a la que está intentando realizar el Estado contra la violencia de género, como el caso de la Ley Micaela. “Muchas veces comparé acertadamente la violencia contra los niños con la violencia de género. Se trata de violencias instaladas, que es necesario visibilizar e incluir en la educación, erradicar esa noción de que esa violencia está bien”, concluyó. “Por otro lado, nada se podría hacer sin tener en cuenta el testimonio y la experiencia de los propios chicos, que tienen que ser los protagonistas de las estrategias para erradicar el maltrato. Es lo que les pasa todos los días: los adultos no los escuchan y eso termina en violencia”.

Situación crítica de las personas que viven en las calles porteñas

17.6.2020

Por Carlos Platkowski

En los últimos días murieron tres personas que dormían en las calles de la Ciudad de Buenos Aires. Son cuatro desde el inicio de la cuarentena. Las diputadas Bregman y Barry del FIT presentaron un Proyecto en mayo para que se declare la emergencia habitacional en la Ciudad y se tomen medidas urgentes. El oficialismo lo tiene cajoneado.

Hay una enorme cantidad de contagios de Covid-19 en la Ciudad. Ya comenzaron las noches más frías del año y de la profundización de la crisis económica que sigue arrojando personas a vivir en la calle. Sin embargo, el Gobierno de Rodríguez Larreta se sigue negando a adoptar medidas elementales para atender un drama que afecta a miles de personas.
El 20 de mayo las diputadas porteñas Myriam Bregman y Alejandrina Barry presentaron en la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires un proyecto de Ley para que se declare la emergencia habitacional en la Ciudad y así obligar al Poder Ejecutivo a ejecutar políticas públicas inmediatas a fin de brindar una vivienda digna a toda persona en situación de calle o en riesgo de perder su techo. (Al final de la nota podrás ver el proyecto completo).
A su vez ese mismo proyecto no solo establece el reacondicionamiento de la red de alojamientos de la Ciudad garantizando todas las pautas y recomendaciones sanitarias si no que apunta a que se garantice, a las personas en situación de calle, habitaciones en hoteles y/o viviendas pagas por el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
El proyecto ni siquiera fue tratado por la legislatura porteña. Pero es necesario luchar para que sea aprobado ya que cada vez son más las personas sin vivienda que mueren en las calles de la ciudad.
El primer caso ocurrió en el barrio de Núñez. A pocos días del inicio de la cuarentena, vecinos encontraron muerto a una persona en situación de calle muy conocida por la gente del barrio. Los vecinos, que informaron de esta situación al Ministerio Público de la Defensa, mencionaron que por esa fecha había existido “una situación poco clara con la policía y que para ellos la muerte tuvo que ver con este contacto con las fuerzas de seguridad” según ese mismo organismo.
El 30 de mayo un pedazo de mampostería de un local abandonado cae y mata a un adolescente de 16 años que vivía en la calle. Ese joven se llamaba Agustín Lara. Terminó viviendo en la calle escapando del acoso policial que sufría por parte de personal de la Comisaría 48.
Una semana después murió Leonardo. Aún no está claro si murió de frío o a causa de haberse contagiado de Covid 19. Vivía en la calle ya que había sido desalojado junto a su pareja del hotel La Florida en el barrio de Monserrat. Los desalojos se encuentran prohibidos por disposición del decreto 320/20. Esa protección, como la del derecho al acceso a una vivienda digna, fue una ilusión para Leonardo. Murió en la calle. De madrugada. Tiritando, en la ciudad más rica del país.
El gobierno porteño tomó conocimiento de todos los casos. Pero no hizo nada. Pocos días después, mientras la temperatura bajó a los 3 grados, murió otro hombre en situación de calle. Esta vez la víctima era un enfermo de diabetes de 63 años. Sergio tosió y tuvo fiebre toda la noche hasta que falleció en la puerta de la fábrica donde dormía todas las noches. Todavía se esperan los resultados del hisopado para conocer si estaba enfermo de coronavirus.
Estas muertes, que son verdaderos crímenes sociales, se seguirán incrementando. Y es por eso que, Bregman y Barry insistirán en su proyecto que denuncia la grave situación en la que se encuentran los paradores de la Ciudad. En particular, denunciaron la situación del Parador Retiro, donde se habían detectado 79 casos positivos de COVID-19 sobre un total de 92 personas alojadas. Que en los mismos no hay insumos sanitarios adecuados y que por la cantidad de personas que viven allí donde todas las instalaciones son pequeñas y de uso compartido terminan actuando como un foco de contagio de personas que son parte de una población de extrema vulnerabilidad que padece frecuentemente enfermedades infectocontagiosas, neumonías y tuberculosis.
En el segundo Censo Popular de Personas en Situación de Calle (CPPSC), se constató que en el año 2019 había más de 5.412 personas durmiendo en la calle y sin acceso a paradores. Esa cantidad ascendía a 7.200 personas que no tienen acceso a un techo. Producto de la crisis económica, que se profundizó durante la pandemia, este número se está incrementando ya que muchos hoteles e inquilinatos no cumplen con la prohibición de desalojo que rige hasta el mes de septiembre.
Por eso, Bregman y Barry, proponen que se use para las personas en situación de calle la enorme cantidad de habitaciones de los hoteles de la ciudad. Según la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT) se registró una cancelación del 85% de las reservas en los hoteles a raíz de la pandemia. Del mismo modo en que el Gobierno de la Ciudad contrata los hoteles para que los viajeros realicen la cuarentena, exigieron que adopten la misma medida para las familias y personas que no cuentan con una vivienda. En ese sentido solicitaron que se disponga de viviendas para el mismo fin.
El mismo proyecto se denuncia que, además de los inmuebles que son propiedad del mismo gobierno, hay 138.328 viviendas ociosas registradas por el Instituto de Vivienda de la Ciudad.
Recursos hay, solo hace falta imponer que sean usados al servicio de la vida de los sectores más vulnerables de la Ciudad y no en post de mantener la especulación inmobiliaria del capital financiero, que ve la Ciudad como un negocio habilitado y fomentado por el Gobierno de la Ciudad. Nuestras vidas valen más que sus ganancias.

