8.6.2022
Por Violeta Lavinia
De cara al día Mundial Contra el Trabajo Infantil, el Equipo Técnico de Infancias y Adolescencias analiza el paradigma sobre infancias de uno de los candidatos a presidente de la derecha: el caso del trabajo infantil.
El próximo 12 de junio, se celebra el día Mundial Contra el Trabajo Infantil, con el objetivo de sensibilizar y denunciar la explotación infantil que se lleva a cabo en muchos países del mundo, iniciativa propuesta por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2002. Sin embargo, en la Ciudad más rica del país, se viene embistiendo contra los programas que abordan esta problemática.
Dossier Trabajo Infantil 2021
Con la modificación de hecho de la Ley N° 114, de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes y el consecuente traslado de diversos programas del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat al Consejo de Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes (CDNNYA), muchas áreas se vieron modificadas cambiando sus funciones y objetivos. Esta avanzada del larretismo, sobre las políticas públicas de infancias, contó con el aval de los sindicatos, tanto SUTECBA como de la Junta Interna conducida por ATE Verde y Blanca, quienes no desplegaron ningún tipo de acción permitiendo el avasallamiento sobre las y los trabajadores y las políticas públicas del CDNNyA. Tampoco, el conjunto del arco político kirchnerista que tiene en sus manos las instituciones de infancias que deberían denunciar y enfrentar este ataque se han pronunciado en contra de esta política de vaciamiento que lleva adelante el gobierno de Larreta.
Con la creación del Programa para el Abordaje Territorial Especializado de Niñas, Niños y Adolescentes (ATENNA), el Departamento Contra Toda Forma de Explotación, queda desarticulado, y el Equipo Especializado en Trabajo Infantil ve diluida sus funciones junto a otras problemáticas, por consiguiente, perdiendo la mirada especializada y focalizada, implicando un retroceso en el abordaje del trabajo infantil.
Tal como establece la normativa de la Ciudad, la presidencia de la Comisión para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (COPRETI), se encuentra en cabeza del CDNNyA, sin embargo, este año, ya entrado el mes de junio, aún no han sesionado, desacreditando sus funciones y objetivos, desarmando así la mínima expresión de articulación estatal.
Un paso adelante, dos para atrás
La Ciudad de Buenos Aires, fue pionera en la atención de situaciones de trabajo infantil creando, en el año 2006, un área específica para su abordaje en el organismo de protección de derechos de niñas, niños y adolescentes.
Esto implicó la formalización de un protocolo de actuación, el establecimiento de definiciones sobre la temática, la instauración de jornadas de capacitaciones específicas a personas que trabajan con niños, niñas y adolescentes y la creación de la Comisión para la Prevención y Erradicación del Trabajo Infantil (COPRETI), cuyo objetivo es “evaluar, monitorear y promover las políticas y acciones que se desarrollen a favor de la prevención y erradicación progresiva y efectiva del trabajo infantil en el ámbito de la Ciudad”.
Todas estas iniciativas están en concordancia con la normativa local y nacional, de no criminalizar la pobreza y desplegar estrategias de abordaje integrales. Estableciendo la responsabilidad del estado en la planificación de políticas públicas que pongan el eje en el interés superior de niñas, niños y adolescentes.
Además, debe resaltarse que es una de las únicas jurisdicciones que poseería un equipo interdisciplinario con la especificidad para el abordaje del trabajo infantil, desde una mirada integral y de restitución de derechos.
¿Trabajo infantil como delito o estrategia de supervivencia ante la pobreza?
Con números de pobreza infantil brutales, donde el INDEC informa que más de la mitad de las personas de 0 a 14 años son pobres, de ese total el 12.6% son indigentes, y donde el Observatorio de Deuda Social Argentino de la UCA afirma que, en el 2020, el riesgo alimentario de este sector de la población ascendió al 46%, con un 28% que experimentó “hambre” por no tener que comer, se hace evidente que los discursos sobre la importancia de la infancia son palabras vaciadas de realidad. A este panorama desolador, deben sumarse los índices de inflación y los salarios de pobreza que impiden cubrir la canasta básica.
Frente a esta situación, muchas adultas y adultos deben rebuscarse en el día a día, para poder llevar un plato de comida a la mesa, y esto hace que sus hijos e hijas los acompañen a desarrollar sus estrategias de supervivencia familiar.
Tal como mencionan los especialistas en la temática, una de las causas condicionantes del trabajo infantil es la situación económica del grupo familiar, que obliga a que todos los integrantes se vean comprometidos en tareas laborales para poder logar la subsistencia de la familia.
Entonces, cuando las condiciones económicas de una región empeoran, los más perjudicados son las niñas, niños y adolescentes pobres, y sus familias, que se encuentran con menos recursos para hacer frente a las crisis.
A pesar de que el Gobierno de la Ciudad se esfuerce en ocultar la cantidad real de familias en situación de calle, o en dar números precisos en relación a la situación de vulnerabilidad de las y los niños de la Ciudad, se viene observando un incremento de las situaciones de trabajo infantil, mientras se alerta sobre la falta de políticas públicas eficaces y efectivas que reviertan la situación de estas familias.
Asimismo, las familias acompañadas refieren un incremento del hostigamiento de la policía, así como la presencia de equipos que los “amenazan” con separar a las y los adultos de sus niñas y niños.
En lo que respecta al trabajo infantil no visibilizado la acción del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires es totalmente nula, habiendo más de 5 mil talleres clandestinos en la Ciudad y unos 15.000 en la Provincia de Buenos Aires, donde prolifera el trabajo esclavo. Hay luz verde para que las grandes marcas de indumentaria y las corporaciones desarrollen explotación laboral infantil en la Ciudad con más presupuesto per cápita del país.
El estado ajustador es responsable de la vulneración de los derechos de las infancias
En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, si bien se esbozaron vagos intentos por atender la situación de vulnerabilidad de muchos niños y niñas, también adolescentes, en la actualidad no hace más que vulnerar sus derechos y el de las y los trabajadores de infancias. Lejos queda en el recuerdo cierto entusiasmo progresista por la Ley N° 114 y sus avances en el texto, que poco se han reflejado en las vidas de las niñas, niños y adolescentes. Ante esta acometida, que echó por tierra aquellas ilusiones, solo las trabajadoras de infancias hemos planteado una voz alternativa al respecto.
Falta de claridad en los lineamientos de trabajo, criminalización de situaciones de pobreza, falta de políticas públicas adecuadas, desmantelamiento de programas, sueldos de miseria, despidos, traslados compulsivos, se transformaron en la realidad de las trabajadoras y trabajadores del organismo de Protección de Derechos, que hacen malabares para poder sostener sus intervenciones cotidianas.
Con una crisis económica y social que se profundiza, y un acuerdo entre el gobierno de Alberto Fernández con el FMI que solo traerá más ajuste y pobreza, la prioridad de la gestión de Larreta no es proteger los derechos de niños, niñas y adolescentes, sino todo lo contrario.