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Soledad Deza: “Más que Manzur, me atemoriza que el feminismo porteño no esté ocupándose de Milei”

24.12.2021

Por Josefina Figueroa, Ludmila Sueiro y Noemí Arzamendia

La abogada y militante feminista tucumana reflexionó sobre la designación de Juan Manzur al frente de la Jefatura de Gabinete nacional, que algunos sectores del feminismo señalaron como un retroceso en materia de perspectiva de género.

Dialogo con Soledad Deza, abogada y militante feminista de la provincia de Tucumán. La referente de la organización “Mujeres x Mujeres” es autora del libro “Libertad para Belén: Grito nacional”, sobre el caso de una joven que en 2014 fue privada de su libertad tras sufrir un aborto espontáneo. “Cada vez que hay discusiones y se vinculan política y feminismo, hay una reacción casi intuitiva en descalificar a las feministas peronistas, a las feministas kirchneristas, como si fuéramos la subalternidad de todas las subalternidades y el sometimiento encarnado. E incluso se sospecha espuriamente. Creo que eso es algo que debemos poder discutir”, reflexionó. Su mirada sobre la desingación de Juan Manzur como Jefe de Gabinete y la realidad de Tucumán en materia de política de género.
¿Qué la llevó a publicar el tweet sobre Manzur y la realidad del aborto en Tucumán? ¿Por qué considera que sus palabras tuvieron la repercusión que tuvieron?
Soledad Deza: Por dos cuestiones me parece que tuvieron la repercusión que tuvieron. Por un lado, poner en discusión el argumento antiderechos mostrando que a pesar de esto, acá pasa otra cosa, me parece que impactó. Y también, por lo mismo que me llevó a escribirlo, porque veía muchas lecturas rioplatenses, mucho candombe y un poco lo que quise decir fue: “Miren compañeras, está todo bien, saquen los comunicados que ustedes quieran, cuéntenla como quieran, pero acá en Tucumán, los abortos se hacen”. De hecho, por eso puse el número.
Y eso no quita que podamos hacer 40.000 críticas acerca de una persona (por Juan Manzur) pero me parece que en cierta forma también fue complejizar un poco algunos esencialismos, como es el calificativo de “antiderecho”. Puntualmente, en el caso de Manzur, una vez que se sancionó la ley acá… a otra cosa y hoy en Tucumán se realizaron 1.836 interrupciones voluntarias del embarazo hasta junio. Es un dato que a veces se puede ser contrario a la legalización del aborto desde lo personal, y eso que no se proyecte a la política pública. Y con respecto a la sanción de la ley, me parece muy importante que haya habido cinco votos peronistas tucumanos, cuatro en diputados y uno en senadores, todos provenientes del espacio que conduce Manzur. Me puede simpatizar o no él, pero la única verdad es la realidad.
Recordemos que el aborto que se le negó a Lucía (una niña que tuvo que atravesar una serie de obstáculos judiciales y sanitarios para terminar un embarazo producto del abuso sexual de su abuelastro) fue en 2019 y la ley fue aprobada en el 2020.
SD: Exactamente, fue en enero de 2019. Enero o febrero.
Entonces, usted dice que a partir de la sanción de la ley Tucumán se ajustó a la normativa vigente.
SD: Por un lado, digo eso y por otro lado, somos una organización que acompañamos y hemos destrabado muchísimos casos en los últimos años. Me parece que hay algo que decir, el caso de Lucía es un caso excepcional. Tiene un montón de peculiaridades, que no sé si éste es el momento para abordarlas, pero intervino una fiscal, intervino el poder judicial, y nosotras como organización lo denunciamos. Con esto no descargo las responsabilidades del sector sanitario, pero digo que no es el caso promedio, porque desde varios años antes, y luego del caso Lucía, de forma personal y con otras compañeras de “Mujeres x Mujeres” acompañamos casos de similares características, similares edades gestacionales, sólo que no lo hicimos público y se resolvieron.
La supuesta actuación de Manzur en ese caso fue uno de los argumentos centrales de los sectores feministas que cuestionaron la elección del ahora exgobernador tucumano como Jefe de Gabinete nacional. ¿Qué puede decirnos sobre su responsabilidad específica en el caso?
