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Larreta ya anticipa paritarias de ajuste para 2021

23.11.2020

Así quedó definido en el presupuesto para la Ciudad que envió a la Legislatura. Habrá ajuste para varias partidas entre ellas las definidas para las negociaciones salariales.

El Gobierno porteño acusó a la Casa Rosada por tener menores ingresos, pero lo cierto es que definió quién pagará ese ajuste. En el Proyecto de presupuesto que envió a la Legislatura porteña descartó obras, afectará los servicios y también las paritarias del sector público.
El ajuste, señala que afectará desde el servicio de recolección de residuos que se haría menos veces por semana, hasta las paritarias y el mantenimiento hospitalario y de los parques y plazas.
El Gobierno porteño señaló: «Se suspenden, ralentizan o postergan obras, planes y proyectos; se pasa a un mantenimiento mínimo y esencial del espacio público; se revisan los grandes contratos y servicios que brinda la Ciudad».
Larreta confirmó que reducirá gasto afectando los servicios de recolección de residuos y al CEAMSE, el mantenimiento hospitalario, el mantenimiento del espacio público y de los espacios verdes y El servicio de vigilancia privada.
Está previsto también ahorrar en alquileres de oficinas fomentando el trabajo remoto y «apostando siempre al diálogo con los sectores gremiales se buscará contemplar el poder adquisitivo de los trabajadores en especial los salarios más bajos». En criollo paritarias por debajo de la inflación.

El ajuste de Larreta le suma presión al convulsionado gremio de municipales porteños

23.11.2020

El Gobierno porteño ya proyecta paritarias por debajo de la inflación. Tendrá impacto en el inflamable gremio de municipales porteños inmerso en una mediática pelea. La renovación de la conducción será en 2021.

El proyecto de presupuesto que Horacio Rodríguez Larreta envió a la Legislatura porteña para ser aprobado dejó una serie de cuestiones claras: la primera de ellas es que se proyecta un nuevo ajuste sobre los empleados públicos de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
La noticia cae como una bomba que suma presión en el inflamable gremio de municipales porteños, SUTECBA, desde hace meses envuelto en una mediática disputa entre el oficialismo y la oposición, que aspira a desbancar de la secretaría General al eterno Amadeo Genta.
El último entendimiento paritario ya había generado revuelo e incluso un cruce a través de los medios. La oposición, referenciada con Carlos Elías, rechazó el 15% en cuotas y no remunerativo que firmó el oficialismo.
Los de Elías más tarde fueron a la OIT para denunciar que Genta incumplía el cupo femenino en la comisión directiva del gremio.
Como sea, las diferencias internas deberán saldarse en los comicios de renovación de autoridades que, coronavirus mediante, tendrán su ida a las urnas en 2021. Allí el ajuste de Larreta puede generar un problema adicional para Genta que buscará revalidar sus credenciales en un contexto de ajuste. Algo siempre complejo.
Aunque todavía no hay certezas sobre si será el propio Amadeo quien encabece la lista del oficialismo, ya empezaron a sonar potenciales sucesores por la edad avanzada del cacique gremial. Entre ellos su hijo Emiliano, hombre que ya es parte de la conducción y que este año tuvo una serie de reuniones de alto voltaje sindical, entre ellas una con Pablo Moyano que hizo mucho ruido.
Por incumplimiento del Cupo Femenino Sindical

Paro, marcha y acampe en Plaza de Mayo por el Día de la Enfermería

20.11.2020

Exigieron al gobierno porteño acceder a derechos básicos como una licencia o las vacaciones. Y denunciaron que en medio de la pandemia, sus condiciones laborales se agravaron.

