Comunicadores del Sur

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Paro y movilización unificados de profesionales de la salud residentes de Nación, AMBA y CABA

22.12.2020

Trabajadores y trabajadoras de la salud residentes y concurrentes nucleados en Asamblea de Residentes de Nación, la Comisión Provincial de Residentes y Asamblea de Residentes y Concurrentes de la Ciudad de Buenos Aires realizan un paro y movilización unificada a Plaza de Mayo en rechazo a las propuestas paritarias gubernamentales, por considerar que mantienen sus salarios desactualizados y debajo de la Canasta Básica del INDEC, ante la falta de pago a los y las ingresantes desde octubre de este año, por mejores condiciones laborales, ante la falta de insumos y precaria infraestructura en la instituciones de salud públicas, siendo que son la primera línea de lucha contra la pandemia de Covid-19. «También hay mucha gente que la ingresaron a planta permanente en provincia y están cobrando sueldos que no se corresponden con la realidad, o no nos pagan el bono. Por eso movilizamos: para tener una respuesta del Estado nacional, provincial y de CABA», agregó Juan Pablo, trabajador de la salud residente.

Juan Pablo es uno de los trabajadores de la salud residentes que se encuentra movilizando. En diálogo detalló los motivos de la medida de lucha conjunta: «movilizamos por la falta de pago a los ingresantes de octubre de este año, la falta de pago a los jefes de residentes, salarios totalmente desactualizados, que no alcanzan ni siquiera a la Canasta Básica del INDEC, y ni hablar de las condiciones de laburo, que siempre tenemos, con escasez de insumos y nombramientos».
Asimismo, expresó: «también hay mucha gente que la ingresaron a planta permanente en provincia y están cobrando sueldos que no se corresponden con la realidad, o no nos pagan el bono. Por eso movilizamos: para tener una respuesta del Estado nacional, provincial y de CABA», señaló el trabajador.
Desde que se declaró la pandemia por Covid-19 en todo el mundo, y el personal de salud comenzó a ser la primera línea de lucha contra la pandemia, los reclamos de los y las trabajadoras de la salud, y de los y las residentes y concurrentes en particular, se agudizaron en reclamo de sueldos dignos, pase a planta permanente, contra los despidos masivas ante la baja de casos de coronavirus y por mejores condiciones laborales, como insumos e infraestructura en el sistema público de salud nacional, provincial y porteño.

Roxana Cainzos: “Trabajamos con los pibes y las pibas para darles conciencia de sus derechos”

21.12.2020

Por Juan Borges

La madre de Nehuen Rodríguez habló en el marco de la conmemoración del sexto aniversario del asesinato del joven que falleció luego de ser atropellado por un patrullero de la entonces Policía Metropolitana.

El 15 de diciembre pasado se conmemoraron seis años del asesinato de Nehuen Rodríguez, asesinado luego de ser atropellado por por un patrullero de la entonces Policía Metropolitana. En este marco, Roxana Cainzos, madre del joven víctima de violencia institucional.
¿Qué balance hace de estos seis años desde el asesinato de Nehuen?
Roxana Cainzos: Desde ese día mi vida cambio de ser una simple vecina a ser una luchadora de los derechos humanos por nuestros pibes, por nuestra juventud. Conocí muchas madres que me enseñaron como seguir adelante. Tratamos de trabajar con los pibes y las pibas del barrio tratando de darles un poco de conciencia social, de sus derechos. Estamos tratando de crear nuevos espacios para contener y acompañar sus problemáticas. Sobre todo para los pibes de nuestros barrios que son los más estigmatizados y perseguidos por su condición de humildes por estas fuerzas de inseguridad. Seguimos en la lucha levantando las banderas de nuestros hijos.
¿Cómo fue el proceso de lucha?
RC: Nuestro proceso de lucha comenzó con sus compañeros y amigos de la escuela secundaria. Ellos me empujaron a comenzar la lucha mostrándome la culpabilidad de los policías que lo habían matado y así fue como salimos. Buscamos pruebas en el barrio de Barracas que fue donde sucedió, a realizar marchas cada quince días para conseguir apoyo y nuevas evidencias para llegar a la verdad y llegar al juicio, que recién lo conseguimos después de tres años y medio, sabiendo que no íbamos a conseguir mucho pero al menos conseguir respetar ese derecho. El juicio fue muy manoseado debido a que se armaron un montón de pruebas para ensuciar a Nehuen, buscando estigmatizarlo, sin embargo, llegamos bien con muchas pruebas a nuestro favor. Aunque quisieron mostrar a mi hijo como un delincuente nosotros logramos dejar en claro que era un chico bueno, que manejaba su moto con propiedad y tenía todo en regla.
¿Qué aprendió de la experiencia con el Poder Judicial?
RC: Cuando llegamos al juicio entendimos que la única justicia era que le den tres años a Daniel Castagnasso, pero solo le quitaron su registro de conducir. Agradecemos mucho a los medios de comunicación que nos apoyaron siempre, los medios populares y alternativos como ustedes que crearon un colectivo de comunicación para acompañar los juicios y hacer radios abiertas afuera ya que no podían estar adentro. También agradezco infinitamente a las madres que nos acompañaron siempre, me fortalecieron y sostuvieron para seguir adelante. Vamos a seguir adelante para que alguna vez se terminen estos crímenes injustos y que finalmente haya un mundo mejor.