DS: En el caso de Belén no le cabe ninguna responsabilidad porque es un caso judicializado. Es un caso donde la inercia estereotipada en términos de género, la voluntad punitiva de perseguir aún aquello que no es delito, y sirviéndose de la ignorancia, de no leer ni prestarle la suficiente atención a un expediente. Eso forma parte de las responsabilidades del poder judicial. Respecto del caso Lucía, yo estuve solamente al principio, hasta que hacemos la primera presentación en el SIPROSA, diciendo que estaban dadas las condiciones para que se habilite la interrupción legal del embarazo. Fui parte hasta ahí como “Ni una Menos”, y luego hay dos organizaciones locales que toman el caso, que es cuando el caso se hace público y demás.
Por eso, no siento que sea la indicada para hacer estas críticas. Pero respecto de la responsabilidad que para mí le cabe al ejecutivo, a Manzur como gobernador y a Rossana Chahla como ministra, que tiene la rectoría en materia de políticas públicas, es no haber podido cortar, por un lado, con la espectacularización de este caso. Y por otro lado, no haber garantizado con la premura que el caso merecía, pese a que había una orden de una fiscal que impedía que se haga el aborto. Me parece que eso parte de la falta de conocimiento mezclada con una desidia en términos sanitarios. Porque la verdad es que ningún fiscal, ningún juez puede impedir el acceso a una prestación médica lícita que sólo depende del ejercicio de la autonomía.
¿Considera que suele ponerse demasiado énfasis en estos casos, como que hay una espectacularización de esas situaciones?
SD: Es algo que vengo discutiendo hace mucho al interior de los feminismos, no podemos convertir a nuestras niñas en casos. Me parece que eso no corresponde porque una niña tiene que continuar con su vida. En lo personal considero que está mal instrumentalizar a cualquier persona en términos de autonomía. Cuando digo a cualquier persona, incluyo también a los feminismos, las personas no se instrumentalizan al servicio ni de lo que consideramos bueno ni de lo que consideramos malo. De ninguno de los dos. Eso creo que es lo que corresponde en términos éticos. Y con esto no digo que hay mala intención en difundir antes la vulneración de derechos, hay antes un Estado que retrae el cumplimiento de obligaciones en el tiempo y la forma en la que corresponden que sean cumplidos, pero muchas veces en casos muy graves y urgentes, tanta presión pública termina convirtiendo a las niñas en casos. Y eso no debiera ocurrir.
Volviendo a la discusión en torno a Manzur y su asunción en el gobierno nacional, le acercamos dos inquietudes que surgieron del intercambio colectivo: Por un lado, ¿usted cree que Manzur puede jugar en contra de la política de género del gobierno? Y por otro lado, ¿considera que esta disconformidad de cierto sector del feminismo con importante repercusión mediática y presencia en las redes, puede restar votos al Frente de Todos camino a noviembre?
SD: No creo que como Jefe de Gabinete Manzur pueda presentar obstáculos en la política pública de acceso al aborto legal porque en esa designación no tiene competencia ni atribuciones en ese sentido. Sería como pensar que Cafiero hubiera podido interceder en la política pública, me parece que no hace al cargo, no tiene competencias. En cuanto a si resta o no resta votos, no sé qué cantidad de votos suma este gabinete nuevo, pero no por Manzur sino por todo el gabinete. Justamente por eso no gobierno y me dedico a ser abogada.
En lo personal, como ciudadana feminista, me gusta pensar que hay que salir adelante del atolladero de buenos contra malos, del purismo feminista, de buscar la vanguardia esclarecida o el verdadero feminismo. Y pensar que si hay un espacio progresista es el espacio en el que estamos, que es el espacio de este gobierno. Es desde ahí que vamos a seguir construyendo. No es Manzur quien me atemoriza, me atemoriza que las compañeras feministas de CABA no estén ocupándose de quitarle el 14% a Milei, por ejemplo. Acá seremos un poco lerdas pero no tenemos un Milei, de momento al menos. A mí me preocupan esas cosas, un Bolsonaro en el horizonte y me parece que eso no entra dentro de nuestro proyecto.
¿Cree que también faltan estas discusiones hacia dentro del movimiento feminista?