Una multitud de enfermeros y enfermeras de la ciudad de Buenos Aires copó el centro porteño: hubo paro en los hospitales, acampe en Plaza de Mayo, mucho ambo en las calles y un reclamo central: ser reconocidos como profesionales de la salud, una categoría de la que la gestión macrista los excluyó. La movilización se organizó en la víspera del Día de la Enfermería, que se celebra este sábado. Y volvió a visibilizar el doble discurso del gobierno porteño: mientras se elogia la tarea del personal de salud en la emergencia sanitaria, a enfermeras y enfermeros se les niegan derechos básicos como la licencia o las vacaciones. A las condiciones de trabajo agravadas este año por la pandemia, se le sumó también el malestar por el atraso salarial.
Desde los hospitales de la Ciudad y de la Provincia de Buenos Aires, cientos de profesionales de la salud se acercaron este viernes a las inmediaciones del Congreso para movlizarse hasta Plaza de Mayo por la profesionalización de la actividad y “por un salario digno”: el sueldo de la categoría de enfermería apenas llega a 35 mil pesos.
También hubo paros y movilizaciones en Neuquén y en Córdoba. “Este es un reclamo federal, porque el maltrato hacia nuestra profesión no hace diferencias”, señaló a Página/12 Clara Bibiloni, enfermera de terapia intensiva en el Hospital Fernández. Después de la marcha, los trabajadores de la salud acamparon en Plaza de Mayo.
Hay una frase que resuena desde el 2018: «La enfermería es profesional». Ese año, cuando al sancionar la Ley 6035 la Legislatura porteña dejó a los enfermeros y enfermeras excluidos de la categoría de profesionales de la salud, empezó la lucha de los trabajadores de los hospitales que dependen del Gobierno de la Ciudad.
Este viernes, la bandera principal que encabezaba la marcha llevó un mensaje contundente: “No a la violencia contra enfermería”. A principios de octubre, en la movilización durante el Día de la Sanidad, un conjunto de enfermeras que se manifestaban en la puerta de la Legislatura fueron golpeadas por la Policía de la Ciudad. Bibiloni, que fue una de ellas, relató: “Lloro muchas veces, antes o después de ir a trabajar. Estoy agotada, llegando a un pico de estrés, y aun así tengo que seguir remando, pensando en sumar nuevos trabajos para llegar a fin de mes”.
De fondo, los cantos acompañaban la movilización que avanzaba por Avenida de Mayo: “reprimen, silencian; mientras la salud espera, seguimos luchando por el pase a la carrera”. Dos enfermeras, que llevaban escritas frases sobre sus ambos blancos, intentaban acomodar su bandera del Hospital Sardá, la maternidad de donde salió la movilización que, a fines de octubre, culminó con un acampe frente a la casa de Gobierno porteño. “La postura de (el ministro de salud porteño, Fernán) Quirós es firme: no quiere reconocer que los enfermeros son profesionales de la salud”, afirmó Rodolfo Arrechea, titular de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE Capital), y advirtió que “si no hay respuesta, vamos a hacer un paro nacional y a pedirle al Presidente, Alberto Fernández, que nos reciba”.
Si bien entre los referentes corría el rumor de una posible reunión en la Casa Rosada, finalmente no se concretó, aunque pudieron entregar una carta dirigida al Presidente. “Venimos desde el inicio de la pandemia poniendo el cuerpo y dejando la vida en los hospitales”, relataron en el escrito, en el que le solicitaron que convoque a una reunión “de carácter urgente” con los ministros de Salud de la Provincia, de la Ciudad y de Nación. “Sentimos que al día de la fecha ese reconocimiento social no se tradujo a nivel laboral, salarial y profesional”, advirtieron los referentes de las diferentes organizaciones que participaron del reclamo.

La columna vertebral del Hospital

La semana pasada, la Asociación de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires (Cicop), convocó a una gran caravana por la Ciudad, que terminó con un reclamo frente al Ministerio nacional de Salud. Este viernes, enfermeros y enfermeras de toda la Provincia de Buenos Aires –del Hospital Eva Perón, del partido de San Martín, del Estéves, de Lomas de Zamora, y del Oñativia, de Rafael Calzada, entre otros– se sumaron a la movilización. “Es triste que arriesguemos nuestra vida y no se nos reconozca con un salario digno. La lucha es común para todos los enfermeros del país”, señaló María, que estudió en la Cruz Roja y en la Universidad de La Plata, y trabaja hace 10 años en el Oñativia.
“La enfermería es la columna vertebral de toda institución de salud, si no mantenés fuerte tu columna vertebral el resto del cuerpo no funciona bien”, explicó Celia Giménez, enfermera en el Hospital Oftalmológico Santa Lucía, y agregó: “La energía para reclamar la sacamos de la vocación, porque las ganas de servir a la sociedad es parte de nuestro pensamiento y no queremos dejar de hacerlo”.
Al masivo reclamo de enfermería, el martes pasado se sumaron los médicos: profesionales de distintas especialidades de los hospitales porteños llevaron adelante un paro de 24 horas para manifestar su rechazo al aumento del 23 por ciento –en tres cuotas– que les propuso el Gobierno de la Ciudad. Si bien la Asociación de Médicos Municipales (AMM) no convocó a una movilización, un movimiento de médicos, concurrentes y residentes autoconvocados se manifestaron frente a la casa de Gobierno porteño.
Este viernes la expansión del reclamo podía verse en las banderas que sostenían los trabajadores de los distintos centros de salud: Méndez, Rivadavia, Borda, Moyano, Posadas, y también el Hospital Garrahan, en el que se reunieron “con una convocatoria multitudinaria” para salir hacia Plaza de Mayo. “La sensación oscila entre la emoción y la tristeza por estar en esta situación siendo un centro de salud de tanta referencia para el país”, se lamentó Norma Lezama, titular de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan.
La semana pasada, los profesionales del Hospital presentaron una carta dirigida al ministro Ginés González García, en la que manifestaron su rechazo al 7 por ciento de aumento que el Consejo de Administración les propuso. “La respuesta fue la oferta de un bono de 10 mil para cobrar por única vez. El problema de los bonos, así como los módulos y las horas extra, es que no son soluciones a largo plazo. Queremos discutir verdaderamente nuestro salario”, explicó a este diario Pino Oroz, referente de ATE en el Garrahan, y remarcó que “fue un año muy estresante”.

