Denuncian violencia de funcionarios porteños a docentes
26.2.2021
Docentes de la Escuela de Cerámica N°1 repudiaron el accionar violento y los aprietes ejercidos por personal del Ministerio de Educación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, encabezado por Soledad Acuña, bajo las órdenes de Ada Rissetto, directora de la Dirección de Educación Artística. Reproducimos comunicado. Y difundimos además un escrito elaborado por Familias por un Retorno Seguro a la Escuela.
Lxs docentes de la Escuela de Cerámica Nº 1 de CABA repudiamos y denunciamos los constantes hostigamientos y aprietes que vienen sufriendo el equipo de conducción y docentes de la escuela por parte de funcionarios de la Dirección de Educación Artística del Ministerio de Educación del GCBA. Con el objeto de imponer el 100 % de presencialidad en la escuela, lxs funcionarixs emisarios instigan continuamente a las autoridades a apelar a cualquier tipo de recurso para una presencialidad total, cuestión que no solo violaría el protocolo de clases presenciales de la Ciudad de Buenos Aires sino que, fundamentalmente, pondría en peligro la salud de la totalidad de la comunidad educativa.
La escuela ya ha elevado oportunamente el esquema de clases presenciales posible en el marco del protocolo y dadas las dimensiones y condiciones de nuestra escuela. Dicho esquema no ha sido rechazado formalmente por las autoridades del Ministerio, quienes, no obstante, continúan insistiendo en forma oral sin disposiciones formales que respalden un delirio y despropósito semejante.
El asunto cobró una gravedad extrema con los hechos acontecidos el lunes 22 de febrero por la mañana, durante el horario escolar. Un episodio de violencia funesto ejercido sobre la directora y la compañera docente psicóloga de la institución por parte del funcionario Claudio Messina, asesor de la Dirección de Educación Artística y “reemplazante” de la supervisora Alejandra Allevato, junto a la agente María Fernanda Forte, quien se presentó por tercera vez consecutiva en la escuela, esta vez, acompañada de un violento. El fin, siempre el mismo: hostigar a la conducción para imponer el 100 % de concurrencia de estudiantes y docentes a la institución, recurriendo a todo tipo de artimañas ya que “5 o 7 chicos en el aula no les rinde”, sin importarles el riesgo que esto implica para la salud de la comunidad educativa. Siguiendo con esta pretensión de presencialidad total y en un nivel de violencia atroz, Messina puso su teléfono móvil por la fuerza en la oreja de la Directora, en una evidente manipulación, presionándola de este modo a hablar en simultáneo con Ada Rissetto, Directora del Área, mientras los otros la seguían increpando, insistiendo en lograr la asistencia total de estudiantes a la escuela, incumpliendo el protocolo y la organización escolar que, acorde al mismo, había llevado a cabo la conducción. A su vez, Messina, le gritó violentamente y en reiteradas oportunidades a la psicóloga de la escuela, Bárbara O. y cuando se quiso volcar en un acta lo que estaba sucediendo, no se pudo lograr de manera fiel a los hechos por la presión recibida de parte de Messina a través de sus dichos textuales acusando a la Directora “de jugar sucio” por escribir un acta. Esto produjo zozobra y desequilibrio en la situación, ya que se trata de un instrumento pedagógico, legal y legítimo. De este modo, a fuerza de violencia y coacción, no se pudieron reflejar las agresiones verbales en dicha acta y tampoco fue firmada por los presentes. Se trata de un claro hecho de violencia de género, psicológica y verbal y, por tratarse de personal jerárquico, en una situación de absoluto abuso de poder. El funcionario, cuando la directora y la psicóloga le manifestaban la inviabilidad de su propuesta, se tornaba cada vez más violento, gritando abusivamente y de forma intimidante “¡Todos los alumnos deben estar en la escuela y todos los docentes también! ¡Acá no necesitamos palabras! ¡Yo estoy por la solución!”. Todo esto sucedía con los alumnos en las aulas y en el centro del espacio público de la escuela, acercándose con su cuerpo a menos de un metro de la directora, sin importarle, además, el protocolo y las normas de cuidado por el Covid 19.La docente agredida le pidió que dejara de gritarle pero, tal como suele ocurrir en los casos de Violencia de género, el funcionario tergiversó la situación diciendo que ella era la que le había levantado el tono y diciendo después cuando le daba la espalda “que ella era brava”. Después de la agresión, se retiró a hablar por teléfono nuevamente en medio de esta reunión violenta, no pactada ni preavisada. Según relata la compañera, “Después de gritarme, y de retirarse a recibir telefónicamente más órdenes de su superior, regresó y me dio la espalda todo el tiempo sin dirigirme la palabra. Luego se justificó diciendo que es “muy pasional”. Después (tal vez luego de recibir instrucciones, a través del teléfono) cambió el tono y continuó hablando con la Directora insistiendo nuevamente en cambiar la grilla actual que diseñó la conducción según la normativa.