SD: Creo que cada vez que hay discusiones en las que se vincula política y feminismo, hay una reacción casi intuitiva en descalificar a las feministas peronistas y/o kirchneristas, como si fuéramos la subalternidad de todas las subalternidades y el sometimiento encarnado. E incluso se sospecha espuriamente. Creo que eso es algo que debemos poder discutir. Yo recibí un montón de agresiones…
Hay debates que vamos a seguir teniendo dentro del feminismo: abolicionismo versus reglamentarismo, gestación por sustitución. Miles de debates que nos faltan dar. Creo que poco importa quién tiene la razón, lo que importa es con cuántas compañeras seguimos contando para seguir construyendo este mundo más amable, más justo, que queremos. Lamento cuando se radicalizan tanto las posiciones, dejamos de discutir argumentos y descalificamos a las personas.
Más allá de esas discusiones. ¿Qué pueden contarnos de Manzur como dirigente político?
SD: Lo vi como alguien siempre muy pragmático. Marchó por la vida junto con los radicales acá y al mismo tiempo su propio espacio votó a favor. Con el diario de hoy podría decir que se llevaron lo mejorcito que teníamos, porque nuestro vicegobernador es el que estuvo en contra de la adhesión a la ley Micaela e hizo política en la generales anteriores llamándole “ideología de género” a la perspectiva, enfoque y a los estudios de género. Con una cosa misógina mucho más marcada. A mí me ha tocado como profesora de la facultad hacer la capacitación al ejecutivo, donde estaba sentado Manzur recibiendo la formación. ¿Qué quiero decir? Es un pragmático.
Podríamos decir que dejó de lado sus deseos individuales por un interés del partido que integra, entonces. En ese punto, hay un montón de compañeros y compañeras que han votado en contra de la ILE dentro de diputados, a pesar de que sus organizaciones militaron a favor. Por citar un solo ejemplo, el Gallego Fernández del Peronismo Militante, votó en contra, y es de acá, de CABA.
SD: Eso es lo que yo intenté mostrar. Manzur públicamente es contrario a la ley del aborto. Ahora, la verdad es que pudo disociar lo personal, de la política. Y a mí eso no me parece que sea un dato menor, sobre todo en una provincia como Tucumán donde el entretejido secular, religioso, y el entramado con las jerarquías eclesiásticas, es muy pesado. También el protocolo que tenemos actualmente, es un protocolo que actualizó él. Yo participé de la revisión legal de ese protocolo, que le cerró a todos los feminismos y el que tenemos ahora tiene mínimas modificaciones. Y la crítica, en aquel momento, de algunos feminismos era que no tenía resolución. Cuando hoy vemos que el hecho de que no tenga resolución nos evitó la judicialización que tienen los protocolos de ahora. ¿Qué quiero decir? Me parece que nada es tan binario. Cuando construimos con la lógica, amigo – enemigo, a favor o en contra, no sirve; creo que la política tiene otros matices. Yo lo vivo acá eso, eso sí se vive acá.
¿Qué puede decirnos de la gestión de Manzur en materia de género?
SD: No hay una política de género ultra comprometida. Lo que sí puedo decir es que hay una secretaria de la Mujer, que es Cuyi Carrillo, que no sé si va a permanecer con este cambio en la gobernación, que ha armado la Secretaría de Género y ha peleado para ser autoridad de aplicación de la ley Micaela. Además, gestiona los programas Acompañar, está en conexión con el territorio y es una compañera del interior de la provincia, ni siquiera de la capital, que es súper comprometida. No sólo ha abierto los espacios de mujeres en las municipalidades locales sino que ahora ha empezado a incorporar los de diversidad ¿Qué es lo que ocurre? El orden jerárquico no se conmueve ni se resquebraja de un día para el otro. Por supuesto que hay lógicas que siguen subsistiendo. Pero es un dato que no me parece menor, que al frente de la Secretaría de la Mujer esté una persona, no para ocupar un cargo, sino que de verdad se ha formado y viene trabajando hace tiempo en esto, que está en el territorio. Me parece que es un dato.
¿Qué rol tuvo el feminismo tucumano para, por ejemplo, hacer que los representantes del peronismo votaran la ley ILE en el Congreso?
