Comunicadores del Sur

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El gatillo fácil de La Metropolitana y la artillería de Vidal

12.11.2015

Por Mauricio Polchi

Lucas Cabello, percusionista de La Caminito Rock, fue fusilado por un agente de la fuerza porteña, en la puerta de su casa y delante de su pequeña hija. La vicejefa del Gobierno de la Ciudad inventó una historia para justificar el feroz ataque policial.

 

Los hechos

El lunes 9 de noviembre, pasadas las 16.30, Lucas Cabello va con su hija de menos de dos años a la panadería. Cuando regresa a su casa lo intercepta un agente de la policía Metropolitana. En el momento del cruce, Lucas tiene a la nena en una mano y los dos sánguches recién comprados en la otra. El uniformado le dice que no puede estar en esa vivienda, le pide que se retire y se genera una discusión. La historia termina de la peor manera porque el agente desenfunda la reglamentaria y responde a los tiros.

Los primeros balazos le destrozan la médula y el pibe de 20 años cae al suelo. La beba se salva de milagro porque su tía la rescata y la saca de la línea de fuego. La víctima, que en el piso se retorcía de dolor, recibe un tiro de gracia que le revienta un testículo. El agente, de apellido Ayala, se sube a un móvil y huye con una compañera de la misma fuerza.

Los vecinos no esperan la ambulancia y se llevan a Cabellos al Hospital Argerich, donde es operado de urgencia. Su estado es grave y hay lesiones irreversibles. Los médicos ya informaron que difícilmente pueda volver a mover los brazos ni las piernas.

 

El Barrio

Sobre el cordón izquierdo de la calle Martín Rodríguez está la bicisenda. Del otro costado, en el margen derecho, una larga fila de autos estacionados. La mayoría de los vehículos pertenecen a los clientes de “ll Matarello”, el reconocido restaurant de La Boca ubicado en el 517 de esa calle. Lucas Cabellos, bombista y percusionista de La Caminito Rock, vivía a unos pocos metros de ahí, en el 549. Durante el día, cuidaba los coches en esa zona de paseos turísticos, una actividad laboral muy común en los pibes del barrio que lograron ganarse la confianza de los comerciantes del lugar.

Lucas es fanático de River, tal como lo demuestra el tatuaje que tiene en la pierna. Es el hincha del “Millo” más conocido de esas calles boquenses. Siempre de buen humor, ‘Luquitas’ recibía a los jugadores, dirigentes o viejas glorias del club “Xeneize” que estacionaban sus coches para ir a comer a ese local. Todos lo saludaban porque lo conocían: era el adversario perfecto, un rival directo para intercambiar bromas y chistes futboleros.

 

Los medios

Cuando a Lucas se le quita el nombre y se le dice ‘un trapito’, el discurso dominante parte de una estigmatización brutal y plantea que no es una persona y no está sujeta de derecho, sino que es algo, qué no tiene o no merece legislaciones que lo protejan. “Trapitos”, “Limpiavidrios”, “Manteros”, para adjetivar esa mano de obra barata al periodismo de elite le sobran recursos. Sin embargo, los comunicadores no se desenvuelven con la misma agilidad para conceptualizar otros fenómenos, como por ejemplo, la violencia institucional.

“Gatillo Fácil”, que tiene facilidad para gatillar. Así de simple. O, cómo dice la Wikipedia, “es el nombre utilizado comúnmente en Argentina para indicar que se trata de un hecho de utilización abusiva por parte de las fuerzas de seguridad con armas de fuego, generalmente presentado por la policía como una acción accidental o de legítima defensa”.

El lunes a la tarde la escena era tan tenebrosa como clara y contundente, un joven de 20 años fue fusilado en la puerta de su casa con su hija en brazos. Los vecinos escucharon tres disparos, la misma cantidad de balas que se encontraron en el cuerpo de la víctima. El agresor, que es policía, escapó. A las autoridades, que intentaron plantar pruebas y preparar un escenario de tiroteo, les resultó imposible armar o sostener una mentira. Nada de ‘narcos’ y ‘trapitos’, fue un ataque policial contra un hombre desarmado. Otra vez, la falsa teoría de la legítima defensa, una marca registrada en estos casos, se desvaneció de inmediato.

