Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires celebra la Conquista Europea
10.6.2016
Los legisladores porteños aprobaron este 9 de junio una resolución para colocar el día sábado una placa de mármol en la estatua del conquistador Juan de Garay, segundo fundador de Buenos Aires en 1580. Todavía falta mucho para que el poder político entienda que no se puede seguir festejando la invasión y el genocidio de los pueblos originarios.
Nos quieren imponer como “obvio” honrar al “fundador” de “nuestra ciudad”. Sin embargo, nuestra historia como habitantes de este territorio no arranca con la conquista europea, sino que se remonta a los miles de años de desarrollo de las culturas originarias. Lejos de alegrarnos por la “gesta” de Juan de Garay, estamos orgullosos de la resistencia que emprendieron las naciones preexistentes de Buenos Aires.
La historia oficial nos oculta la derrota sufrida por los europeos en la primera Fundación de Buenos Aires de Pedro de Mendoza (1536-1541), en manos de una confederación de 23.000 guerreros de los pueblos querandí, guaraní, chaná y de otras identidades indígenas.
Tampoco cuenta que el propio Juan de Garay perdió la vida al ser ajusticiado por el Cacique querandí Manuá en 1583, luego de lo cual los pueblos originarios avanzaron sobre Buenos Aires bajo el mando del Cacique guaraní Guayuzaló o Guazuyalo. La resistencia aborigen no prosperó. Pero además fue totalmente tapada.
Pasaron siglos y otros genocidios se llevaron a cabo en el Río de la Plata contra la población para el beneficio de intereses poderosos. Con total coherencia, la Plazoleta 11 de Junio de 1580 donde se halla la estatua del genocida, es mantenida por la Fundación Vasca Juan de Garay cuyo presidente es un ex ministro de la dictadura.