SD: Los feminismos tuvieron que ver. Voy a hablar de mi organización porque no voy a hablar en nombre de otras compañeras. Nosotras, en lo personal, sí articulamos con los diputados. Sabíamos que la senadora Mirkin era un voto seguro. Calculábamos que el diputado Pablo Yedlin también, porque tenía una postura afín, siendo profesional de la salud y habiendo sido ministro de Salud en la gestión anterior. También conversamos con Cisneros que él venía de La Bancaria y es el que votó con el libro de Belén en la mano. Creo que también está bueno mostrar que el caso Belén ayudó en la militancia, nos ayudó a visibilizar, a sensibilizar, que no estábamos hablando de una demanda abstracta. Y las juventudes tuvieron mucho que ver, porque los que votaban ahí también tenían hijos y tenían hijas. Pero también hubo una apertura porque si no hubiera pasado lo mismo que en 2018.
La propia Cristina había propuesto a Manzur como Jefe de Gabinete. ¿Por qué cree que lo pudo haber elegido?
SD: Por un lado diría que somos una provincia donde ganó el peronismo, aún el peronismo dividido hacia dentro, ganó. Eso me parece que no es un dato menor en una coyuntura política así. Y me parece que también puede haber tenido que ver con que él es médico, es un sanitarista. También ha sido ministro y creo que en esta coyuntura epidemiológica también se tienen en cuenta esas cosas. Esa es mi lectura.
Se debatió mucho sobre la agenda de género después de las PASO. ¿Qué considera que nos exige este tiempo histórico como feministas?
SD: Nos exige más cercanía con los territorios, más conexión con las realidades. Nos exige reconocer otras voces, otras experiencias, una escucha más empática. Y de la misma forma, en que quizás desde las provincias reclamamos un poco de federalismo, me parece que al interior de las provincias pasa exactamente lo mismo. Hay que escuchar más a la compañera del territorio que no tienen la suerte de vivir en la Capital. Creo que las lógicas son exactamente las mismas. Las subalternidades se reproducen y se profundizan las desigualdades con el mismo ritmo en el que se acelera la pobreza. Cuando hay escasez de recursos, estamos saliendo de una pandemia feroz, una cosa única en un siglo, me parece que demanda otras escuchas, otras subjetividades, otra predisposición para las alianzas, y por sobre todo, relaciones más amables. Me parece que sobreponer un poco las lógicas personales, partidarias, y quizás si se quiere, incluso, dejar de reproducir un poco las lógicas patriarcales que nosotras combatimos y a veces las reproducimos en el feminismo.
Habló de conocer lo que pasa en los territorios. ¿Qué pasó en Tucumán luego de la sanción de la ley de aborto, cuál es la recepción que tiene del sistema médico, por ejemplo?
SD: A mí me parece que afortunadamente el aborto salió de la agenda de urgencia que nosotras venimos trabajando hace mucho tiempo. Entonces, no es que desaparecieron los objetores y objetoras de conciencia, continúan. ¿Qué es lo que ocurre? El personal de salud que trabajaba también antes de que se sancione la ley, ahora con la sanción de la ley trabaja mucho más tranquilo. Algo que no dije, esos números son de la salud pública, no de la salud privada, o sea que hay más números. Me parece que la legalidad fortaleció la institucionalidad también. Si bien el accionar objetor existe, las resistencias son menores. La comodidad para moverse de objetoras y objetores se ha acotado. Nos siguen llegando casos, el último que recuerdo fue hace un par de meses. Fue el caso de una chiquita de 12 años, embarazada de su cuñado, un abuso sexual y era una gestación muy avanzada, 26 o 27 semanas. Y no le habían dicho que no, pero como que no le estaban dando soluciones inmediatas. Entonces en el acto nos buscó. Ese caso se destrabó, y se destrabó mucho más rápido que antes. Y no es que no destrabamos otros casos similares antes, destrabamos muchos similares. Pero lo que noto son dos cosas. Por un lado, hay otro empoderamiento, porque la mamá de la chiquita nos buscó inmediatamente. Y al mismo tiempo, el caso tuvo mucho menos resistencias. Eso es lo que ha pasado, no es un milagrito. Lo que ha pasado es el efecto simbólico de la ley.