Todxs lxs compañerxs presentes durante los hechos quedaron paralizados y perplejos por la situación, ya que fue sumamente violenta en su conjunto, con autoridades ejerciendo violencia y queriendo obligar por la fuerza a violar el protocolo que el mismo Estado debe ejecutar.
Repudiamos el accionar de Claudio Messina y María Fernanda Forte, que actuaron bajo las órdenes de Ada Rissetto. Y denunciamos el hecho como violencia de género en el ámbito laboral y violencia Institucional. Creemos que este acto indigno y psicópata apunta a doblegar al colectivo de docentes, mayoritariamente de mujeres, para disolver la lógica de los cuidados e imponer la lógica de la crueldad de la cual el Gobierno de la Ciudad hace gala durante su gestión, privilegiando el marketing y denostando a la Educación Pública.
Exigimos a la DEA que no vuelva a enviar a la escuela a este funcionario, que se pronuncie respecto de la violencia ejercida por Claudio Messina y que explicite qué medidas tomará con este funcionario como consecuencia de su accionar.
Asimismo denunciamos que estamos yendo a trabajar en condiciones poco aptas e inadecuadas en medio de una pandemia, con nula inversión en infraestructura para adaptar las aulas a los requerimientos de seguridad e higiene que exige la pandemia, con salarios por debajo de la línea de pobreza, sin vacunación, ni perspectivas de la misma para lxs docentes de CABA, con solamente dos auxiliares de limpieza para toda la institución educativa y con superiores jerárquicos que vienen a hostigarnos y a violentarnos.
Exigimos que el Ministerio de Educación del GCABA, con Soledad Acuña a la cabeza, y particularmente la Directora de la Dirección de Educación Artística, Ada Rissetto, respeten el protocolo que ellxs mismxs han presentado y dejen de presionar y violentar al Equipo de Conducción de la escuela y a lxs docentes para llevar a cabo un plan imposible de cumplir en este contexto. Que se respeten las decisiones de la conducción, de la comunidad educativa y las normas legales que nos amparan, sobre todo en un momento tan álgido y de riesgo para toda la comunidad educativa.
¡CUIDÉMONOS ENTRE TODES!
¡NUNCA MÁS VIOLENCIA MACHISTA EN LA ESCUELA!
NO MÁS ATROPELLOS NI ABUSOS DE PODER EN EL ESPACIO EDUCATIVO.
POR UNA EDUCACIÓN ARTÍSTICA PÚBLICA, DEMOCRÁTICA y SIN VIOLENCIA DE GÉNERO.
INVITAMOS A TODES LES TRABAJADORES DOCENTES, CIUDADANXS Y COLECTIVOS A SUMAR SU VALIOSA ADHESIÓN.
Para sumar adhesiones ingresar AQUI.
Compartimos además el comunicado difundido por Familias por un Retorno Seguro a la Escuela:
HOSTIGAMIENTO Y DESIDIA EN LA VUELTA A LA PRESENCIALIDAD EN CABAA 6 días hábiles del regreso de los estudiantes a las aulas en CABA, diversas comunidades educativas denuncian presiones y hostigamiento por parte de Supervisiones y funcionarios del Ministerio de Educación de la Ciudad con el fin de garantizar la mayor presencialidad posible, aun cuando ese criterio se contraponga con la organización laboral y familiar, y con los cuidados sanitarios imprescindibles para evitar contagios dentro de las instituciones.
