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La Legislatura porteña aprobó el protocolo de la Interrupción Legal del Embarazo

16.7.2020

La Legislatura porteña aprobó esta tarde la adhesión de la Ciudad de Buenos Aires al protocolo nacional para la atención integral de las personas con derecho a la interrupción legal del embarazo (ILE).El proyecto de ley fue aprobado con 49 votos a favor, siete en contra y tres abstenciones.

El proyecto de Ley para la adhesión al protocolo ILE había sido presentado en febrero último por la Campaña por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito y contó con el apoyo de más de 40 diputados, de un total de 60.
Sin embargo, la iniciativa no había sido tratada en comisiones y su debate en el recinto no estaba anunciado para la sesión ordinaria de hoy. Por lo tanto, se estima que su ingreso al recinto fue resultado de negociaciones que llevaron adelante los bloques políticos hasta último momento.
Debido a los protocolos establecidos para contener la propagación del coronavirus, la sesión de hoy se realizó con modalidad mixta, es decir con algunos diputados presentes y otros que participaron de manera remota.
El legislador del Frente de Izquierda, Gabriel Solano, autor del proyecto original de adhesión de la Ciudad de Buenos Aires al protocolo del Ministerio de Salud Nacional de Interrupción Legal del Embarazo (ILE) en el mes de diciembre de 2019, saludó la aprobación de este protocolo y reclamó la aprobación del aborto legal en el Congreso de manera urgente»

Los casos de Covid-19 en CABA se acumulan en las comunas del sur y en las villas

15.7.2020

Por Patricio Abalos Testoni

Según los datos publicados por el GCBA se puede observar que un 56% de los casos se concentran en la comuna 4, 7, 8 y en la 1, sobre todo en la Villa 31. El barrio más afectado es el de Flores con un 13% de los casos, y lo siguen Retiro, Lugano y Barracas. Los números demuestran que los barrios más carenciados son los más golpeados por el virus.

En el informe semanal del Boletín Epidemiólogo del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se detalla cómo avanza el Covid-19. A partir de los datos estadísticos se puede observar cómo el virus golpea distinto según el lugar de residencia, afectando sobre todo a las comunas del sur de la Ciudad y a la comuna 1, específicamente el barrio de Retiro por la Villa 31.
El propio informe que toma los casos del 2 al 9 de julio, detalla que en los últimos dos meses la mayoría de los casos derivan del contacto estrecho y comunitario como las principales causas; por ende las condiciones habitacionales y territoriales son esenciales para entender el avance del virus. En el siguiente gráfico elaborado en el Boletín se discrimina por comuna y se puede observar la diferencia entre las tasas de contagiados por cien mil habitantes entre las comunas del sur y del norte.
La cantidad de casos y las tasas más elevadas se agrupan en las comunas 4, 8, 7 y 1 con tasas que varían entre 1952,7 y 2267,7 cada 100.000 habitantes y 4900 a 5500 en casos absolutos. Por otro lado tomando las comunas con menos casos encontramos a la 12, 6, 2, 13 donde las tasas por cien mil habitantes varían entre 389 y 601,2.
La diferencia es notable entre ambos sectores de la sociedad y sabemos que se expresa más por las condiciones de vida que por una cuestión geográfica. Al analizar barrio por barrio vemos que esta diferencia se profundiza más, como se demuestra en el siguiente gráfico.
Como se puede ver los barrios de Retiro, Villa Soldati, Pompeya, Barracas y Flores son los más afectados tomando la tasa de contagiados cada cien mil habitantes. Hay que tener en cuenta que cuando hablamos de Retiro, en su mayoría se concentra en el Barrio Mugica (Villa 31) donde hace dos meses explotaron los casos después de estar varios días sin agua y desde entonces sigue siendo uno de los principales focos de contagio en la Ciudad.
Siguiendo las diferencias que analizábamos arriba, los que tienen menor tasa de contagio son los barrios de Núñez, Villa Pueyrredón, Saavedra y Villa Ortúzar.
Al observar los casos absolutos se puede ver que el 13% del total se concentra solo en el barrio de Flores. Los otros barrios más afectados son Retiro (9%), Villa Lugano (9%) y Barracas (8%). Y así como decíamos que en Retiro se concentraban en la Villa 31, en estos barrios también se concentran los casos en las villas y asentamientos.
En conclusión según los propios datos oficiales se reproduce las diferencias entre el norte y el sur de la Ciudad de Buenos Aires, pero específicamente el contraste entre las clases sociales donde los más afectados son los barrios con mayor pobreza, hacinamiento, emergencia habitacional, falta de servicios esenciales, etcétera. Estos números reflejan la realidad que viven cientos de miles en la Ciudad consecuencias de las políticas de los gobiernos, donde por ejemplo Rodríguez Larreta invierte millones en infraestructura en los barrios del norte de la Ciudad mientras que en estos barrios más carenciados se encuentran sin agua potable o luz; así como las políticas desde el Gobierno Nacional donde el IFE no llega a todos los que se encuentran más necesitados pero sí se cubre el ATP a gerentes de empresas multinacionales.
Una vez más queda en evidencia la necesidad de revertir el orden de las prioridades de forma urgente, poner el foco en los sectores más vulnerables de la Ciudad, aumentar la cantidad de testeos para podes actuar con información, y entregar los insumos preventivos y los recursos para hacer frente a la pandemia de forma inmediata.