CABA: cientos de jóvenes movilizaron en solidaridad con Chubut

21.12.2021

Por Josefina García y Martín Segura

Marcharon desde la casa de Chubut hasta la sede de la minera Pan American Silver donde se hizo una hablada. Entrevistamos a algunos de los jóvenes presentes.

La coordinadora Basta de Falsas Soluciones convocó hoy a una movilización en apoyo al pueblo de Chubut. Luego de los paros de sectores portuarios y marítimos y por la movilización popular el gobernador Arcioni tuvo que dar marcha atrás con la Ley de zonificación minera. Ahora la pelea es porque se efectivice la derogación de la ley sin plebiscito ni suspensión de la misma. Mientras se publica esta nota, se está conociendo la efectiva derogación en la legislatura provincial de la ley. La movilización marca el camino para pelear contra el FMI y el extractivismo.
Ana, de Esquel denunció que el gobierno nacional todavía no se pronunció en apoyo al pueblo chubutense que se moviliza. También denunció las ganancias que en todo este tiempo obtuvo Pan American Silver. También, otra participante que viene de Chubut planteó la fuerte denuncia a la represión y llamó a redoblar el apoyo a las movilizaciones.

Mujeres que limpian veredas y plazas temen perder su trabajo por reconversión de un programa porteño

20.12.2021

Por Agustina Ramos

Distintas organizaciones involucradas en el programa «Veredas Limpias» denunciaron que este tipo de trabajo se verá modificado porque el programa vivirá una reconversión hacia proyectos productivos y temen que se desarticulen las cooperativas.

Seina, Mariela y Marilú son trabajadoras de La Milagros, una cooperativa con 120 personas que mantiene un convenio con el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño para llevar adelante el programa «Veredas Limpias» desde 2006, una política que corre el riesgo de ser desarticulada, según denunciaron organizaciones involucradas.
A las 8 de la mañana, las mujeres y algunos hombres de La Milagros se presentan a trabajar con remera blanca, pantalón azul, gorra, zapatos para la tarea y rastrillos en el marco de la Unidad de Gestión de Intervención Social (UGIS) para limpiar las veredas, plazas y parques de barrios populares como Villa Lugano, Villa Soldati, Bajo Flores y Barracas.
Su labor es «muy importante», especialmente para sus trabajadoras, quienes gracias a la cooperativa pudieron terminar el secundario, lograr una independencia económica y conjugar el trabajo con el cuidado de sus hijas e hijos, según cuentan.
Sin embargo, distintas organizaciones involucradas en Veredas Limpias denuncian que este tipo de trabajo se verá modificado porque el programa vivirá una reconversión hacia proyectos productivos y temen que se desarticulen las cooperativas además de desconocer lo que ocurrirá con los insumos y maquinaria necesarios.
«Ellos no tienen una visión de mejorar, sino de precarizar más aún. De hecho, la Ministra (de Desarrollo Humano y Hábitat, María Migliore) nos dijo que esto es como el ‘Potenciar Trabajo’, un plan. Nosotros le dijimos: mirá esto no es un plan, es un trabajo. Los compañeros tienen vacaciones, hay un presentismo», dijo Seina Gómez, de 28 años, bajo la sombra de un árbol en una plazoleta de Barracas que la resguarda a ella y su hijo del sol incendiario de diciembre en la ciudad.
Hace 10 años, cuando Seina tenía 18 y estaba terminando el secundario ingresó a trabajar en la cooperativa de trabajo La Milagros, perteneciente a la organización Barrios de Pie.
«Para mí fue como mi primer empleo joven. Estaba contentísima. En ese momento era 800 pesos el sueldo, me acuerdo. Para mí era un montón porque de mínima me podía solventar los gastos. Mi grupo familiar estaba compuesto por mi mamá que es soltera y mis dos hermanas; entonces ahí ya me podía comprar mis cosas y ayudar también en mi casa», contó la mujer para quien la cooperativa le permitió terminar el secundario y proyectar estudiar una carrera.
Cuando ingresó se codeaba con compañeras y compañeros más grandes, lo cual fue «todo un desafío».
«Los compañeros decían: ‘Ay estos jóvenes seguro que no van a durar ni dos semanas’. Entonces era demostrar que estaban equivocados, que los jóvenes también podemos ser responsables con el laburo», explicó Seina, que un año después de comenzar a trabajar pasó a ser jefa de cuadrilla.
Actualmente, se la «trata de rebuscar» vendiendo también zapatos por internet en los momentos libres que tiene entre el trabajo y cuidar a su hijo para poder llegar a fin de mes.
«Si realmente el gobierno tiene la intención de mejorar este programa que sea eso, mejorar. Para eso que construya una mesa de trabajo con nosotros que justamente somos los que venimos siguiendo esto«, reclamó Seina, militante de Barrios de Pie.

