A tres meses de ollas populares, Larreta sigue sin responder a los reclamos
3.9.2020
Como todos los jueves, Somos Esenciales, la campaña encarada por la CTA-A, FeNaT, Barrios de Pie, Fol y Fob saca las ollas a la calle para visibilizar el trabajo de quienes sostienen la asistencia a los más vulnerables. “El gobierno porteño entrega diez artículos cada quince días”, informan.
“Los primeros que atravesaron la pandemia de manera muy crítica fueron nuestros barrios populares. Gran cantidad de las compañeras y compañeros que estaban al frente de las organizaciones en los territorios fueron los primeros en caer. Cuando nosotros veíamos que nuestros compañeros se enfermaban vimos la necesidad de sacar a la calle, sacar a la opinión pública esta campaña de Somos Esenciales, porque era la única manera que teníamos para que se pueda visibilizar un trabajo que estaba realmente escondido y que no tiene reconocimiento de nadie”, señaló Franco Armando, secretario de organización de CTA-A Capital.
Tanto la CTA-A, como la Federación Nacional Territorial (FeNaT), Barrios de Pie, el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) y la Federación de Organizaciones de Base (FOB), realizan hoy su decimosegunda olla popular en las villas de la Ciudad de Buenos Aires como parte de la campaña Somos Esenciales: Por el reconocimiento de nuestras tareas.
A modo de balance de estas doce semanas, Armando dijo: “El primer hecho a valorizar de la campaña es su visibilización. Junto a otras organizaciones sociales de la Ciudad de Buenos Aires venimos exigiendo y denunciando cuestiones que tienen que ver con la institucionalización de las trabajadoras y trabajadores de los comedores populares en la Ciudad, que son muchos, y que consideramos que para atravesar la pandemia la única manera de que eso se realice efectivamente es con los cuidados y el reconocimiento que tiene que haber, que es un salario digno”.
En efecto, las organizaciones piden la creación urgente de un Fondo de Emergencia financiado con fondos aportados por los sectores más ricos de la Ciudad, que sirva para hacer que la tarea sea remunerada –y reconocerla como trabajo– de los miles que cumplen funciones social en los barrios vulnerables y que actualmente no perciben salario por eso.
Al respecto, el secretario de Organización de la CTA-A Capital informó que hay una serie de proyectos presentados que están siendo discutidos con legisladores porteños y otros en gestión. “Los proyectos tienen que ver no sólo con el fondo de emergencia, sino también con el reconocimiento integral de muchas de las experiencias que van más allá de lo alimentario, como lo son las trabajadoras y promotoras de derechos, de género, de salud. La campaña Somos Esenciales es mucho más amplia que una olla popular”, agregó.
Sin embargo, en este tiempo transcurrido, el pedido de “Larreta hacete cargo” parece chocar con oídos sordos. “Al principio hubo reuniones pero después eso se fue cayendo. De hecho nosotros hemos realizado denuncias respecto a la entrega de alimentos que realiza el gobierno de la Ciudad en los distintos barrios, pero no hemos tenido ningún tipo de respuesta ni mejoras en esa entrega de productos”, comentó Armando.
Y es que el gobierno porteño tiene una manera distinta de distribuir alimentos en cada villa. Por ejemplo, en la Villa 20 se entregan diez artículos cada quince días. Varía la cantidad de alimentos y los días, no es lo mismo para todos y la entrega no está centralizada.
De este problema también deviene la olla popular de los jueves. “Es el día en que con el resto de las organizaciones decidimos focalizar y visibilizar, sacar a la calle nuestras ollas. Más allá de que muchas se mantienen día a día todos los días, la realidad es que no se pueden sostener todas por la falta de mercadería para la gran demanda que tienen”, explicó Armando.
Y agregó: “Sacar la olla a la calle no tiene que ver sólo con hacer que el Estado nos reconozca, sino también con el reconocimiento de la comunidad del esfuerzo que hacen hoy las organizaciones sociales en dar de comer. La campaña viene a reclamar y a impulsar la visibilidad y el reconocimiento de parte del Estado de todo el trabajo comunitario que se hace, ya sea en los comedores, las postas de salud, las recorridas, el acompañamiento a adultos mayores. Hay un montón de trabajos que están invisibilizados y que vienen desarrollando a lo largo de todo este tiempo las organizaciones sociales”.
Por otra parte, en vistas de que el país comienza a transitar el período de la post-cuarentena y reactivación económica, José “Pepe” Peralta, secretario General Adjunto de la CTA-A Capital, señaló: “Esto implica repensar los ejes de la conflictividad social y las iniciativas a desarrollar. Por eso, nuestra campaña también ingresa en una nueva etapa donde, más allá de continuar con la caracterización de los avances organizativos y las dificultades de cada una de las ramas de actividad, estaremos trabajando junto a los sindicatos, agrupaciones y militantes del sector privado de la CTA-A, en construir e impulsar propuestas en diversos ámbitos para generar más y mejor empleo registrado y así realmente distribuir la riqueza que producimos”.