Responsabilizan a Larreta por casos de Covid-19 en niños de hogares porteños

15.6.2020

Por Patricio Abalos Testoni

En estos días dieron positivos por Covid-19 niños que residen en el hogar Nuestra Señora del Valle y en el hogar Curapaligüe. Además de varios casos sospechosos entre otros niños residentes y trabajadores. Los trabajadores venían denunciando a Larreta por la falta de insumos y recursos desde principios de la cuarentena y que los protocolos son impracticables en los hogares por la infraestructura y funcionamiento de los mismos.

Tras más de 72 horas de espera y protocolos nada efectivos se dio a conocer el primer caso positivo de Covid-19 en la población del hogar Nuestra Señora del Valle del Gobierno porteño. En estos días también apareció un caso en el hogar Curapaligüe. En los dos hogares pertenecientes a la Dirección de la Niñez del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat hay otros niños y trabajadores que se encuentran aislados por sospecha de coronavirus.
Las y los trabajadores del hogar del Valle nos expresan que pasaron más de 3 días hasta que se dieron a conocer los resultados del primer caso que dio positivo. Mientras tanto en el dispositivo hay unos 34 niños, niñas y adolescentes y todos los trabajadores quedaban expuestos al “enemigo invisible”. Además denunciaron ante este medio la desidia del Estado y que los protocolos son inaplicables y por lo tanto inservibles.
Según el último protocolo del Gobierno de la Ciudad, la planta de trabajadores del hogar debía dividirse en dos equipos, el E1 y E2. Para que de esta forma el equipo que trabajó y estuvo en contacto con el caso positivo entrara en cuarentena estricta. ¿Pero si aparece otro caso positivos mientras trabaja el equipo 2, y este debe entrar en cuarentena, ¿quién cuida y asiste al resto de los niños? Esto demuestra a simple vista la inviabilidad del mismo.

¿Por qué el protocolo no habla de test masivos rápido?

