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Revés para Chocobar: el tribunal rechazó su pedido para suspender el juicio

21.10.2020

La defensa de Luis Chocobar, el policía que es juzgado por haber asesinado por la espalda a Pablo Kukoc de 17 años en 2017 en el barrio porteño de La Boca, había pedido la suspensión del debate, pero el Tribunal Oral de Menores Nº 2 lo rechazó y el juicio seguirá el próximo miércoles a las 12:30.

El Tribunal Oral de Menores Nº 2 rechazó el planteo de la defensa del policía Luis Chocobar para suspender el debate y el juicio continuará el próximo miércoles 28 de octubre. El policía es juzgado por haber asesinado por la espalda al joven Pablo Kukoc mientras corría después de un robo.
El planteo de la defensa fue que el juicio quede en suspenso “hasta que se resuelva un recurso de inconstitucionalidad que presentó contra la negativa de que sea juzgarlo por un jurado popular”.
El caso Chocobar se transformó en un símbolo de impunidad, que fue respaldado por el entonces Gobierno de Mauricio Macri, quien lo recibió personalmente en la Quinta Presidencial de Olivos, el día en que se cumplían seis meses de la desaparición de Santiago Maldonado, todo un mensaje para avalar el gatillo fácil y la impunidad, dando el nombre de Doctrina Chocobar, a los fusilamientos que lleva adelante de la policía con la excusa de “combatir el delito”.
Este aval fue el puntapié para el conocido como Protocolo Bullrich, la Resolución 956/2018 del Ministerio de Seguridad durante el macrismo, que avalaba a los policías a disparar a “sospechosos” de delitos sin necesidad de que éstos posean armas reales, cuando consideren que están “huyendo” tras cometer un presunto delito o cuando se considere que hay una alta probabilidad de que puedan provocar daños a terceros (sin necesidad de estar armados).
Contra esta Resolución, Bregman, Lacorte y otros referentes y luchadores por los derechos humanos presentaron un recurso judicial para evitar que se consumen las ejecuciones sumarias.
El juicio contra Chocobar comenzó el 9 de octubre, a pesar de los intentos de los abogados del policía por retrasarlo, con todo tipo de maniobras durante los tres años en que la justicia demoró su inicio. Te puede interesar:
El día de su inicio Myriam Bregman, luchadora incansable por los derechos humanos y legisladora porteña por el PTS-FIT señaló: “El caso Chocobar a esta altura es un claro símbolo de impunidad, donde se están dirimiendo distintas doctrinas de cómo debe intervenir un policía armado en la calle. Lo aberrante que tiene esta causa lo denunció muy bien, al explicar que “La justicia y la fiscalía, rápidamente, se pone al lado del agresor y de la policía. Después aparece estos discursos tipos los de Patricia Bullrich, que dice que es inocente, y yo lo voy a defender, aunque me demuestran lo contrario”.
Y agregó: “Hay que hacer una estadística, un mapeo de los últimos 100 casos de gatillo fácil y no vamos a encontrar ni uno solo en donde la fiscalía no diga que la bala rebotó en el piso. Ese es el argumento, siempre”. Y para demostrarlo contó el caso de Carla Lacorte en Quilmes, que fue baleada por la espalda mientras esperaba un colectivo y ese fue el argumento de la defensa del policía que le disparo.
Las declaraciones de Bregman cobran suma importancia. Esta mañana mientras se desarrollaba la audiencia, Carla Lacorte quien es referente del Ce.Pro.Dh y víctima del gatillo fácil, y desde hace años lucha junto a otras víctimas y familiares contra la impunidad, publicó en su cuenta de twitter la exigencia de juicio y castigo.
Sectores envalentonados que defienden a los asesinos del gatillo fácil no dudaron en atacarla. Pero esto tiene una explicación, y es que desde el poder político estas prácticas son amparadas, como lo hace actualmente el Ministro de Seguridad bonaerense Sergio Berni, la provincia con más casos de gatillo fácil desde que comenzó la pandemia
Mientras la crisis social avanza, el Estado refuerza el aparato represivo destinando más presupuesto, más recursos, avalando y encubriendo su accionar, como en el caso de Facundo Astudillo Castro, mientras se estigmatiza a la juventud, que es de los sectores sociales que más está sufriendo la crisis social.