Los enfermeros acampan en 9 de Julio y dicen que Larreta tiene recursos para aumentar la pauta pero no para el personal esencial

21.12.2020

Enfermeros y enfermeras de la Ciudad de Buenos Aires (Caba) volverán a movilizarse hoy al Obelisco porteño, en reclamo de aumento salarial y del reconocimiento profesional de los trabajadores de la salud.

Durante la jornada, convocada por la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE), los trabajadores del sector anuncian incluso la posibilidad de un «acampe de protesta» en el mismo Obelisco, a partir de las 13, y bajo la consigna: «La Enfermería concentra en Obelisco, corta y acampa en la 9 de Julio».
“Es increíble: para que nos reciba el Gobierno de Larreta tenemos que cortar y acampar en la 9 de Julio”, advirtieron los organizadores de la manifestación a Télam.
Después de más de cuatro meses de paros, marchas, ruidazos en domicilios de funcionarios y acampes, los trabajadores de los hospitales de la Ciudad siguen reclamando el reconocimiento profesional, salarial y laboral «sin ser ni siquiera recibidos por funcionarios del Gobierno» de CABA, recordaron en un comunicado de prensa.
“Llevamos más de 200 colegas fallecidos por Covid-19 por estar donde nunca dudamos en estar: en la primera línea de atención a la comunidad. Pero el trato que nos da el Gobierno de Horacio Rodríguez Larreta y su ministro de Salud Fernán Quirós es como si fuéramos descartables”, dijo Andrea Ramírez, enfermera del Hospital Ramos Mejía, una de las referentes de la Asociación de Licenciados en Enfermería (ALE).
Por su parte, Carolina Cáceres, enfermera del Hospital Tornú y también referente de ALE remarcó: «La sociedad los va a castigar como funcionarios y como Gobierno por este grado de postergación al personal esencial de salud».
«Tienen recursos para aumentar la publicidad oficial y subsidiar lo privado, pero para responder a la enfermería y encaminar un reclamo elemental, miran para otro lado”, completó.

Emergencia cultural: trabajadores del sector independiente de Ciudad expusieron su situación

20.12.2020

Por Victoria Albornoz Saroff

De manera unánime, referentes de organizaciones agrupadas, afirman que esta fragilidad de la escena independiente no se originó en la actual crisis sanitaria, sino que viene desde hace un largo tiempo, y que pese a la reactivación de muchas actividades, la cultura independiente no volvió.
Por decisión de la autora, el artículo contiene lenguaje inclusivo.

