Estudiantes del Nacional de Buenos Aires conviven a diario con un docente denunciado por violento y con un abusador sexual
22.6.2022
Por Martín Suárez
Exigen que la rectoría del Colegio aparte de sus cargos a ambas personas. Una vez decidida la toma del Nacional, la rectora se reunió con las y los estudiantes y este jueves comienzan a diagramar una mesa de negociación.
Caminan y deambulan por la escuela y por diferentes eventos que organizan los estudiantes. Uno amenaza con violencia a un alumno «te voy a bajar todos los dientes», le dijo; el otro hostiga a las chicas mientras realizan educación física en el campo de deportes del Colegio Nacional de Buenos Aires, e impone el terror dentro de la comunidad estudiantil. Quien amenaza a las y los estudiantes es Roberto “Robbie” Rodríguez, actual jefe del departamento de Educación Física del CNBA. Rodríguez fue vicerrector del turno mañana del 2011 al 2016, y fue reelecto por tercera vez como jefe de departamento desde 2007 hasta hoy, situación que, aseguran las y los estudiantes, es ilegal.
“Este hombre fue denunciado por mirar pornografía infantil dentro del colegio, y el alumno que lo denunció fue encerrado en vicerrectoría por este mismo hombre para que no dijera nada y lo amenazó diciéndoles que le iba a romper los dientes”, detalla a Tiempo Victoria Liascovich, Presidenta del Centro de Estudiantes del Nacional de Buenos Aires (CENBA). Éste miércoles desde muy temprano la comunidad estudiantil mantuvo varias asambleas donde determinaron la toma del Colegio, dado que la rectoría se niega a escuchar sus reclamos: que aparten de su cargo al jefe de departamento de Educación Física, Roberto Rodríguez, y a otro trabajador auxiliar que fue condenado en 2018 por abuso sexual agravado a una menor de edad, y que actualmente mantiene una pena de tres años de prisión en suspenso.
Este último es José Sebastián Báez, que trabaja en el Campo de Deportes del Colegio ubicado en Juana Manso al 400. La pena que recibió hace cuatro años está en suspenso y aún vigente, por abusar sexualmente a su hijastra menor de edad. “Que la condena esté en suspenso quiere decir que el juez puede suspender el cumplimiento de la misma, a la vez que la persona condenada debe tener un buen comportamiento y respetar la condición que se le impone”, detallan desde el CENBA que lograron tomar posesión del fallo judicial (que es de acceso público) y recién en ese momento se enteraron de éste grave hecho.
“Es increíble que esto pase en un Colegio histórico como el nuestro, un docente violento que amenaza a estudiantes y un condenado por abuso sexual en constante contacto con menores de edad”, agrega Liascovich. El pasado 21 de mayo, se llevó a cabo un festival de Rock organizado por el Centro de Estudiantes. Allí se lo ve a Báez merodeando entre los menores de edad que asistieron a la jornada festiva.
“Esto es muy grave, no podemos estar compartiendo actividades y ni siquiera estar en el mismo lugar un hombre abusador sexual y cientos de estudiantes”, exclama a Tiempo Fiona Leotta, vicepresidenta del centro de Estudiantes. Una vez decidida la toma del Colegio por unanimidad, ahora la decisión de que estos hombres sigan en la institución es de la rectoría que dirige Valeria Bergman. “La rectora tiene que actuar rápido, no podemos esperar más. No pueden seguir encubriendo al docente que amenaza a estudiantes y mucho menos a un abusador sexual que tiene una condena en suspenso”, agrega Leotta.
Una vez decidida la toma, la rectora Bergman convocó a una reunión con el Centro de Estudiantes, “este jueves a las 13 horas nos juntamos con ella para diagramar una mesa de negociación”, contó la titular del CENBA.
Mugre, ratas y problemas edilicios
A finales de mayo salió a la luz lo que ocurría puertas adentro del Nacional de Buenos Aires. El año pasado se le cayó un ventilador de techo en la cabeza a un estudiante mientras estaban en clases, y sus compañeros y compañeras aseguran que no lo mató de casualidad. Hace menos de 4 semanas los dos colegios universitarios, el CNBA y el Carlos Pellegrini, se movilizaron al Consejo Superior de la UBA, y exigieron soluciones urgentes a los grandes problemas edilicios entre los que se destacan: la carencia de ventilación necesaria; la falta de encendido de las calderas para calefaccionar los espacios; se inunda uno de los patios, se caen pedazos del cielorraso y los baños están en pésimas condiciones. La Subsecretaría de Hacienda de la UBA, al mando de Matías Ruiz, es la responsable de la asignación de presupuesto para cada uno de los colegios secundarios ligados a la Universidad de Buenos Aires. Los estudiantes denuncian que desde que comenzó la pandemia, en marzo de 2020, esa cartera no aumentó los presupuestos anuales que quedaron congelados en 11 millones de pesos para el Buenos Aires y $ 9 millones para el Pellegrini.