Enfermería profesional: La Justicia declaró «inadmisible» la apelación del Gobierno porteño

20.10.2020

Los enfermeros y enfermeras dieron otro paso a través de la causa que abrieron ATE y otros actores hacia el reconocimiento de la profesionalización de varias licenciaturas. Estos trabajadores de la salud tienen previsto, así mismo, movilizarse este miércoles hasta la sede de la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires para continuar con el reclamo.

La justicia porteña declaró inadmisible el recurso de apelación que presentó el Gobierno de la Ciudad en la causa que iniciaron ATE y otros actores para que se incorpore a los y las licenciadas en Enfermería, en producción de bioimágenes y en psicomotricidad a la Carrera de Profesionales de la Salud de CABA.
La titular del Juzgado en lo Contencioso Administrativo y Tributario Nº 6, Patricia López Vergara, quien había rechazado a comienzos de octubre declarar abstracta la causa, ahora declaró inadmisible el recurso presentado.
ATE presentó el amparo contra el Ejecutivo encabezado por Horacio Rodríguez Larreta para solicitar que «se declare la inconstitucionalidad de los artículos 6 y 7 de la ley 6035/18», es decir, los artículos que dejan afuera de la ley (que determina quiénes son profesionales de la salud) a las y los licenciados en enfermería, los licenciados en producción de bioimágenes y en psicomotricidad, entre otros. La presentación reclamaba también que se incorpore en el régimen de la Carrera de los Profesionales a los «trabajadores/as que a la fecha de la sanción de dicha ley contaran con título y matrícula habilitante de las licenciaturas en enfermería y/o producción de bioimágenes y/o psicomotricidad».
La respuesta del Gobierno fue pedir que se declare abstracto el objeto de la causa porque crearon una «nueva carrera de enfermería y especialidades técnico-profesionales de la salud». Sin embargo, desde la asesoría legal de ATE Capital señalaron que esa carrera de enfermería «son actas de negociación paritarias firmadas sólo con una de las representaciones sindicales, Sutecba y que, además, son actas impugnadas, justamente por su falta de representatividad. A lo que se suma que el objeto del amparo es incluir a los profesionales en la ley 6035».
Los enfermeros y enfermeras tienen previsto movilizarse este miércoles hasta la sede de la Jefatura de Gobierno, en Parque Patricios, para continuar con el reclamo salarial, por condiciones laborales y por la condición de profesionales en la CABA.

INJUSTICIA POR MANO AJENA

20.10.2020

Por Colectivo Contra el Gatillo Fácil de La Plata

Iniciado el 9 de octubre en los tribunales de menores de Comodoro Py el juicio oral contra el policía Local de Avellaneda Luis Oscar Chocobar imputado por el asesinato de Juan Pablo Kukoc, a quien fusiló por la espalda con su arma reglamentaria en el barrio de La Boca el 8 de diciembre de 2017, reabre el debate sobre los límites del accionar policial para impedir una fuga, pero en realidad interpela más profundamente que si para los pobres la venganza aparece como la única alternativa a la impunidad planificada, para las instituciones y sus defensores absolutos el Hammurabi de la era distópica es la injusticia por mano ajena.