Este lunes 14 de diciembre, distintas organizaciones del campo de la cultura independiente de la Ciudad de Buenos Aires convocaron una conferencia de prensa a las 10 de la mañana en el Espacio Planta, ubicado al sur de la Ciudad. Entre las principales cuestiones plantean la dificultad para encontrar un esquema de sostenibilidad viniendo de un largo período de estancamiento, teniendo que funcionar al 30% de su capacidad y afrontar inversiones muy por encima de sus capacidades para readecuar las estructuras de las salas o reconfigurar lo presencial a lo virtual, vaticinando el peor de los escenarios: tener que bajar el telón.
Los rostros detrás de esta mesa muestran una conformación heterogénea e interseccional como pocas. Quienes frecuentan salas, centros culturales y espacios comunales saben que se trata de ámbitos donde no hay derecho de admisión ni para quienes crean, ni para quienes viven las experiencias que la cultura independiente propone. Las personas que sostienen dichas actividades lo realizan con el esfuerzo cotidiano de su trabajo, tienen responsabilidades fiscales, económicas, familiares, comunales, como toda la ciudadanía. También tienen derechos, entre ellos, al trabajo. Un derecho fundamental que en nuestra sociedad funciona como garante de otros derechos como la seguridad social, la supervivencia de trabajadores y las de sus familias, la salud y la posibilidad de mantener una vida digna cuando llegue el momento de retirarse.
Asimismo, el sector cultural posee características particulares. Sus producciones o servicios como bienes poseen un doble valor económico y social, de reproducción simbólica e ideológica. Sobre esta cualidad, Juan Benbassat (GETI) resaltaba: “A lo largo de los años venimos desarrollando un camino, un lenguaje y participación social en pos de construir nuevas líneas de pensamiento crítico”. Tales actividades son puestas en valor por la sociedad luego de haber sido experienciadas, es decir se necesita primero de esa comunión con la obra, ver, escuchar, ponerle el cuerpo y crear, para luego valorarla. Por tales razones, la coyuntura provocada por la pandemia afecta de manera sensible a estos sectores. En línea con el planteo expresado en la conferencia: “les artistas, técniques y empleades, subsisten gracias a esos ingresos generados por la venta de entradas”. Además se trata de producciones que no siempre se ajustan a la dinámica de oferta y demanda; muchas veces se transforman en bien público, se vuelven motivo de apropiación y resignificación; son bienes portadores de conocimiento y de la herencia humana común, pudiendo adquirir valor patrimonial. También juegan un papel importante en el enriquecimiento de la diversidad social y cultural, y cuentan con un aspecto poco explorado que es su contribución a la seguridad social debido a su presencia anclada en lo territorial: donde hay una sala, un centro cultural, aumenta la circulación de artistas y vecines de distintos barrios, las veredas se iluminan, tanto pibes de la esquina, intelectuales, niñes y viejes cuentan con un espacio que les encuentra. No es de extrañar que la comunidad cultural hoy reunida platea al unísono que la cultura debe ser declarada como una actividad esencial.
Tal y como señala el comunicado la cultura es una entidad preexistente a las instituciones que hoy la regulan, sus manifestaciones acompañan el desarrollo social desde los inicios de la humanidad. Las artes escénicas, como otras disciplinas que se programan en los espacios culturales aportan de manera indirecta a otros sectores económicos tales como las industrias audiovisuales, la música, el sector editorial pero también actividades como el mercado inmobiliario, la electrónica, la industria textil, el transporte, entre otras. Paradójicamente, siendo actividades tan originarias no todas sus expresiones cuentan con