De todas formas no faltaron los periodistas que se animaron a decir que hubo “un enfrentamiento” para teorizar sobre “un confuso episodio” o un “eventual combate”. La abogada Gabriela Carpinetti, desestimó esa interpretación y explicó que “los hechos de violencia de esta magnitud, que ponen a una persona entre la vida y la muerte, tienen una serie de antecedentes persecutorios por parte de la fuerza”. “Nadie es baleado de un día para el otro, sin haber sido parte de un proceso de estigmatización y persecución previo”, amplió Carpinetti.

 

La Vidal

La primera versión que hizo correr La Metropolitana ante la prensa fue la de instalar un tiroteo. La teoría, insostenible con el correr de las horas, sólo fue respaldada por la vicejefa de Gobierno porteño María Eugenia Vidal. “Se trató de una cuestión de género”, mintió la funcionaria. “El policía protegía a la mujer que apretó el botón antipánico”, agregó, y así Vidal justificó lo injustificable. El papelón fue tan grande que hasta el subjefe de la fuerza Ricardo Pedace la contradijo al aclarar que “no era una consigna por violencia de género”.

Si la futura gobernadora de Buenos Aires, ante los posibles casos de violencia institucional que puedan aparecer en el conurbano, le va hacer caso a los noticieros o a La Bonaerense, se avecinan tiempos complejos en la provincia más grande del país.

Después de fugarse, el policía que le disparó a Cabello se presentó en la Comisaría 24, de La Boca, pero luego, por cuestiones administrativas, fue llevado a la seccional 28. El oficial detenido, quien presta servicios en la Comuna 4, fue pasado a disponibilidad preventiva por la Auditoría Externa del Ministerio de Justicia del Gobierno de la Ciudad. En ese contexto, su declaración se dio ante el juez de instrucción porteño 35, Osvaldo Rappa. Desde la querella se solicitó que la causa sea caratulada como “tentativa de homicidio agravado por el estado de indefensión de la víctima”, y además exigen que sea exonerado de la institución.

 

La vivienda

Lucas vivía con su familia desde hacía varios años en un hogar de tránsito que se instaló sobre una antigua casona del Instituto de la Vivienda porteño (IVC), ubicada en la calle Martín Rodríguez. En ese complejo, habitado por personas que fueron desalojadas de varios conventillos, se hospeda una mujer que mantiene diferencias con su hijo y recibió como medida judicial un botón antipánico y custodia. Ante ese problema familiar o social, una de las soluciones que propuso el macrismo fue mandar a un policía. Los resultados están a la vista.

“Por las condiciones de habitabilidad del inmueble y su precariedad, es muy común que en esa situación de vulnerabilidad haya conflictos. En ese contexto, se hizo presente la Policía Metropolitana, que comenzó con un accionar persecutorio, violento y estigmatizador, en particular, con algunos jóvenes de allí, y entre ellos, Lucas”, graficó la doctora Carpinetti. “Evidentemente, no está preparada para disuadir conflictos donde yace la vulgaridad y la precariedad habitacional. Y esta contradicción pone en riesgo a todos los habitantes de la ciudad de Buenos Aires”, puntualizó.

El efectivo que disparó a quemarropa estaba en consigna, pero Cabello no tiene relación con ese caso y la restricción de acercarse a ese lugar era para otra persona. Según explicaron algunos testigos, el uniformado se confundió de pibe, intentó impedir que Lucas ingresara a su propio hogar y por ese hecho se desató el altercado verbal que derivó en el fusilamiento. Cuando el chico cruzó la puerta, le gatilló sin dar la voz de alto.

La mujer del joven baleado por la Metropolitana desmiente a Vidal

10.11.2015

Según lo manifestado por varios vecinos que fueron testigos del hecho, Lucas Cabello recibió tres disparos a corta distancia cuando volvía de la panaderia. Su mujer se encontraba en el lugar junto a su hija de dos años; ambas presenciaron los disparos a quemarropa del oficial de la Metropolitana. La victima sigue internada en estado de gravedad.