COVID-19 en CABA: presentan un plan para el resguardo de los derechos humanos

14.7.2020

La iniciativa es impulsada por el Observatorio para la Defensa de los Derechos Humanos de la Comuna 3. Se realizará este miércoles 15 de julio, a las 18 hs por videoconferencia.

Este miércoles 15 de julio, a las 18:00, el Observatorio para la Defensa de los Derechos Humanos de la Comuna 3 junto a un grupo de investigadores y científicos, presentarán por videoconferencia el plan “Iniciativa para el Resguardo de los Derechos Humanos en el marco de la Pandemia Covid‐19 (IRDH Covid‐19)”.
De esta manera, el observatorio señaló “la desidia por parte del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires” y puso en marcha “la Iniciativa por el Resguardo de los Derechos Humanos (IRDH), un dispositivo de detección de violación a los Derechos Humanos básicos que se ponen en juego en esta pandemia como son el derecho a la vida, la salud, la educación, la dignidad y la igualdad de las personas.” Para ello, desarrollarán “un registro único de denuncias con el fin de monitorear, registrar y dar testimonio de las violaciones hacia los Derechos Humanos en estos tiempos difíciles. El Comité de Crisis de la Comuna detectó algunos puntos de vulnerabilidad que seguramente serán desarrollados en el encuentro y incluyen los siguientes puntos.”

Puntos de vulnerabilidad propuestos por el Observatorio para la Defensa de los Derechos Humanos de la Comuna 3

Abandono
Aquellos países que no han tomado medidas de aislamiento preventivo en una etapa temprana, como Brasil o EEUU, recibieron un mayor embate de la enfermedad teniendo hoy un gran número de muertes. Sin el acompañamiento del Estado, la efectivización de medidas preventivas por parte de la población resulta imposible o deriva en graves consecuencias para la misma. Por ejemplo, la ocupación ilegal de tierras en el amazonia ha crecido en los últimos tiempos debido a la imposibilidad de los pobladores indígenas de vigilar los territorios en un contexto de aislamiento. Por este motivo la Secretaría Especial de Salud Indígena de Brasil y la Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB) reclaman un plan de emergencia para garantizar la protección de los territorios. Por otra parte, las consecuencias del abandono por parte del Estado han pintado trágicos escenarios en Ecuador, poniendo a Guayaquil como centro de una tragedia. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, un caso emblemático de abandono por parte del Estado fue el de la referente barrial Ramona Medina, que falleció por COVID 19 luego de denunciar públicamente la falta de agua y la imposibilidad del aislamiento.

Discriminación
La pandemia dejó al desnudo miserias previamente existentes, pero potenciadas por la coyuntura. Son miles los casos de discriminación y racismo explícito (cómo pudo verse en EEUU en los últimos meses) o implícito (dejando desatendidas demandas de comunidades no reconocidas por los Estados, como los son los inmigrantes y refugiados). El acto de “marcar las casas” de los sospechosos o confirmados ha sido una propuesta considerada por el Gobierno de Jujuy que recibió fuertes críticas por fomentar la discriminación de las personas con COVID-19. En este marco, los Estados cuentan con una gran responsabilidad a la hora de no fomentar las actitudes discriminatorias de las comunidades y velar por la protección de la privacidad de la población.

Violencia
Violencia por parte de las Fuerzas de seguridad. La medida que al momento resultó de mayor efectividad es la del aislamiento preventivo. Esto llevó a requerir de un fuerte aparato policial con el fin de controlar la aplicación de la misma y mantener bajo control la circulación de la población. Lamentablemente hemos sido testigos de tristes eventos desde el comienzo de la pandemia relacionados con el accionar de las fuerzas de seguridad: situaciones en las que se ha sometido a personas a realizar acciones degradantes (como ejercicios físicos o bailes en Isidro Casanova y Villa 1-11-14) por no cumplir el aislamiento; casos de amedrentamiento con armas de fuego para obligar a personas a acatar la cuarentena (Rosario y Tucumán); e incluso se han hecho públicos casos de personas que sufrieron lesiones por disparos de balas de goma, tal como ocurrió en La Plata y en General Pico (La Pampa).

