COVID-19: «Frente al negacionismo del CGBA, en unidad defendemos la salud, la vida y la educación»
31.5.2021
La Unión de Trabajadores de la Educación (UTE), el Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP), la Unión Argentina de Maestros y Profesores (CAMYP) y la Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS) realizan hoy un paro en las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires en rechazo al dictado de clases de manera presencial en el nivel inicial y primario en la Ciudad de Buenos Aires en medio de la pandemia de COVID-19. «Los y las docentes no vamos a ser cómplices de una política que expone a la comunidad educativa al contagio y la muerte. Seguimos exigiendo en este gravísimo contexto epidemiológico el pase a la virtualidad, equipos y conectividad, vacunación para toda la población y la implementación de medidas restrictivas para el conjunto de la economía», señalan los gremios, que realizarán una concentración y conferencia de prensa frente a la sede del Gobierno porteño. En este contexto, un fallo judicial obliga al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta a devolver a docentes los descuentos por día de paro.
«Los y las docentes no vamos a ser cómplices de una política que expone a la comunidad educativa al contagio y la muerte. Frente al negacionismo del CGBA, en unidad defendemos la salud, la vida y la educación. Seguimos exigiendo en este gravísimo contexto epidemiológico el pase a la virtualidad, equipos y conectividad, vacunación para toda la población y la implementación de medidas restrictivas para el conjunto de la economía», señalaron en un comunicado conjunto los gremios, que desde las 12 realizarán una concentración y conferencia de prensa frente a la sede de la Jefatura de Gobierno porteño (Uspallata 3160).
La medida se da luego de que el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta anunciara que arranca un esquema de dictado de clases de manera presencial en los niveles inicial, especial y primario, mientras que en el nivel secundario rige la modalidad bimodal, que combina la presencialidad y la educación a distancia.
«El Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, junto a su ministra de Educación, Soledad Acuña, anunciaron en conferencia de prensa el regreso a las clases presenciales en las escuelas de la Ciudad. Luego de la arbitraria e innecesaria decisión política de prohibir totalmente las actividades escolares que se podrían haber dictado de forma remota anuncian el retorno a la presencialidad. Durante toda la semana los trabajadores de la Educación denunciamos que se nos impidió garantizar las clases virtuales y durante miércoles, jueves y viernes realizamos actividades para sostener el lazo pedagógico que Larreta y Acuña pretendieron cortar«, señaló la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) a través de un comunicado difundido este sábado. Para la organización gremial, la decisión del Gobierno de la Ciudad «solo se enmarcada en una campaña de marketing político que el Jefe de Gobierno prioriza por encima de la salud de la comunidad educativa«.
El Sindicato Argentino de Docentes Privados (SADOP) también se sumó a la medida de lucha, y también informó que la seccional entrerriana del gremio también mostró «su disconformidad frente a la medida de retomar la actividad escolar presencial atento a la gravedad del escenario de una pandemia en la mayoría de los departamentos de la provincia, que a la fecha se encuentra con alto riesgo epidemiológico», a la vez que reclamó la vuelta a la virtualidad para cuidar la salud de estudiantes y docentes. También indicó que la seccional de Corrientes informó la suspensión de la presencialidad por decisión del gobierno provincial.
En tanto, la Unión Argentina de Maestros y Profesores (CAMYP) agregó: «¿No es acaso prioritario asegurar el plan de vacunación de todo el personal docente y no docente de las escuelas? ¿No era prioritario el dictado de clases estos días como lo hizo el resto del país? ¿No le parece al Ministerio importante dotar a docentes y alumnas/os de conectividad y dispositivos para poder lograr sostener la virtualidad pedagógica cuando el invierno convierta insostenible la presencialidad? ¿No le parece necesario tomar medidas en función a adecuar espacios e invertir en infraestructura escolar? ¿Las discusiones y decisiones en torno al cuidado de la salud no son acaso más importantes que tocar artículos del estatuto?», se preguntó el gremio.
Finalmente, la Asociación de Enseñanza Media y Superior (ADEMYS) expresó: «¿Por qué si hay más casos diarios de contagios, ocupación de las camas de terapia intensiva, alto nivel de positividad en los testeos, cantidad alta de fallecidos – con promedio de 500 diarios – se reabre todo? El fracaso de la gestión de la pandemia es resultado de la orientación de los gobiernos que, ante la segunda ola, no han orientado recursos económicos hacia el sistema de salud, la vacunación, la asistencia de trabajadores y el aumento de los presupuestos educativos», señaló el gremio, y agregó: «es claro que el interés que dicen tener el gobierno de Larreta y de Fernández en la educación, no tienen que ver con la preocupación académica de las familias, docentes y estudiantes, por el contrario, refleja un acuerdo de todos los sectores en mantener todo tipo de actividad abierta para no afectar las ganancias empresariales y no destinar ni un peso a los y las trabajadoras que se vean afectadas por los eventuales cierres preventivos».
Además, el gremio bregó por «una asamblea unificada con mandato de toda la capital» y «la unidad del gremio para derrotar esta política aperturista, con total independencia política de los gobiernos», en medio del contexto donde un fallo judicial le dio la razón a un amparo de Ademys y obligó al gobierno de Horacio Rodríguez Larreta a devolver a docentes los descuentos por día de paro. «Si bien seguramente el gobierno apelará esta decisión, constituye una victoria importantísima para la docencia. – remarcó Ademys – Continuaremos llevando adelante las medidas jurídicas en este sentido, y también todas las instancias de organización y del fondo de huelga para que no se consume el intento del gobierno de disciplinarnos y ahogar nuestra lucha incautando ilegalmente nuestro salario.»