regulación laboral como sucede en el caso de buena parte de las ocupaciones que componen la escena independiente. Dicho evento contó además con una instalación en donde se exhibieron datos elaborados por estos colectivos donde denuncian altos niveles de informalidad y remuneraciones por debajo de la línea de pobreza. Respecto a los recursos que el Estado municipal asigna al sector independiente, estos datos identifican el vaciamiento del Programa 11 Fomento a la Actividad Cultural que establece partidas presupuestarias insuficientes, no acordes a los incrementos inflacionarios interanuales y año tras año anuncia montos cada vez más acotados. A su vez, denuncian la ausencia de políticas culturales para enfrentar la crisis del sector, la falta de diálogo y el no reconocimiento de la compleja situación, señalando como principal responsable a Enrique Avogadro, Ministro de Cultura de Ciudad. Sin embargo, otros estamentos estatales sí dieron respuesta. Al respecto, Andrea Vertone (ESCENA) comenta: “en Ciudad los subsidios llegaron más tarde en cambio Nación incrementó las ayudas mediante los Podestá II y III incluso a salas que no venían recibiendo subsidios previamente”. No obstante, como en el caso de la implementación del IFE donde a los ojos del Estado salieron a luz un amplio sector de la población que se encontraba por fuera del sistema, les trabajadores culturales manifestaron que existe un grupo importante de personas que no recibieron ningún tipo de ayuda y que se encuentran en situación de gran vulnerabilidad.
Cabe señalar que en muchos casos este sector de trabajadores subsiste participando en otras labores. En muchos casos en condiciones precarias, a tiempo parcial y son quienes sostienen múltiples ocupaciones a la vez para garantizar por su cuenta y de manera privada buena parte de los recursos para generar producciones culturales propias, independientes, como las que son producto de relaciones laborales tercerizadas por empresas locales y globales del entretenimiento. Frente a la ausencia de políticas de Ciudad que contengan la situación hoy en día severamente agravada, Juan Onofri (ESCENA) sostiene: “Económicamente vamos a pérdida, nos encontramos sosteniendo los espacios desde las propias economías familiares”.
De manera unánime, referentes de las organizaciones agrupadas, afirman que la emergencia cultural de la escena independiente no se originó en la actual crisis sanitaria, sino que viene desde hace un largo tiempo, y que pese a la reactivación de muchas actividades, la cultura independiente no volvió.
Frente a lo expuesto, se originó un nuevo espacio político cultural integrado por APDEA – Asociación de Profesionales de la Dirección Escénica Argentina; ARTEI – Asociación de Salas de Teatro Independiente; ATTIA – Agrupación de Técniques de Teatro Independiente de Argentina; BARDO Contracultural; ESCENA – Espacios Escénicos Autónomos; FAAO – Frente de Artistas Ambulantes Organizados; FIERAS – Trabajadorxs Feministas de Espacios Culturales. Mujeres, Lesbianas, Travestis, Trans y No Binaries; FRENTE DE DANZA CABA; GETI – Grupos Estables de Teatro Independiente; MECA – Movimiento de Espacios Culturales y Artísticos; PIT – Profesorxs Independientes de Teatro; UNIMA – Unión Internacional de la Marioneta; UTIA – Unión de Teatristas Independientes de Argentina y grupos de actores autoconvocados. Además de caracterizar su situación el espacio viene gestando estrategias colectivas como la creación de una mesa interdisciplinar de trabajo convocando a diferentes agentes de la sociedad, el reclamo por un Monotributo Cultural acorde al trabajo discontinuo; una Renta Básica Universal; tarifas de servicios públicos diferenciadas no solo para espacios de la Ciudad sino en reclamo solidario para todo el país, como así también la revisión de los requerimientos para el acceso a subsidios.