Desigualdad
El virus no nos afecta a toda/os por igual. La ciudad Autónoma de Buenos Aires, la más rica del país, alberga en su seno focos de vulnerabilidades e indigencia que se manifiestan en los 57 barrios populares y en miles de Hoteles, inquilinatos, Pensiones y Casas Colectivas diseminadas por la ciudad donde las personas viven en situación de extrema vulnerabilidad y constituyen más de la quinta parte la población.
En este encuentro el grupo de investigadores sumarán su mirada sobre la evolución de la pandemia nos brindarán los aportes de la ciencia y la tecnología para enfrentarla. Así mismo se comentarán las distintas herramientas y estrategias desarrolladas para la detección de zonas de mayor vulnerabilidad a padecer violaciones a los derechos humanos.
En este marco y como cierre se presentará el Registro de las violaciones a los Derechos Humanos, que elaboró el Observatorio con la colaboración del Centro de Estudios para el Desarrollo Territorial y los aportes del Instituto del Cálculo de la Universidad de Buenos Aires y la geo-referenciación de viviendas y zonas vulnerables en un mapa interactivo que se comenzó a construir en la Comuna 3. Ambas herramientas se pondrán a disposición de la Red para conformar el registro y mapeo completo de la Ciudad como contribución a la lucha para construir una ciudad más solidaria e igualitaria, en el marco del respeto irrestricto por los Derechos Humanos.

Vecinxs no: ciudadanxs

14.7.2020

Por Sofía Spinelli

La aprobación de la nueva Ley de Alquileres sin duda implica una mejora en los derechos de las y los inquilinos, pero seguirá funcionando como un parche en tanto no se cambie de fondo la política habitacional de la Ciudad de Buenos Aires.

El aislamiento social parecería haberse establecido como marco de posibilidad para la irrupción en la agenda pública de demandas históricas, como un momento de “pausa” en el que se visibilizan y existe una pequeña brecha de oportunidad para la construcción de nuevos paradigmas de derecho dentro de la ciudad. Al menos, aparentemente.
En este contexto, una noticia festejada en los últimos días fue la sanción de la nueva Ley de Alquileres, que garantiza mejoras en las condiciones para alquilar una vivienda. Esta reforma era exigida hace varios años por colectivos como Inquilinos Agrupados, en conjunto con otras organizaciones sociales.
Más allá de que la ley de Alquileres se presenta como una normativa progresista en la recuperación de derechos de los inquilinos, que representan casi un 35% de la población en la Ciudad de Buenos Aires, la realidad de la urbe más grande del país requiere de reformas políticas mucho más profundas.

