2.4.2022
Por Hormigas y Cigarras
Este 30 de marzo, a 16 años del incendio en el taller de la calle Luis Viale, en el que murieron 6 personas, sobrevivientes y organizaciones sociales volvieron a exigir que el local se expropie con el fin de crear un espacio de memoria y organización de costureros y costureras. Realizaron un festival en la puerta del local al que asistieron integrantes de organismos de Derechos Humanos
En la tarde del miércoles, sobrevivientes del incendio del 30 de marzo de 2006 en el taller de costura de la calle Luis Viale 1269, junto a organizaciones sociales organizaron un festival en la calle para volver a exigir al gobierno de la Ciudad que expropie el inmueble para convertirlo en un espacio de memoria y organización de costureros y costureras. Sostienen este pedido desde hace por lo menos tres años, cuando la justicia porteña sobreseyó a los propietarios del local, responsables además de las marcas que se cosían allí, Jaime Geiler y Daniel Alberto Fishberg. Una vez sobreseídos, se les restituyó la propiedad que rápidamente fue vendida, aun cuando desde la Comisión de la Memoria y Justicia por los Obreros Textiles y sus Hijos de Luis Viale, ya se exigía otro destino para el local.
La referente de esta Comisión, Lourdes Hidalgo, en diálogo con Hormigas y Cigarras explicó que “Estamos conmemorando a las víctimas que perdieron la vida en este lugar, víctimas de la explotación laboral y racismo. Para nosotros, los que sobrevivimos, estos 16 años son como 16 días y es difícil de olvidar. Yo también, a causa de este incendio quedé mal.”
La Comisión presentó en la Legislatura porteña proyectos de ley de expropiación y patrimonialización que aún conservan estado parlamentario. El año pasado, legisladores colocaron una placa en el frente del local en recuerdo de las víctimas del incendio que posteriormente fue arrancada, “Rompieron y sacaron la placa y tapiaron con carteles de propaganda, es como si no quisieran que se vea lo que ocurrió, pero es como tapar el sol con un dedo”, agregó Lourdes.
El festival tuvo una galería fotográfica con imágenes del interior del local después del incendio. Además hubo una intervención artística referida a la moda y varios grupos musicales y de bailes bolivianos. Acercaron su solidaridad referentes de organismos de Derechos Humanos, como Pablo Pimentel, de la APDH de La Matanza, Alfredo Cuellar, con su incansable lucha contra las condiciones en las que están las personas privadas de libertad, la legisladora Victoria Montenegro y Nora Cortiñas, Norita, Madre de Plaza de Mayo Línea Fundadora, quien acaba de cumplir 92 años y continúa acompañando reclamos y luchas tan diversos como las necesidades lo imponen. “Qué suerte que hay memoria, que suerte que podemos seguir luchando y que suerte que podemos decir que la lucha nunca es inútil. Toda lucha sirve para algo y tenemos ejemplos. Tenemos un ejemplo último, que es la libertad de Higui. No es inútil nada de lo que hacemos y así vamos a tener que seguir”, dijo Norita.
Luis Fernando Rodríguez Palma es el padre de Harry, que tenía 3 años. Con voz que se quebró reiteradamente recordó que “Justamente como a estas horas, hace 16 años, yo estaba correteando justamente aquí. Aquí en la esquina veía cómo mi esposa se desmayaba pidiendo que saque a mi hijo Harry, mi hijo perdido. Han sido unos años muy largos, hace cinco años atrás se dio una lectura de sentencia en contra de los capataces y no así a los responsables, los dueños de la propiedad, los dueños de las marcas, y como ustedes verán, la justicia ha actuado de la peor manera. En todas las declaraciones que tenían mis compañeros se les nombraba a estos tipos que venían a recoger las prendas. A venir a inspeccionar, a venir a ver cómo iba la producción. Es lo único que les interesaba y no el tipo de vida que llevábamos aquí adentro. Se trabajaba desde las 6 de la mañana hasta las 2 de la mañana. Un vecino ha hecho en tres oportunidades denuncias a la comisaría y la policía ha hecho oídos sordos. Venían aquí a pedir pagos de pantalones y las tallas que ellos querían.”
No obstante los testimonios abundantes en su contra, no obstante ser dueños del local, de las marcas y de las prendas que allí se producían, Jaime Abraham Geiler y Daniel Alberto Fishberg nunca fueron llamados a indagatoria. Cuando la causa estaba a punto de prescribir, la movilización logró que se reactivara y fueron juzgados y condenados a 13 años de prisión por incendio culposo seguido de muerte y reducción a la esclavitud, los capataces Luis Sillerico y Juan Manuel Correa.
El local estaba habilitado para cinco máquinas y vivían 65 personas. La precariedad de la instalación eléctrica era palpable aún después del incendio, pero no hubo responsables del Gobierno de la Ciudad investigados. La policía Federal de entonces tampoco fue investigada, de la misma manera que no fue investigada la ruta de acceso al país de miles de migrantes engañados.
Familiares de las víctimas y sobrevivientes esperan que ahora, no haya oídos sordos y avance en la Legislatura esta reparación que significaría poder convertir este local en espacio de memoria y organización.