La situación en el hogar es crítica. Los test masivos con resultados rápidos son hoy el principal reclamo de los trabajadores del hogar porque no saben si hay más niñas, niños y adolescentes contagiados. Incluso nos relataban lo angustiante de la situación cada vez que vuelven a sus casas con sus familias y no saber si pueden estar trasmitiendo el virus.
Desde el hogar Curapaligüe nos informaban las mismas situaciones de infraestructura y de insumos, como que la temperatura se la deben tomar con termómetros que no funcionan o que cada uno debe oler por su cuenta el vinagre, para ver si tiene síntomas. En épocas de testeos masivos rápidos para estos hogares solo le dan opciones arcaicas para el cuidado.
Pero no son los únicos reclamos. A este se le suma falta de personal, problemas en la estructura edilicia y los escasos elementos de seguridad e higiene con los que cuentan y que no alcanzan para todas las medidas preventivas y de desinfección necesarias en este contexto de pandemia.
Para seguir graficando la gravedad de la situación nos contaban desde el hogar del Valle, que el abandono es tal que hay guardias que son cubiertas por tan solo 2 operadores. Hay que recordar que en este hogar hay 40 niños, niñas y adolescentes, desde los 3 hasta los 18 años. Todo el agotamiento que demanda cotidianamente las tareas de cuidado, en estas circunstancias se agrava todo.
También denunciaron que los elementos de seguridad escasean a tal punto que bajaron la línea a los coordinadores y operadores que deben lavar los barbijos para reutilizarlos varias veces.
Por otra parte nos cuentan que hay baños que se encuentran sin agua. Y que el distanciamiento social del que hablan en conferencia de prensa con dispositivos con súper población es imposible de llevar a adelante.
Las licencias están suspendidas y hay muchos que tienen contratos precarios a tal punto que están expuestos sin tener ART.
Actualmente hay chicos en aislamiento es espacios de apenas unos metros por ser sospechosos de covid y acompañado 24 horas por un operador que ni siquiera tiene una cama para él, así que se pasa más de un día sentado en una silla. La situación en el hogar del Valle es crítica.
Desde un comunicado del equipo de intervención del hogar se expresaba: “En el marco del testeo, dos compañeros estuvieron más de 60 hs en hospitales a cargo de niños a la espera del resultado y en ningún momento se acercó nadie de la dirección a contenerlos, a cuidarlos. El día de ayer, 14 de junio, había una compañera volando de fiebre con 39, en un cuarto de aislamiento en el hogar. Esperando que den una directiva clara, estuvo más de 6 hs. Mientras tanto quedó sola otra compañera a cargo de 40 niños, niñas y adolescentes”
En el hogar Curapaligüe la situación no está mejor. También denuncian la falta de espacios para mantener distanciamiento social e incluso comentan que la sala de aislamiento es en un baño que no llega a dos metros donde tienen que permanecer horas un niño y el operador en ese espacio.
Además en el Curapaligüe también sufren la falta personal. Por este motivo mezclaron las poblaciones del hogar, y ahora con los casos positivos por covid, están todos expuestos.

Nuestras vidas valen

¿Quién cuida a los que cuidan? Una vez más esta pregunta y una vez más la misma respuesta por parte de los gobiernos, en este caso el de Ciudad.
Alejandrina Barry, diputada de la Ciudad por el FIT, que es operadora social y trabajaba en el área de niñez, viene denunciando la grave situación en las instituciones para niños y adolescentes. Nos relataba que han aparecido casos en los dispositivos penales, en los hogares, en los paradores de personas y familias en situación de calle. Incluso actualmente quieren cerrar el Hogar Eva Duarte, el único para adolescentes embarazadas o con derechos vulnerados. “Como parte de la Comisión de mujer niñez y adolescencia hemos presentado con Myriam Bregman, proyectos para que se trate urgente y se den soluciones a la situación que están pasando los niños y adolescentes más pobres en la Ciudad. Toda esta situación se preveía, y se venía denunciando, pero para Larreta no es prioridad.”
Los sindicatos no se ponen a la cabeza de cuidarnos, ya que Sutecba mantiene una complicidad con el Gobierno de Larreta alarmante, y desde Ate Capital más allá de comunicado no llevaron a cabo ninguna acción real en todos estos meses para cuidar a los trabajadores.
La Junta Interna de Promoción Social viene denunciando desde principios de la cuarentena la falta de insumos y recursos para enfrentar la actual situación. Se necesitan protocolos eficaces y específicos para estos dispositivos, pensados por los propios trabajadores que trabajamos todos los días en estos lugares y conocemos la realidad de los hogares, junto a profesionales de la salud.
Necesitamos tests masivos con resultados inmediatos para poder intervenir y aislar a la población entre los casos positivos y los negativos. Muchos de los pibes vienen con enfermedades previas que son parte del grupo de riesgo, que si se llegan a infectar corren peligro.
Precisamos todos los recursos a disposición para cuidar a los pibes y a los trabajadores; la infraestructura necesaria y que se pongan otros inmuebles del propio Gobierno porteño u hoteles a disposición si hace falta.
Debemos tener todo el personal necesario e idóneo para las tareas que demanda un hogar; así como poner en pie comisiones de seguridad e higiene integrada por trabajadores coordinando con otros sectores de la Ciudad que están pasando por las mismas condiciones.
Con esta pandemia ya no quedan dudas que nuestro trabajo es esencial, sin embargo en estos sectores abunda la precarización. Debemos pasar a planta permanente todos los laburantes y con salarios que como mínimo alcance los niveles de la canasta básica familiar.
Ya sabemos que desde las autoridades no cuidan ni a los trabajadores ni a todos los pibes que vienen ya sufriendo situaciones donde sus derechos se encuentran vulnerados. Somos los propios trabajadores quienes debemos ponernos a la cabeza de organizarnos para cuidarnos así seguir exigiendo al Gobierno todas las medidas necesarias. Nuestras vidas valen, y las vamos a hacer valer.