La Milagros

La Milagros está compuesta por 120 personas que trabajan de 8 a 12 limpiando veredas, plazas y parques a partir del programa «Veredas Limpias» y perciben un sueldo de 14.700 pesos mensuales, con un contrato que se renuevan cada 12 meses.
El 80% de sus integrantes son mujeres y la mayoría es sostén de hogares, por lo que algunas de ellas tienen permitido llegar entre 10 y 15 minutos más tarde, un horario contemplado para que puedan llevar a sus hijas e hijos a la escuela.
«Siempre en las crisis un montón de compañeras son las que laburan en los comedores, son promotoras de género, de salud. Ante esa situación nosotros abrimos la cooperativa como una herramienta de trabajo y que las compañeras puedan trabajar», describió Seina.
Mariela Cardozo, de 32 años y vecina de Villa Lugano, comenzó a trabajar en los inicios de la cooperativa, en 2012, y hoy es supervisora, un rol que implica recorrer las cuadrillas, tener reuniones semanales con las y los coordinadores para ver cómo se encuentran los equipos, además de encargarse de tareas administrativas.
Sobre sus inicios recordó: «En ese momento yo estaba soltera, tenía una nena de un año y fue una gran ayuda como intervención social».
Por ese entonces le había costado conseguir un trabajo porque estaba terminando el secundario y cursando un embarazo, además de que se había separado y vivía una situación económica complicada.
«Estaba en una relación tóxica y me costaba salir de eso. Yo dependía de mi pareja y en eso las reuniones, la compañía y el laburo me ayudaron mucho. Me hicieron abrir los ojos y valorarme como mujer. Así pude sostenerme yo y a mi hija», contó Mariela sobre la cooperativa y la organización de la que forma parte.
Marilú Mereles, de 36 años y de Barracas, también comenzó a trabajar en la cooperativa luego de separarse de una pareja y estando a cargo de su hija de tres años.
En ese entonces, siete años atrás, era madre soltera y ahora volvió a estar en pareja, tiene dos niñas de 10 y 4 años y «por suerte» -aseguró- consiguió vacantes para llevarlas a escuelas con jornada completa.
Del trabajo valoró que «son cuatro horas».
«La mayoría somos madres, que mientras se van los chicos a las escuelas nosotras trabajamos acá. Llegamos al mediodía y hacemos cosas o buscamos a los chicos también. Nos da esa posibilidad», explicó.
«Esto te hace crecer, no te hace sentir sola. Te hace sentir que vos podés tener tu propio trabajo», insistió Marilú, sentada sobre las raíces de un árbol y a la sombra porque los zapatos que usa son «duros» como para conversar parada.
«Es muy importante para nosotros este trabajo. Por eso la preocupación es bastante. Sería muy triste perderlo. Por más que cobremos muy poco, llevamos algo», concluyó..

Por el asesinato del joven Lucas González: ordenan la inmediata detención de cinco policías de la Ciudad

19.12.2021

Un subcomisario y cuatro oficiales acusados de encubrimiento
Por el crimen del joven futbolista de Barracas Central ya hay 14 efectivos de la Ciudad de Buenos Aires detenidos. Entre ellos, tres por homicidio calificado y el resto por encubrimiento.

El juez que investiga el crimen de Lucas González, el adolescente de 17 años asesinado de un balazo por efectivos de la Policía de la Ciudad el 17 de noviembre último en el barrio porteño de Barracas, ordenó la inmediata detención de 5 miembros de esa fuerza de seguridad acusados de encubrimiento del homicidio, informaron este domingo fuentes judiciales.
La decisión del juez Martín Del Viso recayó sobre un subcomisario y cuatro oficiales que participaron del procedimiento inmediatamente posterior a los disparos contra la víctima y sus tres acompañantes, y que se sospecha plantaron pruebas para encubrir a sus tres compañeros que luego quedaron presos por el asesinato.
En un fallo de 14 páginas, el magistrado hizo parcialmente lugar al pedido del fiscal Leonel Gómez Barbella, quien había requerido la detención de ocho efectivos a los que acusó de “encubrimiento agravado, privación ilegal de la libertad y falsedad ideológica”.
Para el juez, cinco de los ocho señalados por la fiscalía “habrían alterado los rastros y pruebas” en la escena del crimen para encubrir a sus tres compañeros que habían disparado contra Lucas y sus amigos
“A tenor de lo valorado, entiendo que las circunstancias relatadas no pueden ser neutralizadas con cautelares de menor intensidad que la detención de los imputados, medida que al menos de momento se rebelan como necesarias, idóneas y proporcionadas en este estado de la investigación”, sostuvo el juez.
Por su parte, Gregorio Dalbón, abogado querellante, destacó esta tarde que hay “14 detenidos” por el caso dado que en la causa ya había tres policías procesados con prisión preventiva por el homicidio calificado y otros seis por el encubrimiento.