El filósofo y economista escocés Adam Smith escribió que los ricos “aunque el único fin que se proponen es la satisfacción de sus propios vanos e insaciables deseos, comparten con los pobres el fruto de todos sus progresos. Son conducidos por una mano invisible a realizar casi la misma distribución de las cosas necesarias para la vida que habría tenido lugar si la tierra hubiera estado repartida en porciones iguales entre todos sus habitantes” (Teoría de los sentimientos morales – 1759).
Como la tierra no ha sido repartida en porciones iguales entre todos sus habitantes el próximo 21 de octubre el Tribunal Oral de Menores 2 porteño que juzga al asesino Luis Chocobar deberá resolver sobre el pedido de su defensa de suspender el debate tal como está planteado y otorgar o no su realización por jurado popular. El debate se realiza ante un juzgado de menores porque están imputados el policía pero también el joven que acompañaba a Kukoc y acusado de robo agravado e intento de homicidio. En la primera audiencia del juicio Chocobar hizo uso de su derecho a no declarar. Se limitó a la estrategia de pedir un “jurado popular” para eludir la discusión técnica del caso y llevarlo al terreno político-emocional.
El juicio por jurados es un sistema de enjuiciamiento penal con participación popular previsto en la Constitución Nacional. El jurado se conforma con 12 personas con paridad de género –excepto integrantes de fuerzas de seguridad y del Poder Judicial- que son sorteadas de una lista en base al padrón electoral. Sus atribuciones varían según lo regulado en cada provincia, pero en general el jurado determina si existió o no delito y la culpabilidad de la persona, mientras la pena la establece el juez de la causa. El problema es que en sociedades como la nuestra, tan caras a la mitología criminalística, en nombre de la participación ciudadana se habilite un análisis más emocional que técnico de los hechos a personas a las que sólo se reclama una formación básica en los principios del derecho. Además bajo esta modalidad se tratan los delitos más graves del código penal, como ser violaciones, femicidios, delitos de corrupción o… un gatillo fácil. En ese sentido pesa demasiado la tendencia punitivista que se pregona socialmente para los delincuentes comunes, así como la defensa irrestricta de las instituciones corporativas cuando se trata de uniformados que cometen delitos graves, como es en este caso un claro fusilamiento público de un pibe tirado en el piso.
La mañana del 8 de diciembre de 2017 en calle Garibaldi entre Olavarría y Suárez del barrio de La Boca los jóvenes Juan Pablo Kukoc, 19 años cumplidos el 19/11/18, y un chico menor de edad, cruzaron al turista estadounidense Frank Joseph Wolek, de 54 años, e intentaron robarle una cámara fotográfica. El turista se resistió y uno de los jóvenes lo apuñaló en el corazón y en ambos pulmones, sin poder determinarse aún cuál de los dos realizó las heridas. Tras apoderarse de la cámara los jóvenes escaparon a pie y tres vecinos que se encontraban en un ciber auxiliaron al herido y decidieron perseguirlos, dos en moto y el tercero a pie. Al llegar a la escena Chocobar vio al turista resistirse al ataque de los jóvenes. Los vecinos y el policía perseguidores alcanzaron a Kukoc mientras el chico menor de edad logró huir.
Según el testimonio del policía asesino él se identificó y dio la voz de alto, pese a lo cual Kukoc, en verdad a 20 metros de llegar a su casa, reinició la huida. Ante esa actitud y porque según declaró “pensé que iba a sacar un arma”, Chocobar habría efectuado tres disparos intimidatorios hacia arriba, pero cuando vio que Kukoc no acató la orden y continuó la carrera hizo otros cuatro disparos, de los cuales dos impactaron en el cuerpo del joven, que se encontraba de espalda y en el suelo. Cuatro días después, operado de una herida en la espalda y otra que le quebró el fémur, Kukoc murió cuando estaba internado en el Hospital Argerich, rodeado de policías que lo custodiaban. En el mismo lugar fue atendido el turista, que sobrevivió a las heridas.
Para la justicia esto se trata de “exceso en el cumplimiento del deber”, ya que como intentaron definir los jueces de Cámara Julio Lucini, Rodolfo Pociello Argerich y Mariano González Palazzo “el dolo homicida a nuestro entender está despejado por la oportunidad y la forma en que disparó” y sólo estamos ante “la presencia de un exceso intensivo que se traduce en la desproporción del medio utilizado porque, siguiendo con aquella línea argumental el uso del arma, si bien extralimitada, no habría sido con el fin de quitar la vida de Kukoc”.
“Nosotros no existimos, todo el mundo se olvidó de nosotros. No nos escucha la justicia, no nos escuchan los medios, no nos escucha el gobierno” ha dicho en una entrevista Ivonne, la madre de Kukoc. Familia pobre de origen salteño migrada al sur de la CABA que no fue bendecida por la mano invisible, más bien todo lo contrario.