Por Santiago Asorey

 

Mientras Lucas Cabello, el joven baleado por un agente de la Policía Metropolitana sigue internado en estado de gravedad en el Hospital Argerich, distintas voces se alzaron contra las declaraciones de María Eugenia Vidal. La futura gobernadora de la provincia de Buenos Aires intentó justificar la acción del agente de la Policía Metropolitana en un supuesto marco de violencia de género. Lo insólito de sus declaraciones es que son desmentidas por la misma mujer de Lucas, Camila, la supuesta denunciante. En diálogo con APU, Camila indicó que "lo que dice Vidal no es verdad, no existió esa situación de amenaza ni violencia por parte de Lucas". 

Según lo manifestado por varios vecinos que fueron testigos del hecho, Lucas Cabello recibió tres disparos a corta distancia cuando volvía de la panadería. Su mujer se encontraba en el lugar junto a su hija de dos años; ambas presenciaron los disparos a quemarropa del oficial de la Metropolitana. Nahuel Berguier, uno de los abogados de la mujer y la mamá de Lucas Cabello publicó en las redes sociales un descargo ante las palabras de Vidal: “Irresponsables y mentirosas declaraciones de María Eugenia Vidal. En el caso Lucas Cabello no hay ningún indicio de violencia de género previa; usan el impresionante movimiento del Ni Una Menos para justificar el accionar criminal de la Policía Metropolitana. Vergüenza doble.”

La Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN) del Ministerio Público Fiscal está interviniendo en el acompañamiento a la familia de la víctima, junto a la abogada Gabriela Carpineti. Según estadísticas relevadas por el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), entre los años 2011 y 2015 se registraron 28 muertes a manos de la Policía Metropolitana. Nehuen Rodríguez (18), Roberto Autero (16) y Bruno Germán Pappa (26) forman parte de esa larga lista de víctimas que la Policía Metropolitana cosechó en pocos años de gestión en el área de seguridad.

El 15 de diciembre del 2014, Nehuen Rodríguez fue atropellado por una camioneta Ford Ranger de la Policía Metropolitana en Brandsen y Carrillo en el barrio de La Boca. Testigos ratificaron que el patrullero de la Policía Metropolitana venía a 100 km/h y que no traía sirenas ni luces. En septiembre del 2011, Bruno Germán Pappa fue asesinado por otro agente de la policía metropolitana. El joven fue fusilado por el agente Enzo Fabián Álvarez, cuando estaba en el piso en estado de indefensión. Álvarez fue condenado a cadena perpetua por “homicidio agravado” en esa misma causa. Su caso fue el primer caso de gatillo fácil de la fuerza porteña que llegó a un juicio oral y público y terminó en una condena. Roberto Claudio Autero tenía 16 años cuando un disparo de un agente de la Policía Metropolitana acabó con su vida el sábado 7 de febrero de este año. El disparo de Sebastián Ezequiel Torres, tuvo tanta precisión que le impactó en la nuca. Los casos de Rodríguez y Autero todavía buscan justicia.

Un informe publicado por el CELS remarca que “desde su creación en 2010, la Policía Metropolitana ha sido responsable de al menos 28 casos de uso de la fuerza letal. Entre ellos, al menos 6 fueron ejecuciones. En estas situaciones han muerto: Rose Marie Chuña y Bernardo Salguero en la represión del Parque Indoamericano, Bruno Pappa, Ezequiel Liri Foppiano, Roberto Autero y Carlos Calizza. Como consecuencia de las intervenciones violentas de esta fuerza, al menos 111 personas resultaron heridas. En algunos casos, como lo ocurrido ayer con Lucas Cabello, estas heridas son de gravedad y tienen consecuencias perdurables en la vida de las personas.”

El candidato de la Alianza Cambiemos mintió ante Lanata: su “hermano de la vida” facturó 1200 millones durante la administración porteña macrista.

10.11.2015

Por Nicolás Adet Larcher

El periodista del Grupo Clarín, Jorge Lanata, mantuvo dos entrevistas por separado con Daniel Scioli y Mauricio Macri. Una de las respuestas más incómodas que enfrentó el líder de la alianza Cambiemos estuvo relacionada con el empresario Nicolás Caputo.