Emergencia alimentaria en el Bajo Flores: “No hay respuestas del Gobierno de la Ciudad”

18.12.2020

Por Santiago Asorey

Karina Valobra, abogada e integrante de la Red de Docentes, Familias y Organizaciones del Bajo Flores, dialogó sobre el reclamo territorial que vienen realizando a la gestión porteña encabezada por Horacio Rodríguez Larreta.

En este marco, denunció la insuficiencia de las entregas de alimentos. “Hay un progresivo recorte de entrega de cajas alimentarias que en forma esporádica y asistemática entrego el IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad) y una disminución de mercadería a personas adultas mayores, a quiénes le retiraron alimentos básicos y artículos de limpieza de los ya raleados bolsones”, señaló.
¿Cuál es el reclamo que le viene realizando al GCBA en relación a la entrega de alimentos?
Karina Valobra: Durante la pandemia el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tuvo una política alimentaria fragmentaria e insuficiente. De allí que los comedores comunitarios hayan estado sobrepasados en la demanda y pese a que la consigna era quedarse en casa, en los barrios populares sin un plan de distribución alimentaria garantizado, las familias tuvieron que salir y hacer colas para acceder a necesidades básicas. Con sus deficiencias, lo único sistemático que recibieron las familias con niños y niñas en edad escolar fueron las canastas nutritivas de las escuelas públicas que con el receso escolar se suspenden.
Esto implica que 3764 niños, niñas y adolescentes que conforman la matrícula del Bajo Flores quedan sin su plato de comida. Pero además hay quienes no concurren a las escuelas en el barrio, es decir, que ese número se engrosa con quiénes concurren a escuelas fuera del barrio que son muchos. Además, hay un progresivo recorte de entrega de cajas alimentarias que en forma esporádica y asistemática entrego el IVC (Instituto de la Vivienda de la Ciudad) y una disminución de mercadería a personas adultas mayores, a quiénes le retiraron alimentos básicos y artículos de limpieza de los ya raleados bolsones. Los comedores han sufrido mermas en los gramajes y si bien algunos pudieron restablecer la cantidad original otros aún no han tenido una respuesta positiva y han visto disminuidas las raciones. Por otro lado, algunos comedores cierran durante enero.
Venimos anticipando estos problemas y hemos reclamado desde la red y desde los espacios organizados del barrio la continuidad de las entregas a la matrícula completa se las escuelas y fortalecimiento y aumento de cajas de alimentos a personas mayores y familias que requieren asistencias por diversos motivos. El IVC tiene una especie de “scoring” para entregar las pocas cajas que entrega. Ese “scoring” no contempla la grave situación generalizada que se vive en el barrio y se agravó con la pandemia en el contexto de crisis económica en el que todo esto se inició. Adicionalmente exigimos la entrega de cajas navideñas. Fue un año muy duro y no podemos sumarle hambre e incertidumbre, los vecinos y vecinas del barrio perdieron familia, hay niños que quedaron huérfanos y personas con largas convalecencia. Los sacrificios que hace la gente de los barrios populares para sobrellevar la vida cotidiana son gigantes. Es imprescindible acompañar con un estado presente
¿Cuál es la situación que leen desde la Red de lo que está sucediendo en el Bajo Flores?
KV: Durante la pandemia las familias que dependen de economías populares, empleos informales, trabajo a destajo, o en casas particulares y venta ambulante se han visto imposibilitadas de trabajar. Pese a la prohibición de despidos muchos perdieron sus trabajos y quiénes tenían empleo tuvieron dificultades para cobrar el total de sus haberes. Las deudas de alquiler acumuladas y el aumento de la canasta básica hacen que si bien la apertura de esta etapa les permite trabajar a quiénes consiguen un trabajo sus ingresos no les permite afrontar los gastos mínimos. Por eso es imprescindible fortalecer y profundizar las políticas asistenciales y de recuperación económica.
¿Qué responden desde el Gobierno que encabeza Horacio Rodríguez Larreta?
KV: El Gobierno de la Ciudad tuvo una estrategia de recorte de las políticas y dilación de las respuestas. Bajo el argumento de que la gente ya puede salir a trabajar vacía las pocas políticas de asistencia dispuestas durante uno de los momentos más dramáticos de la historia. La comunidad docente sostuvo las entregas durante la pandemia y de lo que se trata ahora es que se mantenga el esquema de distribución que estas escuelas garantizaban durante el verano, esto no necesariamente involucra a la comunidad docente, porque las entregas pueden garantizarse a través de otros programas que funcionan durante el verano y de lo que se trata es de que contemplen las matrículas escolares completas.
Lo que garantizaron los docentes es que las entregas no sean arbitrarias como si lo fueron las del IVC, también los docentes del barrio acompañaron y visibilizaron los dramas familiares como los que ocurrieron durante la pandemia, muchos cortes de agua, situaciones de niños y niñas que perdieron a sus padres o madres o de violencias que sufrieron los más pequeños fueron visibilizadas por sus maestros y maestras que mantuvieron como pudieron la comunicación con los pibes y las pibas. Articularon solidaridades y apoyos pese a que desde el Ministerio de educación ni siquiera se garantizó conectividad ni ninguna estrategia o recurso adecuado para la realidad de los pibes del Bajo Flores. La preocupación por la cuestión alimentaria es compartida por los y las docentes de nuestro barrio que auto gestionaron un petitorio con las familias para la continuidad de las entregas que también fue presentado al gobierno de la ciudad y sobre el cual tampoco se obtuvo respuesta.

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