MATAR CON DERECHO

El ámbito dogmático en el cual la justicia va a examinar el caso Chocobar está delineado por la ley 13.982 de Personal de la Policía bonaerense y su decreto reglamentario 1050. Ambas normas establecen derechos y deberes de la Mejor Maldita Policía del Mundo.
La 13.982 habilita por un lado en su artículo 10 inciso c) que el uniformado pueda “portar el arma reglamentaria cuando se encontrare franco de servicio”, es decir que legitima el polémico “estado policial permanente”. Por otro en el artículo 11 inciso o) determina que el personal está obligado a “conocer los preceptos establecidos en el Código de Conducta Ética para los Funcionarios Encargados de hacer cumplir la Ley, aprobado por la resolución 34/169 de la Organización de las Naciones Unidas”, norma del año 1979 que en su artículo 3) define que “los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley podrán usar la fuerza sólo cuando sea estrictamente necesario y en la medida que lo requiera el desempeño de sus tareas”. Acto seguido la norma agrega elementos no menores como que “el uso de la fuerza por los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley debe ser excepcional”, que tal empleo de la letalidad se debe realizar “de conformidad con un principio de proporcionalidad”, y que “deberá hacerse todo lo posible por excluir el uso de armas de fuego, especialmente contra niños. En general, no deberán emplearse armas de fuego excepto cuando un presunto delincuente ofrezca resistencia armada o ponga en peligro, de algún otro modo la vida de otras personas y no pueda reducirse o detenerse al presunto delincuente aplicando medidas menos extremas”.
Por su parte el Decreto 1050 que reglamenta la ley de Personal de La Bonaerense SA desde 2009 por iniciativa del ministro de Seguridad Carlos Stornelli y del gobernador Daniel Scioli, señala en su artículo 208 como faltas graves “Exhibir un arma o efectuar disparos, sin justificación, sea o no en acto de servicio” (inciso g) y “cometer, por acción y omisión todo acto que importe el incumplimiento de un deber legalmente impuesto al personal policial por las normas que rigen su actuación en tanto se verifique de éste una muy grave afectación a la racionalidad y legalidad de la actuación policial” (inciso h).
Con todo esto la ley argentina habilita a matar sólo en pocas circunstancias justificadas.
Hasta ahora la justicia primero había entendido que Chocobar era punible por exceder los marcos de una legítima defensa, que por otro lado no existió ya que el policía fue un tercero en el hecho en cuestión que no actuó con un medio racional (pistola contra cuchillo). Luego la Cámara definió que es punible por exceder el “cumplimiento de un deber”, lo que mejora las condiciones del policía para defenderse en juicio e intentar justificar que en cambio actuó en pleno “cumplimiento del deber”. Pero además se le aplica el criterio del exceso, es decir un delito cometido por culpa o imprudencia y no con dolo o premeditación (artículo 35 del Código Penal), aunque se admita que su accionar se realizó con violencia o intimidación (artículo 41 bis), lo que eleva en 1/3 el mínimo la pena en expectativa, que es de 8 a 25 años (artículo 79), es decir de cumplimiento efectivo.
La Cámara entendió así que la conducta del asesino “derivó del cumplimiento de un deber que encuentra su génesis en la ley”. La fiscalía de menores, a cargo de Susana Pernas, conceptúa la acusación como exceso en cumplimiento del deber. La familia de Kukoc, con representación de la Defensoría General de la Nación, lo agrava por la condición de policía del asesino. La diferencia no es menor ni conceptualmente ni a fines prácticos, ya que la diferencia es 5 años de pena máxima o la perpetua de 25.