De Vaca Muerta a Dock Sud: el extractivismo al palo
Por Fernando Luna y Nicolás Juymatan

El último gran derrame en Vaca Muerte vuelve a mostrar cómo trabaja el modelo de explotación petrolera. Las consecuencias sociales y ambientales son proporcionales a las divisas que se fugan del país.

Solemos escuchar la palabra “accidente” cuando las empresas producen derrames de productos, pero lejos está de un hecho súbito y sorpresivo como lo es la definición de accidente. En la cuenca neuquina el modelo de explotación petrolera lleva al límite los recursos con el afán de explotar el yacimiento de Vaca Muerta. Hace unos años cuando las empresas se volcaron a la extracción no convencional, debido al aumento del barril de petróleo, comenzaron a exigir más “garantías” para los nuevos pozos de no convencionales. Recordemos que si algo le sobra a las empresas petroleras son “garantías”. La primera ley que llevó al Congreso el gobierno de Alberto Fernández, en aquel lejano diciembre del 2019, fue la “Ley de Solidaridad Social y reactivación económica”. Dicha ley, que fue aprobada, ajustó a los jubilados y estableció la reducción de las retenciones a las petroleras y mineras de un 12% a un 8%. Era el primer gesto y reverencia del nuevo gobierno a las grandes petroleras y mineras.
Durante la era macrista, y en el auge de los anuncios de Vaca Muerta, el gremio petrolero bajo la dirección de Pereyra comenzó una férrea defensa de la necesidad de modificar los convenios de trabajo para que las empresas puedan contratar en mejores condiciones. El llamado convenio Vaca Muerta, firmado en el 2017, fue un mazazo a las conquistas de los trabajadores.
Dicho convenio no solo bajaba salarios, sino que aumentó la flexibilidad laboral en el más amplio sentido, reduciendo personal y cambiando condicionas de trabajo, lo que implicó en el primer año de convenio casi una muerte por mes, y decenas de lesiones menores. Las consecuencias también se expresaron en las noticias de derrames e incendios, que se sumaban a la triste tasa de fatalidades, en el primer año ocho trabajadores fallecieron. Se trata de una política de conjunto que solo favorece a las grandes petroleras con el argumento de favorecer las inversiones y así tener más recursos para pagar la deuda al FMI. Las principales empresas, en el 2019 facturaban un promedio de $700 millones por día, el equivalente a tres presupuesto provinciales.
En una industria de márgenes de ganancias obscenos, el criterio capitalista de explotación se lleva a los extremos. Aranguren, el ícono de los CEOS y ex Ministro de Energía, alardeaba que tenía en operaciones 97 por ciento de la capacidad instalada en la refinería que comandaba en Dock Sud, Avellaneda. En general, las industrias trabajan con un promedio del 75 por ciento de capacidad instalada en producción. Esto permite tener espacio para los mantenimientos, cambios de equipos etc. Por el contrario, aumentar la producción de dicha capacidad exige aumentar el mantenimiento, hasta el punto de casi hacerlo en línea. El resultado es obvio.
Pero esto no es todo. Para quienes no conocen, el barrio en el que se encuentra esta misma refinería es conocido como Villa Inflamable. Se imaginarán por qué. Las napas están tan contaminadas con hidrocarburo que el agua que sale de ahí se puede prender fuego. La refinería de Shell en Dock Sud también fue vanguardia al traer desde Holanda su planta de Cocker (carbón de petróleo) que los vecinos de Villa Inflamable llaman “la catedral del cáncer”. Es una mega estructura que alcanza los 101 metros de altura y que fue traída a la Argentina porque fue declarada ilegal en el país del norte por sus efectos sobre la población lindante. Básicamente contamina de polvo de carbón de petróleo todo lo que está a su alrededor. El polo petroquímico de Dock Sud Avellaneda, cuna del kirchnerismo en el conurbano, ha sido eje de denuncias, investigaciones, causas judiciales por la contaminación. Pero gobierno tras gobierno solo le han dado continuidad a este modelo empresarial, y renovando las licencias medio ambientales sin cuestionamientos alguno.
Volviendo a tierras patagónicas, en el derrame de Vaca Muerta, ya se sabía que se había superado el caudal de operaciones. Los organismos oficiales que deberían controlar y exigir son una trágica broma de mal gusto. No existen controles para la prevención, como tampoco recursos destinados para la contención y atención de emergencias. Para tomar magnitud del desastre ocurrido: Los 3200 metros cúbicos declarados por Oldelval equivalen a casi 90 (noventa) camiones cisterna. Cada camión cisterna de combustible puede transportar hasta 36 metros cúbicos.
La foto viral de la pelopincho como medida de mitigación frente a un derrame es la mejor muestra de la preocupación de las empresas y el gobierno por el ambiente y la vida. Añelo, la puerta de entrada a Vaca Muerta, solo tiene una sala de primeros auxilios. Una emergencia médica debe ser trasladada a Neuquén, casi 200 km. Los que están en esa primera línea de fuego son los trabajadores petroleros, las comunidades y la flora y la fauna de la zona. Nuestros sindicatos también deben tomar posición y pronunciarse frente a estos hechos lamentables, no puede ser que se traten los temas ambientales como si no tuvieran nada que ver con nuestro ámbito laboral.