Una profesión no reconocida

Para asegurar las guardias mínimas hubo quienes, como parte de la lucha, se quedaron en los hospitales porque no pueden dejar de atender a los pacientes. “Hoy, que estamos de paro, no hay quien cumpla las tareas que hacemos en el Hospital”, advirtió Liliana, que hace 35 años es enfermera y hace 20 trabaja en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. “Yo reclamo para los que vienen, para los que están estudiando”, afirmó y remarcó que la suya “es una profesión muy linda pero poco reconocida”.
En medio de la avenida, Liliana y sus compañeros del Hospital Gutiérrez acarreaban una pequeña camilla con un muñeco de plástico y, atados a los costados, dos tubos de los que colgaban recipientes con líquidos transparentes y rojos que se movían a cada paso. “Esto es para que los que deciden nuestros salarios vean a qué nos enfrentamos cada día. Cómo trabajamos con los pacientes. Vivimos situaciones de mucha presión”, explicó la enfermera, quizás la más experimentada del grupo.
Instrumentadores quirúrgicos, licenciados en bioimágenes y enfermeros y enfermeras llevan adelante un mismo reclamo: que las autoridades de la Ciudad los recategorice como profesionales de la salud. “Es un pedido histórico por una vida mejor, por un sueldo acorde a la importancia que nos dicen que tenemos”, agregó Julia, que trabaja en el Cesac 46, ubicado en el barrio de La Boca.
Cerca de las dos de la tarde, el masivo reclamo que ocupaba más de tres cuadras llegó a Plaza de Mayo, donde se instaló el acampe. Reynaldo llegó junto a su compañera que, como él, trabaja en enfermería en el Hospital Fernández. “Enfrentamos situaciones terribles y resistimos durante todo el año, reclamando mientras trabajábamos, sin desatender la situación”, relató el hombre, vestido con su ropa de trabajo, y se preguntó: “¿para qué nos formamos, estudiamos, trabajamos tanto, si nadie nos lo reconoce?”.

Curas villeros, sobre Soledad Acuña: “Las miradas prejuiciosas y estigmatizantes son inadmisibles en funcionarios del Estado”

19.11.2020

Por Mariano Nieva

En un nuevo comunicado, el equipos de sacerdotes que viven en villas y barrios populares porteños repudiaron los dichos de la ministra de Educación de CABA.