“¿Quién es Nicky?”, preguntó Lanata. “Un amigo, un hermano de la vida. Por suerte fuimos al colegio juntos desde primer grado”, le respondió Macri. Ante esta respuesta, el periodista del Grupo Clarín le comentó: “Caputo tuvo contratos por más de mil millones de pesos en tus dos mandatos”, lo que motivó la respuesta de que “Caputo S.A. no licitó una sola obra en mi gestión. Porque yo se lo pedí. Las obras que terminó son las que ganó con Telerman”.

La información que se puede encontrar en los boletines oficiales publicados desde 2008 contradice lo expresado por Macri. Incluso, los contratos entre el gobierno porteño y la empresa de Caputo se intensificaron durante las dos gestiones del líder del PRO y pasaron de 120 a 1200 millones. Además de este detalle, no solo se puede recurrir a medios oficialistas para contrastar este hecho; medios como PERFIL o La Nación, también publicaron la particularidad de que era siempre el mismo grupo empresarial el que se quedaba con los negocios. Entre 2006 y 2007, la empresa de Caputo apenas facturaba unos 50 millones de pesos. Luego de la asunción de Macri, más precisamente en el período 2008-2013, la empresa facturó unos $517 millones.

 

Las empresas de Caputo

Macri afirmó que “Caputo S.A.” nunca licitó una obra para su gestión, pero la realidad es que Caputo solo opera con su constructora Caputo S.A. a nivel nacional, mientras que para las obras en la Ciudad de Buenos Aires la facturación está adjudicada a SES SA. Según figura en los registros presupuestarios, Macri otorgó a su amigo empresario contratos por más de mil millones de pesos durante sus dos mandatos, tal como afirmó Lanata, lo que apenas representa una parte de lo facturado por la empresa SES SA. Lástima que Lanata no repreguntó…

SES se enmarca dentro del negocio de las constructoras pero eso no evita que haya logrado obtener licitaciones millonarias para el mantenimiento y la limpieza de hospitales. En este caso en particular, sobrevuela la sombra de los sobreprecios ya que, solamente en limpieza, se adjudicaron $1000 millones de pesos a la empresa de Caputo. En mayo de este año, se conoció que se renovó a nueve firmas la adjudicación de estas licitaciones de limpieza en donde cuatro habían sido denunciadas por sobreprecios, entre ellas, SES SA que a la vez subcontrata a la empresa UADEL SA para realizar el trabajo de limpieza.

Además de estas licitaciones entre el gobierno de la ciudad y Caputo, en septiembre de este año se pudo conocer la declaración jurada de Macri en donde se puede observar el detalle del préstamo de $18,5 millones que el candidato de la alianza Cambiemos efectuó al empresario.

 

El proyecto seguirá su tránsito administrativo en la Legislatura Porteña a la espera de su arribo al recinto para que pueda ser votado antes de fin de año.

La Metropolitana, otro caso de gatillo fácil y otra vez el sur

10.11.2015

Por Mauricio Polchi

Este lunes, delante de su pareja y su pequeña hija, Lucas Cabello recibió tres disparos cuando ingresaba a su casa de La Boca. La versión policial habla de un enfrentamiento. Sus familiares y los vecinos, que desmienten esa teoría, realizaron una protesta y cortaron la calle Almirante Brown.

Otra vez la Policía Metropolitana, otra vez el sur de la Ciudad de Buenos Aires, otra vez un pibe, y otra vez un pibe humilde. La inseguridad, otra vez, se viste de uniforme. En menos de un año la fuerza de seguridad porteña, de Rivadavia para el otro lado, protagonizó varios casos de violencia institucional. Lamentablemente, la mayoría de los hechos terminan con jóvenes muertos, familias destrozadas y ningún detenido. En diciembre pasado, en Barracas, una camioneta policial atropelló y mató a Nehuen Rodríguez*, el chico que salía a festejar el ascenso de su querido club Huracán. Meses después, Robertito**, de 16 años, fue asesinado de un tiro en la nuca por otro agente metropolitano. Ahora, a la lista de baleados se suma Lucas Cabello, que recibió tres tiros y pelea por salvar su vida en el Hospital Argerich.