Del derecho de uso al derecho de cambio: la vivienda como mercancía

La Ciudad es el escenario en el que se reproducen las desigualdades y los derechos gestionados a partir de un modelo político de producción. Hace ya 13 años que el macrismo gobierna en Ciudad de Buenos Aires a través de una matriz neoliberal, extractiva y mercantil.
Vivimos 44 años sin una regulación de los alquileres. La primera liberación se dio en 1976; se encontraban congelados desde 1943 como medida de emergencia económica. Esta desregulación y la modificación del código urbanístico de la Ciudad de Buenos Aires en ese mismo año dieron pie a un proceso de elitización de la ciudad de Buenos Aires, según explica Alejandro Bercovich en “La insurrección de los inquilinos”.
La necesidad de una ley de alquileres se presenta como respuesta al proceso de inquilinización que atraviesa la Capital Federal. Cada vez menos personas son las dueñas de más inmuebles, construyendo en torno a la propiedad una lógica mercantil y especulativa. Jimena Navatta analiza este proceso afirmando que nos encontramos ante una situación que revierte la tendencia histórica de la vivienda en propiedad, desde la sanción de la Ley de Propiedad Horizontal en 1948: Si tenemos en cuenta que la población inquilina en el año 2003 era de 23,9% y la propietaria de 64,4% podemos observar un fenómeno de “inquilinización” de la población.
A su vez, si analizamos los datos anteriores a la luz del crecimiento poblacional en la ciudad, según Navatta notamos que la población total se mantiene estable hace 50 años, aumentando sólo 114.013 personas en el decenio 2001-2010 (CNPVH). En el mismo período, la población que vive en villas y asentamientos creció en 56.165 habitantes nuevos, es decir, 52% con respecto al 2001. Esto da cuenta de la carencia de políticas de acceso y regulación de la vivienda en la ciudad, que profundizan los modelos de mercantilización. Esto último se refleja en las 138.328 viviendas ociosas, es decir, vacías, y las 195 mil viviendas que se construyeron entre 2005 y 2018, de las cuales más del 50% son suntuosas y lujosas.
Entre las modificaciones que propone la ley se encuentran una extensión del plazo de alquiler mínimo a 3 años, brindando mayor estabilidad, una nueva regulación sobre los precios de alquileres y la regulación del monto a pagar al ingresar al inmueble. Por otro lado, propone la creación del Programa Nacional de Alquiler Social, donde se incorporan como grupos prioritarios a las mujeres que sufren situaciones de violencia de género, jubilados, pensionados, titulares de la prestación de desempleo y cualquier otra persona que se encuentre en situación de vulnerabilidad, según explica Teresita Sacón.
Mientras que se buscan establecer nuevas condiciones que representan un progreso indiscutido para las y los inquilinos, sigue existiendo una relación de poder desde los propietarios y las inmobiliarias que perjudica a quien desea acceder a una vivienda. La posibilidad de presentar una denuncia ante una o varias irregularidades implica para quien desee alquilar, seguramente, la pérdida del inmueble deseado. De esta forma, se construye un sistema en torno a la vivienda donde su necesidad supera cualquier tipo de posibilidad de contrarrestar una normativa vigente. Así, los contratos informales, los hoteles y pensiones, son realidades territoriales donde el Estado y sus normativas se encuentran ausentes. Los propietarios, de esta forma, se conforman como los directores de un juego ubicado entre las necesidades de acceso a la vivienda y su beneficio económico, con mínimas regulaciones de parte del Gobierno de la Ciudad, que se presenta entonces como el principal incentivador de este modelo.
La perspectiva es garantizar el derecho universal de acceso a una vivienda digna. En este sentido, es necesario avanzar en construir el rol de un estado que garantice a quienes tienen la necesidad, este derecho vulnerado, promoviendo registros y regulaciones que colaboren con mejorar las condiciones habitacionales de toda la población. (Sacón, 2020)
La capacidad de acceso, es decir, el derecho a una vivienda adecuada, educación, trabajo, salud, espacios verdes y recreativos, etc., se ha traducido en una estrategia mercantil dentro de la Ciudad de Buenos Aires. A 53 años de que Lefebvre definiera el concepto de derecho a la ciudad, en el municipio más rico del país este horizonte está más lejos que nunca.
Normalizar las condiciones de acceso a la vivienda implica dejar de reproducir el modelo mercantil por el cual se produce ciudad, entender que la vivienda es un derecho y no un bien del mercado. ¿Cuándo perdimos la idea del derecho?

Desalojo migrante en Floresta

14.7.2020

Desde el Bloque de Trabajadorxs Migrantes denunciaron que este domingo 12 de julio por la noche fue desalojado uno de sus integrantes, un compañero de la comunidad senegalesa, del departamento donde residía en Floresta. Se presentó de inmediato una denuncia ante la Comisaría Vecinal 10A de Floresta, a través de la Defensoría del Pueblo de Ciudad y el Ministerio Público de Defensa de Ciudad.

“Desde el inicio del Aislamiento Social Obligatorio decretado el 20 de marzo, lxs trabajadorxs excluidxs y precarizadxs reclamamos medidas que nos protejan en este contexto de crisis sanitaria, económica y social. En su oportunidad, celebramos el Decreto de Necesidad y Urgencia 320/20 del Ejecutivo Nacional, que suspende los desalojos por incumplimiento de pago, prorroga los contratos y congela los precios de alquiler hasta el 30 de septiembre. Sin embargo, vemos con preocupación cómo la administración de Horacio Rodríguez Larreta no está velando por el cumplimiento de estas medidas en la ciudad de Buenos Aires. En repetidas ocasiones hemos recibido denuncias de desalojos de familias de hoteles, habitaciones y departamentos, en los cuales se ha ignorado por completo el DNU 320/20”, afirmaron desde el Bloque de Trabajadorxs Migrantes.
En este sentido, exigen que se respete el DNU 320/20 y que efectivamente se frenen todos los desalojos, en especial en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, donde – según describen – la falta de acción del gobierno está poniendo en riesgo la integridad de muchas familias trabajadoras: “En especial de muchas familias migrantes se encuentran en extrema vulnerabilidad y total desprotección en este contexto de pandemia, pues han tenido que interrumpir sus actividades laborales en la vía pública y además tampoco han podido acceder a medidas estatales de contención económica como el IFE”.

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