27.9.2021
Por Martín Damiani
Este domingo, en la plaza 25 de Agosto, vecinas y vecinos del barrio porteño organizaron un festival para dar a conocer su pelea. Denuncian que son decenas los negocios inmobiliarios que se están haciendo en la CABA, muchos de ellos son terrenos del Gobierno de la Ciudad.
El domingo 26 de septiembre, las y los vecinos del barrio Villa Ortúzar, organizaron un festival en la plaza 25 de Agosto. De esta manera denunciaron y visibilizaron la lucha que vienen dando contra decenas de negocios inmobiliarios por parte del gobierno de Larreta. Ese día la consigna fue: “No a las torres en CABA”.
La tarde soleada acompañó y la gente del barrio se fue juntando alrededor del escenario. Muchos fueron acercándose a charlar con otros vecinos y conocer la situación o dejar su firma contra la construcción de las torres. Vienen haciendo un relevamiento de todos los proyectos inmobiliarios que hay en la zona, algunos en terrenos privados, y otros en espacios verdes como por ejemplo en la plaza Malaver, donde se quiere instalar una torre.
Luchi, una vecina, nos decía: “Esto empezó a surgir porque vimos que había cada vez más casas en venta, y esas casas no cambiaban de propietario, sino que nos encontrábamos con un código QR que nos decía la fecha de demolición y que se iba a transformar en una torre. ¿Qué consecuencia tiene esto? Más allá de que se pierde la arquitectura típica del barrio, no hay obras de infraestructura por parte del Gobierno de la Ciudad, por ejemplo, son los mismos caños, y a más demanda de los servicios públicos, más deficientes van a ser. Además de eso, nuestro barrio está publicado como polo audiovisual, es decir que es habitado por músicos y es imposible trabajar cuando se tiene una construcción al lado, ruidos, vibraciones, etc. Es importante destacar que no son solo terrenos privados, sino que el GCBA ha vendido terrenos de la Ciudad a privados. Los que se benefician son siempre los mismos y los que quedan excluidos son los vecinos”.
Y sumó: “Nos estamos juntando los sábados en la plaza 25 de Agosto en Charlone y Heredia porque la idea es que se sumen más vecinos y vecinas, para apoyar la lucha que es el -No a las torres en Ortúzar-, invitamos a todas y todos a participar.
Desde este medio, le preguntamos cómo piensan seguir la pelea. Luchi nos decía: “Vamos a hacer caminatas con recorrido histórico en el barrio, vamos a seguir juntando firmas para presentar la rezonificación en la Legislatura. Creemos que son muy importantes las elecciones de medio término, porque sabemos que la representación de legisladores, incide mucho en esto. Nos estamos juntando con otros barrios que tienen la misma problemática”.
Distintas bandas y músicos solidarios fueron pasando por el escenario para poner su arte al servicio de la pelea y a medida que pasaban las horas, más vecinas y vecinos se acercaban a apoyar la lucha. Entre ellos estuvo la candidata a diputada Nacional por la CABA, Myriam Bregman, referente del PTS/FITU, quién había manifestado su apoyo en las redes sociales y en una entrevista por radio.
Nos acercamos a hablar con Yanett Ribero, quién nos comentó el trabajo que viene haciendo: “Soy historiadora y vecina de Ortúzar, parte del colectivo Somos de Ortúzar. Estoy reconstruyendo la historia del barrio, que data desde mediados del siglo XIX, cuando Santiago Ortúzar compró las tierras donde se emplaza la plaza que antes pertenecía a la Chacarita de los Colegiales. Ahí se empezó a lotear y los primeros habitantes eran trabajadores del cementerio. Los mismos pobladores le pusieron el nombre en honor a Santiago Ortúzar. Caminando por el barrio se puede ver el patrimonio histórico que tiene, casas muy antiguas, la idea que tenemos es poder preservar todo eso, que lamentablemente en la Ciudad, cada vez se está perdiendo más”.
Y agregó: “El barrio tiene muchas otras problemáticas, durante la dictadura se quiso hacer la autopista 3 que nunca se llevó acabo, pero dejó muchos lotes vacíos donde hoy viven vecinas y vecinos que están luchando por una vivienda. Acá hay un déficit habitacional muy claro y el Gobierno nunca lo tuvo en cuenta, lo único que hacen es incentivar la venta de terrenos para construir torres de lujo”.
El arte al servicio del barrio
Fueron varias las bandas y solistas que sumaron su grano de arena al festival. Hablamos con Mauri, vecino del barrio que nos decía: “Vine porque me convoca la causa de evitar la construcción de las torres y el falso progreso que nos quieren vender. Creo que hay que valorar este barrio hermoso que tenemos con todas sus pequeñas cosas. Con las torres, se pierde un montón, se pierde el cielo, el caminar más tranquilo. Para mí, lejos está eso de ser un crecimiento. Se amplía la cantidad de gente, pero no la infraestructura que lo sostiene, se inundan los barrios, se amontona la gente. Creo que con la pandemia aprendimos que todos somos seres de contagio y podemos contagiar estas cosas, movernos entre los vecinos, no esperar de los que nos gobiernan sino activar entre nosotros como estamos haciendo acá, creo en esto, en las pequeñas cosas”.
Pero no todo fue música, también se veían decenas de carteles de colores con la consigna “NO a las torres” y carpinchos que a esta altura ya son un símbolo de lucha. El responsable, “Cartooneros”, un artista callejero, hablamos con él y nos decía: “Trabajo haciendo grafiti y arte callejero, bajo el seudónimo de cartooneros, mi idea es visualizar un poco todas esas cosas que están presentes y uno a veces las deja de ver. Empecé recogiendo radiografías de la calle, las limpiaba y con eso pintaba. Fue creciendo con el tiempo, he pintado en bibliotecas, hospitales, plazas, me gusta poner mi arte al servicio de lo social siempre. Tuve la oportunidad de viajar, de exponer, de hacer muestras acá y en otros países (EEUU, Inglaterra y París), y en Ushuaia donde estudié. Acá estamos en este evento con la idea de cuidar el barrio porque quieren construir torres en lugares donde hay verde. La idea es conservar los espacios verdes del barrio donde los chicos puedan jugar y todos podamos convivir en paz”.
Y sumó: “Yo nací en Colegiales, después me fui al sur y volví en el año 2001 con ganas de estudiar, acá conocí lo que es el stencil, el arte callejero. Cuando llegué, me enamoré de la técnica y me voló la cabeza, desde ese momento empecé a animarme a pintar en la calle, fue creciendo y gracias a eso me convocaron hoy. Tengo mucha historia familiar en el barrio y siento mucha pertenencia con el lugar.”