Camila, la pareja de Cabello, y la hija de dos años de ambos, vieron cómo el efectivo de la Metropolitana lo remataba en la puerta de su casa, en Martin Rodríguez al 500. Lucas había ido a comprar algo para comer y cuando regresaba discutió con el policía que estaba en la puerta. Después del cruce verbal, sonaron los disparos. El primero le da en la garganta, lesiona la médula y cae. En el piso recibe otros impactos, uno en la pierna y otro en un testículo.

Por su parte, los voceros de la Policía Metropolitana informaron que lo que pasó el lunes a la tarde en el barrio porteño de La Boca fue un “tiroteo”.

“Una mujer que tenía un botón de pánico por violencia de género alertó al policía de consigna que la persona denunciada había violado una restricción de acercamiento. Le dijo como estaba vestido y el policía cuando lo localizó le dio la voz de alto. La persona le disparó y ahí se dio un tiroteo”, dijo un responsable de prensa al sitio Infojus Noticias.

Sobre el argumento policial de que llegó solo al centro de salud, Camila aclara que no esperaron una ambulancia y ellos mismos lo trasladaron rápidamente.

“Mi hijo está peleando por su vida y encima quieren ensuciarlo. No fue un enfrentamiento narco ni un tiroteo”, respondió a la prensa Carolina Vila, la madre de la víctima. Además, Vila reconoció que en su cuadra siempre había un policía de consigna por un caso de violencia familiar, pero según ella su hijo no está involucrado en ese episodio.

Luego de la brutal agresión, que se suma a otras causas de violencia institucional en la misma zona registradas en el último tiempo, el muchacho fue trasladado de urgencia al Hospital Argerich, donde se comprobó que tiene heridas de arma de fuego en la garganta, el abdomen (con el bazo seriamente afectado) y finalmente un balazo en los testículos. El uniformado, por su parte, tuvo que declarar en la comisaría 24.

Si bien se desconoce cómo está caratulado el expediente, este martes la abogada Gabriela Carpinetti se presentará en la Fiscalía de La Boca, a cargo de Susana Calleja, para que la tomen como querellante en la causa en representación de la familia de Lucas, quienes solicitaron ayuda a la Procuraduría de Violencia Institucional (PROCUVIN).

Sus vecinos, que conocen a Lucas desde pequeño, movilizados por la bronca salieron a las calles para reclamar el esclarecimiento y justicia.

No es la primera vez que la Policía Metropolitana está vinculada a un hecho de violencia institucional. Entre 2011 y 2014 se registraron 20 muertes en manos de esta fuerza.

 

Los otros casos recientes mencionados:

*El 15 de diciembre del año pasado a las 00:30 hs, cuando transitaba con su moto y salía a festejar el ascenso de su querido club, una Ford Ranger de la Policía Metropolitana conducida por el oficial Daniel German Castagnasso –acompañado por el subinspector José Daniel Soria Barba–, lo atropelló y mató en la intersección de las calles Brandsen y Dr. Ramón Carrillo, en el barrio de Barracas.

**El 7 de febrero de este año Roberto Autero murió como consecuencia de un disparo efectuado por el oficial Sebastián Torres de la Policía Metropolitana. No hay discusión acerca de la autoría y tampoco sobre la causa de la muerte. El chico falleció como consecuencia de las lesiones producidas por una bala que ingresó en su nuca y salió por su frente.

La Legisladora María Rachid participó de la XXIV Marcha del Orgullo LGBTIQ

9.11.2015

La Diputada del Movimiento Evita (FPV) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, titular de la Mesa Nacional por la Igualdad e integrante de la Federación Argentina LGBT, María Rachid, participó de la XXIV Marcha del Orgullo Lésbico Gay Bisexual Travesti Transexual Transgénero Intersexual Queer, realizada este sábado 7 de noviembre, bajo la consigna "¡Ley Antidiscriminatoria Ya! Sigamos conquistando derechos". Como hecho destacado, luego del discurso central, lxs organizadorxs del evento exhibimos un cartel con la consigna "Amor Sí, Macri No", en defensa de los derechos adquiridos por el colectivo LGBTIQ en estos años.