Desidia estatal en CABA: muere un hombre en situación de calle con síntomas de Covid-19

15.6.2020

Por María Agustina Chaves

Fue en el límite entre San Cristóbal y Balvanera, uno de los barrios con más contagios de toda la Ciudad de Buenos Aires. Sergio vivía en la calle, tenía 63 años, y murió en la madrugada del domingo, cuando las temperaturas llegaron a los 3 grados.

Sergio dormía junto a otros dos hombres en la esquina de México y Sánchez de Loria, en la puerta de una fábrica. Y además de pertenecer al grupo de riesgo por ser mayor de 60 años, era diabético. Según sus compañeros, presentaba síntomas de coronavirus al momento de fallecer, como fiebre y tos prolongada. Murió durmiendo en la calle, en la noche más fría del año. Personal del SAME constató su fallecimiento.
Ahora se esperan los resultados de la autopsia y del hisopado que le hicieron una vez fallecido. Sus compañeros además contaron a los medios que prefieren estar ahí antes que ir a alguno de los paradores de la Ciudad, porque temen contagiarse de Covid.
Ellos son parte de las más de 7.250 personas que viven en situación de calle en la CABA. Esos datos salen del relevamiento realizado en julio de 2019 por el Censo Popular de Personas en Situación de Calle. Por lo que podemos imaginar que casi un año después la cifra fue aumentando, teniendo en cuenta la profundización de la crisis sanitaria, social y económica a raíz de la pandemia por Covid 19.
Vale destacar que para el momento en que este conjunto de organizaciones que conforman el Censo Popular daba a conocer esta cifra alarmante de gente viviendo en la calle, el Gobierno porteño decía que el número era de 1141 personas.
Cínicamente, desde el Gobierno de la Ciudad anunciaron que la noche del sábado inició la campaña denominada “Operativo Frío” que lleva adelante un equipo del programa Buenos Aires Presente (BAP) que componen “más de 400 personas y trabajadores de otras áreas del Gobierno porteño y voluntarios de la Iglesia Evangélica”, según fuentes del propio Gobierno.
María Migliore, Ministra de Desarrollo Humano y Hábitat porteño, declaró que “la tarea que realizan los equipos del BAP y los voluntarios es muy valiosa y requiere de una vocación muy fuerte por el servicio hacia el otro”. Como vemos, la única solución que brinda el gobierno porteño son frazadas y comida, o llevarlos a paradores al que la mayoría de la gente no quiere ir por las pésimas condiciones y los riesgos de contraer la enfermedad que existen en esos lugares, los cuales vienen siendo denunciados por los propios trabajadores y trabajadoras estatales.
Esta terrible noticia se suma a la de la muerte de Agustín Lara de 16 años, quien también se encontraba durmiendo en la calle y cuya muerte fue el resultado de la caída de un pedazo de mampostería el pasado 30 de mayo. Agustín también denunciaba el hostigamiento que sufría por parte de personal de la Comisaría 48 de la Ciudad.
Pero además, hace sólo una semana también era noticia la muerte de Leonardo, un hombre que fue desalojado junto a su pareja del hotel donde vivía, que presentaba síntomas de Covid y del cual aún se están esperando los resultados de su autopsia. Trabajadores del BAP se acercaron y sólo pudieron darles frazadas. Ni siquiera les ofrecieron la posibilidad de trasladarse a uno de los paradores ya que tenían la directiva de no derivar más gente por la situación precaria que allí existe.
La diputada porteña Alejandrina Barry denunció estas muertes, producto de la desidia del Gobierno porteño.
De hecho esos mismos trabajadores vienen denunciando desde el inicio de la pandemia la terrible situación en la que deben trabajar y a la que están expuestas las personas en situación de calle.
Mientras tanto, el Ministro de Desarrollo Social y Hábitat porteño, que tendría que proveer de soluciones definitivas a todas las personas en situación de riesgo, tiene como única actividad el reparto de frazadas, “kits de higiene” según fuentes del propio ministerio y comida de dudosa calidad. Lo cual es un verdadero chiste cuando no existe un techo ni servicios básicos como el agua o el gas, fundamentales para poder tomar los recaudos necesarios para no contraer el virus.
Es necesario que se implementen de forma urgente políticas públicas que realmente sirvan. Que se pongan a disposición de todas estas personas y familias los hoteles vacíos y los inmuebles propiedad del propio Gobierno de la Ciudad, para que puedan paliar el frío y realizar la cuarentena de manera digna. Además, es urgente que se trate el único proyecto de Impuesto a las Grandes Fortunas efectivamente presentado en el Congreso por Nicolás Del Caño y Romina Del Plá del Frente de Izquierda, para que sea realidad un salario de cuarentena de 30 mil pesos por persona.

