TRATA DE PERSONAS
TRATA DE PERSONAS
Conferencia de prensa por la aparición de Florencia Penacchi
17.3.2011
A 6 años de la desaparición Florencia Penacchi familiares y amigos, con el acompañamiento de diferentes organizaciones estudiantiles y sociales realizaron una conferencia de prensa en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA.
Desde las 18 horas de ayer el hall central de la Facultad de Ciencias Económicas se fue llenando de periodistas (quizás los mismos que 6 años antes habían abarrotado las puertas de un edificio en el barrio de Palermo), estudiantes y amigos y familiares de Florencia Penacchi.
La Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) y los centros de estudiantes de diferentes facultades fueron los anfitriones de Nidia, Pedro, Lilen y otros amigos de Florencia que se acercaron al lugar donde ella estudiaba para seguir pidiendo por su aparición con vida. Su madre Nidia, su amiga Lilen y su hermano Pedro marcaron allí lo que significa en lo personal su falta, pero también fueron capaces, así como lo fueron las diferentes representantes estudiantiles presentes, de marcar la trama política y social en la que se enmarca la desaparición de Florencia.
Desde el 16 de marzo de 2005 están buscando a una estudiante de Ciencias Económicas, pasante del Instituto de Vivienda del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, de 24 años -hoy de 30- nacida en Neuquén y residente en Buenos Aires. Las idas y vueltas de la justicia, la burocracia, la corrupción y, finalmente, de la trata de personas pusieron, poco a poco, un velo a la verdad sobre el paradero y la situación de Florencia. Ya tres veces se intentó por parte de la fiscalía cerrar la causa, las pistas sobre las llamadas al celular de Florencia no se sigue investigando y los aparentes testimonios que dicen haberla visto tampoco.
La llamada Ley de trata no permite investigar este caso por ser anterior a la sanción de la misma, así como tampoco permite dar con toda la cadena de corrupción y delito que encierra la trata de personas.
Esta situación no socava las esperanzas de los allegados de Florencia ni de las diferentes organizaciones estudiantiles y sociales contra la trata de personas. Siguen buscando a Florencia y a las miles de chicas que desaparecen dejando un único rastro: una cadena delictiva que, generalmente, toca altas esferas de poderes políticos locales, provinciales y nacionales y que juega siempre a ser descubierta y reírse de su impunidad.