La Marcha volvió a colmarse con miles de participantes en las distintas actividades que se realizaron tanto en la Feria del Orgullo en Plaza de Mayo como en el recorrido hacia el Congreso y en torno al escenario central. Participaron de la Marcha, el legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Jorge Taiana, la diputada nacional y presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Juliana Juliana Di Tullio, los diputados nacionales Leonardo Grosso, Ricardo Cuccovillo; los/as legisladores/as Gabriela Alegre, Paula Penacca, José Campagnoli, Maximiliano Ferraro, el concejal Chileno Jaime Parada Hoyl, el secretario General del gremio de los Trabajadores del Subte y Premetro de Buenos Aires, Roberto Pianelli y las legisladoras MC, María José Lubertino y Vilma Ripoll, entre otros.

A la consigna de "¡Ley Antidiscriminatoria Ya! Sigamos conquistando derechos", las organizaciones sociales, políticas y de la Comunidad LGBTIQ de la Ciudad convocantes le sumaron también las siguientes subconsignas: Acceso real a la salud integral, al trabajo y a la vivienda para las personas trans; #NiUnaMenos. Basta de violencia machista y patriarcal; Ley por el Derecho al Aborto. Producción pública de Misoprostol; Separación de la Iglesia del Estado; No al Racismo, la Xenofobia y el Sexismo; Por un ámbito deportivo sin discriminación ni violencia; Legalización del autocultivo y consumo de marihuana, y No a la Violencia Institucional.

Las actividades comenzaron más temprano que en otros años. Desde las 13 horas se inició la Feria del Orgullo y las actuaciones de diversos/as artistas en el escenario Nadia Echazú montado en la Plaza de Mayo. A las 17 horas comenzó la Marcha que culminó en Plaza de los Dos Congresos, donde se erigió el escenario central Carlos Jauregui.

En la Marcha participaron diversas organizaciones LGBTIQ de todo el país, de países limítrofes, múltiples agrupaciones de la sociedad civil, representantes y referentes de todo el territorio nacional que estaban en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para participar en el Encuentro Nacional LGBTIQ que se realiza entre los días 8 y 10 de noviembre.

Como cada año, la Marcha tuvo el instante de los reconocimientos y de los abucheos. Los reconocimientos fueron para quienes siguen acompañando la lucha de las distintas organizaciones que bregamos por la igualdad y por la diversidad: el Ministro de Salud de la Nación Daniel Gollán, la artista Lizy Tagliani, el periodista Franco Torchia, la propuesta y la convocatoria de #NiUnaMenos, y los programas "Cheque en blanco" (radio Vorterix Rock) y "Diverso" (Canal de la Ciudad). Los abucheos fueron para quienes siguen teniendo actitudes discriminatorias de xenofobia, de racismo y de sexismo como Jorge Bergoglio (ahora papa Francisco) y la Iglesia católica, el Jefe de Gobierno de la Ciudad Mauricio Macri, la Diputada Nacional Gabriela Michetti, las Fuerzas Policiales, los periodistas Jorge Lanata y Leandro Chino Leunis, entre otras/os, Miguel del Sel y Beatriz Rojkés.

La Legisladora María Rachid expresó: “En el momento histórico que atraviesa el país, esta Marcha adquiere una resignificación, por los derechos adquiridos como las leyes de Identidad de Género, de Matrimonio Igualitario, de Fertilización Asistida, de Medios, y otras tantas que nos enorgullecen por el constante trabajo de las organizaciones y por la decisión política de un Estado presente para acompañar nuestras propuestas. Ayer, todas, todos y todxs los presentes pedimos por la Ley Antidiscriminatoria nacional porque hoy más que nunca seguimos enarbolando las banderas de la igualdad, de la diversidad, de la libertad, de la memoria, de la victoria. El respaldo de funcionarias/os, de legisladoras/es, de artistas, y de cada participante a la Marcha nos fortalece para seguir trabajando por la igualdad real. Hemos tenido cuatro años de un sostenido trabajo desde la Legislatura Porteña con la participación de las organizaciones sociales, políticas y LGBTIQ. Necesitamos seguir trabajando como hasta ahora junto a Daniel Scioli, con el apoyo de todas, de todos y de todxs, para seguir conquistando derechos a partir del 10 de diciembre".

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