Una vez más decimos: la ley no obliga ni habilita al policía a tirar a matar para impedir una fuga. Ahora, ¿qué sucede cuando el uniformado mata producto de sus disparos? Allí se despliega toda la batería de elementos de justificación de parte de la justicia y el poder político determinada a dejar ese crimen en total impunidad o en todo caso relativizar la responsabilidad penal del asesino de uniforme para llevar la discusión al terreno del delito culposo y sus correspondientes penas menores. A la par el fenómeno apologético es amplificado por los medios de desinformación y defendido por los sectores sociales de la derecha que defienden al gatillo fácil como pena de muerte extrajudicial. Pero la cuestión se parece menos a la defensa de la justicia por mano propia que a la implantación de hecho de la injusticia por mano ajena. Chocobar es para todo ese sector social y sus instituciones el emergente de la venganza de clase sobre los que no tienen otro futuro que la desesperación, una muestra de lo que harían legalmente si no fuera por la molesta presencia de un par de artículos de las leyes nacionales e internacionales que tanto dicen defender.
Porque en la Provincia de Buenos Aires la hoy famosa “doctrina Chocobar” de avalar a priori que se dispare primero y se averigüe después no es nueva. Recordemos la vieja escuela noventista de “salir a meter bala a los delincuentes” del ex gobernador Carlos Ruckauf, que premiaba mejorando el sueldo al policía que bajara más delincuentes. Las críticas por izquierda al superministro Sergio Berni de parte de intelectuales o políticos progres del kirchnerismo preguntándose por qué el gobernador Axel Kicillof lo puso en el cargo trafican deshonestidad política y desmemoria. El extrañamiento del progresismo K olvida que en momentos de crisis el peronismo bonaerense siempre tomó por derecha el tema de la seguridad. Lo propio hicieron los gobernadores Felipe Solá con el agente de la SIDE Juan José Álvarez y Daniel Scioli con el penitenciario Ricardo Casal y el sheriff Alejandro Granados, en este último caso con el invalorable aporte de Berni con los operativos de desembarco de fuerzas federales en la provincia.
Es que el Albertismo no está exento de estas discusiones sobre los límites del cumplimiento del deber en sus fuerzas policiales, tanto federales como provinciales. Porque en enero de este año pudimos leer hasta en medios progresistas que “la nueva ministra Sabina Frederic anunció que derogaron el reglamento sobre el uso de arma letal sancionado por la gestión de la ex ministra de seguridad Patricia Bullrich que dejaba al efectivo determinar cuando había un peligro inminente y hacer uso o no del arma letal”. Y que “se vuelve al protocolo en base a principios internacionales de racionalidad, proporcionalidad, excepcionalidad y progresividad en el uso de la armas”. Resulta que aún con protocolo progresista la realidad de la represión en la cuarentena extendida le asigna más de 120 muertes, incluidas 3 desapariciones forzadas con la excusa de violación de la cuarentena como las de Facundo Astudillo Castro, Luis Espinoza y Ariel Valerian, a manos de su aparato represivo a la gestión del ex jefe de gabinete del “gobierno de los derechos Humanos”. Gobierno que, a su vez con vigencia de los protocolos progresistas de la ministra Nilda Garré, concentró entre 2003 y 2015 el 51 % de los asesinatos cometidos entre 1983 y 2019 por policías, militares, penitenciarios y agentes de seguridad privada, avalados todos a portar legalmente armas por el Estado. Más de 3 mil vidas de personas que en su mayoría al momento de ser asesinados no representaban peligro inminente para sí o para terceros. La mano invisible de Smith se sigue robando vidas, ahora con la injusticia por mano ajena. La mano invisible del mercado en su versión estatal, armada con 9 milímetros de ancho plomo por disparo y habilitada a matar con derecho.