“Queremos expresar nuestro enérgico repudio a declaraciones de la señora Ministra de Educación de la CABA sobre todo cuando se refiere a la deficiente formación de los docentes, supuestamente porque, entre otras cosas, muchos provienen de niveles socio-económicamente bajos.” De esta manera comienza el documento que redactaron los curas villeros y que lleva por título “Respeto para los docentes y para nuestro vecinos”, en rechazo a las lamentables declaraciones que la funcionaria del gobierno porteño Soledad Acuña realizó en contra de maestros y maestras.
A continuación el documento completo:
Respeto para los docentes y para nuestros vecinos.
Queremos expresar nuestro enérgico repudio a declaraciones de la señora Ministra de Educación de la CABA sobre todo cuando se refiere a la deficiente formación de los docentes, supuestamente porque, entre otras cosas, muchos provienen de niveles socioeconómicamente bajos. Como curas que vivimos en villas y barrios populares somos testigos de miles de vecinas y vecinos de nuestros barrios que, con muchas dificultades, van progresando en un verticalismo social ascendente en lo que respecta a la educación. Muchos de ellos, cuyos padres no habían podido acceder a la escuela, son primeros egresados en sus familias, tanto en primaria como también en secundario, incluso en terciario y universitario.
Como equipo de curas que lleva más de 50 años en las villas acompañamos la escuela pública en nuestros barrios y hemos abierto escuelas parroquiales de Gestión Social en los distintos niveles, incluso terciario, cada vez con más alumnos.
Las miradas prejuiciosas y estigmatizantes que abundan en la sociedad son mucho más inadmisibles en funcionarios del Estado.
Nuestros barrios, marcados históricamente por la exclusión y la ausencia del Estado, merecen que la inclusión y la presencia del Estado sean prioridad a la hora de diseñar políticas públicas.
En nuestros proyectos pastorales con los chicos, adolescentes y jóvenes, tanto en la prevención como en la recuperación, consideramos que nunca puede faltar el sentido de inclusión. Los docentes de nuestros barrios son muy respetados por los vecinos. En el ámbito educativo, vemos cómo cuesta en muchos casos integrar a los “cabezudos y complicados”. Como en otros temas, nos parece que siempre la clave es “acompañar y no excluir”.
Celebramos cómo jóvenes que han crecido en nuestros barrios y llegaron a recibirse en niveles superiores, se han destacado en sus estudios.
Incluso, algunos llegaron a ser directivos en instituciones de adentro y de afuera de la villa. Que la Virgen de Lujan nos ayude a dialogar a favor de una sociedad con oportunidades para todas y todos.
Buenos Aires, 19 de noviembre de 2020.-
Equipo de Sacerdotes para las Villas de la Cuidad de Buenos Aires
P. Guillermo Torre, Párroco de Cristo Obrero. Villa 31.
P. Juan Isasmendi, Párroco de Madre del Pueblo. Villa 1-11-14.
P. Lorenzo de Vedia, Párroco de Virgen de los Milagros de Caacupé. Villa 21-24 y Zavaleta.
P. Gastón Colombres, Párroco de Nuestra señora del Carmen. Villa 15
P. Adrián Bennardis, Párroco de Virgen Inmaculada. Villa 3 y Barrio Ramón Carrillo.
P. Pedro Bayá Casal. Párroco de Nuestra Señora de la Esperanza. Villa Rodrigo Bueno.
P. Andrés Tocalini. Párroco de Nuestra Señora de Fátima. Villa Los Piletones.
P. Franco Punturo. Párroco de María Madre de la Esperanza. Villa 20.
P. Gustavo Carrara, obispo auxiliar de Buenos Aires, Vicario para la Pastoral en Villas de la Ciudad de Buenos Aires

Myriam Bregman exigió la renuncia de Soledad Acuña en la Legislatura porteña

19.11.2020

Antes los escandalosos dichos de la ministra de educación porteña, la diputada del Frente de Izquierda exigió su renuncia. “Es toda una posición ideológica que justifica su política contra la educación pública”, remarcó.

En la sesión legislativa de la Ciudad de este jueves, la diputada Myriam Bregman del PTS en el Frente de Izquierda, presentó una moción de privilegio para tratar y exigir la renuncia de la ministra de educación Soledad Acuña. “Sus dichos no son aislados, es una ideología que acompaña a las políticas de destrucción de la educación pública”, remarcó la diputada.
La mayoría automática que Larreta tiene en la legislatura impidió su tratamiento, a pesar de que todos los bloques de oposición votaran afirmativamente este despacho. Pero no se puede ocultar la inmensa bronca que recorren las escuelas, entre docentes y familias, o en los institutos de formación docente porteños que denuncia los dichos de la ministra y piden su renuncia.
Refiriéndose a la ministra Soledad Acuña, la diputada Bregman expresó: “Sus dichos de zurdos y fracasados es una ideología profunda, que va en consonancia con los dichos de Macri cuando dijo que caemos en la escuela pública. Hay una repetición, ya no se puede decir que son dichos aislados. Demuestra un profundo odio de clases”.
“Esto mismo es algo que se discute mucho en la región. Bolsonaro planteó que hay que exterminar a la basura marxista de las escuelas de Brasil. Falta que digan que son derechos y humanos”, esgrimió Bregman.
Y agregó “la dictadura en la Argentina, tenía un manual de como perseguir la subversión en las escuelas y universidades. Por esto no podemos dejar pasar estos dichos”.
Su compañera de banca, Alejandrina Barry, acompañó desde las redes los dichos que Bregman realizó en el recinto.
En otro momento Bregman se refirió a la lucha de los estudiantes terciarios porteños, futuros docentes: “Nosotros fuimos parte de las multitudinarias movilizaciones contra la UniCaBa, que precisamente lo que ataca por orden de Larreta son los institutos de formación docente. Demasiadas casualidades para que sean un exabrupto”.
Cerrando su intervención Bregman relató: “Nuestros hijos van a la escuela pública, nos formamos en la escuela pública, soy hija de un docente de la escuela rural y pública y que por eso nos sentimos totalmente agraviados. Por eso pedimos su inmediata renuncia”.

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