Hay varios casos. En las últimas 24 horas, más de 100 familias de la Escuela Normal Superior Nº2 “Mariano Acosta” firmaron una carta de rechazo a la modificación inconsulta y arbitraria del cronograma convenido entre Equipos Directivos y familias. El Equipo Directivo había propuesto un cronograma de asistencia presencial enlazado con clases virtuales, avalado por las familias, en el que se respetaba el carácter pedagógico de la escuela y prevalecía el interés superior de la comunidad educativa hoy: preservar la salud y la vida de estudiantes, y de trabajadores docentes y no docentes. Por su parte, a través de un comunicado al que llamaron a adherir, las familias y estudiantes de la Escuela de Cerámica Nº1 repudiaron la violencia ejercida por funcionarios del Ministerio de Educación del GCBA contra la conducción y docentes de la Escuela.
En este marco, las familias de estudiantes exceptuados de la presencialidad también comenzaron a organizarse porque, a varios días de iniciadas las clases y presionados por el criterio ministerial de presencialidad a cualquier costo, aún no se ha podido responder al pedido de clases virtuales que garanticen no solo el acceso a los contenidos, sino y fundamentalmente la tan mentada socialización con pares y docentes para las infancias exceptuadas.
Una vez más, el Ministerio de Educación a cargo de Soledad Acuña discrimina y diferencia a familias y estudiantes como de primera y de segunda, y crea recorridos escolares diferenciados.
Otra de las denuncias que surge con fuerza es la falta de docentes, ya que numerosos grupos de estudiantes han sido convocados a las aulas sin tener docente asignado a cargo. Este miércoles 24.02, más de 370 cargos docentes quedaron remanentes en los actos públicos, mecanismo muy cuestionado porque el sistema online es complejo y de difícil acceso, y porque dichos actos no se publicitan con la debida anticipación y amplitud. Esto pone en evidencia el escaso valor pedagógico de la propuesta de “mayor presencialidad posible” y su fin exclusivamente marketinero.
De allí que, pocos días después del retorno a las aulas, ya haya más de 110 casos positivos de COVID 19 entre docentes y auxiliares de limpieza. A la fecha 88 grados y cursos ya se encuentran aislados y las docentes, especialmente de Nivel Inicial y de Primer Ciclo, manifiestan la inviabilidad del cumplimiento de las principales medidas de cuidado establecidas por los protocolos, como el uso de tapabocas y el distanciamiento. Tampoco se ha previsto la posibilidad de adaptación en el Nivel Inicial, lo que muestra el absoluto desconocimiento del funcionamiento de las escuelas y de las necesidades de las infancias* por parte del Ministerio dirigido por Acuña.
Urge que el Ministerio de Educación de CABA solucione la problemática de la falta de docentes, y la organización de un sistema mixto entre presencialidad y virtualidad que atienda las necesidades de todos los estudiantes por igual. Para ello es imprescindible garantizar dispositivos, conectividad y crear cargos docentes específicos bajo la normativa del Estatuto Docente.
Más de 10 mil personas agrupadas en Familias por un Retorno Seguro y gran parte de las 18 mil que integran Vacantes para Todxs en las Escuelas Públicas consideran que las condiciones para la presencialidad no están dadas y cada vez más optan por eximir a sus hijos. Alentamos a las familias a que pongan en juego ese derecho que las asiste, a proteger la vida de sus hijos y de su comunidad, y ofrecemos instructivos, en nuestras redes sociales, para llevar a cabo ese reclamo.
No obstante, y dado que asumimos que difícilmente logremos que la salud vuelva a ser la prioridad y que no retrocederá el plan de exponer a toda la sociedad junta al mismo tiempo, como lo están haciendo, exigimos al menos que se reduzca la cantidad de estudiantes por grupo, que no se utilicen las aulas que no cuentan con ventilación adecuada, que se incremente el personal de limpieza y docente, que se resuelvan problemas de infraestructura, y se adecuen espacios y mobiliarios, entre otros requerimientos.
Es imperativo que las autoridades dialoguen verdaderamente con las comunidades de las escuelas públicas, y que escuchen y den respuestas a nuestras legítimas demandas.