Situación extrema en la Maternidad Sardá

15.6.2020

Lo hizo la Junta Interna de la Asociación de Trabajadores de la Argentina (ATE) dentro del Hospital Materno Infantil “Ramón Sardá” de la Ciudad de Buenos Aires en relación a la situación en la que se encuentran el personal, las embarazadas y los bebés que nacen respecto a la pandemia por coronavirus. Reproducimos su comunicado.

Solicitamos que NO concurran a la institución salvó caso de urgencia por lo que exponemos a continuación:
1) el personal no tiene la vestimenta ni materiales correspondiente por lo que ya tenemos más del 10% del personal como caso sospechoso en 1 semana,
2) se rehúsan a hacer el hisopado al personal según el protocolo, lo hacen en el día, si sale negativo se vuelve a trabajar, sin repetirlo a los pocos días que es cuando realmente se detecta, por lo que en el ínterin se contagia a pacientes y a sus compañeros del mismo área y de lindantes (no COVID) por la modalidad de rotar constantemente al personal,
3) el personal que hisopan solo si tiene síntomas (x contacto estrecho no lo hacen) debe desplazarse de su domicilio al Méndez de forma particular, por lo que de ser positivo contagia tanto a población de la Ciudad como de Provincia de Buenos Aires, porque la mayoría de los agentes somos del Gran Buenos Aires,
4) dentro de las estadísticas figuramos como contagios de la provincia cuando somos casos de la ciudad porque se toma el domicilio no el lugar de contagió,
5) como trabajamos también en sectores privados (los arcos, el Mater Dei, Otamendi, Güemes entre otros) llevamos el virus a los sanatorios por el mal manejo del Gobierno de la Ciudad,
6) hay contaminación cruzada porque las enfermeras COVID no están aisladas durante su turno, conviven con las que atienden a pacientes sanas con lo que se las contamina con el virus (en el masón, o donde firmamos la entrada y salida, entre otras zonas en común), el lugar para descontaminarnos es el mismo q se usa para cambiarse el personal que ingresa, por lo que le pegamos el virus a la compañera que va a ir a atender a gente sana y entre nosotras,
7) ya tenemos embarazadas COVID de las que nacen niños con Coronavirus, y hay Neo natos con respirador sin aislar del resto con lo que son fuente de contagió para otros bebés.
8) los triages como el de la guardia no tiene la infraestructura para separar un caso sospechoso por lo que si se confirma estuvo expuesto al virus no solo la que se encuentra observada sino toda aquella atendida (junto con el feto) hasta el resultado.
La situación es extrema, en 1 semana tuvimos el 10% del personal de enfermería sospechoso de ser COVID positivo, no está aislado y volvió a trabajar en su mayoría, sin que pasen los días para ser descartado, y salteándose los protocolos. Hay que resaltar que del personal sospechoso ya hay confirmación de casos, que no fueron aislados de sus familias, por lo que continúa la cadena de contagios.
Nos enfermamos en el hospital del GCABA, enfermamos a las pacientes, lo transmitimos al Gran Buenos Aires y a los barrios de la CABA y las estadísticas quedan como aumento en Provincia por eso no le importa al Jefe de Gobierno Horacio Larreta, empezamos a ocupar los respiradores y no sabemos cuánto tiempo podremos sostener está situación antes de estar con emergencia por falta de patología de asistencia respiratoria tanto para adultos como para Neo natos o por falta de personal.
Solicitamos a TODOS los medios de comunicación que nos ayuden a difundir esta realidad para que no concurran madres salvó necesidad extrema, y se sepa que estamos arriesgando nuestra vida.
Por último, queremos avisar de la coerción que se está ejerciendo a los trabajadores por parte del Gobierno de la Ciudad de querer que firmemos una declaración jurada de que usamos mal el equipo de protección, cosa que es falaz porque nunca lo dieron y las instalaciones no son aptas produciéndose contaminación cruzada, la nota que se nos impone que aceptemos es únicamente para cubrirse el Jefe de Gobierno, Sr Horacio Larreta, por medio de su ministro de salud, al ser una enfermedad profesional el COVID.

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