Cambio de matriz energética

El capitalismo no planifica en función de las necesidades de las poblaciones, sino en función de cómo mantener su maquinaria productiva en movimiento como sea. Esto está llevando al medio ambiente al punto de no retorno, como se viene advirtiendo hace varios años.
Para salir de esta situación es necesario cambiar los métodos de producción y la matriz energética. En este último punto, se debe girar a energía renovables. Desde las bancadas del Frente de Izquierda Unidad, se presentó un Proyecto de ley para la nacionalización de la industria petrolera bajo control de los trabajadores. Esto tiene como finalidad principal dos puntos, por un lado tener control de los recursos no renovables y sus ganancias, y por el otro, con parte de esas ganancias que hoy se fugan del país, invertirlas en nicho de energías renovables, que generaría nuevos puestos de trabajo, y valor agregado de tecnologías.
Hoy las multinacionales extraen recursos y ganancias que fluyen libremente al exterior, dejándonos terribles consecuencias ambientales y económicas para las futuras generaciones. El gobierno de Alberto Fernández quiere avanzar en la Ley de Promoción de Inversiones Hidrocarburíferas que busca profundizar una legislación acorde a los intereses de las grandes multinacionales del petróleo. Los trabajadores petroleros junto a las comunidades locales y organizaciones ambientales somos los únicos que estamos realmente interesados en poner fin a esta situación que nos lleva a un callejón sin salida.
Ahora en Chubut las voces comienzan a escucharse y a ganar las calles, organizándose contra la megaminería y el reciente fallo del gobierno de Arcioni. Ese es el camino, el de la organización.

Vigilia por la libertad de Milagro Sala frente a la Corte Suprema

16.12.2021

La Ciudad decidió enviar a su Guardia de Infantería y los organizadores de la protesta temieron represión. Además, denunciaron al máximo tribunal por negarse a tratar los pedidos de nulidad de las condenas que pesan sobre la dirigente social.

El Frente Milagro Sala comenzó este miércoles una protesta con «acampe y vigilia» frente a la Corte Suprema de Justicia en reclamo de la libertad de la dirigente social, bajo un estricto control de la Policía de la Ciudad que montó un cordón alrededor de los manifestantes. La protesta continuará hasta este jueves sobre la calle Talcahuano.
El coordinador nacional de Tupac Amaru Alejandro Garfagnini denunció que la Policía de la Ciudad realizó «provocaciones» a los manifestantes a través del despliegue de Guardia de Infantería, y advirtió desde sus redes sociales que los manifestantes «esperaban represión de un momento a otro».
Por su parte, el referente de Quebracho, Fernando Esteche, también compartió imágenes del operativo policial en las inmediaciones del Palacio de Justicia y expresó: «¿En serio creen estos payasos que pueden contra la voluntad del Frente Milagro Sala?».
La organización que pide por la libertad de Sala denunció en un comunicado que la Corte Suprema «se niega desde hace años a tratar una inédita cantidad de nulidades y a revisar el fallo que condenara a Milagro y las compañeras y compañeros de la Tupac Amaru por el Poder Judicial digitado a dedo en Jujuy por Gerardo Morales y la familia Blaquier».

Incidentes

La Policía de la Ciudad amenazó a manifestantes que se encontraban en el acampe por la libertad de Milagro Sala. Alejandro “Coco” Garfagnini, vocero de la organización Tupac Amaru, denunció que la Policía de Larreta provocó incidentes en la vigilia frente a los Tribunales por la libertad de la referenta. “La Infantería se metió adentro de las columnas, con policías no identificados de civil, tratando de secuestrar mochilas de compañeros”, aseguró el militante.

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