SI ES INSTITUCIONAL NO ES VIOLENCIA, ES REPRESIÓN ESTATAL

Salud: trabajadores reclaman el bono a Larreta para personal administrativo

19.10.2020

Gremios del sector realizaron este lunes una protesta para reclamar al Gobierno porteño que pague el bono de $5.000 mensuales a todo el plantel sanitario.

Gremios de la salud reclamaron este lunes al Gobierno porteño de Horacio Rodríguez Larreta el pago del bono de $5.000 para la totalidad de las y los trabajadores sanitarios luego de que el personal administrativo y de maestranza de los hospitales públicos no lo cobrara. El plantel del SAME se movilizó días atrás por el mismo motivo.
Los sindicatos realizaron esta mañana un acto en la puerta del Hospital Moyano, el neuropsiquiátrico porteño que atiende en exclusividad a mujeres, que integra junto con el Borda y el Tobar García el complejo de salud mental ubicado en el barrio porteño de Barracas y depende de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA).
El gobierno de Larreta otorgó el bono a los y las trabajadoras esenciales en el marco de la pandemia por Covid-19, similar al que instauró el Gobierno Nacional varios meses antes. Pero al parecer, no considera a todo el personal de la salud esencial, a pesar que todos los sectores de los hospitales son elementales para que funcione el sistema sanitario.
«Nos encontramos en la puerta del Hospital Moyano donde confluyen diferentes organizaciones gremiales como ATE, UPCN y otras. En este momento estamos reclamando el pago del bono de $5.000 a todos los trabajadores que fueron excluidos, especialmente a los administrativos y al sector de mantenimiento«, informó la secretaria de la Asociación Gremial Interdisciplinaria del Hospital Moyano (AGIHM), Silvia Allocati, desde el lugar.
Una de las trabajadoras administrativas de la institución del barrio de Barracas, Fabiana Cane, lamentó la discriminación que ejerce la gestión de Vamos Juntos en CABA. «Es vergonzoso lo que nos está pasando porque desde el primer día estamos luchando codo a codo todos. Cada uno desde su lugar está haciendo lo que puede. Somos personas que no pudimos tomarnos un día de vacaciones, nos cortaron todo por ser esenciales, pero para el cobro del bono no todos somos esenciales«, denunció.

Aprender de la historia: las falsas promesas del Parque Indoamericano

17.10.2020

Por Juana Galarraga

El engaño a las familias que luchaban por vivienda en diciembre de 2010. Pasado y presente de protagonistas de esta historia que no puede volver a repetirse.

El 15 de diciembre de 2010, los medios de comunicación informaban que ya se habían retirado las últimas personas del Parque Indoamericano, tomado por miles de familias de la zona de Lugano, desde el día 3.
¿Se fueron a casas nuevas, luego de que el Gobierno nacional y de la Ciudad de Buenos Aires resolvieran su emergencia habitacional? No. Se fueron tras resistir un desalojo salvaje, ataques de patotas, la demonización de los medios masivos, bajo extorsión de perder el derecho a la asistencia social y con la promesa de un plan de viviendas que nunca se llevó a cabo.
Un repaso por el pasado y el presente de algunos personajes de esta historia que no puede volver a repetirse.

Sergio Berni

Actual secretario de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. En 2010 era funcionario del Ministerio de Desarrollo Social, a cargo de Alicia Kirchner. Fue el negociador entre el Gobierno nacional y las familias que luchaban por vivienda.
“En el Indoamericano me instalé en una carpa con ellos 10 días, viví con ellos, comí con ellos y una noche desalojé a 16.000 personas”, se jactó recientemente en televisión. Luego de su accionar, fue premiado con un cargo en el flamante Ministerio de Seguridad creado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
En 2014 colaboró con el Gobierno porteño de Mauricio Macri en el desalojo del Barrio Papa Francisco. “Había que desocupar” dijo, “se estaba generando un lugar donde había delincuentes”.
El jueves 8 organizaciones de Derechos Humanos, de izquierda y el sindicalismo combativo protagonizaron una gran jornada solidaria en apoyo a las familias que luchan por vivienda en Guernica, Partido de Presidente Perón. El mismo día, Berni dijo que no podrá cumplir la orden de desalojo dictada por el juez Rizzo para varias fechas tentativas entre el 14 y el 30 de octubre. “No puedo encontrar cuatro cuatriciclos que funcionen”, se justificó.
Este lunes las familias de Guernica denunciaron la presencia de caravanas de móviles y motos policiales por las zonas aledañas y el ingreso de efectivos de civil al predio en cuatriciclos. Parece que los encontró.

Horacio Rodríguez Larreta

Actual Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El 14 de diciembre de 2010 era el Jefe de Gabinete de la Ciudad. Brindó una conferencia de prensa junto a Aníbal Fernández, en la que prometieron el plan de viviendas con financiamiento conjunto que después de 10 años jamás pusieron en pie.
El reclamo popular nunca cesó y después del Indoamericano hubo más tomas en la zona.
El plan de urbanización de la Villa 20 fue votado en la Legislatura porteña en 2005, pero las obras empezaron más de 10 años después. Recién en 2016 Larreta comenzó la construcción de monoblocks de mala calidad para vecinos de la villa. El objetivo: tapar el barrio precario antes de los Juegos Olímpicos de la Juventud, realizados en la ciudad en 2018.
Este lunes los diarios informaban sobre los planes de Larreta para las elecciones de Juntos por el Cambio en la tercera sección electoral de la provincia de Buenos Aires. Entre otros distritos populosos comprendidos en el área, se encuentra el de Presidente Perón.
El viernes 2 de octubre se incendió la casilla de una familia de la Villa 20. El fuego fue difícil de apagar, por la falta de acceso al agua y las complicaciones del camión de los bomberos para entrar al barrio.

Aníbal Fernández

Actual director de Yacimientos Carboníferos Río Turbio (YCRT). En diciembre de 2010 era el jefe de gabinete de la Nación. Era uno de los principales impulsores de la campaña de estigmatización contra las familias del Indoamericano, para justificar la represión.
Mismo artilugio había utilizado en 2002, ante los asesinatos de Maximiliano Kosteki y Darío Santillán en el puente Pueyrredón, diciendo que “los piqueteros se habían matado entre ellos”.
En la conferencia de prensa que brindó el 14 de diciembre de 2010 con Larreta, aseguró que quien ocupara un terreno público o privado, perdía el derecho a acceder a cualquier plan de vivienda, así como a cualquier tipo de asistencia social.
Según confirmaron fuentes oficiales, este miércoles 7 se reunió por segunda vez en 48 horas con el presidente Alberto Fernández. “Vine a charlar, yo siempre estoy para ayudar” , dijo a los medios.

Cristina Fernández de Kirchner

Actual vicepresidenta de La Nación. En diciembre de 2010 era la presidenta. El 10 de Diciembre de 2013 encabezó un acto a 30 años del retorno de la Democracia, en el marco del día Internacional de los Derechos Humanos.
“Fíjense qué casualidad, hace tres años: Parque Indoamericano. También un 10 de diciembre, hacíamos un festival por los derechos humanos en la Plaza de Mayo, que terminamos suspendiendo por hechos desencadenados por una patrulla o por dos de la policía, que terminaron con tres muertes de ciudadanos bolivianos y paraguayos. También recuerdo que a pocos días de las elecciones en las cuales resulté electa por más del 55 % de los votos, allí también se produjeron, casualmente en diciembre, parece que además el contagio tiene fecha muy precisa en un calendario”, dijo.
¿Crisis habitacional, personas con derechos elementales vulnerados? Tres años después el relato había convertido a lo sucedido en mera especulación de la oposición.
En diciembre de 2010 Cristina vestía de luto por la muerte de Néstor, cuando recibió a los familiares de las víctimas de la represión del Indoamericano. Les dijo que se había enterado de lo sucedido por televisión, que estaba muy dolida y que las iba a ayudar a esclarecer el caso.
• Hasta el día de hoy no sucedió – suspira Jorgelina.
Jorgelina Salgueiro
Vive en uno de los monoblocks construidos hace menos de tres años por Larreta. Ya tuvo problemas de humedad, filtraciones y escapes de gas en el departamento. Hace poco estuvo dos meses sin gas porque a una vecina le explotó el calefón.
En 2010 vivía en una casa que estaba a apenas tres cuadras, saliendo del monoblock, bajando hacia la villa. Ni bien se mudó con su familia la demolieron para que no la ocupe otra. Unas chapas tapan el hueco que quedó.
El 7 de diciembre de 2010, su hermano Bernardo estuvo llevando provisiones para unos amigos que estaban en la toma del Parque Indoamericano. A algunos los conocía desde antes de venirse de Paraguay, en 2004. Era carpintero y tenía 22 años.
Hizo varios viajes de entrada y salida al predio. En el último alcanzó a llevarles empanadas y cigarrillos.
Bernardo caminó herido, dobló la esquina y llegó hasta la planta baja de la casa actualmente demolida. Antes de desmayarse le dio la billetera con el DNI a un familiar, con la instrucción precisa de que la guardara y no se la diera a nadie que no fuera Jorgelina.

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